Pero FPT empezó a televisar la B en 2011 (Post descenso de River). Después casualmente en 2013 descendió Independiente.
Ahora la B no es negocio, el torneo de 30 equipos destruyó la B. Pero una B con Huracán, Argentinos, Colón, Unión, Instituto, Atl. Tucuman, Gimnasia de Jujuy, etc. no será un negoción, pero sigue siendo rentable. Son partidos que a la TVP le dan más rating que los programas que tenían antes (Además de sacarle rating a TyC Sports).
Bueno, estoy decidido, en las Paso y generales tengo a quien votar pero si hay Ballotage voto en blanco pero muy profundamente quiero que gane el menemista Scioli, mas despues de leer infobosta, pasquin pro al mango donde reconocen abiertamente que el famoso “circulo rojo” trabaja para poner a boca en lo mas alto.
Extracto de la nota, la pueden leer completa en el link:
En el macrismo creen que terminó “la crisis de tres días” que empezó el domingo por la tarde. Una encuesta alimentó el cambio de ánimo. Preocupa el recambio de autoridades de fin de año en [b]Boca
No fue el único ítem del temario desglosado ayer por el jefe de Gobierno y sus ministros: entre diversas cuestiones, en el gabinete PRO se volvió a hablar del[b]tironeo con el círculo rojo, ese núcleo de empresarios, analistas y encumbrados periodistas que vuelve a [b]mirar con recelo al ex presidente de Boca Juniors por su giro discursivo de los últimos días.
[/b][/b]Pero además de la logística y del relato de campaña presidencial, vitales para su performance, a Macri y a su entorno también le preocupa otro escenario electoral. Es el de Boca Juniors, cuya resolución tendrá lugar en diciembre y definirá el futuro del macrismo en la institución de la Ribera.
[b]El ex presidente de Boca rodeó al actual mandamás del club, [b]Daniel Angelici, de una selecta mesa de comunicación que se engrosó tras el último clásico con River Plate, que terminó en escándalo por el gas pimienta. La encabeza Peña, el influyente secretario General del Gobierno, aunque Angelici, que quiere ser reelecto, incorporó a ese equipo a Guillermo Seita, secretario de Medios durante el menemismo y estrecho asesor de Scioli desde fines del año pasado. Allí no hay polarización que valga: Seita colaboró en el reciente triunfo de Rodríguez Larreta, del que tanto se mofó el gobernador bonaerense.
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El pais va a seguir hundido en cuentas y quilombos con o sin Macri o Scioli pero por lo menos dejenme disfrutar de River y no tener que aguantar ver todo lo que estan haciendo a favor de boca.
[b]
Néstor Kirchner, duele decirlo, sufre más disgustos por las desventuras de su amado Racing Club que por el precio de la carne. Se recordará que, para darse un baño de popularidad anticipada, había aparecido en las plateas del estadio de Avellaneda una tarde de partido, días antes de asumir la Presidencia. Sin embargo, ya sea por las ocupaciones derivadas de gobernar un país en crisis o porque de fútbol mejor no hablar, en la Casa Rosada no es el Presidente quien más se ocupa de las cuestiones vinculadas al deporte, sino su jefe de Gabinete.
Con el corazón depositado en Argentinos Juniors, Alberto Fernández atesora en su despacho un regalo que sólo valoran los que comparten esa pasión casi secreta: una bella camisa rojiblanca utilizada por el equipo de La Paternal en los 60, autografiada por José Luis Luna, hábil wing derecho de aquellos tiempos.
¿A qué viene esto? A que ahora, ahuyentado el fantasma del FMI, triturado el duhaldismo, desperdigada la oposición, amedrentados los empresarios y más o menos contenidos los sindicalistas que se dicen amigos, el kirchnerismo sigue buscando acrecentar su poder, según marca el manual de quienes llegan a esas posiciones. Y acaba de posar su mirada ávida sobre el mundo del fútbol. Esta razón, más que cualquier otra, explica la discreta visita hecha esta semana a la Casa Rosada por José María Aguilar, el presidente de River Plate.
