Cuarenta días de pacto Obama-Putin ¿Adónde va Siria?
Estados Unidos, con el aval de Rusia, viene implementando un operativo escrupuloso para asegurar el desarme químico de Siria (The New York Times, 5/10). A principios de noviembre, está previsto destruir los equipos para producir químicos y llenar cabezas de misiles y bombas con gas venenoso. Las armas serán destruidas “en los lugares donde se encuentran o en lugares cercanos dentro de Siria” (ídem). La pieza central del desarme sería un sistema móvil y sofisticado, desarrollado por el Pentágono, que se instalaría probablemente fuera de Siria, con un carácter permanente.
Conferencia internacional
Entre tanto, Kerry y Lavrov -cancilleres estadounidense y ruso, respectivamente- vienen aceitando los preparativos para una conferencia internacional, con el objetivo de poner en pie “un gobierno de transición en Siria” (The Guardian, 5/10). Lavrov afirmó que el gobierno sirio ha aceptado participar y urgió a Estados Unidos a comprometer la asistencia de los rebeldes, luego de filtrar sus corrientes. La conferencia, prevista para mediados de noviembre, apuntaría a una transición controlada bajo la tutela del imperialismo. Ello no sólo implicaría el alejamiento de Assad, sino también un fuerte filtro de las corrientes rebeldes. El secretario general de las Naciones Unidas acaba de declarar que “la oposición debería estar representada por una única delegación (…) de adentro y de afuera “(Al Monitor, 6/10). La Casa Blanca buscaría apuntalar a la Coalición Nacional Siria, cuya expresión militar es el Ejercito Libre Sirio.
Egipto, Israel e Irán
En Egipto se refuerza la represión de los militares contra los Hermanos Musulmanes. El sionismo se ha sumado al apoyo al acuerdo. “Israel está satisfecho con el acuerdo y está constatando progresos en su implementación: la lista de lugares donde están ubicados los arsenales químicos que suministró Asad, resultó genuina” (ídem).
La prensa internacional ha destacado que Israel ha tenido una participación activa en las negociaciones a favor de un acuerdo en el conflicto sirio desde principios de año. Para los sionistas, “deberían convocarse elecciones generales en 2014, en las que Assad no debería correr. Entretanto, un gobierno de transición debería ser puesto en pie con representantes de todas las partes, incluido el actual régimen, pero excluyendo a sus miembros más comprometidos con la represión” (ídem). Para esta transición, sonaba el nombre de Farouk al Sharra -el vicepresidente bajo arresto domiciliario. Este proyecto ha vuelto a reactivarse en el marco del pacto entre Washington y Moscú.
Este rumbo contaría también con una mirada favorable de Irán. Teherán “encara la posibilidad de una transición en Damasco sin el presidente Al Assad” (Le Monde Diplomatique – Argentina, octubre 2013). Irán “viene entablando un diálogo con la oposición siria y se dedica a oficiar de mediador” (ídem).