No es contra vos, Nico. Es una critica a las columnas que hace este gordo nefasto.
Vos seguí posteando, que yo igual voy a seguir leyendo jaja
No es contra vos, Nico. Es una critica a las columnas que hace este gordo nefasto.
Vos seguí posteando, que yo igual voy a seguir leyendo jaja
Esta al final de cada opinion que larga, se ve que muchos le escriben ahi.
Perdon, donde escribe farinella? Porque siempre leo las columnas aca
Pd ahi vi el email, ahora le escribo
tyc sports.
Guacho, leete la columna, en el ultimo parrafo siempre esta el mail, fijate aca…
No, estas columnas son privadas para los socios y te las envia por mail. Por eso las posteo, porque no las puede ver casi nadie.
Si si, ahi lo vi, dislexia mia
Y en esa época era muy aguilarista, capaz que recibía guita de ese delincuente…
me encantaría que ALGUIEN hable de alguna de todas esas cosas
Ahora estoy haciendo un borrador, para ser especifico, y le voy a mandar un email
Si
Xq queda registro de los sobres que recibe
HOLA RIVER
Todos los pronósticos razonables han sido superados. Las reuniones privadas, que ya son de público conocimiento, pusieron a River en una situación en la que no debe estar y obligan a tomar cartas en el asunto a las máximas autoridades de la institución. Es el momento de bajar un mensaje claro que derrame a la organización. No podemos tirar por la borda una construcción de seriedad y respeto, una mancomunión que está por cumplir diez años.
No puede volver a pasar esto que pasó y no debió haber pasado. Se cometió un error grave. Demichelis dijo cosas que no debió decir en ese ámbito, ni en ningún otro, con alguien que no sea de su estricta confianza y se propagó maliciosamente esa información reservada. Es un error del entrenador transformar una cuestión protocolar y de buenas migas, un espacio para tejer lazos y contar anécdotas, en un confesionario con el diablo.
No se debió llegar a esa circunstancia, y si se llegó, obliga a una revisión general. Debieran existir mecanismos que prevengan este tipo de circunstancias, que solo se pueden trabajar conociendo a fondo a los protagonistas. Hace unos días, un jugador recientemente contratado y que llegará el año que viene hizo una declaración pública que tampoco debió hacer: dijo que había hablado con el técnico y que era el cinco que el DT quería. Leí la información dos o tres veces, luego un par de veces más y traté de hacer un ejercicio de introspección para intentar dilucidar en qué momento un jugador que no compartió nada con el plantel y tal vez acostumbrado a una repercusión menor tiene autorización para decir lo que dijo y si esa sola declaración sería hecho suficiente para volver atrás con la operación. Necesitamos jugadores inteligentes.
Hace unos meses escribí en estas columnas algo que compartíamos con muchos amigos en holarivernl@clarin.com.ar respecto de si era una traición al Muñeco sentir que no lo extrañábamos, dada la gran aparición de Demichelis. “¿Está mal si no lo extraño?”, era la pregunta, la duda, un sentimiento culposo que nos daba vueltas en la cabeza. No era normal eso ni es normal esto. Resultó en tiempo récord la aceptación y está transitando en el mismo tiempo récord la destrucción del crédito conseguido.
La confianza y la credibilidad son bienes que no se han diluido con la irrupción de la post verdad. La mejor receta para decirle a alguien lo que uno piensa es mirarlo a la cara y decírselo de frente, aunque no sea fácil de hacer. Criticar jugadores importantes delante de terceros sin duda alguna afecta enormemente el principio de buena convivencia que tanto valoramos y cuidamos en la institución. No es negando los problemas que seguiremos transitando un camino virtuoso, sino afrontándolos. No es que no pasó lo que pasó, lamentablemente pasó y ahora es momento de intentar solucionarlo, aunque sea en la superficie, tratando de conseguir una buena convivencia entre personas adultas.
Confieso que es muy difícil para mí escribir esta nota. No puedo decir que sea desafiante porque es una de esas cosas que no quiero escribir, no me gusta, me parece un retroceso. Tampoco puedo hacerme el distraído y escribir sobre las bondades de la diagonal del extremo izquierdo, cuando juega a pierna cambiada, en forma de hipotenusa respecto de la frontal, mientras nos estamos metiendo goles en contra. Este es mi modo, aunque no sea lo políticamente correcto.
Si todos estos años venimos predicando acerca de la mentira permanente en la que viven los de la vereda de enfrente, no parece lógico tomar el mismo camino cuando asoman las dificultades en nuestra casa. Hay que poner los pies en el barro y la casa en orden.
Demichelis hizo un gran arranque como entrenador y consiguió lo que se pensaba más difícil: salir campeón inmediatamente después del exitoso ciclo del Muñeco. Logró que muchos de nosotros nos sintiéramos raros por no extrañar al pequeño gran hombre y casi al mismo tiempo, o unos pocos días después, empezó una sucesión de hechos extraños que derivaron en la actual situación de inestabilidad.
