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Que ejemplo que son estos tipos de como destruir un pais.
Así vivía el pueblo venezolano antes de Chavez.
Venezuela proxima primera potencia mundial y amenaza para eeuu
Chavez revive de la muerte y le otorga a Francisco del toro una medalla por tanto crap
[u]Tres familias manejan el poder en Venezuela - La Nacion[/u]
Nepotismo
Tres familias manejan el poder en Venezuela
Los Maduro, los Chávez y los Cabello se reparten órganos clave de gobierno
Por Daniel Lozano | Para LA NACION
La familia de Maduro acumula poder. Foto: AFP
CARACAS.- Nicolás Maduro cumple dos años al frente de Venezuela con un pequeño repunte en su popularidad. Pero tras las cortinas de humo de su aparato de propaganda, la realidad está llena de oscuridad.
¿Ha perdido poder Maduro ante las vicisitudes de un país en depresión constante? Todo lo contrario: el “hijo de Chávez” reforzó sus posiciones en gran medida gracias al nepotismo familiar: el clan de Maduro y Cilia Flores, su mujer y “primera combatiente revolucionaria”, se extendió y se apoderó de órganos clave de la administración.
Los Maduro-Flores ya son la familia más poderosa de la revolución, por encima incluso de los Chávez. Y el nuevo clan que ha subido al trono bolivariano es el de Diosdado Cabello, líder del ala militar de la revolución.
Venezuela es un país que sufre la mayor inflación del planeta, más del 10% sólo en enero, pese a que los organismos económicos se empeñen en ocultar las cifras. La crisis de escasez y desabastecimiento genera colas todos los días y en todo el país.
Es un país en plena recesión (se calcula que puede llegar a -7,5% del PBI), y que además sufre las embestidas del crimen organizado: en lo que va del año han crecido delitos y homicidios, cuando ya en 2014 Venezuela fue el segundo país más violento del mundo.
Pero nada de eso afecta la consolidación del poder en manos del clan de Maduro y Cilia Flores, su mujer y “primera combatiente revolucionaria”.
“El nepotismo del gobierno ha crecido en general, pero en cuanto a la familia Maduro Flores son varios los miembros en cargos de altísima relevancia. El chavismo parece un patriarcado, donde los jefes de las familias más poderosas e influyentes se reparten todo entre ellos”, denuncia Abelardo Díaz, diputado opositor por Táchira y especialista en las redes del poder chavista.
“Ruego a Dios que el hijo de Maduro sea mi rival, porque sería el candidato menos difícil”, clamó José Guerra, candidato opositor a la Asamblea y que competiría en el mismo territorio que Nicolás Maduro Jr. Uno de los economistas más prestigiosos del país contra un joven de 24 años, “soldado de Chávez hasta más allá de esta vida”, de escasa formación y de currículum desconocido.
Pero gracias al dedazo de su padre, Nicolás Jr. dirigió el Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia, la Escuela de Cine y el Festival Suena Caracas, además de haber sido elegido delegado del PSUV en el último Congreso.
Todo ello además de acompañar a su padre en varias de las giras internacionales y de protagonizar un pequeño escándalo en marzo, cuando se filtró un video de una boda árabe en Caracas, durante la cual era bañado en dólares por los presentes.
“El colmo del descaro fue la gira presidencial de enero a China, Rusia y países de la OPEP. Los familiares la convirtieron en un tour de derroche y placer, fotos y selfies en lugares turísticos, mientras el resto de los venezolanos tenemos restricciones y limitaciones para obtener divisas y viajar”, reclama Díaz.
SOBRINO DILECTO
Con más poder que el único hijo de Maduro se destaca Carlos Erick Malpica, sobrino de Cilia y tesorero nacional, además de vicepresidente de Finanzas de Pdvsa.
Muy cercano a la pareja presidencial, incluso como comisionado para asuntos económicos, Malpica formó parte de la gruesa nómina familiar que la primera combatiente desplegó cuando se encontraba al frente de la Asamblea.
