Ojo que la minería juega un rol clave para el comercio exterior australiano. Mucho Hierro y Carbon. Lo que pasa que lo ayuda mucho estar ubicado cerca del polo industrial del mundo (China, Korea, Japon y Sudeste Asíatico).
Y obviamente, y se que va a molestar mucho lo que voy a decir porque hay un sesgo anti comercio muy grande en este foro (y en este pais). Australia tiene una moneda 100% flotante que le permite amortiguar shocks en los terminos del intercambio y en otras condiciones externas en forma automática. Algo que Argentina no se anima a tener. Y si lo que preocupa en argentina es la “enfermedad holandesa” (para los que no conocen el tema, es asi como denominamos los economistas a los efectnos negativos que tuvo sobre la economia del pais europeo el boom de su industria petrolera off-shore), eso se puede contrarrestar por varias vías, fundamentalmente promoviendo que el estado se endeude en pesos y no en dólares, desincentivando el ingreso de capitales especulativos de corto plazo, e incentivando la formación de activos externos (que no tiene que ser justamente comprar dolares para guardar debajo del colchon, sino que estoy pensando en empresas argentinas invirtiendo mas en el exterior, sea comprando empresas existentes o haciendo inversion extranjera directa).
Yo pido un híbrido. Protege a tu industria, pero permiti que el resto del comercio exterior florezca. Basta de una vez por todas de usar el tipo de cambio como herramienta antiinflacionaria.
Hoy en día se culpa al capitalismo de muchas cosas: la pobreza, la desigualdad, el desempleo y hasta el calentamiento global. Como lo expresó el Papa Francisco en un discurso que pronunció hace poco tiempo en Bolivia: “Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana madre Tierra como decía San Francisco”.
Pero, ¿son los problemas que preocupan al Papa consecuencia de lo que él llama un capitalismo “desenfrenado“? O, por el contrario, ¿son consecuencia de que el capitalismo no haya logrado implantarse como se esperaba? ¿Debería una agenda para promover la justicia social estar basada en frenar el capitalismo o en eliminar las barreras que impiden su expansión?
La respuesta en América Latina, África, el Oriente Medio y Asia claramente es la segunda opción. Para ver esto, es útil recordar la forma en que Karl Marx imaginaba el futuro.
Para Marx, el papel histórico del capitalismo era reorganizar la producción. Desaparecerían las granjas familiares, los talleres de artesanos y la “nación de tenderos”, como Napoleón burlonamente se refería a Gran Bretaña. Todas estas actividades pequeño-burguesas serían arrasadas por el equivalente a lo que hoy son Zara, Toyota, Airbus o Walmart.
Como resultado, los propietarios de los medios de producción dejarían de ser quienes realizan el trabajo, es decir, los campesinos o los artesanos, para pasar a ser el “capital”. Lo único que los trabajadores podrían poseer sería su propio trabajo, el que se verían obligados a intercambiar por un salario miserable. Sin embargo, serían más afortunados que el “ejército de reserva de los desempleados” – un pool de trabajadores ociosos lo suficientemente grande como para hacer que otros teman perder su empleo, pero suficientemente pequeño como para no desperdiciar la plusvalía que se podría extraer al hacerlos trabajar.
Con todas las clases sociales previas transformadas en la clase trabajadora, y todos los medios de producción en manos de un grupo cada vez más escaso de dueños de “capital”, una revolución proletaria llevaría a la humanidad a un mundo de justicia perfecta: “De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”, como lo expresara Marx.
Es claro que el poeta y filosofo Paul Valéry tenía razón cuando dijo: “El futuro, como todo lo demás, ya no es lo que era”. Pero no deberíamos burlarnos del conocido error de predicción de Marx. Después de todo, como mordazmente lo señala el físico Niels Bohr, “La predicción es difícil, especialmente en cuanto al futuro”.
Hoy día sabemos que cuando el Manifiesto Comunista recién se terminaba de escribir, los salarios en Europa y Estados Unidos comenzaban 160 años de alza, que tuvieron por consecuencia que los trabajadores pasaran a formar parte de la clase media, con automóviles, créditos hipotecarios, pensiones, y preocupaciones pequeño-burguesas. Los políticos de hoy prometen crear empleo – es decir, más oportunidades para que el capital explote a los trabajadores. No prometen apoderarse de los medios de producción.
