Tengo varias de estas cosas impopulares y que tal vez van en contra de las grandes masas de hinchas de River, mucho más de la actual generación. Tengo 35 años y lo sigo a River desde comienzo de los 90, por lo que crecí en épocas de gloria.
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El desperdicio de las copas internacionales. A pesar de haber ganado la Libertadores del 96 y la Supercopa del 97, creo que aquel equipo que tenía River por aquellos años era para cosechar al menos dos o tres Libertadores más. Las perdimos por ser verdes a nivel internacional y por no tener un arquero acorde para jugar esa clase de torneos
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Creo que si en aquellos años, River compraba a Chilavert podría haber sido fundamental para ganar más títulos de los que ganó.
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Astrada y Hernan Diaz me parecieron siempre jugadores acompañantes de cracks, pero arrugadores seriales contra la bosta.
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Matías Almeyda merece una nueva oportunidad como técnico de River en algún momento. Agarro a River cuando nadie todos se escondían y nunca me cerró eso de que Ramón se ofreció para dirigir “gratis”.
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Daniel Passarella podrá ser recordado por su poca cintura política y por no haberse arrodillado ante el poder para salvar a River del desastre, pero no creo que sea el peor presidente de la historia. En el momento en el que asumió agarró el club con una caja vacía, latas de pintura, un pasivo que nos llevaba a rozar la quiebra e inferiores totalmente destruidas. En ese contexto gobernó y cometió errores de alguien con una personalidad fuerte, que quiso gobernar con el mismo espíritu que cuando era técnico o jugador y que no supo rodearse como corresponde. Terminó su gestión cediendo en su soberbia, volviendo a llamar a Ramón y dejando un plantel que fue la base de la obtención de la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015. No le quito responsabilidad por el descenso porque la tiene sin lugar a dudas, pero creo que simplemente será recordado como el peor presidente por haber estado al mando en ese momento. En el análisis global creo que es un 70% de Aguilar y un 30% de Passarella.
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Crecí , me divertí y disfrute de Ramón Diaz como técnico y siempre tendrá mis respetos por lo que significa para la historia de River. Sin embargo, algo que nunca me gustó de él fue su soberbia. Las comparaciones son odiosas, pero a veces no se pueden evitar. Más allá de los títulos logrados, creo que el mensaje que baja Gallardo en la parte humana es 10 veces superior al de Ramón: el manejo de grupo, la humildad, la frontalidad, el hecho de estar en cada detalle de lo que pasa en el club, el respeto tanto por los propios jugadores como los del rival de turno y la sinceridad son atributos que marcan la diferencia entre uno y otro.