El consultorio económico

Supuestamente ese fue uno de los puntos claves que pidio la oposición para aprobar el pago a los Holdouts y el macrismo habia aceptado, si hay limites para endeudarse me parece perfecto.

[MENTION=5055]Darth Nisis[/MENTION]; Sabés algo del tema China/Swaps/Represas? Vi que advirtieron si Macri insiste con no construirlas.

Sisi, pero a nivel nacional si no me equivoco, creo que tienen un tope. Las provincias ni idea, Buenos Aires ya emitio milM a una tasa altisima, pasando el 9% creo.

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leo que tomamos 16.500 millones cuando el Congreso supuestamente había autorizado 12.500… que paso ahi?? hay una jodita que no termino de enteder, alguno la tiene mas clara con eso??

Creo que era 12500 para los buitres y despues podian emitir algo mas para invertirlo en obra publica o en vencimientos de deuda, algo asi.
Muy buenas tasas consiguio el gobierno, promedio de 7,2% (entre 3 y 30 años) cuando se venia emitiendo a muchisimo mas.

Una buena indirecta, gracias al dólar fuerte en EE.UU.:

U.S. wheat exports are projected to drop 9.3 percent this year, to 21.1 million metric tons, in the season ending May 31. That’s the lowest since 1972, government data show. Stored domestic wheat, at a five-year high, discourages planting. Acreage for winter wheat fell to the second-lowest since 1913, according to the Agriculture Department.

Ukraine and Russia’s Black Sea region boast some of the best land for wheat. Czarist Russia was the world’s top shipper. By 1972, however, wheat production had fallen so far because of communist mismanagement that the Soviet Union had to buy from America.

Today, Russia is again the No. 1 exporter, while Ukraine is in fifth place. They’re swallowing the Middle Eastern markets, once American wheat’s top destination. The weather in Canada, the second-biggest exporter, has gotten warmer, resulting in longer growing seasons and bumper crops. Argentina, Australia, France, Germany, Kazakhstan, and players in Eastern Europe are stepping up shipments.

Bah, buena para los exportadores, porque al Estado no le ingresa NADA por retenciones.

Me pregunto esto de donde mierda salió, se la tenian callada

Por alli lei que para los buitres eran 9.000… cada vez se aumenta mas el numero

Son 27 millones…nada. Viste eso no?

habia leido 27 mil millones!! Ahora tiene sentido jaja

cada vez mas fuerte el rumor de que van a desactivar la fiesta de Lebacs con algún tipo de título, en consenso con los bancos

Alguien fue al seminario sobre inflación de Heymann, Rapetti y Frenkel en FCE? Panorama bastante oscuro. Incluso por parte de Heymann, que los que lo tuvimos sabemos que suele tener una mirada bastante optimista, o por lo menos nunca tremendista de la realidad y el futuro.

y caida del pbi mas de 1 punto ye inflacion del 35% …

Es que no hay muchas alternativas rápidas. Hay alternativas mas lentas, y que requerirían gastar un monto importante en reservas liquidas cuando al BCRA no le sobran.

El tema es que aun con un canje masivo de LEBACS por otro titulo “voluntario”, no va a ser sencilla la situación.

---------- Mensaje unificado a las 18:30 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 18:18 ----------

A mi el tema inflacionario me preocupa, pero creo que si el BCRA mantiene el dolar planchado por un tiempo se va a evitar el “descalabro”. De cualquier manera eso no implica que la inflación vaya a bajar rápido, sino que no se va espiralizar.

Lo que si esta claro, es que el “plan” para bajar la inflación esta siendo excesivamente recesivo porque se basa en tasas de interés altas y ahora dolar planchado. Lo único que esta haciendo mejor el BCRA es dar señales de mayor intervención en el dolar, que en la economía nuestra es clave, pero así y todo se esta lejos de un manejo optimo de esta cuestión. Aprendieron parcialmente de los errores de finales de febrero, principios de marzo.

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Anoche comentaban que para mayo ya se calcula un 6% de inflación, con el traslado de los aumentos en servicios hacia otros rubros. Las PyMEs están pagando casi el mismo importe en servicios y salarios. Si aparece una tarifa diferencial, algo que sería milagroso considerando los postulados del gobierno, podría cuidarse un poco más el empleo. Con este panorama será lo primero que se ajuste para sobrevivir, por desgracia.

Estoy de acuerdo con Claudio Lozano en que la ley anti despedidos (y su eventual impacto) no puede ser comparada con la ley del período 2002-2007 porque el contexto económico es totalmente distinto.