El capitalismo logró esta transformación porque la reorganización de la producción permitió un aumento de la productividad sin precedentes. La división del trabajo dentro y entre empresas, que para 1776 Adam Smith ya había concebido como el motor del crecimiento, hizo posible una división de los conocimientos entre individuos que permitió que el conjunto supiera más que las partes y formara redes de intercambio y colaboración cada vez más amplias.
Una empresa moderna cuenta con expertos en producción, diseño, comercialización, ventas, finanzas, contabilidad, gestión de recursos humanos, logística, impuestos, contratos, etc. La producción moderna no es simplemente una acumulación de edificios y de equipo de propiedad de Das Kapital y operada por trabajadores fungibles. Más bien, es una red coordinada de personas que poseen diferentes tipos de Das Human Kapital. En el mundo desarrollado, el capitalismo en realidad transformó a casi todos los individuos en trabajadores asalariados, pero también los sacó de la pobreza y los hizo más prósperos de lo que Marx hubiera imaginado.
Esto no es lo único en lo que Marx se equivocó. Lo más sorprendente es que en el mundo en desarrollo la reorganización capitalista se agotó, cuando la gran mayoría de la fuerza laboral estaba aún fuera de su control. Las cifras son impresionantes. [b]Si bien en Estados Unidos una de nueve personas trabaja por cuenta propia, la proporción en India es 19 de 20. Menos de un quinto de los trabajadores en Perú está empleado por el tipo de empresa privada que Marx tenía en mente. En México lo está alrededor de uno de tres.
Incluso al interior de cada país, las mediciones del bienestar están fuertemente relacionadas con la proporción de la fuerza laboral que trabaja en la producción capitalista. En el estado mexicano de Nuevo León, dos tercios de los trabajadores tienen empleo en empresas privadas, mientras que en Chiapas la proporción es sólo uno de siete. No sorprende, entonces, que el ingreso per cápita sea más de nueve veces más alto en Nuevo León que en Chiapas. En Colombia, el ingreso per cápita es cuatro veces más alto en Bogotá que en Maicao. Tampoco sorprende que la proporción de empleo capitalista sea seis veces más alta en Bogotá.[/b]
[b]En la empobrecida Bolivia, el Papa Francisco criticó “la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza”, junto con “una confianza ingenua y burda en la bondad de quienes ostentan el poder económico y en el funcionamiento sacralizado del sistema económico predominante”.
Pero esta explicación del fracaso del capitalismo es bien poco acertada. Las empresas más rentables del mundo no están explotando a Bolivia: simplemente, no se encuentran ahí porque consideran que el país no es rentable. El problema más fundamental del mundo en desarrollo es que el capitalismo no ha reorganizado la producción ni el empleo en los países y regiones más pobres, con lo que la mayor parte de la fuerza laboral ha quedado fuera de su ámbito operacional.[/b]
Como lo han demostrado Rafael Di Tella y Robert MacCulloch, los países más pobres del mundo no se caracterizan por tener una confianza ingenua en el capitalismo, sino una completa desconfianza, lo que lleva a fuertes demandas de intervención gubernamental y regulación del comercio. Bajo esas condiciones, el capitalismo no prospera y las economías permanecen pobres.
El Papa Francisco tiene razón en enfocar su atención en la difícil situación de los más pobres del mundo. Sin embargo, el sufrimiento de estos últimos no es consecuencia de un capitalismo desenfrenado, sino de un capitalismo que ha sido frenado de manera equivocada.
El Papa no dijo que el capitalismo es la causa de la pobreza. Lo que hizo fue criticar el capitalismo salvaje que el entiende que es lo que se está aplicando en todo el mundo. Y no lo hizo hablando de latinoamérica sino en relación a la situación mundial.
El que escribió esa nota, que ni siquiera firmó, tiene un pedo atómico, mas que nada por lo que quiere es acomodar los discursos y la realidad para defender su atrofiada idea.
