Mi declaración sobre este tema en mi blog:
elfamosoriver.blogspot.com
Un nuevo absurdo del Grupo Clarín: el “Registro Nacional del Hincha”
Imaginemos por un momento que el diario Clarín por un lado y Página/12 por el otro, consultan a sus lectores mediante una encuesta en su sitio si están conformes con la gestión del gobierno de la presidenta Cristina Fernández… los resultados de esta encuesta, ¿reflejarían la realidad sobre la opinión de los argentinos? ¿no estarían acaso determinados por la tendencia del medio que la realiza y por lo tanto la de sus lectores? ¿serían los mismos en ambos diarios? La respuesta es evidente y se deduce lógicamente. La nueva patraña operativa del Grupo Clarín denominada “Registro Nacional del Hincha” sólo confirmará una cosa: el alto nivel de adhesión al diario Olé y a sus consignas por parte de los hinchas de Boca y alto rechazo a las mismas por parte de los hinchas de River. De todas formas, el panfleto propagandístico pseudodeportivo Olé intentará utilizarlo con el fin de darle nuevo vigor a un mito-falacia que se viene cayendo a pedazos: “Boca tiene más hinchas de River”.
Boca y el Grupo Clarín: esos amigos del alma.
El hecho concreto de que el influenciable hincha de Boca lee y compra más el Olé que el hincha de River, de naturaleza más crítica y analítica, es el resultado directo de años y años de exaltación y sobrevaloración de cada uno de los elementos que constituyen la historia moderna del club cercano al Riachuelo, y por el contrario, la denigración y chicana constante hacia todo lo que tenga que ver con la institución más grande de la Argentina. Es lógico que con el paso del tiempo esta tendencia (adhesión/rechazo) se haya incrementado, ya que el matutino, (cínicamente dirigido por un periodista que se promociona como hincha de River), lo que hace es cuidar a su clientela y resignarse ante el otro público al que ya considera perdido.
Las afiliaciones entre Boca y Clarín no son sólamente a nivel de simpatías: no es secreto que son socios comerciales. Lo fueron durante la gestión de Macri (el político protegido por el Grupo), con la empresa Boca Crece SA, también luego de firmar contrato para que sea Canal 13 quien televise los partidos internacionales del club, etc., algo que se extiende a la actualidad bajo la conducción de Angelici, presidente macrista. Es sólo una extensión del nivel de operatividad y coherencia con el que trabajan el macrismo y el Grupo Clarín en cuestiones más importantes.
En este sentido se puede decir que con estas fantochadas como el RNH, el Grupo simplemente protege sus inversiones: es el contragolpe y reacción ante la desolación que produce observar que una leyenda se está desintegrando, y deben responder algo ante sus clientes. De aquí este manotazo de ahogado.
En la cancha se ven los pingos.
Que quede claro: esta operación no es una respuesta a alguna zonza declaración de Almeyda o Passarella. Esto es una coartada para contrarrestar la evidente y aplastante convocatoria de hinchas de River Plate, por lejos superior en términos cuantitativos a cualquier club del país, de local, de visitante, en cualquier provincia, ciudad o estadio, estando en la A, en la B, superando a equipos incluso que juegan en Primera o copas internacionales, incluso superior a equipos campeones… ¿qué hacemos con esto?
La cantidad de afluencia de público que sigue a un equipo no es la única fuente de verdad en este dilema, pero sí que es, por lo menos, la única medible, verificable, contrastable. De ninguna forma aludo a que se es más hincha por ir o no a la cancha, ya que en la mayoría de los casos los medios no están al alcance. Simplemente estoy reflexionando acerca de que es un inmejorable medidor de tendencia. Allí están todos los equipos en igualdad de condiciones: cada uno en lo suyo, con los suyos. Y si se objetaran algunas falencias a este sistema para medir tendencia, se puede decir, con toda certeza, de que al menos es mucho más objetiva que una encuesta realizada por el diario Olé. De la misma forma en que el lugar en el que se hace una encuesta determina directamente los resultados (no es lo mismo consultar en los barrios de Palermo, Belgrano o Núñez, que hacerlo en Constitución, Villa Riachuelo o Nueva Pompeya), el “lugar” en el que se realiza ésta, el diario Olé, es local para Boca y visitante para River.
¿Por qué el Olé recurre a esto? ¿Por qué no considera los datos directos que le brinda la realidad? ¿Por qué cae en la necesidad de generar, nuevamente, una realidad virtual para sí y para sus lectores, cuando por un lado se observan tribunas abarrotadas de gente, dejando chico al estadio de mayor capacidad, mientras que en la otra punta de la ciudad se observan tribunas semi-desiertas? No sólo el Grupo no tiene en cuenta el dato numérico de afluencia de público de un club y de otro, sino que intenta ir contra él, aún contra toda cordura, para terminar diciendo “no se preocupen, somos más”.
Quizás hubiera sido más honesto plantear la encuesta con la intención de determinar cuáles son los hinchas que más compran y leen el diario, para que quede claro a quiénes van dirigidas sus operaciones. Pero no. Lo venden como la respuesta definitiva a la cuestión y se terminó el asunto. Una vergüenza.
Es una nueva operación que demuestra como Clarín miente, tergiversa, manipula, vende humo. Pero sobre todo miente, descaradamente. Se mete una y otra vez con el Gigante, ya sea cuando está en la cima o cuando cae, compulsivamente. Está en su naturaleza.
Lo triste será cuando ante la evidencia de la realidad real, la que se ve en todos los estadios irrefutablemente, comiencen a surgir los efectos, al estilo: “ah, pero el Olé dijo que…”. No triste para el mayoritario hincha de River, que ha dado una muestra de grandeza y dignidad en estos últimos tiempos como ninguna otra parcialidad en la historia de la humanidad, sino para el pobre lector de este tipo de pasquines que organiza esquemas mentales según lo que le venden, y luego repite y obra en consecuencia. Afortunadamente, en temas más importantes, la sociedad ha abierto en gran medida sus ojos, pero el hincha de fútbol es más pasional e irracional y será difícil lograr que desestime este tipo de absurdos.
Es saludable saber que se cuenta con el dato real a favor de uno. El resto son frases, chicanas, operaciones, lemas, mitos. Lo que ha hecho Clarín es como si al otro día de las elecciones presidenciales, despreciando los resultados, busque generar su propia realidad con una encuesta dirigida a sus lectores en las que tienen que votar por su candidato preferido, y luego intente vender eso como “el verdadero sentir y pensar de los argentinos”. Miente, Clarín, miente, que algo siempre quedará. Pero cada vez menos, eso seguro.