Córdoba, 04 de diciembre de 2013.
Querida Nenu:
Te escribo estas líneas en una escala monocromática, que es como me dejó la trasnoche… que me dura aún siendo las 11:16 am.Me alegra mucho saberte en París, pero creo que como buena hija adoptiva de nuestra Córdoba tan linda, tenés que anoticiarte de algo muy importante: HAY UNA GUERRA DE COLORES.
Desde hace unas densas horas, hay disputas entre el AZUL policial que se encuartela, casi esperando la llegada del VERDE militar para decirles “hijitos, así no se hace”. Claro que todo esto tiene que ver con una lucha permanente e inacabable entre los TONOS OSCUROS de Cristina con los TONOS TURBIOS de De La Sota, que en sus tinieblas se parecen, dejando que “el pueblo” se divida, califique, embarre, asalte, corrompa, violente, con una simplísima supuesta división entre los NEGROS de mierda y los BLANCOS oligarcas. Me pregunto dónde están los GRISES de la piel y el alma.
Además, hay otra paradoja de esta paleta de colores: mientras vos bicicleteás el frío PLATEADO parisino, nosotros con un DORADO como pocos, recibimos la luz penetrante (como nunca) de un sol cálido y fuerte, que destaca los litros ROJOS derramados en las calles… desoladas.
No sé qué pasará en tu regreso de aquí a tres meses. Mientras, espero que los argentinos aprendamos a armar una paleta que incluya, sin diluir, sin someter, sin excluir, todos y cada uno de los tonos que tiene nuestro lindo paisaje nacional.
PAZ.
Te quiero,
Gra.
Esta es una carta que le escribió la madre a una amiga que está en una pasantía en París, me parecio fantástica, al menos expresa lo que siento, sin tintes políticos ni defensas sin razón.