“Como lo han demostrado Rafael Di Tella y Robert MacCulloch, los países más pobres del mundo no se caracterizan por tener una confianza ingenua en el capitalismo, sino una completa desconfianza, lo que lleva a fuertes demandas de intervención gubernamental y regulación del comercio. Bajo esas condiciones, el capitalismo no prospera y las economías permanecen pobres.”
Fijate lo que es ese párrafo. Como si en los 90 acá esa política no se le hubiera dejado fluir en forma plena y como si el fracaso de la Eurozona fuera consecuencia supongo de las políticas soviéticas :lol:
Ahora resulta que la probreza es consecuencia de que no se lo dejó fluir nuevamente. Es tan cierto como que Almeyda si se quedaba ganaba todo como Gallardo.
Yo destaqué otros párrafos, la verdad es que poco me importa lo que pueda decir Bergoglio, y tampoco la idea es hablar de crisis, que no son exclusivas del capitalismo, acá se debate algo que va más allá de eso, se habla de por qué hay lugares donde hay gente pobre, que no mejora sus ingresos. Y se intenta demostrar que no es el capitalismo el culpable. Eso se ve al analizar lo que sucedió en Asia, donde los países capitalistas trasladaron su producción y en esta zona los ingresos de las personas mejoraron notablemente, cosa que no sucedió con los países africanos, que no recibe esos traslados de segmentos de producción y siguen dependiendo de trabajos primitivos o de extracción de minerales o hidrocarburos.
El capitalismo lo que hizo fue mejorar la vida de muchas personas, y que haya mucha gente en la pobreza no significa que haya sido por culpa del capitalismo.
El hecho de hablar de lo que pasó en Europa o en Argentina no tiene lugar en esta conversación, porque no se habla de regular más o menos, ya que eso significa mantenerse dentro del capitalismo ¿o me vas a decir que la Argentina post convertibilidad no fue capitalista? Fue capitalista y bien capitalista.
Ok yo me refería al sentido de esa nota que no es hablar de los beneficios del capitalismo sino de bajar línea sobre una forma de capitalismo que ha empobrecido mas que enriquecer haciéndole creer a la gente que si no está enriquecida es porque hay controles. La nota parte de premisas falsas ( lo que dijo el Papa y de que acá no se dejó desarrollar al capitalismo) por eso dije lo que dije.
En vez de ser mas conpinches y vivos fueron amarretes. Ta bien que tengas toda la guita y quieras más pero:¿ no es mejor tenerla y que a la vez el señor de al lado no quiera apuñalarte? digo…
este viejo ignacio de mendicurren es chistoso…o sea,su politica competitividad es devaluar y devaluar…¿para cuando un puito pantalon de calidad ? digo no…lo cobras 1000 pesos pagas dos mangos a los negros ,no invertis en una puta maquina.
Siguiendo al autor en el desarrollo lógico de su argumento, las regiones menos prósperas, más hostiles a un capitalismo pleno o directamente irrelevantes, lo son porque no han podido desarrollar alternativas que superen la capacidad de x de un determinado modelo de capitalismo, defendido por el autor.
Como primer problema, encuentro que X, lo potencialmente bueno que tiene cierto modelo de capitalismo (contra esas fuerzas que denuncia el Papa), en el texto del autor, no esta del todo definido. Si es ingreso por cápita, esa es sólo una faceta de los modelos de medición de la pobreza. De hecho, ya no se habla de pobreza sino de desigualdad porque este es el fenómeno relevante en los países desarrollados y en los emergentes que crecieron durante años pero que registran el mismo problema que en los desarrollados.
El segundo problema es que para leer esos paralelos estadísticos (entre modelo o tipo de expansión capitalista y nivel de X, aún no definido, insisto), el autor apela a un juego de suma cero: más apertura (por decirlo de alguna manera, es lo que en definitiva defiende el autor), más posibilidad de X. Intenta explicar estos paralelos estadísticos e históricos desde la perspectiva de la rentabilidad (cierto, en términos de Marx el capital fluye hacia donde hay una tasa de ganancia atractiva). Curioso el pensamiento mercantilista implícito en el argumento: las regiones con menos X lo son porque, de mínima, no hay rentabilidad posible que explotar en ellas, por razones históricas (Tuvalu es totalmente irrelevante) o de índole político/cultural (Argentina). Pero resulta que en el mundo el 98% (aventuro el porcentaje) de los países son capitalistas. El defecto podría explicarse en que no todos los países aplican el modelo correcto de capitalismo. ¿Pero cómo acordamos cuál es el modelo correcto si no tenemos definido que es X?
