Ramón Ángel Díaz

Cuando Ramón descubrió el equipo - Ramón Díaz - canchallena.com

Lean esta nota de JP Varsky. Las similitudes de este campeonato con el del 2002 son sencillamente asombrosas

La posteo acá, está buena:

Cuando Ramón descubrió el equipo
Por Juan Pablo Varsky | Para canchallena.com

Foto: LA NACION / Sebastián Domenech

Santa Fe, 11 de mayo de 1997. Es un momento difícil para el entrenador de River. Tras un 1996 inolvidable con Libertadores y Apertura, queda eliminado de la Copa en octavos por Racing. En el Clausura, viene de ser sopapeado por Estudiantes con un show del platinado Martín Palermo. Le toca el líder Colón. Le lleva cuatro puntos, con un partido más. Para este importante match por la 11» fecha del Clausura, el DT no puede contar con sus centrales titulares Celso Ayala-Eduardo Berizzo. Elige a Roberto Trotta como primer zaguero y al habitual lateral Ricardo Altamirano como segundo. No hay duelo. Colón le pega una sandunga de novela. Cristian Castillo y Marcelo Saralegui se divierten ante una improvisada defensa de papel. Golea 5-1. Estira su ventaja a siete puntos. Los dirigentes piensan en cambios. “Esto no puede seguir así”, gritan. Él asume la responsabilidad en el vestuario: “No estamos acostumbrados a perder así”. Le preguntan si está preocupado. Lanza su clásico “hasta luego, muchachos”. Para el siguiente desafío, Lanús en el Monumental, hace cambios. Borra a dos pesos pesados. Afuera Astrada y Berti, dos generales del plantel. Gana 3-0 con dos goles de Enzo Francescoli y uno de JR Cruz. Achica la diferencia. Colón empata con Ferro. Es un torneo con muchos aspirantes. El Independiente de Menotti vence y convence. El Newell’s de Zanabria también se perfila como candidato. La Copa América de Bolivia impone un receso de cuarenta días. Las últimas cuatro fechas se disputan entre julio y agosto. El paréntesis no le hace cosquillas a River. Desde aquella hecatombe ante Colón, mete siete triunfos y dos empates en nueve juegos. Gana el partido clave ante Newell’s en la 17» con un golazo de Trotta. Se consagra con estilo en el Amalfitani ante Vélez con dos goles de Enzo. Campeón del Clausura. Bicampeón de la temporada. En diciembre, llegan dos vueltas más con apenas cuatro días de diferencia. La Supercopa ante Sao Paulo y el Apertura que completa el tricampeonato.

Santa Fe, 11 de noviembre de 2001. Es un momento difícil para el entrenador de River. Ha regresado al club tras un año y medio, pero no logra que el equipo funcione. Eliminado de la Copa Mercosur en la fase de grupos, queda detrás de Racing en el Apertura. El 2-2 ante San Lorenzo en el Monumental lo aleja más de la Academia. En este contexto llega al Cementerio de los Elefantes para jugar ante Colón. Sobre el final, Claudio Graf hace el único gol del partido para el local. Tras la 13» fecha, queda a ocho puntos del líder, que tiene un partido más. La derrota lo induce a tomar decisiones drásticas para el duelo siguiente ante Gimnasia. Cambia el sistema. Tres centrales en la última línea: Ayala, Yepes y Lequi. Saca a los dos laterales, Ariel Franco y Ricardo Rojas. Eduardo Coudet por la derecha y Víctor Zapata por la izquierda hacen la banda ancha. Cambiasso sigue en el mediocampo pero con otro compañero. Sale Guillermo Pereyra y entra Cristian Ledesma. No toca arriba: D´Alessandro, Ortega y Cardetti. River estrena su esquema 3-4-1-2 goleando 4-0. Le calza perfecto. El entrenador ha tocado las teclas correctas. No pierde más. Gana cinco de seis con 21 goles. Pero Racing se lo empata en la 16» fecha con el zurdazo de Bedoya y sale campeón tras 35 años. Queda a un punto. José María Aguilar gana las elecciones de diciembre de 2001. Le respeta el contrato vigente, pero tiene en mente contratar otro entrenador a partir de julio de 2002. En el Clausura, el equipo retoma lo que había dejado inconcluso en el Apertura, con un par de retoques. La venta de Yepes le abre espacio a Rojas como marcador izquierdo. Garcé a la derecha de Ayala. En lugar de Cardetti, el DT confía en un juvenil con el gol fácil: Fernando Cavenaghi. Otro chico surgido de la fábrica se destaca como complemento defensivo: Martín Demichelis. River sale campeón con los siguientes ingredientes: Gimnasia como rival en la recta final, triunfo ante Boca en la Bombonera, drama en la victoria ante Racing en el Monumental, una dirigencia que lo mira de reojo, cinco goles en la consagración, Ledesma de conductor, Cavenaghi de goleador. En el último partido ante Central, con el título garantizado, el DT hace debutar a su hijo Emiliano. Entra en el segundo tiempo por Chori Domínguez. El festejo no le alcanza. No le renuevan el contrato. La CD elige a Manuel Pellegrini, exitoso en San Lorenzo y con otro perfil. Pasarán diez años hasta el regreso. Más allá de alguna alegría aislada, a River no le irá bien sin él y a él no le irá bien sin River.