[RIGHT]21 ABRIL, 2016[COLOR=#999999]POR: SEBASTIÁN EDWARDS

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Ya pronto tu empleo desaparecerá[/COLOR]

Hace unos días, un prominente abogado de la plaza escribió en su cuenta de Twitter: “¿Qué estará fumando Sebastián Edwards en California?”. Al caballero le pareció descabellado que en una entrevista yo hubiera dicho que “en los próximos 84 meses la mitad de los chilenos perderá su empleo y serán reemplazados por máquinas. Ese es el desafío que nadie quiere enfrentar”. Otros comentaristas tuvieron la misma reacción. Para ellos, mi afirmación estaba sacada de una novela de Ray Bradbury o de Badradit. Estaba bien como ciencia ficción, pero no era digna de un economista serio.

Pero resulta que no soy el único que piensa así. De hecho, el efecto que las nuevas tecnologías tienen -y seguirán teniendo- sobre el empleo es una de las mayores preocupaciones entre los líderes de opinión mundial. Más aún, en los países avanzados el proceso ya está en marcha, y ha creado enormes dislocaciones económicas y políticas. La popularidad de Donald Trump se debe a la frustración de millones de trabajadores con escasas calificaciones -la mayoría de ellos blancos-que han perdido sus empleos y han sido reemplazados, justamente, por máquinas.

Hace unos meses, el prestigioso periódico Financial Times y la firma consultora McKinsey le otorgaron su premio al mejor libro de 2015 a Martin Ford por su obra Rise of the Robots. Este largo ensayo identifica las áreas en las que, en los próximos años, podemos esperar que máquinas (medianamente) pensantes reemplacen a los humanos.Otros libros que discuten este tema son The Future of the Professions, de Richard y Daniel Susskind, publicado hace unos meses por la Universidad de Oxford, y The Second Machine Age, de los profesores del MIT Erik Bryonjolfsson y Andrew McAfee.

Todos son libros serios. Ninguno es ciencia ficción. Y todos dicen que en los próximos años aquellas personas que cumplen labores rutinarias, mecánicas y repetitivas enfrentan una gran probabilidad de perder su empleo y ser reemplazados por máquinas.

Esto no significa que estas personas van a quedar permanentemente desempleadas. Desde luego que no. Lo que significa es que tendrán que reinventarse. Encontrarán trabajo en otras áreas, posiblemente con salarios más bajos que los que tenían en sus antiguos empleos. Al mismo tiempo, quienes tengan conocimientos técnicos -programadores, ingenieros eléctricos, expertos en computación, personas creativas y mecánicos altamente especializados, entre otros- tendrán un futuro esplendoroso, con altos salarios, reconocimiento social y prestigio. Sólo aquellos países que adapten su legislación laboral, su sistema educativo, su infraestructura y sus instituciones aprovecharán en forma cabal esta revolución tecnológica. Y lo decepcionante, terrible y trágico -porque no hay otra manera de ponerlo- es que en Chile se han aprobado dos grandes reformas -educacional y laboral- sin tomar en consideración este verdadero tsunami.

Una fábula para basureros
Algunos comentaristas objetaron que en la entrevista yo hubiera dicho que estos cambios se producirán en los próximos 84 meses (siete años). Según ellos, es verdad que la tecnología avanza a pasos agigantados, y es muy probable que esto resulte en pérdidas de empleos. Pero es un fenómeno de largo plazo. Afirman: “Imposible que suceda en 84 meses”.

Pero resulta que en el mundo de la inteligencia artificial y la tecnología el tiempo no es como el de la vida cotidiana. Según los Susskind, un “año tecnológico” equivale a siete años normales. Pero ni siquiera es necesario recurrir a esta especie de Ley De Moore para entender que 84 meses es un período prolongado, durante el cual pueden pasar muchas cosas en lo que a tecnología se refiere. Muchos de los productos y servicios tecnológicos que hoy consideramos corrientes no existían hace 84 meses: hace siete años no había iPhones ni otros celulares inteligentes en Chile. El iPad tiene menos de seis años; Spotify tiene siete años, pero sólo se generalizó hace 18 meses, y Netflix hizo el streaming de su primera serie, House of Cards, hace menos de seis años.