El tercer problema es pensar en la ausencia de alternativas históricas que hubieran logrado materializar X como un fenómeno no vinculado al capitalismo. Argumentar que hubo menos X en donde el capitalismo fue mal entendido debería ir de la mano de un desinterés histórico de los países más desarrollados por aquellas zonas del mundo donde se expresaron otras alternativas. Lamentablemente, la historia de la política exterior estadounidense (especialmente durante la Guerra Fría) demuestra lo contrario.
Mi respuesta a estos problemas:
Ni el autor ni el Papa definen X. Peor aún para la comunidad científica: entre todas aquellas cosas que, según el autor, Francisco no debería culpar al capitalismo, ¡se encuentra el cambio climático!, ja. Pero el gran error u omisión intelectual (peor aún) del autor es que Marx no habla de rentabilidad, sino de tasa de ganancia o plusvalía (en algún momento del texto menciona el término al pasar y retoma su argumento ya hablando de rentabilidad). Suponiendo que todos sabemos que implica esa diferencia, entonces no hay mucho más que decir sobre este pedazo de literatura barata. No se puede negociar con Marx lo que te gusta y lo que no de él: o se discute plenamente su obra o se la ignora por completo, que es lo que se hace en la mayoría de las facultades privadas (obviamente). Su crítica no es al capitalismo sino a la ideología que promueve (el fetichismo de la mercancía). Precisamente, en este punto, es donde también falla el Papa, porque él tampoco denuncia esa ideología sino ciertos problemas que aquejan a buena parte de la humanidad.
Es que ese Maxi ha sido la forma de entender la economía de buena parte del sector mas acomodado del empresariado argentino. La idea de esta gente ( a diferencia del empresario de cualquier parte del mundo ) es ser mas competitivo solo mediante devaluaciones esporádicas. Nunca intentan aumentar la producción, buscar nuevos mercados, sino mantener las ganancias o aumentarlas produciendo lo mismo. Invierten lo mínimo indispensable. Y los que ya somos grandes este cuento lo venimos escuchando mas o menos desde la cuna. “Para ser competitivo hay que bajar los costos” lo vienen repitiendo desde el Rodrigazo.
Stop. El interes estadounidense en esas zonas durante la guerra fria tenia mucho mas que ver con una cuestion de defensa y estrategia militar que una cuestion economica. O me vas a decir que Vietnam, Angola, la misma Cuba o Corea del Norte jugaban un papel fundamental en la economia norteamericana ?
X es el bienestar, es la no pobreza, es mejorar el estandar de vida. Me parece que el articulo que posteo el Zeus del Metal (dser) es bastante claro. X es lo que hizo que multitudes intentaran cruzar el muro de Berlin arriesgando sus vidas, X es lo que hace que se manden en una balsa al mar Caribe plagado de tiburones para llegar a Florida, X es tener papel higienico para limpiarte el culo sin tener que morir en el intento por conseguirlo. [mode: defensa bien forra y desagradablemente chupaculo del imperialismo yanki=off]
Marx no criticaba al capitalismo pero solo a su costado promotor del mercantilismo consumista ? Discrepo. En todo caso eso es lo que parece criticar mas su santidad Hot Dog I. Marx proponia que el trabajador controlara los medios de produccion y que un politburo regulara el output en una economia centralizada y planificada, dependiendo de las supuestas necesidades del pueblo, esto determinado en forma mas o menos arbitraria y al contrario de las benditas reglas del mercado. Algo que llevo a grotescos errores durante las intentonas comunistas de Mao o la URSS que no solo causaron famines, desabastecimiento y pobreza sino tambien mas de algun que otro desastre ecologico como el caso del ya casi desaparecido ex 4to mar interior mas grande del mundo anteriormente conocido como mar de Aral, por ejemplo.
