Feliz aniversario de la gloria eterna gente!
Aguante River !!
Te querés matar, bostero la concha bien de tu madre
Feliz aniversario de la gloria eterna gente!
Aguante River !!
Te querés matar, bostero la concha bien de tu madre
Julian al trotecito ahi no mas de Jara. Si le sumas la que erra cuando se rompe todo gago…
Todo mal hizo river despues del gol de juanfer. Salio bien de pedo
Feliz aniversario boca mi puta loca.
Te voy a hacer bullying toda la vida, roñoso
Gracias Wagner querido! Si, un privilegiado. Mi cumpleaños hace 6 años era una moneda al aire, o era el mejor día de mi vida desde ese día y hasta la eternidad o era no festejar mas mi cumpleaños
Gracias a Dios salió bien y ahora festejo doble jaja.
Feliz aniversario de la muerte de nuestro enemigo, y lo mas lindo… los matamos nosotros!
Aun hoy se me eriza la piel al pensar en aquel dia, pase por todos los estados de emociones y de animo que pueda sentir un ser humano… en el ET perdí la orientación de tiempo y espacio por unos instantes kjj
¿Qué podemos decir que no hayamos dicho ya de esta final? Pasaron tantas cosas desde que logramos esa clasificación heroica ante Grêmio… Voy a tratar de poner unas cuantas de las que me acuerdo
Demasiado tarde. Ya comentaron en ese thread.
Cuando hablamos de gente a la que este día la cambió para siempre, nos referimos a este tipo. Nunca jamás de los jamases volvió a ser el mismo.
El día más feliz de mi vida, feliz aniversario gordos
Confieso que el tercer gol es quizá el que menos grité vs Boca en toda mi vida. Incluso no lo grité. Estaba de rodillas frente al tv comiéndome hasta el alma, y cuando Quintero se la tiró a Martínez me paré y empecé a gritar y llorar. Antes que el Pity la empuje al gol, caigo al suelo. Luego viene mi madre, que estaba en su habitación -los nervios le impidieron ver el tiempo extra- y nos abrazamos. Sentí también, un momento antes, el abrazo de mi padre. Por Dios, extraño a mi padre.
La noche anterior al 9 de diciembre -imposible dormir- me la pasé recordando todo lo que vivimos juntos con River. Pasaron muchas cosas, y estuvimos en las buenas, en las malas y en las muy malas. Nos divertimos, en mis comienzos de hincha, mirando al Conejo y al Payasito. Enloquecimos con la vaselina de Rojas en cancha de ellos; vimos como treinta goles de Ortega definiendo por encima de los arqueros. Lloramos en el 2004. Sentimos que moríamos en el 2011, pero estábamos vivos, más vivos que nunca, porque nos hicimos todavía más hinchas. Y si de verdad morimos, un año después pudimos resucitar con total grandeza. Y después gritamos el gol de Funes Mori, el gol que marca quizá el primer capítulo de la era gloriosa de River, esa que no pude vivir con vos. Pero tuvimos la ¿suerte?, en los momentos más difíciles, cuando la enfermedad arrasaba, de dar nuestra última vuelta olímpica alrededor de la mesa del comedor. Y estabas muy contento, porque lo esperabas más que nadie, como si supieras que esa sería la última. “¿Saldremos campeones, juancito?”, me decías todos los domingos. Y después de esperarlo durante tantos años, se nos dio. Y fue, creo, tristemente feliz. Sí, fue la última.
Lloré mucho el primer día. También el segundo. Y el tercero. Y todas las noches cuando no puedo dormir. Te fuiste un jueves, justo el jueves anterior al del Superclásico. Nunca voy a olvidar cuando Gallardo mandó a Pezzella de 9 y se lo empatamos sobre la hora. Es preciso hacer aquí una pausa, puesto que en ese momento me di cuenta de algo: estabas ahí, y siempre ibas a estar conmigo, porque empezaba a encontrarte en ese y en cada gol de River. Por eso después te vi cuando Pisculichi la clavó al palo derecho de Orión y los dejamos afuera. Te abracé fuerte cuando pateamos el penal con el uruguayo para eliminarlos de nuevo; te abracé otras tres veces en Brasil, en aquel recordado partido contra Cruzeiro. Y en Paraguay nos volvimos a encontrar tras la definición de Alario por arriba del arquero. Estuviste también, por supuesto, en la final contra los mexicanos. Pero nunca te sentí tanto como aquel 9 de diciembre de 2018. Aunque te veía algo borroso, ¿sabés?, porque las lágrimas no me dejaban ver tanto después del tercer gol. Y entonces los capitanes y Gallardo levantan la copa, la Libertadores, la que tanto soñamos. Y la levantamos con ellos. Y te extraño y tengo mucha bronca. Pero River está dando la vuelta en Madrid y te veo de nuevo, entre toda esa gente que grita “dale campeón… dale campeón…”. Solo un poco, porque ya te vas. Porque mientras me levanto del piso, cuando todo parece ya haber concluido, te vas alejando poco a poco, siempre envuelto en una bandera blanca con una franja roja en diagonal que te cruza el alma. De a poco la luz se apaga. Definitivamente no te veo. Te fuiste, finalmente. Y ahí quedo, festejando la victoria más grande de nuestra vida sin vos, el hombre que me hizo hincha de River. Aprieto los puños bien fuertes, miro la televisión y me uno al grito de la hinchada más fiel. Quizá lo hago llorando. De repente viene mamá, que también llora porque seguramente también te encontró. Adiós, papá. Nos vemos en el próximo gol de River.
No me lo contaron, lo vi con mis propios ojos y quizás la única prueba de esto la tenemos los del forito, la pantalla en Madrid diciéndole al mundo que la copa la había ganado voke, todo preparado tenían los hijos de puta estos. No dejemos morir nunca esta foto.
Cómo pasa el tiempo.
La calentura que me agarró con el penal no cobrado de Andrada a Pratto, que apague el televisor.
No hay que quedarse en el recuerdo con ésto, sino con el recuerdo, e ir por más.
Julián Álvarez no llegaba ni a 5 partidos en Primera.
Feliz navidad riverplatense!
El m4s grande de la historia
La pase realmente como el orto, pero como no voy a querer volver a levantarme ese 9 de diciembre, gracias viejo por ponerme el manto sagrado.
A ganar la Copa el año que viene muchachos.
Hoy se cumplen 6 años del día que Pavón demostró ser más hincha de River que Labruna.
El último y mejor momento de River que pude vivir con mí viejo
Feliz aniversario gente! Fuimos los hinchas mas felices del mundo. Gracias River