Thread para analizar y criticar la gestión del gobierno (parte 1)

Estoy ansioso por ver el ataque de los medios a Barrionuevo por decirle rusito a Kicillof.

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[MENTION=26153]Super Peres[/MENTION];

Cuánto paga Cristina de Ganancias y sus ganancias

ANÁLISIS.
Su sueldo bruto y su salario neto. El patrimonio que no deja de crecer.

Podría decirse que es víctima de su propia obstinación. Según datos de la Secretaría de la Presidencia, a Cristina le retienen por Ganancias 26.933 pesos. Cada mes. Sumados a otros descuentos, como los aportes jubilatorios, hacen que la señora de Kirchner cobre un sueldo neto, en mano, de $ 60.749, cuando su salario bruto llega a $ 100.646.

Con la plata que le sacan a la Presidenta por el “impuesto a los salarios altos”, tal la nomenclatura que propuso el ocurrente Aníbal Fernández, se pagan casi 42 Asignaciones Universales por Hijo. Cada mes. Son $ 644 que reciben 2.681.484 niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 17 años que reciben este beneficio, de acuerdo con datos de la ANSeS.

Hasta aquí, la historia maravillosa de la distribución de la riqueza, derramando del pico del poder al subsuelo del pueblo. Sacarles a los ricos para ayudar a los incontables pobres.

Pero el cuento se transforma en Hood Robin cuando se abre la caja completa. Porque esos 26.933 pesos de descuento que sacudirían hasta al argentino más solidario, ni rozan el mundo real del patrimonio de los Kirchner. La Cristina hotelera e inversionista mató, y por lejos, a la Cristina asalariada. En septiembre del año pasado, último dato oficial difundido por la Oficina Anticorrupción, la Presidenta declaró bienes por 55 millones de pesos.

Es el patrimonio reconocido para 2013 e implicó un crecimiento de 15% respecto al período anterior. Son más de 22 millones de pesos en plazos fijos y porciones de 26 propiedades. A saber: dos departamentos en Capital, cuatro casas, 10 departamentos y dos locales en Río Gallegos, y cinco terrenos, dos locales y una casa en El Calafate. También le fue excelentemente bien con sus hoteles semivacíos.

Cuando accedió al poder en serio, en 2003, el matrimonio Kirchner declaró bienes por unos 7 millones. En su década ganada, lo multiplicaron todos los años. Nunca menos.

quien lo comprobo? Yo no defiendo a clarin pero los talibanes decian que a voodooo le habian hecho una opereta que se caia y un monton de gansadas hoy el ladri ese esta re complicado en la justicia… digo esta a punto de que se eleve la causa a juicio… clarin miente es cierto… pero la corrupcion tambien es cierta…

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le queda corto el judio de mierda a kiciloff

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un horror, le dijo rusito… si le hubiera dicho judio de m**** lo entenderia.

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Viendo lo que es su mujer, me solidarizo con Barrionuevo.

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recien me entero que el rusito es judio. mira vos.

el primero judio pelotudo para el manejo de plata que conozco.

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jajajaja no te creas, si supieramos cuanto esta ganando este judio no pensariamos que fuese tan boludo

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18 años de prision para el que le entro a robar a massa, mientras que los asesinos al volante tienen 3 años de libertad condicional.

en fin… Joven argentino, si sueñas con una carrera de delincuente recuerda!: Mas barato que robar, es chupar manejar y matar.

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Ahí están dejando de lado la parte en negro y los gastos reservados que llevan, cuantimeno, al doble esa suma.

---------- Mensaje unificado a las 13:03 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 13:00 ----------

Jo, te acordás de las voodoo que se ponían como vga aceleradora esclavas de las viejas placas vga?.. qué épocas hermosas… Creo que debo tener alguna por ahí tirada en la caja de tecnología difunta…

---------- Mensaje unificado a las 13:07 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 13:03 ----------

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La lástima como forma de gobierno

En el entorno de Cristina deberían protegerla un poco más, sacarla del partido para cuidarla. Pero no, otra vez le arman una Cadena Nacional justo en una jornada de puteadas contra el Gobierno. Hace poco más de un mes, inauguró por tercera vez una central atómica horas antes de la marcha del #18F. Podría haber apaciguado los ánimos, pero pateó el tablero. Esta vez le organizaron la inauguración de una canilla de agua en González Catán minutos después de la conferencia de prensa de los sindicalistas, como para que diga que no le dolió y que su papá sabe taekwondo.

El paro fue tan generalizado que Máximo, para llevar la contra, hoy decidió hacer algo y apareció al aire con Víctor Hugo Morales para desmentir que tiene cuentas en el extranjero, además de asegurar que no sale del país desde 2003, más o menos para cuando Lázaro armó la empresita para ganar todas las licitaciones, y todos sabemos que eso tampoco significa nada.

Ya en la previa, hubo quienes garantizaron que la huelga fuera todo un éxito. Tomada aseguró que sólo el 10% es alcanzado por el impuesto a las ganancias, dando por sentado que el 90% de los trabajadores registrados cobra menos de 15 mil pesos de bruto. La cadena de reconocimiento de la misiadura la continuó Kicillof, quien también sostuvo lo mismo. Pero el autor de éxitos tales como “te volteo el acuerdo con los buitres en veinte minutos” y “debíamos 7 mil millones al Club de París pero arreglamos por 9.5 mil millones”, sostuvo que “van al paro los que más ganan” y que, precisamente por ello, los verdaderos motivos de la huelga son otros, pero no sabe cuáles.

