Valdano y Burru en modo Kun y Pipa:
SABES PORQUE LA PUTA MADRE PORQUE LA MANGA DE INOPERANTES DE LOS DIRIGENTES SON UNOS CAGONES DE MIERDA CON MIEDO A GANAR. PUNTO.
Vamos a seguir fracasando, que lindo!!
A este paso, solo una suma de casualidades nos va a hacer ganar algo. Uno ve a los alemanes que trabajan seriamente, tienen un proyecto, y saben desde hace muchas decadas que el fútbol es un deporte colectivo, mientras que en Argentina seguimos en busca de salvadores, y pasamos tantos cambios de jugar ultradefensivos a ultraofensivos como quien se cambia de ropa interior.
Encima la AFA parece estar en las peores manos posibles. No se cuanto tiempo va a durar Sampaoli, porque no me voy a sorprender si le va mal en el Mundial y lo rajan para contratar a por ejemplo Simeone. Cambiando completamente el estilo de juego una verz mas.
nuestros técnicos son mas malos que el sida.
A estos muchachos eso no les impidió ganar títulos:
No hay un proyecto a largo plazo, el estilo de juego se modifica permanentemente, no se le da chances a jugadores jovenes de forma gradual. El Argentino es MUY sentimental y termo para jugar finales. Si el partido se pone en desventaja, el Argentino enloquece, no tiene serenidad. Fin… ahh y el presidente es lo mas grasa que existe.
Nadie lo ayuda al evasor porque pone a sus amiguitos que son todos una manga de frios.
Hoy se cumplen 24 años del último título de la selección.
Que olor a naftalina que salió, viejo.
Sinceramente, la selección me dejo de importar ya, me chupa un huevo.
Mientras la AFA no sea una entidad seria, vamos a seguir siendo la misma bosta siempre.
Destruyeron las juveniles, las DES-TRU-YE-RON.
No hay futuro.
¿en 1978 afa era seria? ¿en 1986? ¿en 1993?
nunca fue seria, siempre hubo qilombo. Lo dijo Filliol, no es excusa éso.
Se la afanaron siempre, pero al menos había un proyecto desde las bases.
No fue casualidad ser potencia en divisiones formadoras.
Hoy las juveniles están destruidas. Además de haberse robado todo, no hay laburo, no hay un plan, no hay nada.
No tenes en cuenta los detalles que cambian un resultado , si en el 78 no arreglaban con Peru el partido la final la veian por TV , si en el 86 el arbitro cobraba la grosera mano no se hubiera sabido si pasabamos cuartos de final , si en 2014 el arbitro cobraba el penalazo que le hicieron a Higuian saliamos campeones , osea tecnicamente era mas facil ganar el del 2014 que los otros dos , los otros dos se ganaron uno porque se arreglo el partido y el otro por un fallo arbitral a favor , el del 2014 se perdio por un fallo arbitral en contra, es muy delgada la linea que te hace ganar o perder , si en el 86 anulaban el gol con la mano no sabes si pasabas a Inglaterra , si el arbitro cobraba correctamente el penalazo a Higuian en 2014 ganabamos la copa
PORQUE ESTA ES UNA GENERACION DE PÈCHOS FRIOSSSSSSSSSSSSSS, NO TE PUEDE GANAR CHILE 2 FINALES, CON JUGADORES QUE JUEGAN EN EL COLO COLO Y LA UNIVERSIDAD CATOLICAAAAA!!!
que raro vos desmitificando las hazañas premessiánicas.
Les dejo una noticia de Un caño sobre los alemanes, para que vean que nada es casualidad sino causalidad…
El secreto alemán
El triunfo de Alemania con un equipo B reavivó las fantasías.
MARIANO HAMILTON
Entre las millones de fantasías que se escucharon decir desde el Mundial de Brasil hasta esta consagración de Alemania en la Copa Conferderaciones, hay una que resalta entre todas: que en los últimos 13 años sucedió algo que podríamos llamar el milagro alemán.
Esa teoría que se instaló sostiene que la Federación alemana llevó adelante, en los últimos 13 años, una renovación para que los jugadores alemanes dejaran de ser rústicos, toscos y poco hábiles y se convirtieran en los fantásticos futbolistas que son ahora. Se sostiene que la continuidad en el proceso que inició Jürgen Klinsmann y que se mantuvo con Joachim Löw fue el embrión de esta especie de revolución genética de los alemanes.
Los argumentos se repiten como loros porque jamás se detuvieron a leer sobre el pasado del fútbol alemán. Repasemos sus actuaciones en los mundiales: 1934, tercero; 1938, octavos de final; 1954, campeón; 1958, cuarto; 1962, cuartos de final; 1966, subcampeón; 1970, tercero; 1974, campeón; 1978, semifinalista; 1982, subcampeón, 1986, subcampeón, 1990, campeón; 1994, cuartos de final; 1998, cuartos de final; 2002, subcampeón; 2006, tercero; 2010, tercero; 2014, campeón. O sea: cuatro títulos, cuatro subcampeonatos, cuatro terceros puestos, un cuarto puesto, una segunda fase, tres cuartos de final y un octavo de final. Con estos resultados, ¿realmente se sostiene que la revolución llegó hace 13 años? Si quieren le podemos sumar tres Eurocopas (1972, 1980 y 1996) y tres subcampeonatos europeos (1976, 1992 y 2008).
