Les paso el trabajo final que hice para una materia, ayer medio a los topetazos jaja, menciono al Rincón y a algunos de ustedes.
Enjoy :mrgreen:
[SPOILER]La lucha por el sentido en los clubes: el descenso de River Plate
Identidad en el fútbol argentino. Los clubes de fútbol.
Defino “hincha” de fútbol al simpatizante de determinado club que acude al estadio a ver y seguir a su equipo, aquel que participe de los eventos deportivos que se realizan en el club, como espectador, y a la vez motivado desde emocional a partir de un lazo afectivo que lo une con el club en cuestión. La pregunta es: ¿El hincha forma parte de un colectivo mayor, homogéneo? ¿Podemos encontrar líneas de continuidad en el comportamiento de los hinchas de los diversos clubes? ¿Son todos iguales? ¿Existe la identidad en cada uno de los equipos que conforman el fútbol argentino?
Grimson plantea (citando a Hannerz) que la cultura “es un sistema de significados diferente en cada grupo”. Discute con esta afirmación alegando que, aunque existe un amplio acuerdo acerca de que los humanos somos seres culturales, es difícil considerar que cada uno pertenece a una cultura específica, separada de todas las demás. Esta suposición, según el autor, se vincula más con la intención de producir una identidad o una alteridad cristalizada y no logra describir la compleja y cambiante realidad. Por otro lado, afirma que se puede constatar la existencia de una amplia heterogeneidad de costumbres o prácticas cotidianas. Los elementos culturales no están aleatoriamente distribuidos entre los seres humanos, ni tenemos tantos universos simbólicos como personas. La dimensión “cultura” como la de los significados y las prácticas adquiridas en la vida social muestra el potencial de la diversidad humana y sirve para comprender cómo condiciones diferentes pueden conducir a cambios mayores o menores en el tiempo, a fronteras más o menos borrosas, y a distintas variaciones en mayor o menor grado de cualquiera que sea la unidad de la población que consideremos.
Cada club surge en un contexto distinto, nace en una determinada ciudad, pueblo o barrio, tiene una historia diferente a la de los demás, tienen diferentes niveles de popularidad, posee distintas significaciones. Por esto, podemos decir que sí existe por lo menos un principio de identificación que comparten los “hinchas” de un mismo club y distingue a unos de otros, por supuesto, mostrando ambivalencias y puntos de diferenciación internos. Este hecho nos puede resultar fundamental para analizar la actualidad de River: un club que está atravesado por diferentes intereses políticos y económicos, y que se encuentra en un período de crisis (a nivel político, deportivo y económico), como muchos clubes de los que integran la Asociación del Fútbol Argentino. Como plantea Grimson, “La cuestión de la fabricación de significados es central para el análisis del poder y sus efectos. Justamente, porque la identidad “integra” allí donde la cultura, más que un sistema integrado, es una combinación peculiar. Así, aunque ya no podamos (si es que alguna vez debimos) distinguir conjuntos consistentes y estáticos, la asunción fundamental es que la gente siempre busca hacer sentido de sus vidas, siempre fabrica tramas de significados y lo hace de maneras diversas (Ortner, 2005).” La importancia de poder vislumbrar la construcción de significados nos permitirá identificar los mecanismos de lucha por el poder, de ocultamiento de ciertas voces funcional a determinados intereses que se esconden detrás de los poderes que conforman el mundo del fútbol, por eso se buscará encontrar una identidad “tradicional”, forjada en los años de historia del club, en contraste con otra impuesta desde adentro y desde afuera del ámbito del club, que está ganando terreno en los últimos años, y en la que nos detendremos más adelante.
Es decir, si bien no vamos a poder acercarnos a una idea totalizadora de lo que se denomina a veces, entre los hinchas, “identidad riverplatense”, ya que es un club que alberga simpatizantes de toda índole, origen, clase social y procedencia, a lo largo y ancho del país, e incluso en el extranjero; sí podemos definir una serie de características identitarias del hincha de River. Tomaré en cuenta la historia del club, el comportamiento durante el espectáculo deportivo, las declaraciones de los hinchas y los jugadores, los que llegaban con una oportunidad para jugar y mostrarse en este club; y luego las contrastaré con una nueva serie de “valores” que irrumpieron en la escena a partir de la crisis que atraviesa el club. Esta tiene sus inicios es las dirigencias ineficientes y corruptas que gestionan el club desde hace más de veinte años, y se manifestaron a partir de una serie de fracasos deportivos que empezaron a producirse en la década pasada y culminaron con el descenso y la pérdida de categoría del quipo de fútbol.
