Vamos a corrernos un poco del eje de estas horas marcado por lineamientos más o menos visibles. Los que habían advertido el derrumbe se golpean el pecho. Los “panqueques” van y vienen porque por eso son panqueques. Los que se conectaron con el Mundial desde lo emocional porque Diego Maradona era el que convocaba refrendan el sentimiento más fuerte ahora , porque bancar es lo que queda cuando ya no se puede jugar. Hay otra vertiente: el apoyo politizado hacia Maradona como parte de un conglomerado de sucesos que forman parte de la vida cotidiana y mediática argentina de los últimos meses. Los hinchas de fútbol, los que miran el juego y lo siguen en los medios tal vez busquen otra enfoque de los hechos. Quienes comprendan que el fútbol es un juego y no solamente eso. Con el poder suficiente de alterar los estados hormonales y nerviosos de una comunidad que se pone triste o alegre según lo que pasa afuera.
El fútbol argentino precisa de nuevas preguntas para encontrar nuevas respuestas. Otra manera de abordar el complejo camino de ir a un Mundial, jugarlo y si es posible ganarlo. La Argentina fue a los últimos mundiales de diferentes maneras pero siempre volvió con el denominador común de la derrota. Pero la derrota anticipada. Quizás haya aquí una primera conclusión: no se trata solamente de perder, contingencia del juego en definitiva. La media de la Argentina en los mundiales es perder antes de lo razonable. ¿La Argentina tiene los grandes jugadores qué cree como para quedar entre los mejores cuatro equipos de un Mundial? De este que todavía sigue y de los que pasaron. Esa es la frontera aspiracional: hacer cada cuatro años un campeonato de 7 partidos que son los que juegan los seleccionados fuertes. ¿Por qué la Argentina no lo consigue? ¿De dónde surge la idea de que la Argentina es candidata siempre en los mundiales?
Todos lo creemos y lo repetimos. Pero la selección no llega a una final desde 1990 y obviamente con Diego Maradona en la cancha. Creemos que seguimos siendo aquello y no sabemos bien que somos. Han pasado 20 años y 5 mundiales y es como si viviéramos otra vida de prestado. No hay dudas sobre que el seleccionado argentino usó en los últimos mundiales todas las alternativas disponibles que tiene el fútbol. Fue ofensiva y conminada a la iluminación de sus figuras con Alfio Basile no una vez, sino dos veces. Fue rígida, esquemática y pretendidamente italiana al mando de Daniel Passarella. Fue ordenada, vertiginosa y sin fuerza de gol con Marcelo Bielsa. Fue pragmática y fruto de uniones generacionales con José Pekerman. Y finalmente fue mítica, “jugadorista” y entregada a un cosmos de coincidencias y vaticinios con Diego Maradona. Queda poco en la góndola para probar y devolver si no es de nuestra satisfacción.
Estos momentos son propicios para proponer reestructuraciones y revisiones profundas que nunca llegan. Entre otras cuestiones porque somos argentinos y no vamos por ese camino. Agarramos la banquina cuando ya vemos dos autos parados adelante. Y creemos que por ser Argentina en el fútbol ya está todo dicho y hecho. Empecemos un día por cambiar las preguntas para encontrar otras respuestas.
Vamos a corrernos un poco del eje de estas horas marcado por lineamientos más o menos visibles. Los que habían advertido el derrumbe se golpean el pecho. Los “panqueques” van y vienen porque por eso son panqueques. Los que se conectaron con el Mundial desde lo emocional porque Diego Maradona era el que convocaba refrendan el sentimiento más fuerte ahora , porque bancar es lo que queda cuando ya no se puede jugar. Hay otra vertiente: el apoyo politizado hacia Maradona como parte de un conglomerado de sucesos que forman parte de la vida cotidiana y mediática argentina de los últimos meses. Los hinchas de fútbol, los que miran el juego y lo siguen en los medios tal vez busquen otra enfoque de los hechos. Quienes comprendan que el fútbol es un juego y no solamente eso. Con el poder suficiente de alterar los estados hormonales y nerviosos de una comunidad que se pone triste o alegre según lo que pasa afuera.
El fútbol argentino precisa de nuevas preguntas para encontrar nuevas respuestas. Otra manera de abordar el complejo camino de ir a un Mundial, jugarlo y si es posible ganarlo. La Argentina fue a los últimos mundiales de diferentes maneras pero siempre volvió con el denominador común de la derrota. Pero la derrota anticipada. Quizás haya aquí una primera conclusión: no se trata solamente de perder, contingencia del juego en definitiva. La media de la Argentina en los mundiales es perder antes de lo razonable. ¿La Argentina tiene los grandes jugadores qué cree como para quedar entre los mejores cuatro equipos de un Mundial? De este que todavía sigue y de los que pasaron. Esa es la frontera aspiracional: hacer cada cuatro años un campeonato de 7 partidos que son los que juegan los seleccionados fuertes. ¿Por qué la Argentina no lo consigue? ¿De dónde surge la idea de que la Argentina es candidata siempre en los mundiales?