Y tiene razón el miniministro. Está claro que los motivos fueron otros, dado que la inmensa mayoría de los asalariados en blanco no pagan ganancias porque ganan mierda, más allá de un pequeño detalle: el Indec reconoció que el 50% de los trabajadores registrados cobra alrededor de 5 mil pesos, cuando la canasta básica se encuentra por arriba de ese monto. O sea, buena parte de los asalariados argentinos que no paga ganancias, además son pobres con laburo, un mérito que no da como para exigir que no les hagan un paro porque son buenos, nos devolvieron la dignidad, tenemos satélite y Néstor bajó el cuadro de Videla.

La cadena de Cris no pudo tener un mejor marco. Para escaparle al paro fue a González Catán, que junto a Laferrere y Virrey del Pino concentran la mayor tasa de desempleo de toda La Matanza. Allí, dio por inaugurado un microestadio con capacidad para 6 mil personas y, a través de videoconferencias, hizo lo mismo con un paseo costero de Entre Ríos y una línea de producción de una fábrica mexicana en Pablo Podestá. Una máquina de mostrar que somos potencia.

Antes de que hablara Cristina, tomó el micrófono Fernando Espinoza, el intendente de La Matanza, quien afirmó que ahí estaba el pueblo que no paraba –seis mil personas– de lo cual se puede deducir que, habiendo sido convocados para las 15.00 horas al microestadio, los muchachos laburan de relleno de acto. Para redondear, el intendente pidió que los partidos de la Davis se jugaran en ese estadio de Catán, además de solicitar que se considere a La Matanza como sede de los Juegos Olímpicos a futuro, dado que “ninguno de la NBA podría ganar allí”. Una táctica que tiene sentido si tenemos en cuenta que los multimillonarios deportistas norteamericanos tendrían que atravesar el cruce de Laferrere, y, de mínima, tres villas si van por ruta 3, con lo que llegarían agotados al estadio. El resto, es una papa.

Cristina arrancó la cadena emocionada. El que se perdió el acto y estaba mirando la novela, pasó de la bandera flameando a la cara compungida sin escalas. Ya que estaba lagrimeando, recordó a Néstor, que cuando llegó a La Matanza no habían cloacas, agua potable, asfalto, luz, gas, construcciones, civilización, cristianismo, ni seres humanos, dado que Dios recién estaba haciendo fiaca del primer día de la creación. El tema es que, entre tanto palo para lo que fue La Matanza en los años A.N. (Antes de Néstor) se le olvidó mencionar que, desde 1983, el partido fue gobernado durante ocho años por Federico Russo, otros ocho años por Héctor Cozzi –hasta que fue depuesto sobre el final de su mandato y, en su lugar, asumió el presidente del Concejo, compañero del mismo partido– y, para el arribo de Kirchner, el intendente era Alberto Balestrini. Entiendo que correr a Cristina con el PJ es de pelotudos, dado que se la pasa puteando al oficialismo de los noventas del que ella formó parte, pero ya que no habían pasado ni cinco minutos de unas palabras de cariño hacia Balestrini, podría haber aflojado un cachito.

A pesar de todo no pierdo la capacidad de asombro, ni Cristina la de irse a la banquina. Cuando afirmó que con las políticas hídricas del kirchnerismo “inundaron la provincia y el país a lo largo y a lo ancho”, quedé más helado que ciudadano de La Plata en la madrugada del 2 de abril de 2013. Cebada, la Presi les pidió a los asistentes que, cuando les digan que van a los actos “por el micro y el chori”, respondan que en realidad van por las obras y el trabajo. Si eso no es blanquear el asistencialismo clientelista, no sé qué sí lo será.

Enojada con la vida, cargó contra “los que se olvidaron de dónde vienen” y le dicen que no, que no está todo bien. El problemita es que eso de putear a los sindicalistas y trabajadores del transporte cuando, según su propia boca, su madre fue delegada gremial y su padre colectivero, no le hizo justicia a lo de no olvidarse de los orígenes. Mucho menos si recordamos que los sindicatos que pararon son, en su mayoría, de bandera peronista. Por culpa de dar vuelta la tostada y apoyarla con la manteca para abajo, podríamos seguir con todo su currículo que no nos quedaría una persona que se haya cruzado con ella o su marido y no diga “cómo te me diste vuelta, mamu”.

Por suerte aclaró que no estaba enojada, dado que tenía la certeza de los números dibujados en el aire de que “si hubiera habido trenes, si hubiera habido subtes, si no hubiera habido huelga de transportes, como lo que realmente fue, una huelga de transporte, no hubiera habido paro general, lo sabemos todos, lo saben todos, hubieran ido todos a trabajar”. Mientras demostraba que tiene problemas para manejar los condicionales de la lengua castellana, pudimos comprobar que no tendrán los números de la pobreza, pero de la nada pueden deducir cuántos querrían ir a laburar.

A continuación, la que se cagó de risa de la forma de hablar de los chinos en medio de una visita protocolar, le pidió a las autoridades de la colectividad judía que hagan algo en contra de Luis Barrionuevo, que le dijo “rusito” a Kicillof. Parece que cada tanto caía en la cuenta de que estaba en una cadena nacional y volvía a la inauguración de las cloacas, tirando palos a los municipios opositores y felicitándose a sí misma por las obras en Ituzaingó, donde en 2003 ”tenían 43 y hoy tienen 102.758: o sea, mil veces”. No, la matemática tampoco es lo suyo.

De ahí en más, el discurso no paró de mejorar: dijo que el PROCREAR es para aquellos que no entraban en ningún plan y tampoco podían acceder al crédito hipotecario porque los bancos “te piden hasta el ADN” –como si no fuera responsabilidad de su patética política económica inflacionaria con joda financiera–, pidió que construyan un anfiteatro para ir a ver un concierto popular “al aire publico” y avisó que sacará a 700 gendarmes de las fronteras y las rutas de la Patria para bancarle la seguridad a Espinoza. El intendente, mientras tanto, usa los fondos públicos para hacer propaganda en la televisión…sobre su política de seguridad.