El capitalismo no se reconoce como perfecto. Ni siquiera se propone serlo. Por eso se adapta, se modifica y supera las crisis. El comunismo en cambio siempre se autoproclamo como un sistema perfecto, rigido y que para su optimo funcionamiento requeria de que el mundo se adaptara a él. Ahi esta, Marx, ahora. Siendo leido en Puan…
Ni hablar de investigación y desarrollo, un punto crucial y que requiere un esfuerzo grande en terminos de inversion, de desarrollo de recursos humanos cientifico, etc. La cultura empresaria argentina a grandes rasgos es uno de los grandes problemas del pais. Pasa hasta en sectores donde hay ventajas naturales. Para un país como Argentina, bajar costos nunca va funcionar como estrategia de desarrollo, pero de cualquier manera le tenemos que dar bola a esa parte. El comercio internacional es feroz, pero el capitalismo tiene muchas formas de lograr escapar a esa logica de competencia extrema y poder prosperar en un entorno de competencia: diferenciacion de productos (sea genuina o percibida), poder de mercado, cartelización, derechos de propiedad intelectual cada vez mas fuertes, etc.
Para terminar con la pobreza es condición necesaria que exista crecimiento. No así que exista buena distribución ya que puede haber países con mala distribución de la pobreza que tienen habitantes con mejores condiciones de vida que otros países con una mejor distribución.
Sí no es el único factor a tener en cuenta, pero no deja de ser trascendental.
Yo no veo el análisis del mismo modo que lo ves vos. Como dije antes, acá la discusión no es mayor intervención del Estado o no, ya que, por ejemplo, en Argentina y en Chile, a pesar de que son opuestas en ese sentido, no dejan de ser países capitalistas. Lo discusión se refiere al modo en el que se relacionan los habitantes de una región a la hora de producir bienes y servicios y en qué medida el modo predominante es el culpable de que exista pobreza. Yo entiendo que un modo de producción capitalista es aquel en el que existen los dueños del capital y los que sólo pueden ofrecer su trabajo, y así también lo define el autor. Teniendo ya esta definición sólo queda ver si es cierto que la expansión de este modo de producción es el culpable de la pobreza en el mundo. Lo que hace entonces es ver si en donde es más predominante hay más pobreza que en donde no lo es, cosa que al final demuestra que no. Claro está que son pocos los ejemplos como para llegar a una conclusión contundente pero también creo innecesario ampliar el universo de análisis ya que uno intuitivamente puede darse cuenta de que los lugares que tienen mayor cantidad de empresas capitalistas son las que mejor calidad de vida tienen. No por nada es lo que siempre se intenta incentivar que se instalen nuevas empresas: “Queremos que este financiamiento que hacemos de los parque industriales y que consiste básicamente en toda la infraestructura que tiene el parque industrial, no sea abandonado y se convierta en una política pública a través de una ley, porque queremos no 371 parques industriales, queremos más de 1.000 parques industriales y tenemos que seguir trabajando, nosotros y los que vengan, para que cada vez haya más parques industriales en la República Argentina.” Fijate que Cristina quiere que se amplíe el capitalismo, por eso pide más parques industriales, sino pediría que se amplíen las ferias de artesanos, por ejemplo.
La discusión no es sobre si el capitalismo es lo mejor que puede existir o si es mejor que los experimentos soviéticos y sus satélites, acá la idea es tratar de entender si el capitalismo es el responsable de la pobreza que existe. Desde mi punto de vista, no, creo que ha sido el responsable de que millones de personas salieran de la pobreza en los últimos 200 años, sin ser responsable de las que no pudieron salir.
