Para no olvidar!

que hacemos con almeyda ? por un lado, el tipo viene a los 38 años y te deja la vida en la cancha, pero al mismo tiempo su poca inteligencia dentro de la cancha y el probable hecho de no jugar al 100 por ciento estos partidos tambien nos perjudico

Hernan Castillo, que se haga cargo que es AMIGO de Aguilar. Era a quien Aguilar le daba todas las primicias y se la pasaba en presidencia. Ahora acusa con el dedo. Tarde, ya no le creo su honestidad intelectual. Encima, hincha de Banfield.

Pipo “All Boys me llena el alma y River el bolsillo” Sintes. Cuerpo de pochoclo, SE CANSO DE HACER GUITA CON VIAJES DE LA GENTE DE RIVER. En ese momento juntaba para la corona, que en su caso era el ex socio de Boca, el bostero de Costa Febre.

Coincido en todo, igual dentro de 5 años si a Carrasco viene y le va mal también van a decir que lo recomendó el Enzo, todo lo que es uruguayo y pasa por River se lo endosan al Enzo porque si, y no es asi, otro tema que me da bronca Fonseca jugo 2 partidos, se fue sin cobrar un peso y lo critican como un delantero que vino a robar, jajaja incomprobable, Fonseca fue un gran delantero y digo mas ese verano que jugo hizo que le ganemos a Boca, ( asi es entro y le salvo el culito a Ramon) en el final anoto el empate de tiro libre hermoso gol y en los penales definió el ultimo, no jugo nunca mas de titular después, y escuchas criticas a Fonseca que al verdad quiero que alguien me fundamente porque hablan de boludeces a veces.

Me gustaría saber dónde se van a meter mañana el el pseudo-programa de fútbol de Fantino, Ruggeri y Distasio que se reían y subestimaban la situación.

El problema es ofensivo, jugar con Almeyda al 100% no perjudicó en los partidos, al menos no en un nivel sensible.


La parte de la hinchada es culpa de Ahumada. Si el no hubiera salido con eso del ‘silencio atroz’, nunca hubiera saltado la hinchada a hacerse la ‘yo aliento en las malas’. Y así desfilaron jugadores por adelante del hincha haciendo papelones, y el hincha ni enterado.

Se nos van a reír en la cara…

Sabés que nunca lo había pensado así, y creo que tenés mucha razón. Como si ya no lo odiara sufuciente al pelotudo ese.

Coincido, el hincha tiene mucha culpa inclusive mas que Aguilar y Pasarella juntos, si el hincha se hubiese manifestado antes como corresponde todo esta tragedia podria haberse evitado.

Repasá el encabezado y vas a entender la inclusión de Francéscoli. Yo los respeto a uds, que interpretan que Enzo no cometió ningún tipo de error en estos años. También, Aramixs, respetá a aquellos que consideramos, dejando lo de los jugadores de lado, al menos innecesario que Francéscoli fuera la cara de la campaña del candidato con mayor cantidad de aguilaristas en su lista.

Abrazo.

No tenes que dar ninguna explicacion de nada del eterno saltarin vs. boca. Ninguna.

Ahumada la concha de tu madre

Cierto, desde que All Boys subió a Primera se le “perdió” su “amor incondicional” por River Plate. :lol:

Domingo Dìaz ladròn hijo de puta, uno de los artìfices de que el hijodemilputas de Fracassarella hoy presida River
Daniel Bravo , que estuvo con Aguilar y con este

ok matias…no incidio en nada eso, GANO PASARELLA XQ MAS SOCIOS LO VOTARON…y aunque tenia menos aguilaristas en la lista,estan haciendo mas daño que aguilar…cada uno tiene su vision, pero si es x las elecciones y su imagen jugando para donofrio, no veo al final la culpa que tiene en este presente .
abrazo matias…dicen x uruguay que lo de carrasco se enfrio hasta el 30 x lo menos.