Todos lo creemos y lo repetimos. Pero la selección no llega a una final desde 1990 y obviamente con Diego Maradona en la cancha. Creemos que seguimos siendo aquello y no sabemos bien que somos. Han pasado 20 años y 5 mundiales y es como si viviéramos otra vida de prestado. No hay dudas sobre que el seleccionado argentino usó en los últimos mundiales todas las alternativas disponibles que tiene el fútbol. Fue ofensiva y conminada a la iluminación de sus figuras con Alfio Basile no una vez, sino dos veces. Fue rígida, esquemática y pretendidamente italiana al mando de Daniel Passarella. Fue ordenada, vertiginosa y sin fuerza de gol con Marcelo Bielsa. Fue pragmática y fruto de uniones generacionales con José Pekerman. Y finalmente fue mítica, “jugadorista” y entregada a un cosmos de coincidencias y vaticinios con Diego Maradona. Queda poco en la góndola para probar y devolver si no es de nuestra satisfacción.
Estos momentos son propicios para proponer reestructuraciones y revisiones profundas que nunca llegan. Entre otras cuestiones porque somos argentinos y no vamos por ese camino. Agarramos la banquina cuando ya vemos dos autos parados adelante. Y creemos que por ser Argentina en el fútbol ya está todo dicho y hecho. Empecemos un día por cambiar las preguntas para encontrar otras respuestas.
creía en las individualidades, me equivoqué, pensaba que su peso especifico se iba a sobreponer a la falta de laburo y no fue así… la verdad que fue una boludez de mi parte, pero bue, creo que el resultado de ayer fue lo suficientemente aplastante como para que nos demos cuenta de la realidad de las cosas, de la nube de pedos en la que eestabamos inmersos varios
Sinceramente no se, Passarella no pudo, Bilardo en su segunda etapa, tampoco, Pekerman con años de experiencia en dirección técnica no pudo superar a Maradona, Bielsa con su inteligencia, tampoco, es más, nos hizo volver en primera ronda, el mayor papelón del fútbol argentino. Se dan cuenta ahora? Maradona habiendo dirigido a Mandiyú llegó más lejos que el gran maestro del fútbol al que muchos idolatran
Peckerman no pudo superar a Maradona??? moldeó la mejor camada del futbol argentino de 30 años a estos dias… de que estamos hablando? Maradona llegó mas lejos que el técnico que ganó titulos con Ñuls, Velez, sacó a Argentina campeon de los juegos olimpicos por primera vez en su historia…? en serio estamos hablando?
Alguien tiene que ganar…y bueno,perder con alemania esta dentro de las posibilidades…El tema es que la diferencia tan abultada y justa fue sobre todo porque se jugo sin ninguna estrategia:el tecnico arma el equipo por amiguismos,sugerencias de familiares,las cabalas y sustentado en ese chamuyo de la mistica,esto ultimo sustentado en un periodismo berreta que en cada presentacion argentina estaban con el verso de “diego se lleva todas la camaras”…“el mundo ve a maradona y se pone de rodillas” y toda la sarta de boludeces que se escucha en radio y television
Eso es Luis porque se evalúa todo un proceso por uno, dos o 3 resultados. Si vamos por resultados en el Mundial el de Maradona es el mas exitoso con 12/15 puntos ( Passarella 10/15, Pekerman 9/15, Bielsa 4/9, Basile 6/12 ). Ahi el riesgo de evaluar el resultado sin analizar el contexto. Pregunto entonces, que dejaron estos 4 años de cara a futuro? Se le inculcaron conocimientos de técnica, táctica y estrategia? Se encontró un equipo, se encontró un patrón de juego a seguir? Perder se puede perder con cualquiera sea el proyecto serio o un desparramo. Pero lo que vale es analizar el conjunto.
Que parte de qué Bielsa no contaba con defensores no entendiste??? El único defensor de jerarquía en aquel entonces era Ayala y se lesionó antes de jugar con Nigeria, a quien ibas a poner??? El patrón Bermudez es colombiano eh!. Ahora Maradona contaba con muchos más recursos en ese puesto. Que parte de que ESA Suecia, sin ser la gran cosa es más que la Grecia actual no entendés??? Que parte de que la Nigeria del 2002 es más que esta Nigeria que podría ser la peor de la historia tranquilamente??? Que parte de que Inglaterra es mucho más que Corea del Sur no entendés???. Que parte de que Bielsa ALGUNA VEZ jugó bien al fútbol, cosa que Maradona no logró nunca, ni en amistosos, ni en Eliminatorias ni en nada. Que parte de que clasificó tranqui y no a los pedos como el gordo no entendes??? Por el momento de los jugadores es mucho más fracaso esto.
Y vas a saltar con una respuesta al mejor estilo: “LA TENES ADENTRO”, “PELE DEBUTO CON UN PIBE”, “LA FIFA NOS CAGÓ”, “PLATINI ES UN FRANCES AMARGO”. Digna respuesta de un seguidor de un mamarracho como lo es el no técnico este.
Totalmente, esta claro que si Argentina jugaba contra Ghana pasaba a las semis también como paso Uruguay, influyen muchas cosas en un mundial, creo que en el mundial propiamente dicho importa mas el resultado, que puede o no estar sustentando por trabajo, si esta sustentado mejor, y sigamos por ese camino, no cambiemos, si no esta sustentado, listo a otro cosa, hay que cambiar urgente, y creo que esta claro lo que hay que hacer ahora.