Hay al menos dos versiones acerca de cómo se pactó el encuentro. Los amigos de Aguilar dicen que fue convocado desde el Gobierno y que lo sorprendió el llamado. En la Casa Rosada, en cambio, aseguran que fue Aguilar el que hizo saber que quería tener alguna llegada al poder. La única coincidencia es que el vínculo para reunirlos fue Julio Vitobello, un peronista porteño muy cercano al jefe de Gabinete.
Fernández y Aguilar charlaron el lunes pasado un rato largo. Como suele hacer cuando quiere mostrar interés en algo o alguien, pero sin tomar un compromiso personal con el tema, Kirchner apareció por la puerta que comunica su despacho con el del jefe de Gabinete. Saludó, bromeó con Aguilar, tiró un par de ideas como si fueran casuales y se fue prometiendo nuevos encuentros.
Si se rasca debajo de la superficie, pronto aparece la intención del Gobierno de construir un tramado de influencia en el fútbol, apuntando a dos temas que llegarán, inexorables: el impulso para poner más clubes en manos de sociedades gerenciadoras (como ya ocurre en Racing) y la renovación de la presidencia de la AFA, el año próximo.
Algunas cosas parecen claras: en la Casa Rosada no quieren que los clubes de fútbol sean transformados en sociedades anónimas; y aunque no ven con demasiada simpatía la gestión de Julio Grondona, que lleva más de 25 años al mando del fútbol argentino, mucho menos les entusiasma la candidatura alternativa de Raúl Gámez, actual titular de Vélez Sarsfield.
Aguilar metió baza lamentando que ni River ni Boca tuvieran mucho peso en las decisiones de la AFA. Pero enseguida percibió el rechazo de sus interlocutores ante cualquier posible sociedad entre los equipos más grandes.
Entendió rápido: Mauricio Macri, el enemigo número uno de la Casa Rosada y su mayor amenaza electoral hoy en día, es el presidente de Boca. Y en el imaginario kirchnerista, Aguilar bien podría funcionar como su contrapeso o, en el mejor de los casos, como su competencia a la hora de mostrar gestiones exitosas.
Habrá que ver si el titular de River es seducido por esa idea de ser la virtual contrafigura de Macri, con quien acaba de tener una pelea fuerte. Para empezar, no le vendría mal acumular éxitos deportivos: lleva cinco años como presidente del club y tres títulos ganados, frente a los diez años de gestión y trece títulos locales e internacionales que suma Macri.
Aguilar, abogado, casado, tres hijos, afiliado a la UCR, en su época militante de la Juventud Radical, que ganó la conducción de River ayudado por algunos amigos de Enrique Nosiglia, nunca tuvo un cargo político y jura no estar interesado en tenerlo. Los que lo conocen, en cambio, saben de su intención de conducir alguna vez la poderosa y multimillonaria AFA.
Claro que si se pretende llegar tan arriba, siempre es bueno subir por una escalera que esté bien afirmada en el poder.
mauricio ladri,el banquero disfrazado de industrial,puso en la zona donde vivo “distrito tecnologico”.Lo unico que se lleno fue de call centers negreros y de depositos estilo iron mountain.
Los gobiernos no inciden absolutamente en nada en un campeonato. Es la típica excusa de equipo chico, llorón y fracasado como los bosteros en los 90s que decían que “ganábamos por el turco” intentando minimizar estos plantelazos de aquel entonces.
Es que en parte es cierto lamentablemente, si el turco no ponia un peso un dolar no le pagabamos a ese plantel sueldos y premios a nivel europeo, si devaluaba no volvia ni el Enzo en el 96 y se iba a quedar robando en algun equipo de tercera de España.
Bueno, despues gracias a todo esto vinieron las nefastas consecuencias posteriores pero en los 90 gracias a la convertibilidad River se vio muy favorecido.