A mí lo que no deja de sorprenderme, como me recrimina [MENTION=6157]Riversito75[/MENTION] de dividir el mundo entre buenos y malos, ¿por qué siempre esa necesidad de pegarle a Marx o desempolvarlo del cajón para defender el capitalismo? Es como si todos los reproches y críticas del capitalismo se subsanen pegándole a Marx. Me parece que en muchos casos los que defienden al “capitalismo” sin saber exactamente que es, por el simple hecho de que puedan haber muchas vertientes del capitalismo, no existe una forma unívoca y por tanto no “existe” como tal, sino que es una creación cultural, histórica y circunstancial de cada lugar del mundo, que se manifiesta de distintas formas, que entrecruza distintos actores y que posiciona como resultado a grupos y naciones de diversas maneras. Su único opuesto parece ser Marx, en un mundo ampliamente capitalista. También como recalca el susodicho amigo, el capitalismo no se vanaglorea como el comunismo de ser el mejor de todos los sistemas, por que no hace falta, simplemente lo ensalsan sus seguidores posicionándolo como “no sé que es mejor, pero hagamos más capitalismo”. O como el amigo Von Hayek dice, “Alemania e Italia no son malos, se hicieron malos por hacerse socialistas”. Para el socialista, no hay nada mejor que el socialismo. Para el capitalista, no hay nada peor que el socialismo. :roll:
Por otro lado, no hay que olvidar que la idea de Marx no es plantear un sistema económico o de intercambio, el hace una vasta descripción de la formación social del capital, y más particularmente, de la alienación en la que se encuentra el trabajador que elabora una pequeña porción de un producto (mediante la división de tareas y del trabajo) frente al producto final que es arrebatado por el capitalista. En suma, es una crítica social. Y justamente de ello me causa mucha gracia un párrafo del amigo:
O sea, en Chiapas se propone un tipo de estilo de vida que se aleja del sentido de explotación capitalista y por ello es más que evidente que posean un menor ingreso pues esto no es lo que persiguen. Es como en Bolivia, la mitad de la población se compone de Quechuas y Aymaras que todavía viven aislados en la montaña bajo un tipo de sistema comunitarista que se arrastra hasta màs de 2000 años atrás de la mano de los Tiahuanaco y después con Los Incas, viven sin agua potable, luz, teléfono, cloacas; y sobreviven de la cosecha que ellos mismos producen e intercambian entre pueblos. De la misma manera que en la República de Fiji (no sea malo amigo de sacar a Tuvalu y al Pacífico Sur), un caso que he podido comprobar personalmente, donde en una aldea viviendo a la vieja usanza, cosechando algunos productos y pescando con arpón, las 80 familias que la componen ganan menos de FJD600 al año!!! E insisto, sin agua, luz, cloaca, etc. Ah si bueno, con una purísima agua de manantial que el amigo PRO-Yanqui conocerá la famosa botellita de Fiji Water. Esa es una de las tantas ideas que Marx piensa para su sociedad, en La Ideología Alemana, plantea que si una persona un día quiere levantarse y ser filósofo sin tener otro quéhacer, debería ser totalmente libre para ello, y si quisiera un día dedicarse a laburar, también podría hacerlo. La emancipación del hombre de la dominación del hombre por el hombre es uno de los factores que le importa más a Marx, en particular la concepción materialista en contra del escencialismo Hegeliano de que las ideas tienen una pre existencia y se aparecen en forma espiritual que determina la vida de los hombres. Un hombre puede tener y debe tener, consciencia de sí, y su vida se determina por su materialidad, que es, en definitiva, lo que produce. Partiendo de la concepción del hombre que Marx realiza, es lógico el planteo ulterior sobre los factores de dominación, de las relaciones sociales de producción y de los factores de producción para explicar el fenómeno de transformación de la historia de la humanidad. En resumen, el estilo de vida que intenta plantear Marx es uno que es distinto del capitalismo, y en los casos de aquellos que reproducen métodos de supervivencia como la cosecha familiar o el estilo de vida de la aldea, que escapa a la lógica capitalista, no por ello se aleja del bienestar ni de la felicidad humana que puedan alcanzar, siendo por ello que una persona de Chiapas puede alcanzar otro estadío de su humanidad sin la necesidad de tener un ingreso sideral, al igual que los Quechuas o Fijianos. Por supuesto, que no se les ocurra pretender ingresar en el sistema capitalista de vida porque están fritos (que dicho sea de paso, una historia particular de un fijiano de la isla de Taveuni, logró finalizar sus estudios secundarios, ingresó a la University of the South Pacific en la capital, Suva, para al año abandonar sus estudios y regresar como granjero a su aldea por no adaptarse al estilo de vida capitalista).