La Triple G. Ganar, Gustar, Golear
El Club Atlético River Plate (CARP) fue fundado en el año 1901, en el barrio de la Boca, a partir de la fusión de los equipos, rivales entre sí, “Santa Rosa y “La Rosales”, con el objetivo de ganar mayor peso deportivo. En el año 1921 se muda el estadio hacia la esquina de Alvear y Tagle, hasta establecerse en el barrio de Núñez, en el estadio que hoy conocemos como Monumental, pero, en realidad, lleva el nombre de su fundador, Antonio Vespucio Liberti, en el año 1938. En el año 1932 adquiere el apodo de “Los Millonarios” a causa de la compra del jugador Bernabé Ferreyra al Club Atlético Tigre en la suma de treinta y cinco mil pesos, suma excesiva para la época. En la década del 40 River Plate se consolida como un equipo ganador, exhibiendo en su lista titular jugadores reconocidos hasta el día de hoy como Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera, José Manuel “el Charro” Moreno y Ángel Amadeo Labruna. Para ese entonces, Liberti sentenciaba: “No podemos comprar jugadores baratos porque somos como el teatro Colon: no canta cualquiera." Es decir, el club se conforma a nivel futbolístico como exhibiendo siempre equipos ganadores, de alta cotización en el mercado, en el que únicamente pueden jugar los que estén más capacitados, los que puedan ofrecer un espectáculo atractivo al público.
La historia de River se construye sobre el culto al “buen juego”; el “hincha”, a partir de los años 30, se acostumbra a disfrutar de jugadores talentosos en el equipo. El 25 de mayo de este año el club cumplió 110 años de historia, en los que cosecha 33 torneos locales ganados, siendo el equipo más ganador a nivel local del fútbol argentino, 2 copas Libertadores, una Intercontinental y una Supercopa. Hace diez años se auto-proclamó “Campeón del Siglo” por hacer obtenido la mayor cantidad de títulos en el fútbol argentino (hasta ese entonces).
En esta línea se conformó entonces la identidad del hincha de River, se prioriza el buen desempeño futbolístico, con respecto al desempeño de “la hinchada”. Es decir, lo importante es que el equipo gane, y si es posible que juegue bien, y el “deber” del “hincha” es “exigir”, manifestar su descontento cuando el equipo juega mal, y aplaudir y ovacionar cuando muestra un buen desempeño. De la platea General San Martín, que alberga a una gran cantidad de socios del club, cuelga una bandera donde se lee “La triple G: ganar, gustar, golear” el principio fundante del juego que ofrece el equipo de la banda roja. Ya lo decía el ex director técnico Adolfo Moguilevsky, conocido por su apodo “Didí”, “Cada hincha tiene sus cosas, ¿no? Bien: el hincha de River siempre prefiere el fútbol con alegria.” También el ex jugador Daniel Onega, en una de sus frases más conocidas, manifestaba “En River no sólo te enseñan a ganar, también te enseñan a jugar bien al fútbol”. Por su parte, Enzo Francescolli, otro jugador importante por ser uno de los máximos goleadores de la historia del club, con 183 goles, llegó al club en 1983 declarando: “Yo quiero jugar en River, es una gran oportunidad para mí. Y espero no desaprovecharla. Todos saben el nombre que tiene River internacionalmente. Y yo sé que se trata de un club elegante, cuya hinchada admite únicamente al que sabe jugar, que tiene un estilo definido, que siempre se destaca por su buen fútbol. Por eso me tengo fe. Creo que mi estilo andaría bien en River Plate.” Norberto Alonso, otro de los máximos exponentes del estilo “riverplatense”, en una nota con la revista El Gráfico, correspondiente al 20 de agosto de 1975, comentó: “Siempre se esperan con inquietud los primeros partidos, porque ellos son los que deciden a la gente. Si se gana, poco a poco el apoyo va siendo cada vez más grande. Y si en cambio viene la mala, no sólo dejan de ir a la cancha, sino que el aliento se va transformando en silbidos”.