Rumbo a la nada argumental, la Presi volvió a recordar que se siente orgullosa de ser la mandataria del país con el mayor salario mínimo de toda latinoamérica –lo mismo dicen en Venezuela del de ellos mientras en Panamá se nos cagan de risa a los dos– y pidió a todos los argentinos que piensen en lo que estaba inaugurando a la hora de votar. Y por lo que se ve, tampoco se destacó en educación cívica, instrucción cívica, estudio de la realidad social argentina, formación ciudadana o como corno se llamara esa materia cuando le tocó ir al Misericordia de La Plata. Porque si el habitante de un lugar que tiene intendente y gobernador, tiene que agradecerle a la Presidenta de la Nación por una red de cloacas, es porque se volteó todo resorte de conocimiento sobre derechos y obligaciones de ciudadanos y gobernantes.

A la hora de votar, el ciudadano no tiene que recordar que tiene una cloaca gracias a la Presidenta, sino que tiene que saber de memoria cuáles son las obligaciones de un presidente, de un gobernador, de un legislador nacional, de un intendente, de un legislador provincial y de un concejal. Porque sabiendo esa diferencia, podrá reclamar a quién le toque, y agradecer –si tiene ganas de agradecer lo que deberían hacer por obligación, porque ése es su trabajo– a quien le corresponda. Deberían saber que la otra pata de ese desconocimiento –que no es privativo de la falta de educación, dado que muchos universitarios con tres posgrados también votan sin tener la más puta idea– es este Estado centralista que se cagó en el sistema federal, y en el que hay que agradecerle al que nos cobra el IVA y el impuesto a las Ganancias por las obras que deberían haber construído los que nos cobran la tasa municipal y los impuestos provinciales. Es este país en el que las provincias que mejor están son las que le chupan las medias al que esté sentado en la Rosada para que le construyan tres cuadras de asfalto a un municipio.

Un paro no se le niega a nadie. Más allá del derecho constitucional a la huelga, cualquier presidente que se precie de tal merece algunos paros. Ocurre desde siempre, para qué sorprenderse. Se comieron paros los radicales, los militares y hasta el mismísimo Juan Domingo. ¿Cómo no ser democráticos y clavarle una patriótica medida de fuerza a Cristina?

El drama no es que la Presi no entienda que el sillón de Rivadavia viene con dos programas sindicales adosados –un folleto para peronistas, un compendio para radicales– sino que la tiene clara. Su problema no pasa por ser tratada con igualdad, sino por todo lo contrario: a ella no se le hacen paros.

Propio de quien no quiere asumir que esto del amor y el desprecio son sentimientos inherentes a los seres humanos, que se desarrollan en base a historias personales, parámetros mentales y vivencias cotidianas, y no por imposición mediante decreto, Cristina colapsa cada vez que alguien le dice que no, que no tiene ganas de ir a su cumpleaños de quince, así se trate de ciudadanos comunes con sus propias banderas, o de un grupo de sindicalistas que “si sienten que tienen representación, que se presenten a elecciones”. Mamu, se presentan a elecciones ante sus laburantes y ésa es toda la representatividad que la ley les exige. Y si los que quieren ir a la huelga son laburantes del transporte es lógico que las calles se queden sin bondis, trenes y subtes. ¿O acaso también hay un manual de cómo ejercer el derecho a huelga y nadie nos avisó?

Todos, alguna vez, hemos tenido un motivo para no laburar que exceda la obvia preferencia de quedarnos en casa comiendo en la cama antes que ir a la oficina. Alguna vez nos tocó un sueldo de mierda, una patronal abusiva, condiciones edilicias paupérrimas, compañeros que cobran menos por igual tarea, compañeros que cobran más y no se les conoce la cara porque no tienen la delicadeza ni de pasar a retirar el recibo de sueldo, etcétera. Pero cuando son muchos los que coinciden en uno o varios puntos de queja, la huelga es lógica. Suponer que los empleados son amigos es torcer la realidad de las cosas que dicta que la relación es de intercambio contractual.

Ahora, cuando la huelga se la come el Gobierno, el tema es muchísimo más sencillo. No es difícil de entender: si el reclamo es por la situación económica, no nos podemos quejar con los marcianos; si la protesta es por la inseguridad, no podemos reclamarle a los duendes; y si la queja es por un impuesto aplicado por el Gobierno Nacional, se llame ganancias o inflación, está claro que no podemos putear a Dios, más allá del detalle de habernos hecho nacer en Argentina.

El resto es pucherear y demostrar que nunca se superaron algunos traumas infantiles.

Mercoledì. La Patria es el otro. No, usted no: el otro. No, ese otro tampoco. O sí, para ese otro que encuentre, si tiene alguna queja, la Patria será el otro, siempre y cuando no tenga otra queja, porque el otro es el otro que es Patria, y no el otro que por otro…

http://blogs.perfil.com/relatodelpresente/2015-04-01-3465-la-lastima-como-forma-de-gobierno/

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Stop. 2 de Julio dijo ?

---------- Mensaje unificado a las 14:07 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 14:03 ----------

Ufff… si, lo dijo :confused:

Si, escuche lo mismo de la presidenta malvinera. Una adelantada en todo sentido. Le falto contar que fue a pelear a las islas y rescato a muchos soldados heridos a los cuales curo con el amor del pueblo y la patria.

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Para elegir. El otro aniversario del 2 de abril.

Nuestra Noche más oscura

Hace un año La Plata se enfrentó a algo totalmente desconocido e imprevisible. Hubo errores humanos que fueron superados por la magnitud del desastre, por la falla de los sistemas que debían alertarnos, la carencia absoluta de un plan de contingencia más allá del voluntarismo de sus protagonistas. La inoperancia e inacción del Gobierno Provincial y Nacional y la maldad maquiavélica, el cinismo y la hipocresía de funcionarios como Daniel Scioli y Cristina Fernández que algún día deberán pagar por ello, además de otras miserias humanas que describiré más adelante.