No me importa que haya incidido o no. Me importa el acto, Oscar. Y mirá que en la lista está Ortega, que debe ser el tipo que más sonrisas me sacó. Aclaro: no soy anti Enzo. Simplemente, creo que se equivocó en eso y por ende figura en la lista. El sentido de la lista es ¿Qué hicieron esos tipos durante la depredación de River? Luego, cada uno arma su ránking de responsables.

Si el no hacia esos 11 puntos nosotros no estariamos jugando con Belgrano.

Campeones salimos 33 veces.Ultimos 1 sola.Y la promocion una sola vez.SIMIOne tiene un 80 por ciento de culpa.

Pero yo no dije que no cometió ningún error, en mi primer respuesta dije que si son errores, lo que pienso es que son errores que no tienen incidencia en este presente, es como que vos tengas un taxi y 4 choferes que lo manejan uno funde el motor, otro rompe la cajam otro la dirección y el ultimo solo rompió una cubierta porque se comió un pozo, y claramente los 4 no destruyeron el auto, solo fueron 3 me explico, si bien el ultimo también tuvo un inconveniente de ninguna manera es inconveniente incidió en la destrucción del auto, a eso voy yo Mati.
El error esta, no lo voy a negar, pero me parece algo tan insignificante cuando miro todo lo que nos hicieron en los últimos 20 o 25 años.
Yo respeto todas las opiniones, de hecho vuelvo a decir coincidí en que fueron errores, nunca dije lo contrario.

80%?
Cuanto mayor poder, mayor es la culpa.
En ese momento el que mayor poder tenia no era simeone.

ACLARO QUE NO LO BANCO EH. ME PARECE UN HIJO DE PUTA. PERO NO ES PRINCIPAL CULPABLE.

perfil intimo del cuestionado presidente de river

Las caras menos conocidas de Aguilar

Inició su carrera dirigencial en el club de Núñez endiosando a los principales barrabravas de la institución. Miembro de un estudio jurídico de poco peso en el ramo, se cobijó en la entidad millonaria bajo el ala de sectores a los que luego enfrentó sin piedad. Llegó al máximo cargo con el eslogan de “Honestidad y eficiencia”. Pero hoy vive su peor momento, rodeado de múltiples problemas: violencia de sus hinchas, agujeros económicos, problemas en la Justicia y mediocres resultados deportivos. Un cóctel explosivo que le cuesta tragar y que puede terminar anticipadamente con su mandato.

Por RODOLFO GONZALEZ ARZAC

“Yo los miraba a Matute, a Sandro y a Chupete, y me parecían San Martín, Belgrano y Sarmiento.” La frase la dijo el actual presidente de River Plate. Y la usó para explicar cómo veía él a los jefes de la barra brava del club cuando iba a la tribuna y era un pibe. La imagen se repite, y mucho, estas semanas en la televisión. Justo ahora que en la calle Dr. Pedro Rivera al 4300, a metros de la Estación Drago, hay desde hace pocos días una casilla y dos custodios de la Policía Federal que cuidan a José María Aguilar, a su esposa y a los cuatro chicos que viven en la casa. La guerra interna en la barra brava de River amenaza con llegar a la residencia de Villa Urquiza. “Es un momento duro de la gestión, hay muchos frentes abiertos”, admite Aguilar.
—¿Y cómo lo está llevando?
—Mal.