Otro elemento a destacar en la identidad del hincha del CARP es la diferenciación y contraste con su eterno rival, el Club Atlético Boca Juniors. Se intenta definir al hincha de Boca como “hincha de la hinchada” (esto está plasmado en la canción de Ignacio Copani “La Banda Toca” en la frase “Soy millonario por las glorias alcanzadas, no como otros que son hinchas de su hinchada”, que alude a los simpatizantes de Boca. De la misma manera, los hinchas de Boca le adjudican a River una visión “fría” del fútbol, se los acusa de “amargos” por no entender la pasión que se tiene que manifestar “en las buenas y en las malas”. Como señala la canción con la que el público “boquense” recibe al equipo, en referencia a los simpatizantes de River: “Las gallinas son así, las más amargas de la Argentina, cuando no salen campeón, esas tribunas están vacías. Yo soy de Boca señor, cantemos todos con alegría, aunque no salgas campeón, el sentimiento no se termina.”
El vaciamiento, el descenso y la pérdida de identidad.
Diferentes niveles de penetración ideológica van a recaer y afectar la identidad del hincha del CARP. Por empezar, la decadencia deportiva e institucional que comenzó a partir del año 2000, a causa principalmente del endeudamiento de la década anterior, durante las presidencias de David Pintado y Alfredo Davicce, en donde se hicieron numerosas transferencias millonarias como la de Hernán Crespo al Parma de Italia y Ariel Ortega al Valencia FC, además de la venta récord para ese entonces de Javier Saviola al Barcelona de España por 22 millones de dólares. Una mala administración de los recursos provocó que, a pesar de haber realizado esas transferencias, River se encontraba con un pasivo superior a los 30 millones de dólares. En el 2001, asume la presidencia del club José María Aguilar, promulgando mayor transparencia en la gestión y un manejo razonable de los recursos. Pero el pasivo aumentó y las sospechas de corrupción eran cada vez mayores. El punto cúlmine fue durante el escándalo con el club suizo Locarno FC, al que los dirigentes de River, a pesar de las duras acusaciones por parte de un sector de la oposición y algunos hinchas y socios del club, vendieron los derechos federativos de Higuaín, Belluschi, Fernández, Musacchio y Antonio, todos jugadores “promesa” de River, en el que el club vendía porcentajes de los juveniles, que todavía no cotizaban su potencial valor porque recién habían debutado en primera.
En este contexto, comienza la debacle deportiva a partir de una serie de eliminaciones de la Copa Libertadores que generaron disconformidad en los hinchas. La última se produjo en el 2008 contra el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Durante el mismo semestre, River obtiene su último campeonato. Al siguiente, obtiene el último lugar en la tabla de posiciones. En el 2009 se elige nuevamente presidente, y una gran cantidad de socios se acerca a votar (diez mil aproximadamente, elección récord en asistencia). Se elige al ex jugador Daniel Alberto Passarella, que no logra frenar el pasivo, recuperar la confianza institucional, y tampoco contrarrestar la caída a nivel futbolístico, por lo que River desciende a la categoría del Nacional B el día 26 de junio de 2011.
En este contexto, diversas categorías nuevas se apoderan del discurso del hincha. Podemos introducir el concepto de “estatismo” de Guha, que define una ideología que asume la función de elegir por nosotros, y para nosotros, determinados acontecimientos como “históricos”, implica aceptación y defensa del orden establecido. “La voz dominante del estatismo ahoga el sonido de una miríada de protagonistas que hablan en voz baja y nos incapacita para escuchar estas voces que tienen otras historias que explicarnos, que por su complejidad resultan incompatibles con los modos simplificadores del discurso ‘estatista’.” Podemos hablar de varios niveles desde donde empieza a bajar un discurso nuevo, funcional al vaciamiento económico, político y deportivo del club, basado en valores completamente desconocidos o rechazados anteriormente por los hinchas de River, como “el aguante”, “en las buenas y en las malas”, “aunque ganes o aunque pierdas”, “jugando bien o jugando mal”, que postula la lealtad, el apoyo incondicional, sin importar el resultado o el estilo de juego. Fue importante el papel de la “barra brava” (Los Borrachos del Tablón), el periodismo y los medios de comunicación, los dirigentes y los más importantes interlocutores: los jugadores y el director técnico.