Pero también la ciudad fue testigo de impresionantes actos de heroísmo cívico de gente común realizando actos extraordinarios que intentaré contar. De la conmovedora solidaridad de cientos de miles de argentinos, de platenses que salieron a las calles a ayudar, a llevar una vianda de comida caliente, abrigo o simplemente palabras de consuelo. Los que ayudaron a sus amigos o compañeros de trabajo y estudio a limpiar sus casas, los que prestaron dinero para recuperar sus muebles.

Estas líneas no pretenden tener valor periodístico. Como lamentablemente debo trabajar para mantener mi escandaloso nivel de vida, ahorraré tiempo evitando las citas y fuentes. Si a alguien le interesa algo en particular las buscaré y las pondré a disposición. Las grabaciones de audio a familiares de la gente que falleció ese día y que subiré fueron tomadas por mí.

En la Capital Federal, a las cuatro de la tarde de ése 2 de abril, se decía por un canal de televisión, que la tormenta que había azotado esa ciudad pasaría “cerca” de La Plata, restándole importancia al fenómeno meteorológico. A esa hora –sin embargo- ya se habían cortado las telecomunicaciones y la electricidad, y el agua comenzaba a entrar a torrentes a los hogares de miles de platenses. Habíamos quedado desconectados del mundo. Ni siquiera en la Capital Federal sabían qué estaba pasando a menos de 60 kilómetros.

En el informativo de las 19 de TN, un periodista mostró un mapa en el que se veía que la tormenta pasaría “paralela a La Plata, por el río”. En esos momentos ya habían caído en la ciudad 250 milímetros y estaba ocurriendo la peor tormenta de los últimos 10 mil años (por el nivel de recurrencia), según científicos de la Universidad Nacional de La Plata.

Esa tarde se desarrollaron en La Plata tres tormentas simultáneas, dos verticales y una horizontal. Al agua que caía en la ciudad se le sumaba la que se descargaba en el campo, en las afueras, pegado a la ruta 2, en la autopista a Mar del Plata. Esa masa de agua es la que entró, por la pendiente, al casco a más de 40 kilómetros por hora, formando corredorres en Avenida 32, diagonal 74, 51 y 51, en el arroyo El Gato, por El Regimiento que cruza el casco y se encuentra entubado y el Maldonado en la zona de Villa Elvira.

Aquel martes 2 de abril
El 2 de abril de 2013, el último día de un fin de semana largo, amaneció templado en la ciudad de La Plata. Sólo caía una lluvia tenue que se mantuvo desde las cuatro de la madrugada hasta las 11 de la mañana en que cesó. Si bien esa media mañana el cielo se encontraba nublado nada hacía prever el desastre que ocurriría ocho horas después.


Lluvia caída el 2 de abril

Hasta las nueve de la mañana habían caído 21 milímetros y a las 11 ya no llovía en ningún punto de la ciudad. Desde ese entonces hasta las cuatro de la tarde cayeron apenas 2.8 milímetros y una hora después tarde unos 38 más. Una cifra manejable por las condiciones de escurrimiento hídrico de la ciudad. Sin embargo ya había amplias zonas anegadas que mostraban dificultades en la absorción.

Cuando comenzaba a anochecer, entre las seis de la tarde y las ocho de la noche se desplomaron 225 milímetros y el agua corría a gran velocidad, como ríos, acomodándose a los cauces naturales de los arroyos que cruzan la ciudad.

Esa fuerza del agua, que circulaba por abajo, pegada a las calles y veredas, es decir, sobre los 40 o 50 centímetros de anegamiento, en algunas zonas, contrastaba con el espejo de agua que se encontraba quieto, pero por bajo corría a más de 40 kilómetros por hora. Así fue que arrastró a los vecinos que se encontraban caminando por la ciudad, tratando de llegar a sus casas o queriendo evacuarse.

Tal el caso que registré de los familiares de un vecino de calle 12 entre 37 y 38. Es el de un hombre que volvía en ambulancia de hacerse una sesión de diálisis. Como el chofer del móvil tenía miedo de quedarse empantanado, le ofreció bajar sobre la Plaza Belgrano y que caminara 60 metros hasta su casa. Eran aproximadamente las 19. El agua estaba calma, una vez que el vecino pisó suelo fue arrastrado por la corriente que no se veía en la superficie.

También ocurrió con una vecina de la zona de 17 y 45. La señora, mayor, puso sus papeles importantes en una bolsa de residuos, cargó su perrita y salió en la oscuridad. Fue arrastrada por el agua que corría por debajo. También falleció.

Cuánto llovió

Según el Departamento de Sismología e Información Meteorológica de la Facultad de Astronomía de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ese 2 de abril cayeron 392 milímetros de agua, más del doble de lo llovido el 11 de marzo de 1930, récord histórico hasta esta última tormenta. En dos horas, entre las 17 y las 19, cayeron 225 milímetros.

El informe destaca otros registros históricos de las mayores lluvias registradas en un período de 24 horas a partir de 1909. El 11 de marzo de 1930 cayeron 173,8 milímetros; el 18 de enero de 1910 cayeron 162,0 milímetros, mucho menos que los 392,2 contabilizados ese martes.

Para tener un valor de referencia, la media en La Plata para marzo, el mes más lluvioso, es de 111 milímetros. La tormenta cuadruplicó ese valor en un día. La caída de agua histórica para todo el Otoño (marzo, abril y mayo) promedia los 257.8 mm.