Quedamos afuera en la Copa por penales, con refuerzos importantes que llegaron tarde o no en condiciones. El equipo arrancó con muchos problemas como visitante en el nuevo campeonato, con gusto a poco para las ilusiones que teníamos, pero es el torneo que quedó y, por lo tanto, a lo que hay que aferrarse. Esa dificultad cuando jugábamos fuera de casa ya se vislumbraba, se palpaba y podía reflejarse claramente en los resultados pero en este caso, especialmente, en el último partido con Vélez, marcó un punto de escasez de compromiso al que no estábamos familiarizados.
Si tan pobre actuación respondió a un bajón generalizado por el impacto de la reunión privada de Demichelis con periodistas -que no resultó tan privada- es una afirmación que puede hacerse desde la deducción, pero resulta difícil transformarlo en información. Los grupos humanos pueden ir hacia abajo sin ir a menos conscientemente. No se trata de un hecho voluntario sino de algo que se siente y se contagia, mucho más si en el medio hay defraudaciones personales.
Que te trate mal un tipo jodido, te la esperás. Si te defrauda un buen tipo, cercano, respetuoso, la sorpresa te puede dejar estupefacto.
River hará el máximo intento por tratar de conducir este proceso de aquí a diciembre sin heridos o haciendo un esfuerzo colosal de control de daños. Eso lo tengo claro porque es una forma de conducir. No estamos abonando al escándalo, al ruido, a las decisiones que generan grandes titulares. Es un club que hace un culto del perfil bajo, ultrajado por estos lamentables acontecimientos.
Hasta hace unas horas teníamos un problema futbolístico. Ahora tenemos el mismo problema futbolístico y también una crisis entre líderes del equipo. No hay que ser muy astuto para concluir que será muy importante la intervención que pueda hacer Francescoli, con su muñeca y su experiencia, con sus años de complejidades de vestuario manejadas con maestría, con la colaboración de Ponzio, reciente integrante y líder del plantel, aunque ahora tenga otro rol. Desde el silencio público y el arduo trabajo interno deberán actuar para encolumnar a los protagonistas de esta historia por el camino que marca River.
Disculpen amigos si no aporté gran cosa. Sepan disculpar. Es un momento delicado y uno debe elegir el camino de la prudencia. Acá estoy, presente, perfil bajo y guardia alta. Quiero a todos los protagonistas de esta historieta surrealista, pero más quiero a River. Mañana será otro día.
No puede. Lo banearon.
Creo que ésto es lo que más jodío, no era un perro de caza como el muñeco, fue un caniche toy el que boqueó
kjskjakjskjas no me refería a el puntualmente, pero estuviste rápido
Tiene mucha razón con esto. Más bostero no se consigue. Ese pibe que se quede en Uruguay, el plantel lo va a discriminar hasta que renuncie. Es al pedo.
HOLA RIVER
River transita un proceso exitoso y no tiene por qué dejar de serlo, aunque cambien algunos de los protagonistas. Lo que no debe cambiar es la esencia y el modo de conseguir los objetivos que el club se propone.
Viene esta reflexión porque interiormente vivimos como un drama el hecho de que se esté terminando el ciclo de algunos de los jugadores que más nos dieron y a los que queremos con el alma. Somos especialistas en transformar algo hermoso en una cuestión problemática, cuando en realidad, es sensacional lo vivido y nos enseña cómo debemos conducirnos para continuar con el camino virtuoso.
Lo mejor es no engañar a nadie. Una cuestión es el agradecimiento por el pasado y otra muy distinta la fijación de los objetivos futuros. Después depende de cada uno, de su historia personal, de su mirada, de sus vivencias, cómo se toma el asunto. Creo que, en mayor o menor medida, todos hemos sido afortunados de ser contemporáneos de un grupo que hizo historia en River. Lo más complejo es saber decir hasta cuándo resisten los viejos guerreros de mil batallas y en qué momento debe producirse la verdadera renovación, que debe apuntar a nuevos y no tanto a viejos conocidos, en términos generales.
Fueron correctas las declaraciones públicas de Demichelis y de Enzo Pérez en ese sentido. Lo más importante es River y hay que encolumnarse detrás de esa premisa, cosa que es más fácil decir que hacer. Tampoco se puede pretender que los protagonistas de esta historia hagan un análisis descarnado de su propia realidad y se den cuenta del preciso momento en que ya no son la mejor opción. ¿Quién puede atreverse a mirarse a uno mismo de esa manera? ¿Quién de los de afuera puede decir cuál es el punto exacto en el que ya se tocó la cúspide y ahora todo lo que viene será en bajada?