Quizás el ejemplo más claro de lo que está (y seguirá) pasando es un ejemplo “sucio”. En Santiago, la basura se recoge en camiones con tres (y a veces cuatro) operarios. Uno conduce y dos o tres van detrás, cargando los desperdicios. En mi barrio de Los Angeles, desde hace años el mismo proceso se hace con un camión similar, pero con tan sólo un empleado. Este maneja el camión y opera un brazo hidráulico que recoge los tachos a un ritmo dos veces más rápido que en Santiago. Vale decir, si Chile usara los últimos avances productivos, 66% de los recolectores de basura perderían su empleo de inmediato, y el sistema sería dos veces más eficiente. Pero esto no es todo: las predicciones más realistas dicen que en cinco o seis años los camiones basureros no usarán conductores: entonces, dentro del plazo propuesto, 100% de los recolectores perderán el empleo.
Otros ejemplos: si se permitiera el libre funcionamiento de Uber y Cabify, 50% de los taxistas chilenos perderían su empleo. Si los canales de TV en Chile usaran las cámaras robóticas de última generación, 50% de los camarógrafos no tendría trabajo. Si las universidades chilenas empezaran a adoptar los sistemas “híbridos” de enseñanza que se usan en los países avanzados -mitad de las clases por internet y mitad presenciales-, cerca de 30% de los profesores perderían sus empleos. (Este será el tercer año que yo dicto un curso híbrido en el MBA de Ucla).
Productividad y tecnología

Un día después de que el abogado en cuestión reaccionara con escepticismo ante mi entrevista, el Financial Times publicó un artículo titulado “Tecnology: Breaking the Law”, en el que se explica que la más tradicional y conservadora de las profesiones -la abogacía- ya está siendo víctima de los avances tecnológicos.

En el Reino Unido y en EE.UU. una serie de compañías han irrumpido recientemente, ofreciendo servicios en el campo de las leyes que tan sólo dos o tres años atrás eran inimaginables.Por ejemplo, NextLaw, basada en Palo Alto, usa el sistema de inteligencia artificial Watson de IBM para hacer la labor de abogados jóvenes. El algoritmo ha resultado ser muy eficiente en las áreas de “debida diligencia” y durante la etapa de “descubrimiento” en los juicios. En menos de una hora revisa antecedentes jurídicos que a un abogado le tomaría 38 años leer, no comete errores y cuesta una fracción de lo que cuesta un abogado con cinco años de experiencia.

En algunos hospitales de EE.UU. robots ya han reemplazado a 30% de las auxiliares. Distribuyen sábanas limpias, medicinas y asean con eficiencia.En los hospitales de la Universidad de California un robot trabaja en las farmacias y despacha millones de recetas a gran velocidad, sin cometer nunca un error. Ya no se necesitan vendedores o químicos farmacéuticos con presencia física. Esta es la “creación destructiva” de la que hace 70 años habló el economista austríaco Joseph Schumpeter. Sí, se destruirán empleos, pero también se crearán muchos nuevos trabajos. Pero para que la parte “creación” funcione y dé frutos, hay que formar trabajadores con otras habilidades, organizarlos de nuevas maneras, en esquemas flexibles y dinámicos.

El futuro les pertenecerá a los expertos en “big data”, a ingenieros de sistemas, a programadores, a expertos en células fotoeléctricas y en sensores, a especialistas en nanotecnología, a biólogos nucleares, a matemáticos, a mecánicos sofisticados, a operadores de robots, a físicos y a diseñadores con conocimientos tecnológicos. Pero para que estos expertos sean verdaderamente creativos, también deben recibir formación humanista y en las artes. Vale decir, necesitamos un sistema de educación superior radicalmente diferente del actual. Debemos pasar del siglo XIX al siglo XXI.

Veo, con preocupación y tristeza, que ningún político está pensando sobre el futuro con un espíritu crítico, curioso, innovador y dinámico. Si seguimos así, nos convertiremos en una sombra de lo que podríamos haber sido. De verdad, es muy triste.

Fuente: Foco Económico

No entiendo de que se asusta Edwards, si la economía de Chile ya es hoy una combinación de actividades extractivas primarias y servicios de baja productividad hipertrofiados y ya maduros como el “retail”. El hecho de que se produzca desempleo tecnológico no va a cambiar demasiado la mano, se van a perder puestos de trabajo ya de por si con baja productividad y poco rentados, no se si van a ser reemplazados por algo mucho peor. Mas preocupado estaría yo por la progresiva desaparición de la industria siderúrgica chilena debido a un estado ausente que llega muy tarde a intentar proteger a las empresas del dumping chino.

Si coincido en parte en cuales son las profesiones que van a prosperar. Pero digamos que no alcanza solo con la educación, tienen que crearse condiciones para que las industrias que potencialmente pueden demandar a esos profesionales prosperen, sino es un esfuerzo inútil, que termina en fuga de cerebros.