//youtu.be/mPLflJEEakE

Video tomado por un periodista de Cablevisión a dos
cuadras del canal la noche del 2 de abril

Los alertas que no funcionaron

Hacia las 15 de ese día, más de 120.000 usuarios de EDELAP se encontraban ya sin suministro eléctrico, la señal de la telefonía celular actuaba interminentemente y en amplias zonas de la ciudad directamente no funcionaba. Fenómeno que siguió durante varios días posteriores. De igual manera se interrumpió el servicio de la telefonía fija. Al carecer de suministro eléctrico no había conexión a Internet ni señal de televisión. Sólo las radios a pilas permitían recibir algo de información local aunque la mayoría de las emisoras locales estaban también desconectadas.

Un caso a destacar es el de la humilde radio FM Gonnet que transmitió durante esas horas manteniendo informados a los vecinos de la zona norte de la ciudad que desconocían el drama que estaba ocurriendo del otro lado del arroyo El Gato.

Cuando anocheció, en el peor momento de la tormenta, la ciudad se encontraba virtualmente desconectada del resto del país. Incluso dentro de la misma ciudad, barrios alejados del área más afectada y otros cercanos a ellas, no podían evaluar correctamente la situación al carecer de medios de comunicación.

Al punto que el miércoles 3 de abril, con media ciudad devastada, miles de platenses comenzaron el día de manera normal, muchos tomaron la autopista en la bajada de Punta Lara y en Villa Elisa sin dimensionar lo que ocurría. Se veía el agua correr por los arroyos y los campos pegados a la autovía anegados, pero no era posible entender el cuadro global. O se sorprendían de que no hubiera transporte público para ir a sus ocupaciones.

El último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitido respecto de la región del Gran La Plata se realizó en las primeras horas de ese 2 de abril, y no preveía mayores dificultades. Diez horas después, con la ciudad en el peor momento de su historia el SMN no informaba anormalidades.

Días después el director del SMN, Héctor Ciappesoni, admitió que por cuestiones técnicas de “incomunicación” con el radar de Ezeiza, ese organismo “no pudo dar el alerta a corto plazo” para advertir sobre la ferocidad del temporal que se precipitó en La Plata, y aseguró que de haber estado comunicados con el radar, habrían adelantado el fenómeno climático y su intensidad. Admitió que no tuvo esos datos desde las 5 de la mañana del día dos, hasta las ocho del miércoles tres de abril. “Tomamos conciencia del evento más tarde”, dijo.

Los alertas de la ciudad

En esas condiciones los teléfonos de asistencia de la Municipalidad de La Plata comenzaron a registrar los primeros alertas y pedidos de ayuda a las 15.03 de ese 2 de abril.

El alerta temprana de la ciudad actúa sobre diversas fuentes de información, la más importante en esa época eran los partes del Servicio Meteorológico Nacional que como se dijo, no estaba conectado ni brindando información desde 10 horas antes.

Los delegados municipales extendidos en los barrios de la ciudad constituyeron la información denominada “segura” en el protocolo de Emergencia. De igual manera se recibieron información del 0800 que constituyó información “posible” ya que requiere confirmación.

También se registraban datos objetivos desde el sistema de Monitoreo Público Urbano que detectó las primeras emergencias mediante sus cámaras de seguridad que se mantuvieron brindando información mientras el servicio eléctrico funcionó, luego, también la municipalidad se quedó sin datos.

Con los datos brindados por observadores territoriales, la municipalidad decretó el ALERTA NARANJA a las 16.10 del 2 de abril y se convocó al Comité de Emergencia Municipal.

El intendente municipal, Pablo Bruera, se encontraba de vacaciones por el fin de semana largo, en el sur de Brasil. También se encontraba fuera de la La Plata el gobernador Daniel Scioli y la mayoría de sus funcionarios. El día anterior se había conocido que Mauricio Macri y su jefe de gabinete, tampoco estaban en Buenos Aires. A diferencia de ellos, Bruera no tenía vuelo directo para regresar. Por eso lo hizo en las primeras horas de la mañana del 3 de abril. Tampoco lo tuvo el jefe de gabinete de la Ciudad Autónoma, Rodríguez Larreta quién volvió de Turquía tres días después.

Aun con su ausencia, según las actas a las que tuve acceso (y que tiene en su poder @relatodpresente, a las 17.40 ya se encontraba reunido el Comité de Emergencia y tras evaluar la información que se aportaba se declaró el ALERTA ROJA y se comunicó el nivel de catástrofe a los gobiernos Nacional y Provincial.

Cerca de las 18.30 se constituyen en el Comité autoridades provinciales del Ejecutivo bonaerense, Policía, Bomberos, militares del Regimiento 7 de Infantería y Defensa Civil, y cerca de la medianoche arriba el secretario de Seguridad de la Nación junto a personal del Ejército argentino y los ministros de Seguridad y de Desarrollo Social de la provincia.

En esos momentos, miles de platenses que habían trabajado en el feriado intentaban llegar a sus casas. Una alumna mía de la universidad, había salido a las 15 de su trabajo en el Burger King del centro platense para dirigirse a su casa en el barrio de Los Hornos. Tardó dos horas en llegar a Plaza Moreno, a nueve cuadras del local de comidas rápidas. Allí, según relata, el agua parecía un río de montaña corriendo por las calles 51 y 53, a los costados de la Catedral y otro río que bajaba por la diagonal 74 desde el Cementerio local. Avanzó nadando y agarrándose de picaportes y rejas unas 15 cuadras más hasta que, supone que cerca de las ocho de la noche decidió volver dejándose llevar por la corriente.

Ya en el centro se dirigió a la casa de un tío para pedirle pasar la noche allí. El hombre que estaba sin electricidad e incomunicado pensó que su sobrina se había peleado con sus padres. No creía ni podía entender lo que estaba ocurriendo a 20 cuadras de dónde se encontraba.