Una familia muy unida de la que se beneficia hasta el primer esposo de Flores. Walter Gavidia, antiguo diputado del Parlatino, preside hoy la Fundación Negra Hipólita. El hijo de ambos, de igual nombre que su padre, también preside una fundación, ProPatria 2000.
La nueva familia que se incorporó al poder son los Cabello. Al frente, Diosdado, presidente de la Asamblea, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y líder del ala militar de la revolución.
Raíces profundas son las que también están echando los Cabello, sobre todo tras el reciente nombramiento de Marleny Contreras, mujer de Diosdado, como nueva ministra de Turismo.
Su cuñado José David, hermano pequeño de Diosdado, es compañero de gabinete (ministro de Industrias) y, casi más importante, superintendente nacional tributario, un cargo desde el que se encarga de cobrar los impuestos.
Poder político y poder en los medios, gracias a los cuales han catapultado a la fama a Daniela Cabello, hija de Diosdado y Contreras, convertida en la gran cantante revolucionaria del momento.
Sus apariciones televisivas son constantes, incluso acompañando a su padre en el programa Con el mazo dando. De hecho, tres protagonistas de esta crónica (Maduro, Diosdado y Cilia Flores) cuentan con sus propios espacios en la televisión pública venezolana.
Pese a la irrupción de los nuevos clanes, los Chávez no pierden su sitio. Jorge Arreaza, yerno del “comandante supremo”, mantiene la vicepresidencia, y su mujer, Rosa Virginia, preside la Misión Milagro.
LA HEREDERA
Adán Chávez, el hermano mayor del comandante, continúa al frente de la gobernación de Barinas, cuna de la revolución; el primo Asdrúbal es el poderoso ministro de Petróleo, y otro hermano de Hugo, Argenis, se ha acomodado al frente de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura tras una etapa convulsa como ministro.
Entre todos los Chávez, no obstante, se sigue destacando la hija favorita del comandante supremo: María Gabriela. Pese a carecer de trayectoria o carrera profesional, Maduro la envió a Nueva York como representante alterna en Naciones Unidas. Ante la debacle económica actual, una parte del chavismo la sigue considerando el relevo futuro del propio Maduro.
FAMILIAS PODEROSAS
Nicolás Maduro Jr
HIjo del presidente venezolano
Pese a su escasa experiencia y a tener sólo 24 años, será candidato en las elecciones parlamentarias de fin de año. Es delegado del PSUV y acompaña a su padre en casi todas las giras internacionales.
Diosdado cabello
Presidente de la asamblea
Su familia tiene cada vez más poder. Su mujer, Marleny Contreras, es la nueva ministra de Turismo y su hermano es superintendente nacional tributario. Su hija Daniela se hizo famosa como cantante.
Diosdado, con ese nombre que sea líder mundial viejo no me importa nada.
:lol:
La hija de Diosdado es un bomboncito:
Se podria decir que es “Dios Dada”, ja
Eso si, habria que ver como canta, je.
Que buenas están las Venezolanas.
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Noticias > América Latina
Entra en vigencia aumento del salario mínimo en Venezuela
El incremento del salario mínimo fue anunciado el pasado 21 de enero. El incremento del salario mínimo fue anunciado el pasado 21 de enero.
892 dólares > 29,33 dólares
CAPRILES
=
Es poco serio decir que 5600 bolívares representan 892 dólares. En el mercado negro el cambio es es de más de 200 a 1. Si alguno llega a viajar a Venezuela que aproveche y se compre de todo. Tengo un amigo que fue hace poco, estaba impresionado por lo baratas que estaban las cosas. para nosotros. El país está fundido.
Poco serio es que te tenga de hijo el chavismo más de 17 años.
Poco serio es intentar asesinar a un presidente y encima tener el caradurismo de creer tener credibilidad diciendo que el salario mínimo venezolano es de menos de 1 dólar por día.
Si a ustedes les gusta comer mierda, sigan informándose de Venezuela por Capriles, la CNN o La Nación, mientras tanto, el pueblo venezolano legitima este proceso con los votos año atras año.