El punto de vista humanitario que se plantea desde América Latina es uno que escapa al capitalismo y que es por ello que no pretenden entender la inclusión social o la deformación que implica un sistema de vida alternativo, basado en el comunitarismo y preceptos distintos al rigor del estilo de vida capitalista. En ese sentido, Marx apunta a eso, a quitar la competencia como eje central de la superación por el de cooperación y solidaridad (no en términos marxistas) para justamente poder enunciar las máximas que son del socialismo y comunismo:
“En una fase superior de la sociedad comunista, cuando la esclavizadora subordinación del individuo a la división del trabajo y con ello a la antítesis entre trabajo mental y físico haya desaparecido; cuando el trabajo se haya convertido no sólo en medio de vida, sino en la primera necesidad vital; cuando a la par con el desarrollo global del individuo hayan aumentado las fuerzas productivas y los manantiales de la riqueza colectiva fluyan más abundantemente, sólo entonces podrá rebasarse en su totalidad el estrecho horizonte del derecho burgués y podrá la sociedad inscribir en su estandarte: ¡De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades!”
O sea, que la remuneración sea proporcional a su capacidad, y no que sea exactamente a todos por igual como quieren hacer creer muchos boluditos de facultad privada que despechan contra Marx para defender al capitalismo. Pero que por sobre todas las cosas, cada uno reciba lo suficiente para cubrir las necesidades como ser humano, de allí el mínimo. En cuanto el capitalismo también ha hecho una máxima, pero a la inversa. En los países del primer mundo, con contadas excepciones que el capitalismo propone de ejemplarios, el salario máximo al que puede aspirar alguien es el salario mínimo indispensable para poder sobrevivir. Seguramente el Neo-Nazi del capitalismo (que no le importan las grandes matanzas hechas en nombre del capital, que también hubo muchas en contra del capital) puede intentar interponer que en el régimen socialista la libertad individual se vería vulnerada, pero es como se presenta en la sociedad burguesa capitalista, en cuanto a responsabilidades tenientes a un régimen democrático de atenerse a la ley y ser súbdito de ella. Todos tenemos responsabilidades y obligaciones como contraprestaciones siendo titulares de derecho.
En Puan y Santiago del Estero (nueva sede de la Fac. de Cs. Sociales donde siempre es abrumador el triunfo de la izquierda). El mundo también se adapta al capitalismo en la misma manera que el capitalismo muta para apoderarse de él. Tampoco vamos a decir que el impío comunismo son los causantes del desastre ecológico, no sabia que los derrames de petroleo y otros desastres ecológicos hayan sido exclusivamente producto del comunismo. No sabía tampoco que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki o las pruebas atómicas de Francia sobre los atolones del pacífico fuesen de los comunistas chinos; como lo es también la megaminería una perversión roja. Es curioso a sí mismo como el Protocolo de Kyoto no haya sido ratificado por EEUU y abandonado por Canadá, en cuanto a las pocas intenciones que tienen de las reducciones de emanaciones de dióxido de carbono. O mismo como la expansión de la siembra intensiva genera transformaciones en la hidrografía, en los suelos, en su fertilidad, en la erosión pluvial y consecuentes catástrofes. Es impresionante como no pueden aceptar una crítica, Riversito se volvió K y mira un 678 Miami; el capitalismo genera una sensación de polución mientras que estamos segurísimos que el comunismo desertifica el Aral. Pero claro, Marx es el más malo de todos y por eso le vamos a devolver con mucho más capitalismo, Capitalismo para Todos (CPT).