Los arroyos que cruzan la ciudad de La Plata

Incendio en Destilería

Con la ciudad a oscuras, sin comunicaciones, con miles de platenses arrinconados en sus casas o desguarnecidos en las calles, el incendio de la Destilería de YPF en la ciudad de Ensenada insumió la operación de 30 dotaciones de Bomberos de diversos lugares del gran Buenos Aires que se habían dirigido a La Plata para asistir en el rescate de los inundados.

Recién a partir de las cuatro de la mañana del 3 de abril, los hombres que habían trabajado durante ocho horas en la destilería, a pesar del cansancio, se sumaron al operativo de rescate de los vecinos de La Plata.

El agua que subía de nivel arrastraba en superficie combustibles que entraron en contacto con el fuego del horno catalítico de YPF produciendo un incendio que amenazaba con hacer explotar los tanques de miles de litros que se encontraban, los más cercanos, a 80 metros de distancia. Para entender la falta de información basta el comentario de que cientos de vecinos de la región se acercaron para ver el incendio.


Destilería de La Plata, delante del incendio los contenedores de gas

Allí, en medio del caos y el temor, un ingeniero de planta decidió accionar unas compuertas clandestinas construidas a principios de los años 80 en el canal que corre paralelamente a la Avenida del Petróleo y que a su vez conecta Berisso con la ciudad de La Plata. Esas compuertas, cuya existencia ha sido negada, pero que incluso el concuñado de una víctima que había trabajado en YPF hasta 1996 me refirió personalmente que existían, selló la salida del agua hacia el Río Santiago en Ensenada. Por eso el agua que bajaba por las avenidas se topó en la zona del Bosque, ahogando a cientos de animales del Zoológico local y causando al menos cinco víctimas fatales en la zona de 2 y 60.

Lo que llovió “salió de rango”
El ingeniero hidráulico Marcelo Rastelli de Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires estableció que la curva de recurrencia de la lluvia del 2 de abril se “salió de rango” era de más de 300 años. Por más de 300 años debe entenderse entre 301 o 700. “Es algo que no existe, la lluvia que se toma como patrón para hacer un desagüe tiene una recurrencia de dos años; la de una alcantarilla es de 10, la de un puente vial es de 50, y la de un puente ferroviario es de 100”.

“El estudio de la recurrencia, que sólo concibe determinar las tormentas esperables -esperables y concebibles-, no tiene más de un siglo en la Argentina, por lo que nadie puede saber si hace 5.000 años o 10.000 no hubo en el sitio que hoy llamamos La Plata una lluvia apocalíptica como la que tuvimos”, refiere Rastelli.

El rescate humanitario

Entre las primeras horas de la tarde del 2 de abril la municipalidad reunió y sacó a la calle a más de 400 agentes operativos en 84 vehículos. La desesperación hacía que no midieran que entrando a zonas inundadas los camiones se quedarían empantanados, cosa que ocurrió.

A medida que las horas pasaban se sumaron más trabajadores e inspectores hasta alcanzar, a las ocho de la mañana del 3 de abril casi 900 personas, 150 vehículos y 28 embarcaciones ligeras. Aunque es más que evidente que la Municipalidad no estaba preparada para asistir a cientos de miles de vecinos. Policía de la provincia, Prefectura Naval y otras fuerzas de Seguridad también fueron incorporando personal a medida que éstos podían salir de sus casas y acercarse a sus dependencias ya que el transporte público se encontraba paralizado. Parte del drama del rescate en las primeras horas fue que quienes debían participar de los operativos, también estaban inundados.


Villa Elvira, en la tarde del miércoles 3 de abril

Varias víctimas, según mis cuentas, al menos ocho, fallecieron tratando de llegar a las casas de sus familiares para verificar que ese encontraban bien. Tal el caso de un hombre que fue encontrado fallecido dentro de su auto en el distribuidor. En este caso hablé personalmente con la hija que vive en la zona de 2 y 57, y con un muchacho que estaba en su coche también en el distribuidor esperando que amaneciera. El joven contó que vio el auto que estaba a metros del suyo. Cuando comenzó a clarear la gente salió de los autos. Como de ése no salían se acercaron a ver y allí estaba, el hombre fallecido, creo que de hipotermia y la esposa desmayada. Aunque la hija, una abogada platense, cree que se ahogó ya que su madre contó que el agua se metió casi hasta el techo del vehículo, se supone que murió de un infarto.

En otras entregas contaré más casos recibidos de primera mano y subiré testimonios que grabé de familiares de fallecidos.

El día después

El amanecer del miércoles 3 de abril encuentra a miles de vecinos que pasaron esa noche en sus techos o cobijados en casas de familiares y amigos, atrapados en esquinas de la ciudad o estacionados en sitios altos como plazas y ramblas.

Con las primeras luces del día, La Plata luce un panorama desolador y se confirman los primeros fallecimientos de vecinos. Personal de Prefectura Naval, Ejército argentino, Defensa Civil y agentes de la Municipalidad continúan con las evacuaciones y ya se disponen de centros de asistencia integrados por ministerios provinciales, asistencia nacional y la estructura comunal.

Mientras aun se discutía en los medios de comunicación las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires, el país y parte de la propia ciudad comenzaba a enterarse de la devastadora tormenta que había azotado a La Plata. En esos momentos comienzan los primeros preparativos para el más impresionante rescate humanitario que haya registrado la Argentina.

Esa mañana aun permanecía cortado el acceso desde la zona norte al casco de la ciudad; Tolosa y Ringuelet aun estaban bajo el agua que no escurría hacia el río de la Plata, en parte, por el taponamiento del arroyo El Gato. La limpieza de ese arroyo, como del Maldonado y otros de la ciudad estaban en manos de la “Cooperativa Néstor Vive en nosotros”, según un acuerdo firmado por los ministros Julio de Vido y Alicia Kirchner por Nación y Alejandro Arlía, por parte de la provincia de Buenos Aires, por valor de $3.700.000 en 2012. Ya volveré sobre este tema.