La fiesta del campeón. River celebrará el título del torneo Final con una gran fiesta en La Rural, donde estará todo el plantel. La celebración será, a las 20.30, en el Salón Ocre. La entrada costará 1000 pesos y quienes quieran acudir podrán comprar sus lugares hoy, de 11 a 18, en las boleterías del Monumental o deberán comunicarse a rrpp@cariverplate.com.ar. Se abona sólo en efectivo.
Santa Fe, 23 de febrero de 2014. Es un momento difícil para el entrenador de River. Viene de un horrible torneo Inicial y de perder de local sobre la hora ante Godoy Cruz por la tercera fecha del Final. Hace más de un año que ha vuelto al cargo. No le encuentra la vuelta al equipo. Ante el vacío de poder por la ausencia de Passarella, había ejercido de presidente el semestre anterior, alejándose de su tarea habitual. La nueva dirigencia, ganadora de las elecciones en diciembre, le ha puesto límites, como ese contrato que nunca entró en vigor. Lo mira de reojo. En este contexto, viaja al Cementerio de los Elefantes. Pierde 3-1. Colón corre más y juega mejor. River se muestra apático, sin plan y con una defensa improvisada, de papel. “Si no le va bien, él sabrá dar un paso al costado”, provoca el flamante presidente Rodolfo D’Onofrio. “Ojalá lo reciban como a Bianchi en Boca”, pide el secretario técnico Enzo Francescoli. Hace ajustes para el partido contra San Lorenzo. Línea de cuatro con Solari y Vangioni de laterales. Maidana y Álvarez Balanta vuelven a la zaga. Salen los tres centrales que habían jugado ante Colón: Cabrera, Pezzella y Funes Mori. En el medio también cambia. Afuera Kranevitter y Ponzio. Entran Rojas y Ledesma para armar la SRL del toque corto y la presión. No toca arriba: Lanzini, Cavenaghi y Teo Gutiérrez. El equipo responde. Gana 1-0. Muestra identidad y funcionamiento. Poca distancia entre líneas, agrupamientos sobre la pelota, pases de tres o cuatro metros. Ledesma como política de Estado. Porque al fútbol se juega como juega Ledesma. River despega con 10 victorias, 3 empates y 2 derrotas en los 15 partidos desde la intervención. Con la idea consolidada, afina la sintonía según el rival. Lanzini encima de Gago ante Boca. Villalva y Lanzini para tapar a los laterales Casco y a Cáceres contra Newell’s. Más Carbonero para presionar a Bernardi. ¿Vélez sale jugando? Ataca el primer pase para provocar errores. Ofrece variantes en la pelota parada desde el trabajo de Emiliano, hoy su ayudante de campo. Los suplentes se llevan reflectores: Chichizola ante Racing, Villalva con Lanús, Ramiro FM en la Bombonera. Kranevitter y Pezzella ya no sufren la inestabilidad cuando les toca entrar. Carbonero retrocede por la derecha con compromiso y ataca en diagonal con ferocidad. Rojas aporta perfil natural en la izquierda. Lanzini crece en lo táctico sin perder creatividad. Mercado se gana la selección. Maidana cruza y cierra. Teo y Cavenaghi se sacrifican en defensa y disfrutan en ataque. El equipo los hace crecer a todos. Todo huele a 2002: Gimnasia, Racing, Bombonera, Cavenaghi, Ledesma, dirigencia nueva, mirada de reojo, fiesta con cinco goles, su hijo cerca y su intervencionismo desde el banco. No saca más puntos por aquel errático comienzo. Se consagra con estilo. La historia se repite. Tras una derrota en Santa Fe ante Colón, Ramón Díaz descubre lo que River necesita. Cambia. Los jugadores le responden. Y en 1997, 2002 y también en 2014, el equipo sale campeón.

listo.- cerrame la 4.

