No señor. En el comunicado nuevo el BCRA explica claramente que no va a ir a un sistema de control de agregados, explica porque no lo hace, y reafirma la necesidad de continuar con metas de inflación.
http://www.bcra.gov.ar/Noticias/Fortalecimiento_Regimen_Metas_Inflacion.asp
Acá esta toda la sección transcripta donde habla de eso.
Meta de inflación o agregados monetarios
Las razones habitualmente mencionadas para usar un agregado monetario son la rapidez con las que los datos sobre esta variable están disponibles y por lo tanto la posibilidad de extraer señales casi inmediatas sobre el sesgo de la política monetaria. Estas señales podrían actuar rápidamente sobre las expectativas de inflación y reducir la tasa de variación de los precios, a la vez que proveer una rendición de cuentas casi inmediata de la autoridad monetaria. Pero estas ventajas dependen de un supuesto clave: debe haber una relación fuerte y estable entre la variable objetivo (inflación) y el agregado monetario usado como instrumento.
Si hay grandes variaciones en la velocidad de circulación del dinero, y la relación es tan débil como la que se observa en la práctica, entonces el uso de agregados monetarios no funciona. ¿Por qué? Porque cumplir con en el objetivo sobre el instrumento no va a producir el resultado deseado en el objetivo y por lo tanto el agregado monetario no va a proveer una señal adecuada sobre el sesgo de política monetaria. La ruptura de la relación entre la variación de los agregados monetarios y la inflación fue verificada no solo en Estados Unidos sino también en Alemania, que siguió un régimen de este tipo por un período mayor. De acuerdo a Bernanke y Mishkin (2007), otro buen ejemplo en este sentido es el Reino Unido entre 1979 y 1982 donde “el agregado monetario más restringido y el más amplio daban señales respecto del sesgo de la política monetaria muy distintas”5.
El mismo problema de inestabilidad de la relación entre variación de agregados monetarios e inflación se encontró en países emergentes, entre ellos los latinoamericanos. En este sentido, Mishkin y Savastano (2007) al respecto afirman que “un régimen con metas de agregados monetarios en países emergentes [cuando analizan especialmente países de Latinoamérica] no es viable debido justamente a la inestabilidad de la relación entre agregados monetarios en inflación” .
Yendo al caso particular de Argentina, debe tenerse en cuenta que su economía ha experimentado diversos cambios de régimen a lo largo de las últimas décadas, lo que vuelve más difícil de predecir la demanda de dinero y, por la tanto, el crecimiento de los agregados necesarios para implementar un determinado nivel de inflación buscado. Además, el crecimiento estructural del crédito bancario que se está experimentando, y la perspectiva de que este fenómeno continúe hasta que el desarrollo financiero de nuestro país alcance niveles normales, impone una fuente adicional de dificultad para obtener una relación estable entre el crecimiento de los agregados monetarios y la inflación.
A modo de ejemplo, el intervalo de confianza de 95% para la proyección del crecimiento de M2 privado a 12 meses tiene un tamaño de aproximadamente 10 puntos porcentuales. Esto dificulta claramente el uso de este agregado para implementar un objetivo inflacionario elegido, presentándose el mismo problema para otros agregados relevantes.
Repasando el período reciente de nuestra historia de operatoria de la política monetaria, podríamos decir que entre 2005 y 2010 se instrumentó la política monetaria mediante el control de los agregados monetarios, entre 2011 y 2015 mediante el control del tipo de cambio (con cepo cambiario), en los primeros 3 meses de 2016 se volvió transitoriamente a los agregados para retirar el excedente monetario heredado, y a partir de abril de 2016 se comienza a utilizar la tasa de interés como instrumento . Como se ve en la siguiente tabla, el período de los últimos 2 años es el de menor volatilidad de la tasa de interés de call entre bancos privados. Esta menor volatilidad reduce la incertidumbre en la planificación financiera de los bancos y las empresas, y facilita el desarrollo del mercado de crédito.
Por supuesto que en mi opinion personal, este razonamiento del BCRA es errado. Porque ellos sostienen que el problema es controlar la velocidad de crecimiento de los agregados, y especialmente en un contexto de “crecimiento” del crédito bancario. Esta traba, en el mejor de los casos, se lo autogenero el BCRA con los créditos UVA. Pero aun así, me suena a excusa barata. Controlar el crecimiento de los agregados no es difícil en argentina. Si es difícil comprometerse a una regla fija ex ante de crecimiento y luego cumplirla no importa que, pero si la regla es medianamente flexible para acomodar cambios no previstos en la demanda de dinero puede funcionar sin problemas. La cuestión central es que Sturze esta religiosamente convencido de las metas de inflación, y aparentemente logro convencer al FMI.
En twitter, Lucas Llach aclaro que ni siquiera se hará control de agregados este año. A partir de Julio 2018 el BCRA, segun Llach, trabajara con metas trimestrales intermedias de inflación que las comunicara a la brevedad, mas alla de las metas anuales que remarco el otro día.