Miles de platenses esperaban en los techos, desesperados, incomunicados, muertos de frío, la ayuda que no llegó. Un damnificado de Villa Elvira me contó que pasó la noche junto a dos vecinas en el techo de un baño de 1.20 x 1.20, de material ya que las casillas se las había llevado el agua. Para mantenerse de pie y no caerse por el frío y los calambres se ataron con los cinturones y pañuelos entre ellos. Hacia las nueve de la mañana escucharon el motor de una lancha y comenzaron a darse valor a los gritos, entre ellos y a otros vecinos que estaban en sus mismas condiciones. Cuando la lancha se acerca su motor queda enredado en un cable que se usaba de tendedero de ropa y se la lleva la correntada. Esa lancha apareció en el Río de la Plata, donde sus ocupantes fueron rescatados a la tarde. Eran bomberos de Zárate que habían llegado en la madrugada y venían de trabajar de la zona de la destilería de YPF.

Un muchacho, de apellido Ruíz, cuyo padre y sobrino luego cayeron del techo y se los llevó el agua, durante la noche en la zona de Villa Elvira, cuando la casilla de madera en la que vivían cedió a la presión del agua, me contó que le decía “papito aguantá, ya van a venir a ayudarnos”. Cuando finalmente pudo comunicarse al 911, cerca de las nueve de la mañana, la operadora le cortó la llamada diciéndole “ya van a ir, déjense de joder”. Estaban solos. Siempre lo estuvieron.


Bomberos y policías demoran el levantamientos de
cuerpos esperando la autorización del fiscal.

Hacia las 11 de la mañana del 3 de abril el silencio en el centro de la ciudad era ensordecedor. Ni una bocina, nadie hablando en voz alta. Silencio. A esa hora el ministro Ricardo Casal se reunió con la procuradora María del Carmen Falbo y acordaron que los cuerpos que se levantaran de la vía pública y se extrajeran de los domicilios particulares no serían denunciados como muertes dudosas para no recargar el trabajo de la Fiscalía de turno. Esa orden circuló mediante un radiograma a todas las comisarías de la ciudad.

Ahí comenzaba la faena del ocultamiento de la tragedia. Días después el propio gobernador Daniel Scioli daría por cerrada la lista de fallecidos.

La Década Nadada

Vivir en Argentina no es
para cualquiera. Pagar revalúos fiscales todos los años para que, por si fuera poco, te empomen mes a mes con la inflación, no es algo que se pueda tolerar fácilmente. Que tus impuestos no sirvan para otra cosa que para mantener a la Asociación Ilícita que detenta el poder, mientras vos tenés que hacerte cargo del resto, si te da el cuero, es algo que, seguramente, el Consejo Cardenalicio Vaticano tuvo en cuenta a la hora de elegir al nuevo Sumo Pontífice. Como si todo esto no alcanzara, una lluvia “imprevista” te libra a tu suerte.

No existen lluvias imprevistas. No son terremotos, son fenómenos meteorológicos que el ser humano estudia desde que se le ocurrió caminar en dos piernas. Lo que sí existe es la negligencia y el vaciamiento del Estado. Puedo discutir si La Plata necesita o no una mejora urgente en su sistema hídrico, si es tan excepcional la tormenta -nadie se plantea un sistema antisísmico en Buenos Aires, dado que hubo un sólo terremoto en siglos- pero no se pueden discutir otras cosas.

Si algo dejó al desnudo el desastre de las últimas horas, es que en este país no existe una contraprestación en ese bendito contrato social entre ciudadanos que ceden sus libertades a un Estado a cambio de que este lo proteja de sucesos en función del bienestar común. Acá se paga por educación en los impuestos, y por educación privada para suplir lo que el Estado se niega a garantizar. Se abona por salud, y al mismo tiempo se sacrifica buena parte del salario para tener una calidad de vida digna para los parámetros del siglo XXI, dado que el Estado tampoco puede garantizar que uno entre a un hospital por una gripe y no salga con una septicemia. También se paga para que el Estado garantice nuestra integridad física y patrimonial, pero al que le da el cuero, se banca un buen sistema de seguros, cámaras y vigilancia privada, y al que no, se despide de la familia hasta para ir al almacén a buscar cien de mortadela.

Hay cosas que, lamentablemente, no podemos financiar dos veces. Nadie puede tener su propio radar meteorológico en la terraza, ni mucho menos contar con una lancha de emergencia, un bombero en el garage, un bunker hidrífugo en el patio. Son cosas que no se piensan, porque para eso tenemos al Estado, para que se encargue de nuestra salud, mientras nosotros producimos para que el Estado exista.

Sin embargo, el kirchnerismo ha roto su propia marca. Antes estaba más que claro que si tenías plata, te educabas, te curabas y llegabas con vida a tu casa. El que no tenía dinero, en cambio, moría de pestes anacrónicas en la guardia de un hospital, aprendía lo que podía en el sistema de enseñanza pública y podía morir en manos de un fumapaco o estrolado en un tren yendo a laburar, o sea, vivir como pobre, morir de pobre. Hoy, en cambio, hemos girado a un nuevo paradigma igualitario. No importa tu poder adquisitivo, el Estado se encargará de que mueras del mismo modo que te trató en vida: por abandono. Y poco importa tu poder adquisitvo, podés palmar por un corchazo en la cabeza antes de que te pidan el auto, incinerado porque se incendió la casilla de cartón en la que vivías con tus seis hijos, sus parejas y sus propios vástagos; o porque alguien pensó que no, que no era necesario tener un sistema de contención de catástrofes, si acá nunca pasó nada trágico.