La barra brava de River fue protagonista de diversos escándalos a lo largo de los últimos veinte años. Entre los más salientes encontramos una pelea con armas de fuego en “los quinchos” (lugar al que asisten los socios), y el asesinato del miembro de la barra Gonzalo Acro. Además de las disputas internas que muestran la participación de la barra en la vida política del club, que tuvo más participación durante el mandato de Aguilar, la barra posee la capacidad de hegemonizar el discurso de los hinchas, ya que conserva el monopolio de la palabra, es decir, es la única que puede hacer las canciones, o los “cánticos” con los que se “alienta” al equipo. A partir de la decadencia deportiva, la barra empieza a crear cánticos que tienden a “apoyar” y no exigir, a “tirar todos para el mismo lado”, dando la idea de que dirigentes, hinchas y jugadores tienen la misma responsabilidad, y el papel del hincha es alentar. Si falla en esa función, puede perjudicar a River. La canción más representativa es una que fue inventada por la barra el año pasado, que festeja la gran convocatoria que tiene River en “las malas”; “No alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas, les demostramos lo que es River en las malas”, o el más reciente “hit”: “Y vamos, vamos, vamos River Plate, yo te alentaba sin saber por qué, ahora sé, me c… un huevo la B”. En este caso podemos aplicar el concepto de “la lucha por el signo” o “heteroglosia” de Voloschinov, que caracteriza al signo como ambivalente, una unidad de identidad y diferencia. Mientras las clases dominantes tienden a legitimar y hacer operar su nivel de verdad como un signo uniacentuado, los “marginados”, concientes de su opresión luchan por liberar el signo (a través de diferentes manifestaciones a través de Internet, en el club y en la cancha, sobre las que entraremos en detalle más adelante).
Por su parte, los jugadores también hacen hincapié en el “deber del hincha” de “alentar” y apoyar al equipo incondicionalmente. El punto de inflexión fueron las declaraciones de Oscar Ahumada, luego de la eliminación de River en la Libertadores, donde River exhibió un juego muy pobre, en las que culpó, en parte, a la gente de River por quedarse “muda” luego de los goles del equipo de Boedo. “Cuando San Lorenzo se puso 2 a 1, la cancha enmudeció. Cuando se sintió ese silencio atroz, quizás eso se transmitió a la cancha.” “Yo he jugado en la cancha de Boca, ganando 2 a 0, y la hinchada de ellos se nos caía encima” “Quería tocarle el orgullo al verdadero hincha de River, que alienten al equipo. Yo estoy pidiendo un verdadero apoyo. Quiero que el hincha se enoje y vaya a alentar como nunca. El que quiere la camiseta que aliente pase lo que pase. Necesitamos que nos alienten, nos gusta y nos da ánimo.” Estas declaraciones ubicaron al hincha de River como objeto de burla con respecto a sus más acérrimos rivales. A partir de las burlas, el hincha buscó siempre apoyar al equipo no permitiéndose la exigencia o la crítica, aún estando a punto de perder la categoría. Hoy en día, desde el discurso de los jugadores y el director técnico Matías Almeyda, se exalta constantemente el apoyo de la gente como un aspecto absolutamente necesario para el buen funcionamiento del equipo. “La verdad es que la gente está apoyando un montón, ojala que River pueda seguir siendo local en el Monumental” declaró luego de perder con Atlético Tucumán el domingo 14 de noviembre de este año. De hecho, su primera decisión al asumir fue exigirles a todos los jugadores que se asociaran al club, en una muestra de compromiso e identificación con el mismo.
El periodismo y los medios cumplen un papel fundamental como reproductores de un discurso que tiende a la homogeneización del hincha de fútbol argentino, suprimiendo las diferencias, generando un discurso monocorde, aplicable a todos los contextos. Un ejemplo particular es el “reality” que se ve los viernes a las 22 hs., por Fox Sports, que se denomina “River Plate: la Revolución”, en donde se relata el paso por la categoría del Nacional B como un recorrido heroico, atractivo para ser filmado, y resaltando el papel del hincha, que viene a “revolucionar” la categoría, llevando grandes cantidades de espectadores a todas las canchas de los diferentes puntos del país en donde le tocará jugar.
Por otro lado, también opera la repetición del fracaso futbolístico, por lo que el hincha se siente con menos lugar para exigir. En ese sentido, busca recuperar su orgullo, adoptando una posición distinta. Este cambio en el imaginario de las personas que siguen al equipo deriva en la llegada de “nuevos hinchas”, atraídos por el nuevo discurso, que se sienten identificados con el principio de apoyo absoluto al equipo. En las semanas posteriores al descenso, se asociaron al club 2000 personas nuevas, con lo que River pasó a ser el noveno club en cantidad de socios a nivel mundial y el primero de la Argentina.
