A mí me llevó bastante tiempo también El Idiota, me pareció de una lectura mucho menos fluída que Crimen y Castigo, por ejemplo. Leíste otras cosas del gran Fiodor?
nono, es la primera obra que leo de el. le tenia ganas hace tiempo, pero como nunca tengo plata, no podia comprarme nada… cuando fui a visitar la feria del libro alla, aproveche que tenia plata y me lo lleve, y la verdad me gusto mucho. ya leere mas de el… vos que me recomendas?
Leete Crimen y Castigo, es la novela de cabecera, más que recomendable. A mí lo que más me gustó (de hecho en su momento me fascinó) fue Los Hermanos Karamazov. Y sino novelas cortas como Memorias del Subsuelo, El Jugador, El Doble…
Estuve leyendo los dos tomos de “Mitos de la historia argentina” de Felipe Pigna.
La puta madre, te dan ganas de pedirle prestada la Sarrasqueta a Barreda y el De Lorean al Doc Brown, campear los respetos por las Provincias Unidas del Río de la Plata desde 1810 en adelante y entrar a darle trabajo al dedo y al gatillo. Qué manga de hijos de puta. :evil:
Algunas perlitas:
lo de Sobremonte con sus DOS escapadas de Buenos Aires (una por cada invasión inglesa). Se recuerda más la primera porque además rajó con la guita, pero se rajó en las dos. :evil:
el asesinato de Mariano Moreno.
la primera deuda externa de la Argentina, en la época del gobierno de Rivadavia (nuestro primer presidente, uno de los más NEFASTOS que tuvimos en todo sentido).
toda la guerra civil desde 1815 en adelante.
el pedido de Rivadavia para que San Martín deje todo lo que estaba haciendo (ni más ni menos que planificar el paso por mar a Perú para liberarlo) y se vuelva para Buenos Aires a ponerse al frente de la represión contra unas “provincitas” que estaban jodiendo en el litoral (Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental).
el destrato histórico a Güemes.
la vergonzosa guerra con el Paraguay.
la mierda esa de la “conquista” del “Desierto” (el título de ese capítulo es mortal: “Es mejor un Mayo francés que un Julio Argentino”)
y la perlita mayor del tomo 2: el gobierno de Juárez Celman, que condensó en apenas cuatro añitos y cien años antes, lo que le llevó diez al tándem Mnm / De la Rúa, a saber: privatizaciones escandalosas, construcción de obras públicas por empresarios inescrupulosos ligados al poder político con sobreprecios a troche y moche, descalabro de la balanza comercial con el exterior (algo lógico al exportar materias primas e importar productos terminados), fuga de capitales al extranjero a raudales por parte de los bancos, y además, limitaciones a la extracción de dinero de esos mismos bancos para evitar sus quiebras (corralito se llamaba eso, ¿no?) :evil:
Hay, a ese respecto, una definición de Pigna que me pareció sublime:
“Pero la realidad es que la historia nunca se repite y uno podría decir sin temor a equivocarse que más bien continúa. Porque en la medida en que no se modifiquen las causas, las consecuencias serán similares. No se debe a la fatalidad, a un fenómeno natural e irreversible que la Argentina padezca estas crisis, extraordinarias fuentes de oportunidades y negocios para los habitualmente bien conectados e informados.”
Ahora, es increíble que nadie haya señalado en su momento el increíble “deja vú” que eran todos los sucesos del gobierno de Juárez Celman hasta su caída y lo parecidos que fueron a la nueva “década infame” que transcurrió entre 1989 hasta 2001.
Otra de las cosas que me llamó la atención era la ley de Rivadavia contra los “vagos y mal entretenidos”, o sea, aquellos que no podían demostrar propiedad y trabajo fijo. Y sobre todo, la opinión de José Mármol fue sublime al respecto:
“No conozco vagos con ocupación útil. El ser vago sin hacer mal, no es un delito, hacer nada para el hombre rico que no quiere trabajar, no es un crimen y yo, si tuviera mucha plata, sería el primero que andaría paseando. Vago, mal entretenido, es otra cosa, porque puede ser vago y bien entretenido… Esta ley debe ser lo más clara posible, porque es una ley contra los pobres”
Por último, les pongo los párrafos del Martín Fierro que publicó Felipe Pigna en ese libro, que hablaba de la “gran vida” que se llevaban los soldados en la época de la Conquista del Desierto. Obviamente, en su mayor medida, los soldados eran esos “vagos y mal entretenidos” citados por Rivadavia, o sea, gauchos pobres a los cuales se los castigó por “vagos y mal entretenidos” llevándolos al ejército a la fuerza para combatir (mejor dicho, masacrar) a los indios:
[i]"¡Y qué indios ni qué servicio!
no teníamos ni cuartel.
Nos mandaba el coronel
a trabajar en sus chacras,
y dejábamos las vacas
que las llevara el infiel…
Daban entonces las armas
pa defender los cantones,
que eran lanzas y latones
con ataduras de tiento…
Las de juego ni las cuento
porque no había municiones.
Y un sargento chamuscao
me contó que las tenían,
pero que ellos las vendían
para cazar avestruces;
y ansí andaban noche y día
dele bala a los ñanduces.