Dejen a Marx como lo que es, un pensador de mediados de siglo XIX, de un mundo totalmente distinto al que es, con UNA hipótesis y UNA teoría. Estamos muy lejos del mundo que planteó Marx y de sus consecuencias. Sus críticas sobre la situación de la humanidad son bien fundadas para su realidad y época. No se puede retrotraerse a su tiempo para hacer parangones con la situación actual sumamente compleja de la realidad. Básicamente porque para Marx, la propiedad es lo que divide a unos y otros, algo ya inverosímil. Las críticas de Marx son obsoletas para la forma de producción que hay hoy en día. En este sentido, criticar a Marx para enaltecer al capitalismo es infantil y ruin, puesto que basarse en algo totalmente superado por la distancia fáctica de los hechos descritos en su obra y la evolución de la humanidad, no hacen más que plantear un enemigo inexistente del capitalismo sobre quien verse reflejados y denunciar argumentos vacuos sobre algo que no solamente es imposible sino inviable. Los capitalistas tienen no solo recursos de sobra para poder justificar su supremacía, y en todo caso, deberían justamente concentrarse en una realidad: la diferencia que existe entre unos y otros y la responsabilidad que le compete al capitalista y al capitalismo como sistema triunfante por solucionarlos; muchas veces responsabilidad y muchas otras oportunidad. En mi opinión personal, creo en los cambios graduales y me alegro de vivir en Argentina con una dirigente que diga “buscamos un capitalismo más justo” y no en una Venezuela donde se habla de “socialismo de siglo XXI”. Por ello, creo que la mejor distribución del capital, a la larga, permitirá una sociedad más justa y equitativa, pero que por ello implique un cambio cultural en la forma de producir y más aun de asistir a quienes se han quedado fuera del sistema. Es más, no habría nada más capitalista que ayudar a alguien que está por fuera a ingresar en lugar de vanagloriarse de estar dentro y en muchos casos, sentirse superiores respecto de quienes no lo están y pretender competitivamente, dejarlos a su miseria.
Llegando tarde a este debate, y sin mucho para agregar, me gustaría destacar un par de cuestiones:
Marx habla del capitalismo como un estadío dentro de la historia. Un sistema que permite desarrollar tremendamente los medios de producción. A cambio de una notable injusticia, la apropiación de la plusvalía, y una creciente desigualdad y acumulación de capital en unos pocas manos. Propone que las tensiones entre Capital-Clase obrera serán cada vez mas grandes, tanto hasta que, naturalmente se pase a algo distinto, lo que el cree que será el socialismo.
Y otra cosa, hay algo que Marx menciona claramente, y muchos de sus criticos optan por ignorar, que es la cuestión de de la acumulación originaria. Los capitalistas, los son no porque hayan sido mas habiles, mejores o mas inteligentes que los obreros, sino porque historicamente han acumulado el capital que les permitió obtener esa posición… muchas veces se escucha la excusa de que “todos pueden crear una empresa y ser capitalistas”, sin observar que en realidad, el 99,99% de los obreros jamás pueden ni siquiera ahorrar para irse de vacaciones, mucho menos para ser capitalistas…
Corte de Nueva York desestimó fallo de Griesa que habilitaba a buitres a embargar fondos del Banco Central
La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York falló este lunes a favor del Banco Central de la República Argentina (BCRA) al determinar que no es responsable de los compromisos de deuda contraídos por el país, por lo que sus bienes no pueden ser embargados.
El tribunal resolvió que el juez Thomas Griesa “erró” en un fallo de primera instancia en el que no aceptó la “propia inmunidad” del Banco Central en el conflicto de deuda del país con los fondos buitre, en este caso con el NML Capital Ltd. y EM Ltd.
En la demanda, los abogados de los buitres habían pedido al juez Griesa una declaración de que el Banco Central de la República Argentina es un “alter ego” del país, y por lo tanto responsable del pago de la deuda y embargables sus bienes en el exterior.
Ahora, el fallo de la Corte de Apelaciones aclara que a pesar de que el BCRA puede invocar su propia inmunidad soberana en esta demanda no significa que la República pueda evitar tener que negociar con los acreedores para solucionar el conflicto.
No obstante, en la decisión de 43 páginas reconoció “sospechar” que ese “será un previsible y desafortunado resultado de la decisión”, dado que la Argentina podría tomar el fallo para que se revise toda la causa.
La decisión de la Corte neoyorquina es un triunfo para la autoridad monetaria argentina dado que directamente revierte el fallo de Griesa que permitía a los fondos buitre tratar de responsabilizarla por las obligaciones del país sobre los bonos que cayeron en default desde el 2002.
La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York revirtió así un fallo del 2013, que rechazaba un pedido del Banco Central de desestimar las solicitudes de acreedores que buscaban que el organismo emisor fuera declarado responsable por las obligaciones pendientes.
En esta causa los bonistas cuestionaron la independencia del Banco Central para poder pedir embargo de bienes de la entidad argentina en el exterior.