Se puede ser mucho más exigente desde la presencia que desde la ausencia. Muchos se reían de la supuesta amargura de los hinchas de CAI, cuando por ejemplo le tiraban inyecciones con sangre a sus jugadores o iban con banderas de repudio a los entrenamientos. Eso era lo que masivamente teníamos que haber hecho para contribuir a la causa.
Por supuesto que quizás no hubiésemos cambiado el rumbo de los resultados, o si, pero eso era secundario, lo importante era mostrar una capacidad de reacción de una vez por todas que nunca llegó desde el grueso de la gente.
Después, se hacía muy complicado aplicar exigencia a planteles de bajísima jerarquía y capacidad. Qué más podíamos pedirle a Cabral y Sánchez si no les da?? El único repudio posible era el insulto masivo, que tampoco se hizo presente, pero sabiendo tambien en nuestros interiores que si el suplente era Gerlo la ecuación no iba a cambiar mucho.
Uno como hincha/espectador tambien tiene que estudiar el contexto en el que se esta viviendo. Yo más de una vez aplaudí a Ferrero (defensor que en otra época de River no formaba parte ni de la reserva) porque comprendía que se desempeñaba en la cancha como el contexto lo ameritaba, sabiendo que a pesar de sus limitaciones estaba dejando todo en un momento muy difícil, y que más no podía exigirle. Y no por esto me olvidaré de lo que fueron Salas o Francescoli, palabras mayores en todo concepto futbolítico sin lugar a dudas. En este punto es donde encuentro más discrepancias con el sentido del tema.
No soy devoto de los extremos, y tampoco creo que el sentido primordial del thread sea generar divisiones entre los hinchas, sino dejar en claro una idiosincracia que nunca debimos haber perdido ni dejado en la mesa ratona, y aca es donde más de acuerdo estoy con lo que se pone sobre la mesa de discusión en el tema.
El famoso “para ser campeón, hoy hay que ganar” del pasado torneo en cancha de CAI, o en el entretiempo del partido con Godoy Cruz mientras Vélez perdía de local con Quilmes, es la muestra más fehaciente de que el grueso del hincha de River ya no es lo que era. Fuimos exigentes en una causa que no lo ameritaba, y cuando realmente debimos inculcar exigencias lo que hicimos fue apoyar con los ojos cerrados sin medir las consecuencias.
Recuperar esa singularidad y peculiaridad que tanto nos ha caracterizado tambien es parte de nuestra reestructuración/refundación como club…