“Superar la fase de humillación y la angustia existencial”. Reconquistar el poder para narrar la propia historia y la identidad.
Los conceptos introducidos por Mbembe para explicar los procesos de lucha por el poder en África, continente descolonizado en donde se tiende a echar luz sobre un factor externo, fuerzas que están por encima del alcance de los africanos, ficciones, máscaras que instalan la dicotomía enemigo/víctima como discurso que veta el pronunciamiento por recuperar la identidad del continente, de encontrar soluciones a través de la mirada hacia adentro, nos ayudarán a entender los intentos de recuperación de identidad de parte de una gran cantidad de hinchas y simpatizantes del CARP. La dicotomía enemigo/víctima nos ayuda a explicar algunas cuestiones, como la apelación a un enemigo externo, que puede ser, en algunos casos, la AFA (marcha hacia la sede el 18 de mayo de este año, luego de la derrota en el “superclásico” contra Boca Juniors por 2-0, en la que un grupo de hinchas reclamó por los fallos arbitrales; amenazas al árbitro Pezzota, que dirigió River- Belgrano de Córdoba, por parte de la barra brava); el Grupo Clarín (por tener un discurso “fatalista”, y burlesco, previo al descenso); la dirigencia del club (se realizaron también diversas marchas al club antes y después del descenso, que reunieron alrededor de dos mil hinchas cada una).
Según Mbembe la “negación de la autenticidad”, es, por sí misma, una “mutilación”. La tradición quedó en el pasado, y es importante redescubrirla de la regresión y de la imaginación, condiciones necesarias para superar la fase de humillación y la angustia existencial causada por la degradación histórica (en este caso, la traumática experiencia del descenso). En este sentido, propone la creación de esquemas propios de autogestión en la comprensión de sí mismo y lo que lo rodea en la producción de un saber endógeno.
En este sentido, vamos a recorrer diversas opiniones/manifestaciones de hinchas de River de todas las edades que proponen recuperar lo propio, recuperar la “tradición riverplatense”, reconquistar, como diría Mbembe, el poder de narrar la propia historia y, por lo tanto, la propia identidad parece convertirse en constitutivo de cualquier subjetividad.
Hace meses se vienen gestando distintos grupos cibernéticos destinados a defender la identidad fundante del CARP, ante el avance de la exaltación del “aguante”, del apoyo incondicional. Se apela a las viejas costumbres, al papel “exigente” del hincha en épocas anteriores, y se remarca la inutilidad del apoyo absoluto, luego de la pérdida de la categoría. El descenso de River tuvo gran impacto en la sociedad, en los medios, los partidos de la promoción alcanzaron picos de rating que resultaron ser los más altos del año en la televisión, de todos los espectáculos deportivos. Muchas personas sufrieron graves problemas de salud, hubo dos que debieron ser asistidos en la cancha, y se produjeron hechos de violencia entre los espectadores y la policía. El hecho fue traumático para el “mundo River”, de tal manera que, en los meses posteriores, se presentaron diferentes situaciones de tensión dentro del club, una de las cuales terminó con un socio herido por otro socio.
En el foro de discusión www.tuRiver.com.ar se creó un “topic” denominado “Rincón del amargo”, que se funda sobre la recuperación de la base identitaria del club: “El rincón para el hincha del paladar NEGRO (…) que no mastica el verso de la hinchada; la tribuneada; el aliento; la fiesta incondicial en la popular, aún cuando, el clima sea de velorio” señala el creador del Rincón, el usuario Timbadrums. Allí se empezaron a plasmar distintas opiniones de otros simpatizantes.
“Después de estar en promoción y de irnos a la B, es inadmisible ver gente que se siga basando en el aliento, para mi en Julio 2010 hubo un quiebre en ese sentido, al ver la situación de River era seria, y después del descenso mucho peor, no puedo entender a la gente que no conoce la historia de River y que se cree que River es aliento y copar en todos lados. Como siempre digo, entre copar todas las canchas y no ganar nada o salir campeon siempre pero ser amargo y que la cancha este semi-vacia siempre, prefiero la opcion dos TODA LA VIDA” señaló el usuario Diber.