Estas cambiando de tema, incluso si tuvieses razón en todo esto que estas diciendo, no quita que lo que dijo Capriles es cierto, Venezuela tiene el sueldo más bajo de américa después de Cuba
Es increíble como se defiende una dictadura como la Venezolana, más increíble cuando por suerte en Argentina se tomó conciencia de de lo que puede generar un gobierno que antidemocratico. Opositores encarcelados, represión a ESTUDIANTES (el año pasado 43 muertos en las marchas de febrero…), control total de la justicia, topes a las ganancias empresariales (¿comunismo te suena? Ese al cual PERÓN tanto odio le tenía), expropiaciones a lo loco e injustificadas con empresas que terminaron hechas mierda por ineptitud, militarización del país. Que querés que te diga? Tengo mis sospechas que como fueron las elecciones realmente, sobre todo las presidenciales de 2013… e incluso si hubiesen sido limpias 49,12% de los votos se los llevo la oposición.
No faltaron las denuncias por cierto: http://es.panampost.com/panam-staff/2015/04/21/abc-chavismo-robo-elecciones-presidenciales-venezolanas-de-2013/
Observadores europeos: "Hubo fraude electoral en Venezuela" - Infobae
Pero bueno, seguro es muy confiable un gobierno que mata pendejos de 18 años por manifestarse en contra de ellos.
Ah y que país bárbaro Venezuela eh. 25000 muertos por año por inseguridad lo cual lo hace uno de los países más peligrosos del mundo, racionamiento de LA COMIDA E INSUMOS BÁSICOS POR NO HAY (un país que importa más del 90% de lo que consume, ahí tenes tus 17 años), la inflación más alta del mundo, un dólar paralelo con una brecha del 3000% con el oficial, colapso total de la salud porque los médicos se fueron del país (Los riesgos de un viraje electoral inconcluso)… y emigración cada vez más grande y constante, sobre todo población entre 25 y 40 años con lo que significa esto (http://www.elpais.com.uy/mundo/venezolanos-miles-huyen-crisis-violencia.html).
La gran mayoría de las cosas que cite son hechos, no opinión… espero que tu respuesta no sea que Venezuela ya estaba mal antes de 1998 o que es culpa de una gran conspiración internacional en contra de Venezuela.
Ah, a mi me tiene sin cuidado Capriles, La Nación y CNN, en esa chicana barata y pelotuda no voy a entrar.
A Maduro lo quisieron matar? La paranoia ya los está volviendo locos a algunos.
Es imposible hacer aseveraciones con la disparidad cambiaria que hay en Venezuela. Cualquier indice, al valor oficial va a dar algo muy distinto al valor informal.
[u]Olvidados: los estudiantes en el exterior sufren por el chavismo - La Nacion[/u]
Olvidados: los estudiantes en el exterior sufren por el chavismo
Los 25.000 venezolanos que estudian en otros países cayeron en un limbo económico por las restricciones para conseguir divisas; los efectos son devastadores para muchos de ellos
En el Centro Nacional de Comercio Exterior, en Caracas, se forman largas filas para demostrar el buen uso de las divisas para estudiantes. Foto: El Nacional/GDA
CARACAS.- Salvador y Manuela ni sospechan que sus padres tuvieron que pedir dinero en la calle para alimentarlos. Salvador tiene dos años y medio. Su hermana, un año menos. No, sus padres no son indigentes. Son estudiantes venezolanos que viven en España para hacer una Maestría en Criminalística. Pero se quedaron sin divisas.
A finales del año pasado, los estudiantes venezolanos residentes en el exterior encontraron en sus cuentas de correo electrónico una información escalofriante. El Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex, el antiguo Cadivi), ente oficial encargado de otorgar las divisas para pagar sus estudios, les notificó que sus recursos no serían aprobados. Debajo de la hojarasca verbal latía la sentencia: no tenemos más dólares para ustedes.