Un radar en Ezeiza no funciona. Ningún aparato estatal -sea Nación o Provincia- informa de la inminente tormenta ni aún cerca del desencadenamiento. Cuando quiere informarlo, ya no hay luz. La red de celulares, no existe. Y si existiera, los señores de ochenta años no son de andar boludeando en twitter. El agua los tapa, dos metros de mierda, líquidos extraños, ratas muertas, forros usados, pañales y botellas se te meten dentro de tu casa. Podrías morir ahogado en agua de lluvia, pero la municipalidad se encargó de que la reducción de basura consista en reducir la recolección. Si de pedo conseguiste pararte arriba de una mesita antes de que el agua termine de subir, te jodés: no tenés celulares que sirvan. Y aunque los tuvieras, el sistema de emergencias está colapsado. Si lograste sobrevivir -tenías un equipo de buceo a mano, por si las moscas- en cuanto el agua te bajó a la altura de las tetas, te sentís esperanzado en que te rescaten.

Escuchás un lanchón, ves a Berni cargando a una vieja. Se van las cámaras, se va Berni. Oís un helicóptero y pensás que no todo está perdido. Se llevan a la vieja de Cristina. Encontrás una radio a pilas que anda, la prendés y te anoticias de que la mierda no te tapó a vos primero por gorila, sino que media ciudad se encuentra bajo el agua. Un vecino pasa en busca de sobrevivientes remando arriba de un cartel de Bruera que sobró de la campaña de 2011. Le pedís que llame a los bomberos. Te dice que aguantes a que lleguen los voluntarios de San Francisco Solano, dado que se prendió fuego la refinería de YPF. En frente, ves que logran abrirle la puerta a don Cacho quien, muy relajado, sale haciendo la plancha boca abajo.

Te cansás de esperar, subís a la tabla de planchar, y decidís salvarte por tu cuenta. Mientras te preguntás si ese será el nuevo medio de transporte del que tanto habló el intendente, notás que saquean el supermercado del barrio. Justo pasa un cana flotando por razones físicas y te dice “pensar que querían que baje la panza”. Le seguís la charla como si estuvieras en la pileta del club, te enterás que hay más de cuatrocientos pedidos de averiguación de paradero y que, por orden de la Fiscalía n°12, cesaron en la práctica de autopsias. Desde la copa de un árbol, doña Irma te cuenta que el intendente estuvo la noche anterior recorriendo los refugios de evacuados, con lo que te surge la duda de si habrá firmado un convenio con la municipalidad de Río de Janeiro o se teletransportó. Tomasito, el nieto de doña Irma, pasa nadando con flotadores en los brazos, y le preguntás si se suspendieron las clases. Tomasito no sabe de qué le hablás.

Se escucha el ruido de un helicóptero y la gente rompe en llanto. Es ella, Cristina. Festejás que en Tolosa hay un desaparecido menos. La corriente ya te había depositado en un banquito de Plaza San Martín. Lográs acercarte a un móvil de TN y podés ver en pantalla a Cristina, con carita de circunstancia. Dice que ella sabe lo que es perder todo, porque cuando era chiquita se le inundó la casa. Te sentís esperanzado: podés llegar a ser multimillonario en un par de décadas. Scioli afirma que con la Presi discutieron cuál sería el orden de prioridades a adoptar. La culpa te invade por haber sido tan egoísta de pensar que la prioridad era garantizar la vida de los ciudadanos.

Empieza a caer la noche y el agua ya bajó lo suficiente como para hacer pie, por lo que decidís emprender la vuelta. Al llegar a tu hogar suponés que ya pasó la municipalidad y se tomaron el trabajo de llevarse todo lo que ya no servía. Tenés tus serias dudas, dado que dejaron los libros. Abajo de una pila de papeles húmedos, encontrás el teléfono y llamás a tu hijo de Buenos Aires para avisarle que estás bien. Suena el tono y boludeás con los papeles. Encontrás un folleto de Scioli Gobernador en el que aparece un hospital de niños inundado de naranjas y pensás “cerca”. Tu pibe te atiende y te cuenta que en ningún momento se preocupó, dado que en La Plata no tienen la desgracia de vivir con Macri de Jefe de Gobierno. Volvés al supermercado a comprar velas, esquivás a la gente que se lleva lo que tiene a su alcance de prepo y el cajero te pide cincuenta pesos por cuatro pedazos de parafina con mecha. Por un instante pensás que se merece el saqueo, mientras sacás el único billete seco que te quedó. No te lo acepta, es un Evita.

Decidido a mandar todo a la mierda, buscás lo que quedó del nuevo DNI a prueba de agua, y te tomás el palo, en busca de algún amigo suertudo que te de cobijo por una noche. Llegás, te das una ducha, te ponés a mirar el noticiero y ves que el intendente llegó de Brasil por la mañana, que Scioli protegió a Cristina, que Cristina minimizó los daños y que los que más hicieron por los vecinos fueron los propios vecinos.

Y así, mientras aguardás que algún funcionario afirme que si La Plata fuera una ciudad fantasma, no habría tantos muertos, notás que vivís defendiéndote por tu cuenta y con temor a las lluvias, te sentís en el paleolítico y tomás conciencia de que nada, absolutamente nada, detiene una campaña electoral. Finalmente, te vas a dormir en una colchoneta, con la incógnita de no saber a qué se referirá la Presi cada vez que habla de “la década ganada”, aunque algo intuís.

Miércoles 3 de abril. Aún no entiendo cómo en el kirchnerismo no lanzaron la agrupación “La Lázaro Costa”.

http://blogs.perfil.com/relatodelpresente/2013-04-03-15-la-decada-nadada/

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“nestor vive en nosotros”

En vos vive Brazzers, japa brava

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El amor vence al odio. Y la corrupción vence al país.

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Estas enojada Piguyina querida.