“Que locura cuando empiece el campeonato, creo que si River no gana 3 a 0 todos los partidos Pasarella no gana la reelección ni en pedo (eso si no lo echamos antes, ojala). Yo no pienso alentar al equipo ni a ganchos, a lo sumo aplaudiré el tercero o el cuarto de una goleada, mucho menos gritar un gol. Dejame de joder”. (Nicklas, haciendo hincapié sobre lo “deshonroso” que puede resultar gritar un gol “estando en la B”).
“Yo prefiero que este vacía la cancha, a tener hinchas aplaudiendo al equipo cuando nos estábamos yendo a la promoción contra Lanus.” (Opinión de Kissero Riverplatense)
“River Plate es elitismo, idiosincrasia de las 3G, Juego bello, Fair Play, Levantar la cabeza y darla redonda por el piso, Matarla con el pecho, Volar de un palo al otro, gambetear, Salir jugando… soy de River y la estirpe de campeón la llevo en la sangre.” (Opinión de Biggboss)
“Ahora están todos (EN LAS PLATEAS TAMBIEN) mirando a la popular, esperando q entren los delincuentes esos…para cantar “llegan los borrachos del tablo” o " ahi viene la hinchada"…al mismo tiempo entra river… y mi cara… tristeza… porque es tristeza ver a la gente de river así… BASTA DE ESTO LPM!!” (Opinión de Morens)
Podemos observar cómo estos “foristas” que expresan su descontento a causa de la pérdida de la identidad y tradición del club, se manifiestan a través de Internet buscando “aliados”, personas que compartan el pensamiento para hacer “catarsis” o poder configurar algún tipo de organización o representación. El último domingo 14 de noviembre de 2011, River perdió 2-0 con Atlético Tucumán. Al finalizar el partido, y dada la poca demostración de juego de parte del equipo, los hinchas tomaron sus camisetas, empezaron a revolearlas y a cantar “Yo soy de River porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar, y no me importan esas fotos que saca la federal”. Luego, al retirarse el equipo, es despedido con aplausos, lo que provocó la furia de muchos hinchas, que no podían entender los aplausos y festejos ante una derrota contundente con un equipo “habitué” del Nacional B, por lo que se empezaron a escuchar gritos, en las plateas y en la popular, “¿QUÉ APLAUDEN?” Se observaron hechos de violencia en la tribuna Sívori Alta (popular) donde un grupo de hinchas amenazó e intentó golpear a otro por insultar a los jugadores debido al mal desempeño.
Este conflicto se desató también en las redes sociales, donde muchos empezaron a manifestar su descontento con la situación. En el grupo de Facebook “Refundación Riverplatense” , que tiene alrededor de 1700 miembros y está conformado en su mayoría por socios del CARP, un hincha escribió: “Una cosa es bancar al club, los colores, la camiseta gloriosa y otra cosa es la indiferencia hacia la historia, yo no podía creer que el partido contra Lanús, el que nos llevo a jugar la promoción la gente aplaudiera al equipo, somos River y somos River por que a lo largo de 110 construimos una historia basada en glorias, grandes jugadores, yo creo que hay una generación de pibes que va a la cancha, que no tiene ni idea de la historia del club, que nunca vieron jugar al Enzo, al Chileno, a Ramon…etc. vieron al pelado San Martin a Talamonti a Canales etc.” Muchos otros también manifestaron su descontento: “Nos toman el pelo y la gente no reacciona, estoy harto de ver aplaudir a la gente cuando no hay nada que aplaudir, díganle a Passarella que se meta el campeonato economico en el orto”/ “Y hay que decirle a los hinchas que hay que aplaudir a los jugadores que ponen y dejan la vida por la camiseta… Es hora de exigir!!! Ya no hay margen de error, ni de duda… SOMOS RIVER!!!”/ “Estoy viendo ESPN River campeón de América 96, se me caen las lágrimas, y ayer la gente aplaudía River 0 Atlético Tucumán 2. Reaccionemos muchachos, por favor!!!”
