Vuelve el FMI, pero como diseñador, no de auditor
La pretensión es tener un índice que abarque a todo el país y no sólo el área metropolitana. Buscará ajustar la metodología que aplican las provincias. También es una forma alternativa de buscar aliviar tensiones sin aceptar el monitoreo del Fondo.
Página/12 :: Economía :: Vuelve el FMI, pero como diseñador, no de auditor
Por Raúl Dellatorre
El gobierno nacional pondrá en marcha, a partir de diciembre, los estudios para el diseño de un nuevo índice general de precios que abarque a todo el país. Para ello, contará con la asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional, cuyas misiones volverán al país pero en un rol distinto. Ya no será el monitoreo característico y habitual de los informes trimestrales, con evaluaciones y recomendaciones de política macroeconómica que rigieron hasta que Argentina canceló la deuda con el organismo. Pero este pedido de asistencia, que ya fue aceptado por el Fondo, no es ajeno a la demanda a la Argentina para que dé cumplimiento al artículo cuarto del estatuto, por el cual debería permitir al FMI hacer una evaluación de la economía local para presentar luego los resultados en su informe anual. Según lo anunció ayer el ministro de Economía, Amado Boudou, el propósito de la colaboración del FMI será exclusivamente “para el diseño de un índice de precios a nivel nacional, en lo que será un salto de calidad para las estadísticas argentinas”. Pero en fuentes oficiales no se niega que también se pretende “administrar la relación con el Fondo de un modo inteligente para aliviar tensiones, sin que eso signifique aceptar la revisión de las cuentas por parte del organismo”.
“Hemos solicitado al FMI una asistencia técnica para el diseño de un índice de precios a nivel nacional, en lo que será un salto de calidad en las estadísticas argentinas, impulsado por el Gobierno e implementado por el equipo del Indec”, señaló Boudou en conferencia de prensa, flanqueado por Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, titular y director técnico del Indec, respectivamente. Técnicos del departamento de estadísticas del FMI arribarán al país en diciembre para iniciar formalmente las tareas conjuntas. De todos modos, se sabe que ya a principios de este año, una misión del Indec, encabezada por Edwin, había viajado a Washington para mantener reuniones con técnicos del organismo internacional, a fin de brindar información sobre el índice de precios al consumidor, su conformación y la metodología de las mediciones. En las últimas semanas, técnicos del FMI estuvieron de visita en Buenos Aires, presumiblemente para cerrar el acuerdo de colaboración.
Tras recordar que la medición actual de precios del Indec sólo abarca a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, Ana Edwin señaló que “cada provincia tiene su propio índice, con métodos diferentes, algunos sumamente arcaicos”. La funcionaria recalcó que “es una fuerte necesidad, a semejanza de otros países, que nuestra República cuente con un IPC representativo de la totalidad del territorio nacional”. En tal sentido, aclaró que la medición del IPC que se lleva adelante actualmente en la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense no registrará modificaciones.
A través de un breve comunicado, que lleva la firma del chileno Nicolás Eyzaguirre, responsable para América latina, el Fondo ratificó la colaboración que prestará al gobierno nacional. “Confirmamos la solicitud de las autoridades argentinas para que el FMI facilite asistencia técnica sobre el Indice de Precios al Consumo (IPC). Estamos en contacto en la actualidad con las autoridades sobre la planificación de las misiones”, aseguró el cuestionado organismo de crédito.
Si algo está claro es que el gobierno nacional no se plantea el objetivo de “recuperar prestigio” para su instituto estadístico por esta vía, dado que recurre justamente a un organismo que se caracteriza, hoy, por su elevado grado de desprestigio. Aunque la Unión Europea lo utilice en estos días como mascarón de proa de los severos planes de ajuste entre sus miembros. Sí se pretende, en cambio, “suavizar” el tono de los reclamos que recibe, por ejemplo, como miembro del Grupo de los 20 por no cumplir el mandato del artículo cuarto.
No son las menciones del propio FMI en su informe anual (Economic Outlook), dejando cierto margen de sospecha sobre la credibilidad de las estadísticas oficiales, lo que preocupa y mueve al gobierno nacional a este “acercamiento”. Sí, en cambio, constituye una carga que se señale al país como el único que no acepta una evaluación del Fondo, y la suple con una “autoevaluación” de su economía, que mereció “observaciones” por los cuerpos internacionales responsables de recibirla.
Argentina no volverá a aceptar los monitoreos clásicos del Fondo, ni la metodología de análisis de las cuentas públicas que terminaban buscando atar de pies y manos al Estado, señalan en ámbitos oficiales.
La visita de los técnicos del FMI comenzarán en la primera quincena de diciembre, según anticipó Edwin, que destacó que ello permitirá contar con “la experiencia de todos los países que están representados en este organismo”. Itzcovich, en cambio, puso la atención en la “complejidad de la tarea” de compatibilizar un mismo índice para todo el territorio nacional. “Nuestro país es muy grande, con muchas distancias y climas, y en cada una de las regiones hay diferentes tipos de consumo.” Señaló que alimentos básicos como el asado muestran variaciones significativas. El gasto en dicho producto “en La Pampa duplica al de Chubut y más que duplica a la provincia de Mendoza”, ejemplificó. También apuntó las diferencias en los rubros transporte e indumentaria dentro del presupuesto de las personas entre diferentes regiones. “Medir todo esto no es sencillo, y el FMI tiene los técnicos para ayudarnos”, concluyó