Los inicios. Aguilar empezó a participar en la política de River en 1982 en un acto del Mocri (Movimiento de Conducción Riverplatense) que por ese entonces proponía como presidente a Hugo Santilli. Ese día fue con los mismos amigos del barrio con los que paraba en un quiosco de revistas de la estación Drago, los mismos con los que iba a la cancha todos los domingos. Es decir: Ramiro Castro (hijo de los dueños del puesto), “el Bocha”, “el Peluquero”, Osvaldo y Daniel Bravo (hijo de Alfredo, más tarde jefe de la juventud radical, el hombre que ejecutó la operación política contra Enrique Olivera en las últimas elecciones, actual miembro de la junta fiscalizadora de River Plate).
Dos años después se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires. Y se asoció a un estudio jurídico que lleva el nombre de Repetto y Asociados. Lo comparte con Alejandro, Mariano y Eduardo “Toby” Repetto, compañero de colegio (iban al Bethania, un privado laico de Belgrano R) y buen amigo. Era y es un estudio chico con abogados sin mucho bronce, como tantos otros, como la mayoría, con oficinas en la calle Tronador. En el barrio dicen que José María repitió la historia de sus papá –médico, casi sacerdote – y su mamá –médica, militante católica– que atendían las urgencias de los vecinos. “Lo hice hasta que fui presidente”, admite él. Hubo otros trabajos destacados: fue abogado de la vieja Segba cuando ésta era liquidada. Ahí conoció a Alfredo Wodkte, hoy gerente general de River, que entonces ocupaba la oficina a cargo de los entes en liquidación del Ministerio de Economía. Aguilar también fue el abogado durante dos años de Empresa Hípica Argentina SA, una firma vinculada a Mario Israel –actual secretario general de River, apodado “monje negro”–, que manejaba el juego de los hipódromos de La Plata y San Isidro, y que quebró en 1998.
—Aguilar, ¿cómo definiría usted su relación con Mario Israel?
—De amistad.
[RIGHT]Sigue[/RIGHT]
Socios. Aguilar conoció a Israel en el MOCRI. Y en la década del 90 sellaron una sociedad, sin dudas, exitosa. Mario Israel es el testigo de casamiento del actual presidente de River. Y el hombre al que uno de cada dos socios sindica como el que “realmente” maneja todo en River. Uno de ellos, que además los conoce, lo explica: “Mario vio en José María una posibilidad de éxito de electoral que él no tenía; hoy uno administra y el otro habla”. Su amigo Daniel Bravo da otra versión: “José pintaba para grandes cosas y todos lo empiezan a ver: desde Santilli hasta Israel”.
Lo cierto es que José María Aguilar pasó por casi todos los cargos posibles en la comisión directiva. “Las primeras intervenciones de José María Aguilar en las reuniones de comisión directiva fueron para hacer una defensa furiosa de Hugo Santilli a quien se acusaba de haberse quedado con dinero de la venta de Enzo Francescoli”, recuerda Daniel Kiper que por esos días integraba la CD. Aguilar había conseguido entrar como vocal por la minoría a la comisión, y a su modo, ejercitando su reconocida esgrima discursiva, devolvía los favores. Eso no impidió, sin embargo, que al tiempo comenzara a poner en marcha una conveniente metamorfosis por la cual se volvió un defensor del presidente Davicce. La jugada salió perfecta: no tardó en ganarse un lugar de privilegio entre los hombres de Alfredo.
“Le tuve confianza, era mi delfín”, recuerda Davicce que, en 1996, convenció a David Pintado para que le diera a José María un puesto clave. “En la secretaría del club Aguilar manejó tareas de mucha importancia, ése fue su trampolín”, agrega el ex presidente. A diferencia de lo que pasó con Santilli, esta vez la relación terminó mal. El maestro y su discípulo no tardaron en distanciarse.
Aguilar admitió en público que quería ser presidente en una vieja entrevista de 1999 al diario Clarín, cuando todavía ocupaba la secretaría general de la conducción de David Pintado. Ese mismo día prometió para su campaña un eslogan que, decía, le sentaba perfecto: “Honestidad y eficiencia”. Ocho años después algunas cosas cambiaron: son muchos los que lo acusan de no cumplir ni con una ni con otra, no son pocos los que creen que está frente a la última oportunidad por dar vuelta la historia, y cada vez son más los que le prevén un final apocalíptico. El abogado de clase media, el radical bien entrenado y buen lector, el dirigente de fútbol progre, el que admite una relación afectiva con Enrique Nosiglia, el que coqueteó con Mauricio Macri hasta que un día empezó a menospreciarlo, el hombre de la tribuna que cumplió su sueño, pasa por su peor momento.
—Aguilar, ¿qué les diría a los que le pronostican una renuncia anticipada?
—Que es una buena idea.

Yo lo pondria a PAssarella por lo menos compartiendo el primer puesto con la ballena, pero bueno… da igual, la mayoria, por accion u omision, forman parte de un mismo plan, a esta altura ya es mas que obvio.