20 de Noviembre: No pasarán, por Emilio Pérsico
[i]Cuando la noche negra del neoliberalismo parecía tapar cualquier esperanza del Pueblo argentino, cuando los noventa parecían una noche eterna de ajuste y represión, de entrega y relaciones carnales, la militancia desde la resistencia a ese modelo de hambre y saqueo decía con claridad que soberanía es recuperar lo nuestro.[/i]
El ejemplo de Rosas y las montoneras federales que resistieron el intento de intervención armada anglo francesa hoy está presente en la compañera Cristina y el pueblo que la apoya, cuando vamos a poder desendeudarnos del Club de París, cuando logramos recuperar soberanía nacional y nos liberamos de la tutela del Fondo Monetario Internacional, cuando levantamos la bandera incluadicable de la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas, y también cuando avanzamos a paso de vencedores en la integración latinoamericana.
Detrás de los buques de guerra imperialistas que aquel 20 de Noviembre se enfrentaron a los bravos gauchos federales, venían infinidad de bergantines comerciales, esperando la victoria para poder desembarcar en los puertos de Entre Ríos y Corrientes, buscando no solamente destruir las manufacturas nacionales, si no también fragmentar la unión nacional.
Aliados a los invasores los liberales exiliados en Montevideo o Santiago ponían por sobre los intereses de la Patria el de sus propias personas.
Cuando Perón tocó suelo paraguayo y la Fusiladora preparaba sus armas para la venganza oligárquica soltó el General una frase para el recuerdo “ningún país latinoamericano se puede liberar por completo si, al mismo tiempo, no se libera el continente, y si luego el continente no se integra para consolidar su liberación”.
Esta senda fue emprendida por Néstor Kirchner, Lula Da Silva, Hugo Chávez Frías, Evo Morales, Rafael Correa y otros hermanos del continente; hemos dado pasos inmensos en pos de esa Soberanía Nacional que depende también de la Liberación Continental, los ejemplos del intento de golpe en Ecuador o de la negativa uruguaya a asilar un buque inglés con destino a Malvinas dan cuenta de una unión solamente comparable con la época de las Revoluciones Independentistas y del ABC impulsado por Perón y Getulio Vargas a principios del 50.
La IV Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata en 2005 fue otro de los escollos donde el imperialismo vio naufragar sus barcos; Chávez y Kirchner, codo a codo, defendieron a la región del imperialismo yanqui, que venía a imponer el ALCA como herramienta de dominación.
En aquel momento, junto a esos grandes patriotas, Presidentes y militantes de la liberación, se escuchó fuerte la voz del pueblo reclamando No Pasarán, en el Estadio de Mar del Plata, de la misma manera que había tronado el clamor de aquellos gauchos en las barrancas de la Vuelta de Obligado.
La unión sudamericana, tanto económica como política, la defensa del trabajo y la protección de las pequeñas y medianas industrias, que son las que en su mayoría se sostienen por capital nacional; pero además las medidas mercado internistas más revolucionarias de este Gobierno como son la Asignación Universal, el ingreso de 2 millones y medio de jubilados y el crecimiento del salario también sostienen la Soberanía Argentina.
Hoy en día la avanzada imperialista se plantea a través de sus intentos desetabilizadores de los gobiernos populares de la región, y particularmente en la Argentina, a través también de una creciente sojización y extranjerización de nuestro suelo, además de leyes mineras permisivas en algunas provincias; en este camino la posibilidad de una Ley de Arrendamientos, otra de Entidades Financieras y las Retenciones, son como aquellos cañones comandados por el General Lucio Mansilla que detuvieron el avance prepotente del insulto colonialista.
Pero esos cañones deben ser empujados y direccionados por la militancia nacional y popular. Los resabios del colonialismo neoliberal siguen vivos en nuestra Patria, es nuestra tarea modificar definitivamente la correlación de fuerzas; profundizando las medidas revolucionarias del kirchnerismo, llevando en las mochilas de cada pibe, jubilado o trabajador las lanzas con las que los sorprendidos soldados ingleses se encontraron al desembarcar en las pantanosas costas del Río Paraná.
*Secretario General del Movimiento Evita.
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