Una multitud de estudiantes fue arrojada al limbo económico. El efecto de la medida fue devastador. Mónica, la madre de los dos chicos, dice que hasta se le acabaron las lágrimas. Miguel Ángel, el padre, da los detalles: "Ya no pudimos pagar más la universidad, el seguro médico, ni los servicios básicos. : “Estamos hasta el cuello de deudas. Para pagar el alquiler de febrero, tuve que vender mi laptop y mi celular. Para pagar el de marzo, vendimos la cuna de mi hija y su ropa usada. El dueño del departamento me dice que aún no me echó por los chicos”.
A este itinerario de la humillación lo cuentan con miedo. “Tememos las represalias por habernos atrevido a alzar la voz. Mi familia ya fue objeto de amenazas”, remata Miguel Ángel.
Salvador y Manuela, sus hijos, aún no entienden lo que pasa a su alrededor. Menos mal. No merecen ser salpicados por la indolencia de la revolución bolivariana.
Son más de 25.000 estudiantes venezolanos en el mundo; 10.000 de ellos, en Estados Unidos, y 4000, en la tierra de Cervantes. El resto está esparcido por instituciones de Europa y América latina. Se estima que el 80% está a la deriva, sin dinero para continuar sus estudios. Parecen náufragos. Sobrevivientes en proceso.
Son estudiantes que salieron del país a ser mejores, a formarse académicamente, a profesionalizar su vocación. No pidieron becas ni dádivas. Iban a pagar sus estudios con sus propios recursos. Pero estamos en un país extraño. No somos libres para disponer del dinero propio a nuestro antojo y albedrío. El socialismo construyó una alcabala (antiguo impuesto) para controlar nuestras divisas. El tema exhibe ribetes de agravio superlativo cuando hablamos de educación. Según la lluvia de testimonios, la realidad alcanzó cotas de drama y crisis humanitaria.
Andrea Balzan intentaba un Máster en Dirección y Planificación de Turismo. El Cencoex hizo que su maestría se convierta -vaya paradoja- en un doloroso turismo laboral: lavar platos en una cafetería, cuidar a una señora mayor, pasar horas en la calle entregando volantes bajo el frío invernal.
“Con lo que te pagan, te da a duras penas para comer tres días”, precisa Balzan. Ya fue dada de baja en la universidad por incumplimiento de pago. Un sueño en escombros.
Otros estudiantes han tenido más suerte en sus universidades. Les amplían el lapso de espera, hacen eventos benéficos, son compasivos. Ya saben de la situación venezolana. Tratan de no apagarles la última luz en la sala de espera.
Son miles los estudiantes venezolanos que están a punto de perder su estatus migratorio y, peor aún, su carrera, su tiempo invertido, su dinero. Andan aferrados a ese hilo cada vez más delgado que algunos llaman esperanza.
Una estudiante me confiesa que tuvo que vender las dos últimas prendas de oro de su madre para alimentarse. Algunos han tenido que pasar noches en el subte de Madrid, dormir en un McDonald’s o recibir el año en una plaza pública.
El inventario es abrumador: ser desalojado de tu casa, vivir de la caridad de amigos y desconocidos, ir a centros de acopio de ropa, vender lo que tengas en Venezuela para intentar resistir, chequear el correo cada media hora esperando la reconsideración del Cencoex, buscar trabajos ilegales, ser rechazado por estar sobrecalificado, recibir una miseria por ser extranjero, limpiar baños, lavar autos y pedir ayuda en las calles.
Mendicidad en unos casos, temple en todos, dignidad en muchos, agobio y entereza en partes iguales. Más de una joven llegó a decir que lo único que le falta es prostituirse.
La desesperación tiene muchos rostros. Le han escrito cartas al secretario general de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza; al presidente Nicolás Maduro; al director del Cencoex; al defensor del Pueblo, Tarek William Saab. Este último habla de solicitudes fraudulentas (aquí alude al ya antiguo caso de los cursos de idiomas en colegios de Irlanda; caso ya cerrado, por cierto). Jura que mediará, que instalará comisiones de enlace. Juega con las cifras.