Digamos, para derribar el primer mito, que es una tradición en el fútbol alemán que el segundo entrenador asuma la responsabilidad de dirigir al Seleccionado cuando renuncia el director técnico principal. No es algo que pasa desde hace poco más de una década, como algunos piensan; ocurre desde 1932, es decir hace 82 años. Justamente ese año (1932), Sepp Herberger fue nombrado asistente del director técnico de Alemania, Otto Nerz, quien estaba en el cargo desde 1923 y fue el primero de la historia.
Una vez renunciado Nerz, en 1936, por la mala actuación del equipo en los Juegos Olímpicos de Berlín, Herberger se quedó con el cargo hasta 1964. Sí, 1964. Arrancó con los nazis y sobrevivió a todo.
En 1956, Helmut Schön se incorporó como asistente de Herberger y asumió el cargo en 1964 y hasta 1978, cuando fue reemplazado por Jupp Derwall que también era su asistente.
Derwall fue entrenador sólo seis años y fue reemplazado por Franz Beckenbauer, quien se había retirado del fútbol hacía un año. El Káiser dirigió a la Selección entre 1984 y 1990 y fue sustituido en el cargo después de ser campeón en Italia (1-0 a Argentina), para variar, por su asistente, Berti Vogts.
Ocho años después, en el 98, el que asumió por Vogts fue Erich Ribbeck, quien tuvo un fugaz paso por la selección ya que fracasó en la Eurocopa de 2000 y fue sustituido por Rudi Völler, quien duró en el cargo hasta otra mala Eurocopa, la de 2004. Ese fracaso de Alemania marcó el ingreso de Klinsmann y Löw a la selección, lo que se mantiene en pie desde hace trece años y que no tambaleó pese a aque Alemania, en 2006, no fue campeón del mundo pese a disputar el mundial en su propio país y que en 2010 tampoco obtuvo el título del mundo. O sea, el premio mayor llegó diez años después, en Brasil.
Digamos, además, que ya sabemos quién dirigirá a Alemania cuando Löw decida irse: será Hans-Dieter Flick, es decir el asistente de actual de Löw.
Otra tontería que se repite es que ahora los jugadores alemanes juegan mejor que antes y a la sudamericana. Los que dicen esto, definitivamente no vieron jugar a Beckenbauer, Seeler, Gerd Müller, Breitner (un lateral a la brasileña), Netzer, Hoeness, Lotar Matthäus, Rummenigge, Vogts, Völler, Klinsmann, Brehme, Bierhoff, Sammer y, más acá todavía, a Ballack, sólo por citar de memoria a algunos jugadores que nos quedaron grabados en la retina por el juego que desarrollaban.
Que haya tantos jugadores alemanes como Özil, Thomas Müller o Khedira tiene más que ver con que en 1991 se unificó Alemania tras la caída del muro y con la inmigración, que hizo que hoy encontremos en el equipo a infinidad de futbolistas de segunda y tercera generación de gente que miró a Alemania a medidados de la década del 90. O sea que no es por influencia de la Federación alemana sino por cuestiones geopolíticas y económicas que exceden por mucho al fútbol.
Que los alemanes son más serios que los argentinos para mantener a los entrenadores y para elegir una línea de juego, es cierto. Acá saltamos de Menotti a Bilardo, de Basile a Passarella, de Maradona/Batista a Sabella, de Sabella a Martino, de Martino a Bauza y de Bauza a Sampaoli. En la Argentina nunca se sabe seriamente a qué vamos a jugar. Pero que nosotros organizativamente demos lástima, al menos por ahora, no tiene nada que ver con los resultados deportivos. De hecho, pese a Julio Grondona y la destrucción que hizo de los juveniles con su hijo Humbertito, Argentina fue subcampeona del Mundo en Brasil y subcampeona en dos oportunidades de la Copa América. Para muchos ser segundos es ser el primero de los perdedores. Es decir, hubieran echado a Löw después de los mundiales de 2006 y 2010. Seguramente los que piensan así son los que hoy se llenan la boca elogiando a Alemania .
Desde la muerte de Grondona para acá, pasaron decenas de cosas en el fútbol argentino. No nos vamos a poner a contarlas porque ya casi todos las saben. Ahora conduce Chiqui Tapia y una de sus primeras medidas fue despedir a Bauza y contratar a Sampaoli. O sea, otro salto de un estilo a otro. Es deseable que de aquí en más se mantenga una línea y, además, que ese mensaje baje hacia las Selecciones manores. Es lo máximo que se puede pedir. Si es así, tal vez dentro de 82 años nos parezcamos en algo a los alemanes.
El problema no es el estilo, el problema es que hace 30 años mas o menos que no tenemos un director técnico de verdad.
Si tu equipo tiene a guardiola y después que se va lo reemplazás con mourinho seguramente gane lo mismo con los dos, independientemente de sus estilos. En la Selección mas allá de los estilos tenemos un queso tras otro.
Manotti y Bilardo son ejemplo de lo que digo. Según el humo del estilo hereditario y el trabajo a largo plazo ninguno de los dos tendría que haber ganado nada.
Y si pero antes las otras selecciones daban pena excepto las potencias. Debimos aprovechar en esa época cuando nos alcanzaba con la técnica individual de nuestros jugadores y largar un equipo mas o menos solido a la cancha. Con la ultraprofesionalizacion del futbol nosotros vamos a ir perdiendo, es asi lamentablemente. Imagínate la federación de fútbol alemana y comparala con el chiqui tapia, no podes decir que eso no tiene influencia a la hora de ganar un mundial
Mamadera las cosas que dice. Encima habla de robos arbitrales y omite el penal inexistente en la final del 90. Habla de robo y pasa por alto el regalo de Grondona en el mundial 2014, el grupo y las llaves más fáciles en la historia de los mundiales, y aún así la pechean los frescos estos.