No tenemos que dejarnos ganar por ansiedades y especulaciones. River tiene cosas por jugarse y es ahí donde debe enfocarse. También el rendimiento individual de los jugadores en lo que queda de la competencia dictaminará si están o no para formar parte de lo que viene. El golpe de la Copa fue duro pero no debe paralizar a la organización, sino todo lo contrario. Es un desafío motivador volver a armar un equipo ganador, no solo a nivel local, sino también internacional.
En ese sentido, hay rendimientos de históricos que volvieron en el último tiempo que todavía no están al nivel pretendido. Kranevitter está muy lejos de ser quien era. Su carrera nunca llegó a ser lo que pensamos que sería cuando se fue después de la final en Japón contra el Barcelona en 2015. Personalmente, creí que sería el reemplazante de Mascherano en la Selección y nunca terminó de afirmarse. Hoy lo observo un punto o dos por debajo del ritmo que sus compañeros, y las razones pueden ser variadas. Viene de una lesión seria, no tuvo mucha continuidad, su carrera pasó por lugares menos competitivos, en fin, podríamos buscar explicaciones, pero la realidad es que tiene este torneo para definir si está o no está para ser el jugador que necesitamos.
Similar es el caso de Funes Mori. Vino recién, hace nada, pero todavía está lejos de ser el jugador que fue. Lo queremos, por supuesto, pero acá las cuestiones no se definen por cariño o por el deseo que tengamos de que algo funcione. El fútbol tiene una verdad que es el rendimiento en la cancha. Ahí se dirimen todas las cuestiones. No debe haber riverplatense que no quiera que los nuestros sigan siendo aquellos a los que idolatramos. Se verá en estos partidos si puede recuperar ritmo o si ya esa idea forma parte del pasado de un tremendo defensor.
El tercero es Lanzini, tal vez el más sorpresivo. Si bien jugaba poco en la Premier, venía nada menos que de la mejor liga del mundo. Que llegara Manu significaba un salto de calidad importante para el equipo. Hasta ahora, lo que vimos, muy poco es cierto, es un jugador que todavía no está en condiciones de ser quien puede ser. Su calidad es indiscutible y seguramente con los partidos irá agarrando el ritmo que necesita para sentirse importante y ganar confianza. Su caso es distinto porque tiene un contrato de un año que quedó medio incómodo en el calendario futbolístico. Sólo participaría en la primera fase de la Copa. Se verá luego si quiere quedarse y si alcanza el nivel que se necesita para quedarse.
No está en juego el cariño que les tenemos a todos estos grandes jugadores que le dieron tanto al club. La cuestión es compleja, justamente por eso, porque son jugadores queridos. Se simplifica cuando se despeja lo sentimental y se toma la decisión en función del criterio deportivo, de la conformación de un plantel con la exigencia de pelear los campeonatos con protagonismo hasta el final jugando el fútbol que nos identifica.
El ruido que viene escuchándose en la línea las últimas semanas es consecuencia de la sorpresa de quedar afuera de la Copa. Esa situación imprevista nos puso en situación de shock y todavía estamos intentando salir de ahí. Al equipo se le hace más fácil con el respaldo de la gente en el Monumental y más difícil cuando salimos de casa, sin el afecto impresionante de los hinchas. Eso es muy evidente.
El fútbol suele estar más abrazado al pasado que al futuro. La construcción de identidad se basa en alegrías vividas, que a veces tienen un peso demasiado condicionante en el presente y el futuro. Es obvio que este ciclo que todavía estamos viviendo nos dio las mayores alegrías de nuestras vidas, pero también es lógico que el club se rearme para seguir sumando victorias que consoliden un modelo de mejora continua.
Tenemos plena confianza en los protagonistas de esta historia. Todos son lo suficientemente inteligentes como para reconocer su actualidad y vislumbrar qué pueden aportar en el futuro. Estos días fueron importantes y ante la crisis todos los estamentos del club salieron a responder como se esperaba.
Perfil bajo y guardia alta. Humildad. Trabajo. Solidaridad con el compañero. Trabajo en equipo. Liderazgos positivos. Buenos valores, buena conducta. Respeto por la identidad futbolística y superación en la búsqueda de la victoria. Coraje para jugar cuando se puede jugar y pelear cuando hay que pelear. Personalidad. Carácter. Son algunas de las palabras que definen estos últimos años y que debemos sostener, más allá de los nombres.
Llegamos a la gloria en 2015 y 2018 con muchos nombres distintos. Ahora hay que intentar lo mismo es 2024. No hay que temerle a la renovación, todo lo contrario, disfrutar del camino y hacerlo con convicción para que vengan nuevas cosas buenas.
Un párrafo final para los amigos de holarivernl@clarin.com.ar con quienes compartimos estas miradas. No estuvo funcionando bien la casilla de correo, pero ya está solucionado el problema. Así que están habilitados para enviar sus opiniones, que son muy valoradas por mí. Perdón por la dificultad y, como siempre, ¡vamos por más!