Dice que son sólo 18.000 estudiantes. Que el 83% de ellos lo que hace es estudiar idiomas. (¿Los 4000 estudiantes venezolanos que residen en España estarán tratando de aprender el idioma?) Que 60% no vuelve al país. En fin, habla como un fiscal que investiga a una red de delincuentes.
Su tono es tan enfático que se vuelve sesgado, tendencioso. Una vez más, Tarek William Saab demuestra su vehemencia para defender al gobierno, no precisamente al pueblo. Porque los estudiantes también son pueblo, ¿o no?
Mientras tanto, la crisis está allí. Los estudiantes venezolanos se organizaron, protestaron por las redes sociales, procuraron todas las formas posibles para exponer el abandono en el que están. Se sienten varados. Anclados. Olvidados. Estudiantes que, sin querer, arruinaron a sus padres por tratar de cubrir sus gastos con el excesivo precio del dólar negro. Estudiantes que no tienen cómo pagar el pasaje de regreso.
¿Se merecen tanta humillación unos ciudadanos que sólo aspiran a cultivarse académicamente? Vale insistir: el dinero que esperan no es del gobierno. Son sus ahorros, sus bienes. Pero así es el socialismo venezolano. Así de irresponsable.
El letal artículo 8 de la Providencia 116 del Cencoex establece que el otorgamiento de divisas está sujeto a la disponibilidad del Banco Central de Venezuela y a las prioridades que establezca el gobierno venezolano. Ya hemos visto que una carta de Maduro en el diario norteamericano The New York Times es prioridad. Una campaña multimillonaria para recoger 10 millones de firmas contra el presidente Barack Obama, también. O una ostentosa fiesta en Madrid para celebrar los logros de la revolución. Pero la salud hospitalaria no es prioridad. Ni la inseguridad. Y, por supuesto, tampoco la educación. Aquí la única prioridad es el poder. Mantener el poder a como dé lugar.
EN LA RUINA
Laura Díaz tiene apenas 23 años, los estudios interrumpidos y una deuda de 30.000 dólares: “Vendimos los bártulos que teníamos: la cama, la televisión y una mesa que habíamos encontrado en la basura. Pasamos de estudiar en una de las mejores universidades del mundo a limpiar los autos de otras personas. Nos arruinaron la vida emocional y patrimonialmente, nos dejaron en la calle”.
Yenai Avendaño es la coordinadora de los estudiantes de la Universidad de Texas. Destila rabia: “Hemos sido víctimas del escarnio y la descalificación. Tuvimos que ahogar nuestras frustraciones agrupándonos y exigiendo una respuesta. La respuesta llegó, pero con sarcasmo, cinismo y con el firme propósito de anular la importancia que un estudiante tiene para un país en vías de desarrollo”.
Esta penuria colectiva viene antecedida por “la más dura experiencia de senderismo que jamás me pude imaginar”. Así resume en una frase Irene Trequattrini, una odontóloga que aplicó para un Máster en la ciudad española de Murcia.
La mujer alude al vía crucis del papeleo para estudiar en el exterior. Legalizar y apostillar títulos, notas, programas de estudio, colas -en la siniestra madrugada caraqueña- a las puertas del Ministerio de Relaciones Interiores y la Cancillería, esperar la carta de aceptación, pedir la aprobación de divisas, comprar el pasaje aéreo (aquí cabe una carcajada o un insulto, da igual), demostrar que se tiene suficiente dinero para costear los estudios en el exterior y un etcétera fatigante.
Casi siempre los estudiantes terminan viajando sin aún recibir las divisas. Casi nunca las reciben a tiempo. Comienzan a endeudarse con la universidad, con el casero, con la vida. Vertiginosamente.
A la travesía se le agrega ahora la funesta disposición del artículo 8. Las divisas ya no van a llegar. Piden reconsideración. Esperan. Preguntan. El Cencoex los ubica en un estatus que llaman “EA” (En análisis), durante meses, y así van corriendo la arruga de su negligencia, mientras los estudiantes llegan al borde de sus posibilidades.
