El que tenía dudas sobre la conexión Angelici/Grupo Clarín/Macri, engolosínese con esta nota:
Clarin.comDeportesFútbolBoca Juniors15/04/16
[b]Guillermo tiene el equipo para que Boca vuelva a soñar[/b]
Fútbol local
El acceso a los octavos de final es la consolidación de la idea del Mellizo.
Adelante, Boca. Pase. Ubíquese en los octavos de final de la Copa Libertadores. Siéntase como en su casa, que ya lo es desde hace mucho tiempo. Si desde el nuevo milenio cada vez que jugó el torneo que levantó seis veces, nunca se quedó en la primera fase. Acá está. Acá llegó de la mano de Barros Schelotto, el DT que supo ganar como futbolista cuatro veces el torneo más grande del continente con la camiseta azul y oro. Sabe de qué se trata. Y acá está, clasificado una fecha antes del cierre de la primera fase pese a que el Grupo 3 no era accesible. Pero está. Como ocurrió casi siempre (apenas faltó en un puñado de ocasiones cuando era otro formato) en las 26 participaciones que lleva.
Todo invita a la ilusión en Boca, pese a un comienzo de año demasiado apocalíptico por tratarse del último campeón del fútbol argentino. Al cabo, Boca todavía lo es. Pero cambió el DT. Se fue el Vasco, llegó Guillermo para ir tras el sueño de retornar a Japón. Y está invicto en la Libertadores: jugó dos clásicos contra Racing (el karma de Arruabarrena), empató de local, le ganó en Avellaneda y ni siquiera le hicieron un gol. Empató con un tanto agónico pero merecido ante Bolívar en La Paz, desafiando la altura. De local, ante el mismo rival, lo resolvió con Tevez y sus amigos. Si hasta puede decidir quiénes descansan en la última fecha ante Deportivo Cali (el miércoles, 21.45, en La Boca) de cara al Superclásico del domingo 24 en la Bombonera.
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¿Candidato? Guillermo no quiere saber nada con eso. Cada vez que habla baja los decibeles y resalta la cantidad de equipos que van detrás del mismo objetivo con igual entusiasmo y (tal vez) mayor presupuesto. Por eso el Mellizo es medido pese a que no le huye a la responsabilidad de protagonismo. En lo que se apoya el DT es en el trabajo. Pese a las lesiones de turno, busca que su equipo se parezca mucho a un conjunto “inteligente, agresivo, ofensivo y con identidad”. Eso repite puertas adentro. “Tenemos la camiseta de Boca y eso te exige día a día a ser el mejor”. Eso expone puertas afuera. Con el Melli Gustavo a los gritos, con Ariel Pereyra a cargo de los videos y con el profe Valdecantos con el silbato para mantener en forma al plantel, Boca de a poco mutó en versión Schelotto: aguerrido, con el arco rival como horizonte y con la Libertadores como objetivo central. El dibujo táctico (4-3-3) sale similar al de Arruabarrena pero no con los mismos intérpretes. Ahora Tevez es 9 (lo será mientras falte Osvaldo), Pavón y Carrizo (dos “recuperados” por él) se abren como alas, Lodeiro llega seguido al gol y Gago, con Cubas bien cerquita, recuperó su nivel. Con ellos y el empuje innegociable del resto, Boca va.
“No me gusta hablar de titulares y de suplentes, pero hay apellidos que se repiten y que están un escalón por arriba, aunque necesito del compromiso de todos”, admitió el DT, que no tiene pelos en la lengua. Por eso pasó del fuerte reto en Victoria por la falta de rebeldía al elogio en Avellaneda por la demostración de personalidad. Y no importa que entre un equipo y otro hubiera ocho cambios. El mensaje va para todos. Para los que están y para los que pueden llegar. Porque Boca sueña con la Copa. Con la séptima.
Bienvenido a octavos.