Es genial!!

La verdad. Estoy sin palabras todavia.

Ya dire mis sensaciones.

Es que no hay palabras para la magia de Ramón Diaz. De hecho, te cuento algo: el ultimo Bicampeonato del club fue en 1999, el tecnico era Ramon y el 5 Ledesma. Ojala que de la mano de ellos dos podamos volver a ser Bicampeones

Si.
Igual el Clausura no lo dirige Ramon.
Pero era casi el mismo equipo.

Hola.

Si, vengo a estrenar este GENIAL AVATAR.

A ver si se dejan de discuciones boludas … (?)

Que hermoso que sos negro divino.

Ahora más tranquilo quiero felicitar a todos por este nuevo título. Como dice la nota anterior la derrota ante Colón sacudió al cuerpo técnico y a partir de ahí se comenzó a trabajar mucho más en lo táctico y a analizar a los rivales de manera seria y ya ningún equipo nos sorprendió como sí lo hizo Colón con su presión constante. El DT se adaptó al equipo y a los tiempos que corren y potenció virtudes y logró cierto funcionamiento colectivo que sirvió de respaldo para levantar rendimientos individuales. Quedó claro que los jugadores no son tan malos como varios decían acá, si bien es un equipo mal armado y sin jugadores pensantes que corre demasiado para compensar falencias claramente está entre los mejores del país, bueno hoy el mejor.:mrgreen:

Lo que logró Ramón para este fútbol local es muy groso, River en tres cuartos si le das un poquito de espacio en dos o tres toques te genera una jugada clara de gol y de la fecha 7 más o menos tuvo momentos dentro de los partidos que jugó un muy buen fútbol. Hoy por hoy lograr que un equipo tenga identidad es dificilísimo! Este River es un equipo nuevo, se terminó de consolidar y a creer en sí mismo con el correr de las fechas, sabe a que juega y el mérito es de Ramón. Y claro que como todo equipo nuevo todavía hay cosas que no maneja bien y por gastar energía de tanto correr sufrimos mucho en los finales de partidos ya sin piernas pero son cosas que se aprenden. Salud Campeón! Vamos River!!

Quiero ganar otro torneo local, Ramón vamos por el BI.

Gracias Ramon, quien te puede discutir?

Sos el mejor de todos.

Ramón: ególatra, egoísta, soberbio, ¿Por qué llorás? Dejá de ponerte por encima de River. Vos no sabés nada de fútbol, los jugadores no te quieren, te arman el equipo, no sabés hablar, sos malo para el Club…

8 campeonatos. El más ganador de la historia de River, le pese a quien le pese.
Los que no saben nada son otros…

Gracias por devolvernos la ilusión.
OYOYOYOY OYOYOYOY
ES EL EQUIPO DE RAMÓN

Me acuerdo el primer mes en este foro, veia mucho pesimismo, leia a aramisx y parecia que River iba a desaparecer mas o menos, luego leia a Martin con todo su optimismo y el avatar de Ramón sonriendo… que queres que te diga… :mrgreen:

Cuando Ramón descubrió el equipo

Santa Fe, 11 de mayo de 1997. Es un momento difícil para el entrenador de River. Tras un 1996 inolvidable con Libertadores y Apertura, queda eliminado de la Copa en octavos por Racing. En el Clausura, viene de ser sopapeado por Estudiantes con un show del platinado Martín Palermo. Le toca el líder Colón. Le lleva cuatro puntos, con un partido más. Para este importante match por la 11» fecha del Clausura, el DT no puede contar con sus centrales titulares Celso Ayala-Eduardo Berizzo. Elige a Roberto Trotta como primer zaguero y al habitual lateral Ricardo Altamirano como segundo. No hay duelo. Colón le pega una sandunga de novela. Cristian Castillo y Marcelo Saralegui se divierten ante una improvisada defensa de papel. Golea 5-1. Estira su ventaja a siete puntos. Los dirigentes piensan en cambios. “Esto no puede seguir así”, gritan. Él asume la responsabilidad en el vestuario: “No estamos acostumbrados a perder así”. Le preguntan si está preocupado. Lanza su clásico “hasta luego, muchachos”. Para el siguiente desafío, Lanús en el Monumental, hace cambios. Borra a dos pesos pesados. Afuera Astrada y Berti, dos generales del plantel. Gana 3-0 con dos goles de Enzo Francescoli y uno de JR Cruz. Achica la diferencia. Colón empata con Ferro. Es un torneo con muchos aspirantes. El Independiente de Menotti vence y convence. El Newell’s de Zanabria también se perfila como candidato. La Copa América de Bolivia impone un receso de cuarenta días. Las últimas cuatro fechas se disputan entre julio y agosto. El paréntesis no le hace cosquillas a River. Desde aquella hecatombe ante Colón, mete siete triunfos y dos empates en nueve juegos. Gana el partido clave ante Newell’s en la 17» con un golazo de Trotta. Se consagra con estilo en el Amalfitani ante Vélez con dos goles de Enzo. Campeón del Clausura. Bicampeón de la temporada. En diciembre, llegan dos vueltas más con apenas cuatro días de diferencia. La Supercopa ante Sao Paulo y el Apertura que completa el tricampeonato.

Santa Fe, 11 de noviembre de 2001. Es un momento difícil para el entrenador de River. Ha regresado al club tras un año y medio, pero no logra que el equipo funcione. Eliminado de la Copa Mercosur en la fase de grupos, queda detrás de Racing en el Apertura. El 2-2 ante San Lorenzo en el Monumental lo aleja más de la Academia. En este contexto llega al Cementerio de los Elefantes para jugar ante Colón. Sobre el final, Claudio Graf hace el único gol del partido para el local. Tras la 13» fecha, queda a ocho puntos del líder, que tiene un partido más. La derrota lo induce a tomar decisiones drásticas para el duelo siguiente ante Gimnasia. Cambia el sistema. Tres centrales en la última línea: Ayala, Yepes y Lequi. Saca a los dos laterales, Ariel Franco y Ricardo Rojas. Eduardo Coudet por la derecha y Víctor Zapata por la izquierda hacen la banda ancha. Cambiasso sigue en el mediocampo pero con otro compañero. Sale Guillermo Pereyra y entra Cristian Ledesma. No toca arriba: D´Alessandro, Ortega y Cardetti. River estrena su esquema 3-4-1-2 goleando 4-0. Le calza perfecto. El entrenador ha tocado las teclas correctas. No pierde más. Gana cinco de seis con 21 goles. Pero Racing se lo empata en la 16» fecha con el zurdazo de Bedoya y sale campeón tras 35 años. Queda a un punto. José María Aguilar gana las elecciones de diciembre de 2001. Le respeta el contrato vigente, pero tiene en mente contratar otro entrenador a partir de julio de 2002. En el Clausura, el equipo retoma lo que había dejado inconcluso en el Apertura, con un par de retoques. La venta de Yepes le abre espacio a Rojas como marcador izquierdo. Garcé a la derecha de Ayala. En lugar de Cardetti, el DT confía en un juvenil con el gol fácil: Fernando Cavenaghi. Otro chico surgido de la fábrica se destaca como complemento defensivo: Martín Demichelis. River sale campeón con los siguientes ingredientes: Gimnasia como rival en la recta final, triunfo ante Boca en la Bombonera, drama en la victoria ante Racing en el Monumental, una dirigencia que lo mira de reojo, cinco goles en la consagración, Ledesma de conductor, Cavenaghi de goleador. En el último partido ante Central, con el título garantizado, el DT hace debutar a su hijo Emiliano. Entra en el segundo tiempo por Chori Domínguez. El festejo no le alcanza. No le renuevan el contrato. La CD elige a Manuel Pellegrini, exitoso en San Lorenzo y con otro perfil. Pasarán diez años hasta el regreso. Más allá de alguna alegría aislada, a River no le irá bien sin él y a él no le irá bien sin River.

