Yo comenté sobre Sputnik, mi amor. Y terminé con la misma sensación, que faltó algo, que la obra tenía que durar más, que Murakami debió construir una trama más elaborada y una estructura que construyera progresivamente un clímax en la novela. Me dejó totalmente insatisfecho. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, la otra novela que he leído de él, es claramente mucho más elaborada, compleja y desarrollada.
No entiendo cómo no te morís de ganas de leer absolutamente todo lo demás.
Además, Bestiario, dónde está Casa Tomada, tiene cosas espectaculares, son TODOS geniales.
Coincido. A mi Cortázar me generó en su momento una especie de adicción. Después me fui metiendo más en su historia y creando una especie de vínculo, porque sentía que él comprendía de una manera única ciertas características de los seres humanos.
Encima la forma que tenía de expresar esto no sólo es estética y original; denota también una sensibilidad extrema.
Los escritores sudamericanos en general tienen cierta luminosidad (se aprecia también en el tipo de género con el que los mas reconocidos trabajan, el realismo mágico principalmente) que contrasta con la oscuridad de los europeos. Prefiero a los segundos, no sé bien por qué.
Mi top five (?) sin un orden específico más que mi estado de ánimo momentáneo, vendría conformado por Cortázar, Camus, Dostoievski, Galeano y Poe, alfabéticamente ordenados casualmente.
Cada cual es genial a su manera.
Son todos cracks(de Poe no puedo hablar demasiado porque no leí nada excepto una biografía), aunque Galeano en lo personal lo pongo un escalon por debajo de esos que nombras. Los demás fueron trascendentales.
Mi top 5 momentaneo: Bernhard, Kundera, Saramago, Dosto, Philip K Dick.
Me niego a ponerles un orden en particular :mrgreen:
De hecho, Hesse con la primera parte del Lobo estepario merece un lugar, pero bueno…
Chau que empezó el partido!
Tu lo has dicho, cada cual a su manera.
Los latinoamericanos aportan el realismo mágico de García Marquez, el realismo fantástico de Cortázar, y también nos llegan desde sus novelas más políticas.
Tanto Cortázar, como Arlt, como Puig, nos contextualizan, nos dicen de donde venimos. Arlt con “Los siete locos” y “Los lanzallamas” también supo decir a la sociedad argentina hacia donde peligrosamente se dirigía…
Los europeos tienen una tendencia a la ocuridad. Dostoievski es mi preferido. Pero Balzac, Flaubert, Huxley, Woolf; y Amis, Marías, o Mc Ewan entre los contemporáneos, también me aportaron mucho, muchísimo.
Y cuando ya tengo el cerebro quemado, doy gracias a la serie negra norteamericana, tantas veces denostada, porque me refresca, me relaja, y no me enrosca tanto.
TODOS aportan desde su lugar.
PD: Me voy a sufrir (a ver el partido!!!)
Terminé de leer, por segunda vez, “La insoportable levedad del ser”. Ayer, cuando estaba en el último capítulo, venía lagrimeando en el colectivo. Cuando empiece la semana arranco, si puedo, antes de irme, “La conjura de los necios”.
Exacto y esa luminosidad se ve en esa mezcla de lo telúrico, lo fantasmal en convivencia con los ámbitos cotidianos (realismo mágico que mencionabas). Una de las obras que más me gusta es “Pedro Páramo” de Juan Rulfo, en ella los fantasmas están presentes y sus voces se suporponen con la de los personajes vivos; se construye un micromundo compacto lleno de luces, sombras, tradiciones. Hay pesimismo, hay mirada crítica pero no se hace desde lo lúgubre. Lo que impera es la búsqueda, el deseo de desentrañar quiénes somos. Ese aspecto es el que más me fascina de la literatura latinoamericana.
Dale al ‘me gusta’ si te hubiera gustado tener una profe de literatura en el colegio como Silvana…
(medio floguer lo mío, pero no se me ocurre otra forma de halagarla (?))
Hola a todos.
Entes de comentar quiero decirles que es fabuloso el foro me lo recomendó mi hermano, el libro que estoy leyendo y no se rían por favor es de hacer gin tonic premium caseros, estoy investigando algunas bebidas para un cumpleaños que se realizara en unos días.
Saludos amigos.
Sos grosa para poner en palabras exactas lo que pienso. Coincido con el análisis pero aprecio mas la perspectiva lúgubre de esa búsqueda. Aunque advierto una cosa, se puede ser alegre o cómico desde el pesimismo y lo lúgubre. Thomas Bernhard lo refleja muy bien en sus obras autobiograficas.
SÍ!! Y un ejemplo más claro, el Quijote, circuntancias más negativas no pudieron haber rodeado la obra de Cervantes, tanto en lo personal como en lo social, y desde ese pesimismo nos brindó una de las obras más completas, irónicas, cómicas. Otro, Charles Dickens: “Hard times” te hace reír en gran parte de sus capítulos pero desde donde arranca la obra, es decir, el contexto que la enmarca, es bravo.