Hablo con Laura Ortiz. Representa a los estudiantes venezolanos en Barcelona. “No sé si aguante más, no puedo concentrarme en los estudios, es insoportable esta situación”, señala.
Aun así, es la depositaria de las angustias de los estudiantes de su comarca. La llaman a cada hora. Piden su consejo, su asesoría, su optimismo. Le dicen: “Me van a sacar del piso, Laura, ¿qué hago?”; “¿Dónde puedo buscar comida el lunes, Laura”; “Nos convocaron a la escuela para que expliquemos por qué dormimos los cuatro en una habitación”; “Se me enfermó uno y la seguridad social no me atiende”; “No podemos usar la calefacción porque la luz es cara, así que debemos pasar frío”; “Salgo a vender cuchillos de colores todo el día, y nadie me compra, qué frustrante; yo, un administrador de empresa”; “Me dijeron en la universidad que si no pago, que no vuelva, Laura”; “Me paré en la puerta del consulado de Venezuela a pedir dinero porque no podía asumir la enfermedad de mi hija”.
Se le caen los ejemplos de la boca. Me habla de sus lunes en colas para buscar la comida que le dan en un Banco de Alimentación. De la degradación. Y, entonces, se le quiebra la voz. Nos callamos los dos. Baja la mirada. No puede más. Pero tendrá que poder. Porque el resto de los estudiantes confían en ella, en su temple. Igual que en el de Carlos Moreno, que, desde Utah, es el coordinador general de la Organización de Estudiantes Venezolanos en el Exterior: “Tengo un año y cinco meses buscando respuestas, no sólo para mí, sino para los más de 20.000 estudiantes que están igual o peor que yo”.
El mismo afán lo tiene Henrry Narveiz, el coordinador de los estudiantes residentes en España y que no admite hundirse en la derrota.
Todos esperan que algo ocurra. Que el gobierno venezolano asuma su compromiso. Que dejen de ser los olvidados. Mientras tanto, la indignación no cabe en el idioma.
EL CEPO QUE TIENE EN VILO A LOS ESTUDIANTES
El guardián de las divisas
Dentro del cepo cambiario que rige en Venezuela, con un sistema restringido y altamente regulado de compraventa de divisas, el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) es el ente oficial que tiene, entre otras funciones, la de negar o autorizar el cobro de dinero a los venezolanos en el extranjero para pagar sus estudios y estadía
El laberinto de los ministerios
Para recibir la autorización que les permita retirar el dinero, los estudiantes transitan un laberinto de trámites que incluyen papeleos ante el Ministerio del Interior y la Cancillería; debido a las frecuentes demoras, la mayoría viaja sin dinero y con el permiso todavía en trámite
Recursos denegados
Una reciente circular les notificó a los estudiantes que sus recursos ya no serían aprobados; la medida se ampara en el estatuto del Cencoex, que señala que el otorgamiento de divisas está sujeto a la disponibilidad del Banco Central de Venezuela y las prioridades del gobierno de Nicolás Maduro
LAS MIL CARAS DEL SISTEMA
6,3
Bolívares
Es el precio del dólar oficial en Venezuela, que según el complejo sistema cambiario se utiliza sobre todo para la importación de alimentos, medicamentos y materias primas; todo eso se hace a través del Cencoex, que también debe autorizar el retiro de dinero de los estudiantes
Sicad
Es un sistema de subastas de divisas que arrancó a principios de año con una cotización de 12 bolívares por dólar y que fluctúa bajo el control del gobierno; antes había dos sistemas de subastas con ese nombre, Sicad 1 y Sicad 2, que fue unificado en febrero pasado
Simadi
Funciona a través de entidades bancarias, casas y de cambio y operadores de valores autorizados
282
Bolívares
Es el precio del dólar en el mercado paralelo, es decir, 44 veces el valor oficial
ya viene la contranota mostrando la felicidad de los estudiantes venezolanos. Esto es pura chachara de los que quieren volver a los 90’s.