Ah, ¡hijos de una!.. La codicia
ojalá les ruempa el saco;
ni un pedazo de tabaco
le dan al pobre soldao,
y lo tienen de delgao
más ligero que guanaco…
Aquello no era servicio
ni defender la frontera,
aquello era ratonera[/i]
[i]en que sólo gana el juerte,
era jugar a la suerte
con una taba culera.
Allí tuito va al revés:
Los milicos son los piones,
y andan en las poblaciones
emprestaos pa trabajar,
los rejuntan pa pelíar
cuando entran indios ladrones.
Yo he visto en esa milonga
muchos jefes con estancia,
y piones en abundancia,
y majadas y rodeos;
he visto negocios feos
a pesar de mi inorancia…
Tiene uno que soportar
el tratamiento más vil:
a palos en lo civil
y a sable en lo militar…
Y es necesario aguantar
el rigor de su destino;
el gaucho no es argentino
sino pa hacerlo matar.
Él nada gana en la paz
y es el primero en la guerra;
no le perdonan si yerra,
que no saben perdonar,
porque el gaucho en esta tierra
sólo sirve pa votar.
Para él son los calabozos,
para él las duras prisiones,
en su boca no hay razones
aunque la razón le sobre;
[/i]que son campanas de palo
las razones de los pobres."
Excelente, Martín. Yo me leí “Los Argentinos”, de Lanata, y me llamaron la atención ( y me dieron la misma bronca y ganas de viajar al pasado :twisted: ) exactamente esos mismos sucesos. Qué lindo es imaginar historia contrafáctica. Tengo pendiente lo de Pigna.
La vida de Moreno es apasionante, la guerra con el Paraguay inexplicable ( bah, claramente no, están clarísimos los motivos ), el endeudamiento, los primeros pasos del Banco Central, obviamente al servicio de los capitales ingleses, la persecución permanente a los pobres bajo consignas civilizatorias europeocéntricas.
Y sí, es verdad, es muy llamativo el paralelismo que decís.
Ahora voy a bajar el de Lanata, para ver qué onda. Particularmente, me gustó MUCHÍSIMO el estilo de Felipe Pigna para contarlo, ya que es totalmente descontracturado y bastante mordaz.
Si uno se pone a pensar en qué es lo importante de la historia, te das cuenta que lo más importante de todo es que la sepan los JÓVENES. Justamente los que tienen tiempo de aprender de ella y no volverse a mandar las mismas cagadas. Como al establishment obviamente esto no le interesa, la historia se transformó en una ciencia de la cual su principal herramienta de estudio es el almanaque, y en la cual es más importante precisar la fecha y la hora de la batalla en lugar de explicar los causales (no vaya a ser que la gente se avive).
Eso es lo que tienen de muy buenos ambos libros de Pigna. Que están redactados de forma que enganchen precisamente a los jóvenes, aunque no les guste la historia.
Fijate, por ejemplo, esta perlita:
[i]
A comienzos de abril de 1899 un tal doctor Manuel Mujica Farías lanzó, en medio de la enorme desocupación y miseria reinantes, una frase tan burda como resistente al paso del tiempo. Dijo en un reportaje a La Nación que quería presentar un proyecto de ley de “represión de la vagancia” con el objetivo de impedir las huelgas, porque según este abogado policial “Aquí no trabaja el que no quiere”." Fuentes habitualmente bien informadas comentan que ios herederos del letrado lamentan que su antepasado no haya registrado la autoría de la frase que los hubiese convertido en millonarios a lo largo de todos estos años en que el exabrupto se usó y se usa hasta el hartazgo. En su número del 15 de abril de 1899, La Vanguardia daba cuenta de la respuesta que le dio la clase trabajadora de entonces al ingenioso Mujica:
no habían pasado muchos días cuando se presentó en la casa del iluminado proyectista una procesión de trabajadores, que alcanzaban a varios centenares, con unos papeles de colores en que se les decía que ese amable señor les proporcionaría trabajo, sin cobrarles comisión./i [i]
Parece que Mujica Farías tuvo que meter el proyecto sobre la vagancia en el cajón de su escritorio.
Sí, la verdad que el estilo Pigna es muy descontracturado, el de Lanata, al menos en ese libro, también, lo cual ayuda mucho a su comprensión por parte de los que no nos especializamos en la materia. En cualquier momento aparece Jona para putearnos por esta clase de “historiadores” que estamos recomendando
PD: también una vez me bajé unos 4 DVD sobre Historia Argentina, de Felipe Pigna. Como pantallazo, no estaban nada mal.
Yo tengo ambos libros (son buenisimos como muy bien decís vos) y además el tercer capítulo… ese no me gustó tanto como las anteriores aunque sigue con la misma temática, y sigue estando muy bueno.
Me interesa muchisimo conseguir el “Mitos de la Historia Argentina 4” sobre todo para ver que dice Pigna sobre Perón, pero la verdad que no tengo un sope para comprarlo… lo tengo pendiente
Estuve a un pelin de comprar La máquina Deleuze de Thomas Abraham pero mi vieja se gastó LA guita en un megadiccionario de Portugués. Encima leí diez hojas y me encantó. Puta madre necesito laburar.
Lo que tiene Dostoievski es que, al menos a mí, cada vez que lo leo me entra un bajón importante.
Me prestaron La sombra del viento, de Zafón. Me lo recomendaron muchas personas. Habrá que leerlo y, si gusta, comprarlo. Y sino también, ya fue, para presumir