Últimamente no ando teniendo buenos días. Es más, son días lejanos a una persona feliz por unas cuestiones que bueno, no me voy a explayar acá ni es el sentido del th.
Mientras estaba acostado ayer a la noche me puse a pensar, entre otras cosas, de las veces que fui plenamente feliz. Donde mi autoestima estaba por los cielos y parecía inquebrantable.
Creo que sería interesante ver esos momentos nuestros donde nos sentíamos capaz de todo. Esos días donde sentís que podes parar a la MSN solito o que te podes levantar a Scarlett Johansson a pesar de estar rodeada de los 100 tipos mas armados, millonarios y facheros del mundo. En lo posible, obviando lo futbolístico que nos hizo vivir River estos últimos años.
En mi corta vida me sentí plenaplenamente 2 veces.
La primera fue en 2014 días después de cortar con mi ex.
Me es difícil explicar exactamente como me sentía pero posta que volaba. Me sentía capaz de todo, muy animado, muy vivo, lleno, pleno, con una paz… quizás esto pudo mostrar que lo que duró 1 año y 1 mes tuvo que haber durado máximo 7 meses.
El otro fue el año pasado. El punto de partida se originó cuando tenía que decir algo en un acto (tengo un miedo escenico bárbaro) y me fue bien (siempre me va bien, pero esa fue la primera vez que hablé frente a más gente que mi curso solo) y fueron semanas que me sentía por los aires.
Después está cuando en los días de educación física yo hacía handball que era el primer horario a la mañana. Extrañamente el año pasado (año en el que egresé) fue más fútbol que otra cosa. Era increíble y lo disfrutábamos a full.
A esto sumenle que decidí quedarme al siguiente horario a jugar basket 1 y me iba bastante bien. Sumandole a ambos horarios que lo hacía con gente que en su mayoría me caían muy bien. Los mejores días eran los viernes ya que los miércoles las chicas ocupaban la cancha de basket para el voley y jugábamos en la cancha de atrás que era más chica, con un piso más feo y un aro se había caído así que este estaba más abajo que el otro…
También ubicandome en el año pasado, aprendí a querer más a los de mi cursos y abrirme más ante ellos. Como persona tímida que soy, era raro como de un día al otro pasé a ser otro en el aula.
En fin, este fue mi aporte.
Espero leer los suyos. Saludos!