Me recomendaron “Los detectives Salvajes” de Bolaño, pero me asusta la extensión del libro. Esperaré a tener (y leer) “El viaje del elefante” y después evaluaré si me animo al libro del chileno (no quiero que me quede como “La guerra del fin del mundo”: detesto no terminar las cosas).
Viaje al fin de la noche lo compré hace poco. Lo leeré cuando tenga tiempo. He escuchado magníficos comentarios de esta novela. Céline era un antisemita, hace poco hubo gran revuelo en Francia porque decidieron cancelar el homenaje que el Gobierno francés le iba a hacer debido a esa razón. Pero dicen que la novela es fantástico, un viaje a los bajos mundos, siempre me han interesado esas novelas cuyos personajes se desenvuelven en los estratos más marginales de la sociedad.
De Houellebecq tengo Plataforma, que no lo he leído pero tengo muchas ganas de hacerlo porque dicen que es un escritor bastante irreverente, de los que dicen las cosas sin anestesia y ha causado revuelo en las letras francesas por eso. Plataforma trata sobre el turismo sexual, en donde la prostitución sea legal en diversas colonias, y al principio todo va bien pero después sucede una tragedia, según leí. Dicen que la mejor obra de Houellebecq es Las partículas elementales.
En la búsqueda de un libro para leer, me encontré con “El Jugador” de Dostoievski Fedor. Excelencia de libro.
Si bien, lo había leído hace muchísimo tiempo, aún quedó almacenado en el abanico literario de mi memoria.
El que leyó alguna vez a Fiódor podrá saber más o menos la linea de literatura de él. “El Jugador”, en particular, encierra una combinación de todas las características que lo suelen representar a él como escritor; morbosidad, dramatización, tensión, revelación, variabilidad anímica, etcétera. Lo recomiendo.
mmmm, hay muchas frases que se pueden extraer:twisted:, por ahora voy leyendo la mitad, asi que veremos como termina.
Esteban( trueba), veo algunas cosas similares, un clarividente en la familia, el sucesivo uso de nombres iguales a todos los hijos nietos etc, pero en ese caso creo que es mas como de costumbre en ese tiempo. Justamente eso, la lucha de liberales y conservadores…en fin, hasta ahora no veo mas(en realidad otras cosas pero que me parecen pequeñeces)
Por eso se pensó que Isabel Allende hizo una copia de Cien años de Soledad. Yo no lo considero asì; era la tendencia de la època; si no se podrìa argumentar que Màrquez “copiò” la idea de Macondo como macromundo de otro gran escritor como Juan Rulfo y su Pedro Páramo.
Una novela de Garcìa Màrquez que me fascinò es “Memorias de mis putas tristes”.
Y un autor que te recomiendo es el brasilero Jorge Amado, como su apellido, lo vas a amar.
Fantástico libro. Lo escribió en dos semanas, y con un claro contenido autobiográfico, volcando sus vivencias y su afición a la ruleta (me siento identificado, la rula me encanta, es un juego hermoso, a pesar que no suelo jugar con frecuencia para no ser adicto). La adrenalina con la que relata el juego es memorable, para leerlo varias veces en el transcurso de la vida.
Recomiendo Crimen y castigo, Humillados y ofendidos, Memorias de la casa muerta (un libro para ponerlo en un marco) y Noches blancas (breve y no me parece genial, pero es para pasar un rato agradable durante una hora y media). Tengo pendientes El adolescente, Memorias del subsuelo, y por supuesto, Los hermanos Karamazov.
Yo terminé el de Gambaro “El mar que nos trajo”, realmente bello!!! Ahora voy con “Mil grullas” de Yasunari Kawabata. Un groso este hombre. Debo decir que, hasta ahora, los dos japoneses que he leído Kawabata y Murakabi me han eclipsado.
Los que están en negrita son cracks. Los hermanos Karamasov y Crimen y Castigo bien pero bien arriba. El jugador muy atrapante e intenso. Así también Memorias del subsuelo, un escaloncito por debajo. En la base, sin ser un mal libro, Noches blancas finaliza mi top 5 de Dostoievski. Es inevitable entrar en etapas depresivas psicosomáticas cuando leo al ruso… al menos para mí.
En el podium máximo está “Los hermanos Karamasov”. Es increíble la facilidad de Dostoievski para predecir y escribir. Tiempo después, podemos reafirmar de la vigencia de sus temas a la hora de contextualizarlos a la actualidad; el modo de relatar, el modo de retratar y caracterizar a sus personajes, dándole una personalidad basado en la cualidad y en el componente valórico, es realmente asombroso. El poder de personalizar a través del arquetípico es una ejemplificación más de su maestría.