También se creó un nuevo grupo: “Recuperemos la platea San Martín” que apunta a recuperar el nivel de exigencia que bajó desde siempre desde la misma. El objetivo es que todos los que crean necesario exigir al equipo que muestre buen juego y devuelva al club a Primera, y repudian el hecho de aplaudir por aplaudir, se junten en un sector de la platea para poder expresar su descontento sin ser mirados o señalados como “amargos” por los demás. Resalto como importante el relato de la opinión de un hincha del rival histórico, Boca Juniors: “Me lo dijo un bostero: Igualmente, el verdadero hincha de River ya murió, no va mas a la cancha, al verdadero gallina no le cabe la tribuna, y te lo resumo así. Tengo mas de 30, he vivido clásicos viejos, miro futbol hace mucho, las gallinas de hoy cambiaron su mentalidad y lo peor de todo, le copian a su máximo rival Boca Juniors. Los que siguen a River hoy, no son hinchas. Traicionaron su filosofía.”. Otro hincha, de River, postula: “¡SERÁ PALADAR NEGRO, O NO SERÁ NADA!”.
Estos testimonios dan cuenta de la voluntad de un sector, aunque minoritario, de la gran cantidad de hinchas que siguen la campaña del CARP, de recuperar las raíces, reivindicar el “paladar negro”, el buen pie, la exigencia por parte de las tribunas. El no perder la identidad es un hecho fundamental para reivindicar el respeto por el club, que es una entidad sin fines de lucro, que pertenece a los socios, y no puede estar al servicio de una minoría que parasita el gran negocio que representa un club de la envergadura de River Plate. Por eso es necesario, más que nunca, recuperar las ideas que forjaron al club, para que el socio o hincha empiece a hacerse escuchar y pueda participar de la vida política del mismo. La novedad es que muchos jóvenes se están organizando para militar o participar, aglutinados en los grupos y/o agrupaciones más nuevas, que no participaron en los años anteriores de vaciamiento del club, como algunas de las agrupaciones que componen el FAL (Frente Ángel Labruna) o la nueva agrupación, que fue lanzada en el último partido, la 28 de Septiembre (la fecha remite al Día del hincha de River, en el que se celebra el cumpleaños de Ángel Labruna), que cuenta con alrededor de 400 jóvenes dispuestos a tomar los riesgos que conlleva disputar el poder político del club con aparatos políticos enquistados y viciados, sospechados de corrupción y conspiraciones en el pasado.
En este sentido, asistimos a una voz que se presenta como subalterna dentro del club, ya que todavía no posee los canales necesarios de participación, pero que puede conformarse como un actor político de peso que pueda disputar y representar una renovación dirigencial, que puede llegar a ser ejemplo a seguir para todo el resto del fútbol argentino.
Hoy en día sólo es una “voz subalterna”, diría Spivak, ya que no hay institución que escuche y legitime sus palabras. Carece de autoridad, no puede ser representado en la medida que no se abran los canales de participación. No pueden repartir volantes sin el permiso de los “barras” ni darse a conocer a través de determinados medios de comunicación ya que sus dueños tienen intereses encontrados en el club. Pero pueden generar sus propios canales de divulgación, y darse a conocer a través de medios como Internet, y son conocidos por sus pares/hinchas dentro del ámbito del club y de la cancha. Este grupo no está apartado de cualquier línea de movilidad social, ya que no está en una situación de subalternidad con respecto a su ámbito de movilidad, sino que ve su voz silenciada pero únicamente dentro del ámbito del club. La primera reunión política de presentación de la Agrupación 28 de Septiembre, por ejemplo, se realizó fuera de él, para “evitar suspicacias”. Tiene varios puntos de llegada a los hinchas/socios y podrán darse a conocer para plantear un proyecto distinto, haciendo pie en la recuperación de la identidad y la significación gestada a lo largo de 110 años de historia.
En conclusión, y volviendo a Voloshinov, significar supone conciliar la polisemia de la palabra con su unidad. Una lengua ha muerto cuando ha finalizado históricamente, cuando excluye la comprensión activa. Esta “lucha por el sentido” en el ámbito riverplatense, no está perdida, está abierta y genera un abanico de nuevas posibilidades de acción y participación política. Será cuestión de recuperar la autenticidad, de no claudicar en la búsqueda de una nueva identidad, que tome lo mejor del pasado, pero que también se adapte a las necesidades de River en el presente y que haga justicia con respecto a los que llevaron al club a la debacle institucional y deportiva.
“Y con lazos triunfaremos, trataremos de unir, el glorioso pasado, y el brillante porvenir. (…) River Plate, tu grato nombre, clamaremos con amor, (…) Mientras viva tu bandera, la izaremos con honor”
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