Atendeme la manija que me dejó está nota de Perfumo:
Volver al futuro: imaginar a River en la Libertadores
Para no seguir atado sólo a su gran historia el club piensa en logros mayores. En apenas siete meses jugará la Copa y aquí se analiza al campeón y qué cambios le harían falta.
Que no sea el punto de llegada sino el de partida del River más grande de la historia", dice Alonso. “Quiero que no se vaya nadie”, dice Francescoli. Ambos apuntan a la oportunidad de hacer un River más grande de lo que era hasta hoy. El Beto define el club que River puede ser. Y Enzo planea cómo hacerlo. Lo más importante que tiene el club, lo que le posibilita su poder de recuperación, es la gente. Pero para lo que viene y lo que planean hace falta un equipo superior a éste. Porque en el camino hacia la grandeza la meta es la Libertadores; la única que confiere el gran prestigio.
Según D’Onofrio, “hubo festejos hasta en Holanda”. Y es cierto, yo lo viví entre los años 60 y 70. Un par de veces la delegación de Racing, donde yo jugaba, se encontró en giras con la de River. Por ejemplo, en Perú (estaban Ramos Delgado, Ermindo Onega, Sarnari, Amadeo, Artime…). En España, lo mismo. Mucha gente frente al hotel, la prensa todo el día encima y a la noche el estadio repleto.
Más tarde, jugando yo mismo en River, lo confirmé. En las giras pasábamos por Centroamérica e íbamos a Europa. Impresionaba ver a la gente vistiendo la camiseta de la banda roja. Aun con menos medios de difusión cundía la idea de que River era de los más grandes. Luego vino la caída y el espacio que dejó el Millo lo ocupó el eterno rival, ganando copas en fila. El modo inmediato de “volver a ser” es ganar la Libertadores…y lo que venga. Con River jugué dos finales: en 1976, en el tercer partido, en Chile, perdimos con Cruzeiro, y en el 78 nos limpió Boca.
En un ejercicio de imaginación pero basado en la realidad, y aun con la probable ida de algunos jugadores, pensemos en un River 2015. No alcanzará con este plantel, y Enzo lo sabe. Es cierto que mejoró atrás, y que Maidana es el mejor. Pero deben pensar en el relevo de Ledesma, de quien tanto depende el equipo. Posiblemente ya no estará Carbonero, un 8 de ésos tan necesarios en los campeones: juego y llegada sorpresiva al gol. Lanzini va camino a ser el capo del equipo, pero les hará falta otro enganche. Los de arriba --Cavenaghi, Gutiérrez y el Keko-- juegan bien; pero lo esencial es que en la Copa no hay que ganar sólo de local sino ir al frente donde fuere buscando el gol de visitante.
Por el presente y el futuro, linda perspectiva la de River: hacer un club más grande con un equipo ganador. Pero por hoy, felicitaciones, campeones.
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