Sí, bueno, Gian… pero el tema es que para fomentar la industria nacional, no queda otra que caer en el proteccionismo temporal, hasta que esta industria cobre vuelo. En ese sentido no veo mal la medida. Con respecto a nuestros socios del Mercosur (Uruguay y Brasil)… por el lado de Uruguay no veo que pudiese haber tanto problema. Brasil es otra cosa, es un gigante de 200 millones de habitantes que inclusive sigue teniendo industrias cuya competitividad se debe a malas condiciones laborales de sus empleados, cuando directamente no explotan trabajo infantil en algunos casos puntuales. Es muy jodido así que tengas posibilidades de competir mano a mano, ¿qué hacemos contra eso? ¿Nos ponemos a explotar pibes o a pagar miseria? No sirve. Ahora, siendo como son socios del Mercosur, no me cabe la menor duda de que se pueden llegar a cierto tipo de acuerdos con ellos. Pero hay ciertas cosas que ya no van.
Unos mensajes más atrás tiré la fabricación de cuchillos y tenedores como ejemplo. Loco, vas a los supermercados y es todo Tramontina y todo “made in Brasil”. ¿No sabemos fabricar acero inoxidable y manguitos de madera?
Como ya dije, me calienta muy poco el iPhone, porque por ahora no hay tecnología suficiente como para producir un aparato de esas características, con lo cual, el hecho de que entre o no un iPhone no va a sacar puestos de trabajo para gente que produzca algo similar y no va a perjudicar a ninguna industria. Ahora, en esta medida es en la que creo que estuve más cerca del kirchnerismo en TODO su gobierno. Argentina tiene la capacidad, tiene gente que lo puede hacer, tiene el conocimiento, tiene absolutamente todo. Si no se hace es, por un lado, por una nueva generación de empresarios que lamentablemente no nació en la época de la GRAN INDUSTRIA NACIONAL (así con mayúsculas) y que todo lo que trata de hacer es obtener el máximo beneficio con la mínima inversión, con la mínima cantidad posible de empleados, y si es posible, precarizando sus condiciones laborales y demás etcéteras. Y quizás tenés gente dispuesta a transformarse en industriales, pero ahí tenés el segundo problema: un montón de gobiernos que se dedicaron a ignorar sistemáticamente la posibilidad de tener una industria que abastezca el mercado interno y exporte.
Si este gobierno se propone REALMENTE alentar a la industria nacional, se merece un reconocimiento, porque hasta ahora y con muy pocas excepciones (la única, Alfonsín) me la pasé viendo gobiernos cipayos a los cuales lo único que les interesaba era estar bien con los amigotes ingleses y yanquis mientras nuestro país veía cerradas las cortinas de las fábricas una atrás de la otra para beneficiar el negociado de cuanto culeado hubiese a mano con guita como para pagar 5 centavos por traer cosas de la China y venderlas acá a 30 mangos. Entonces, si la alternativa a eso es bancarse cuchillos a los cuales al principio se les salga el manguito de madera a los dos meses de uso hasta que estemos de nuevo en condiciones de producirlos de buena calidad, prefiero comprar los cuchillos argentinos, que sé que mi compra le va a dar de morfar a la gente que labure en esa fábrica produciéndolos, y que José Tramontina junte todos sus cuchillitos, tenedores, cucharas y cucharitas ya preparados para el envío a la Argentina y se los meta uno por uno en el upite. Y si eso a Brasil le molesta, es sencillo, es decirle: mirá, Dilma, hablá con José Tramontina y convencelo que ponga una fábrica acá, así vende sus cuchillitos acá con mano de obra argentina, porque nosotros ahora estamos necesitando generar producción propia y empleo propio. Brasil es un país MUY AMIGO (exceptuando la rivalidad futbolística, los brasileros tienen la mejor onda con nosotros) y estimo que no se va a negar a un pedido de ese tipo hecho amablemente y con las explicaciones del caso.
Acá la cuestión nuestra con Brasil tiene que ser ver en cómo podemos funcionar como bloque y beneficiarnos en las ventas para afuera del mismo, no en tratar de boicotearnos la industria nacional unos a otros. No sirve así, nos dividimos y cuando los hermanos se pelean… ya sabés lo que decía el Martín Fierro.
Abrazos, Martín.
PD.: Otra de las boludeces que leo a cada rato (no lo digo por vos, sino por los diarios y todo eso) es que Argentina no tiene “mercado interno” suficiente como para que a los industriales del extranjero les sea rentable radicarse en Argentina e invertir en la producción local. Tenemos CUARENTA MILLONES DE PERSONAS. Déjense de mentirle a la gente, por favooooooor.