Santa Fe, 23 de febrero de 2014. Es un momento difícil para el entrenador de River. Viene de un horrible torneo Inicial y de perder de local sobre la hora ante Godoy Cruz por la tercera fecha del Final. Hace más de un año que ha vuelto al cargo. No le encuentra la vuelta al equipo. Ante el vacío de poder por la ausencia de Passarella, había ejercido de presidente el semestre anterior, alejándose de su tarea habitual. La nueva dirigencia, ganadora de las elecciones en diciembre, le ha puesto límites, como ese contrato que nunca entró en vigor. Lo mira de reojo. En este contexto, viaja al Cementerio de los Elefantes. Pierde 3-1. Colón corre más y juega mejor. River se muestra apático, sin plan y con una defensa improvisada, de papel. “Si no le va bien, él sabrá dar un paso al costado”, provoca el flamante presidente Rodolfo D’Onofrio. “Ojalá lo reciban como a Bianchi en Boca”, pide el secretario técnico Enzo Francescoli. Hace ajustes para el partido contra San Lorenzo. Línea de cuatro con Solari y Vangioni de laterales. Maidana y Álvarez Balanta vuelven a la zaga. Salen los tres centrales que habían jugado ante Colón: Cabrera, Pezzella y Funes Mori. En el medio también cambia. Afuera Kranevitter y Ponzio. Entran Rojas y Ledesma para armar la SRL del toque corto y la presión. No toca arriba: Lanzini, Cavenaghi y Teo Gutiérrez. El equipo responde. Gana 1-0. Muestra identidad y funcionamiento. Poca distancia entre líneas, agrupamientos sobre la pelota, pases de tres o cuatro metros. Ledesma como política de Estado. Porque al fútbol se juega como juega Ledesma. River despega con 10 victorias, 3 empates y 2 derrotas en los 15 partidos desde la intervención. Con la idea consolidada, afina la sintonía según el rival. Lanzini encima de Gago ante Boca. Villalva y Lanzini para tapar a los laterales Casco y a Cáceres contra Newell’s. Más Carbonero para presionar a Bernardi. ¿Vélez sale jugando? Ataca el primer pase para provocar errores. Ofrece variantes en la pelota parada desde el trabajo de Emiliano, hoy su ayudante de campo. Los suplentes se llevan reflectores: Chichizola ante Racing, Villalva con Lanús, Ramiro FM en la Bombonera. Kranevitter y Pezzella ya no sufren la inestabilidad cuando les toca entrar. Carbonero retrocede por la derecha con compromiso y ataca en diagonal con ferocidad. Rojas aporta perfil natural en la izquierda. Lanzini crece en lo táctico sin perder creatividad. Mercado se gana la selección. Maidana cruza y cierra. Teo y Cavenaghi se sacrifican en defensa y disfrutan en ataque. El equipo los hace crecer a todos. Todo huele a 2002: Gimnasia, Racing, Bombonera, Cavenaghi, Ledesma, dirigencia nueva, mirada de reojo, fiesta con cinco goles, su hijo cerca y su intervencionismo desde el banco. No saca más puntos por aquel errático comienzo. Se consagra con estilo. La historia se repite. Tras una derrota en Santa Fe ante Colón, Ramón Díaz descubre lo que River necesita. Cambia. Los jugadores le responden. Y en 1997, 2002 y también en 2014, el equipo sale campeón.

Juan Pablo Varsky

Cuando Ramón descubrió el equipo - Ramón Díaz - canchallena.com


Una muy linda nota, evocando torneos anteriores y estableciendo analogías con el presente.

1 me gusta

Lo unico que espero es que no desarmen el equipo, no confio en Donofrio

¿A alguien le interesa ganar la Sudamericana el semestre que viene? Digo, me gustaría que River empiece a ganar copas para tener una muy rica y variada vitrina de honor. ¿O les mueve más el bicampeonato? Lo cual sería increíble conseguirla, ya que los equipos saben que no va a ser fácil ganarnos y se van a poner las pilas, sobre todo ‘‘los clubes modelos’’ y pienso que el campeonato que viene va a ser TERRIBLEMENTE EMOTIVO.

Me es dificil decidir, jajaja.

Para mi River tiene que ir por las 3 cosas. Yo ahora les voy a exigir mas todavia a River.

Si tuviera que elegir, el bicampeonato, siempre que la copita no la ganen los primos. Pero si traemos un par de buenos refuerzos y no se desarma el equipo, tranquilamente se puede apuntar a los dos torneos. Lanus el año pasado estuvo a punto de ganar ambos

Claro, sería mágico entrar a la Sudaca y eliminarlos, y despues conseguir el torneo, jajaja. Pero ya es delirar demasiado, y este equipo nos demostró la importancia del paso a paso, pero tiene que ser lindo el próximo semestre.

Posta, es momento de dejar las chicanas y las rivalidades de lado. Como leí por ahí, tanto los antiramonistas como los hinchas de River, tenemos que estar unidos en este momento.