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[CENTER]"A River le voy a querer ganar, pero a Boca mucho más”
[LEFT]Ahumada, sin pelos en la lengua, dice que haberse calentado le costó mucho, sueña con retirarse en River, critica a Passarella y aclara que no fue a All Boys a relajarse.
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-¿Qué fue de tu vida después de la salida de River, Oscar?
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-El cambio me hizo muy bien, porque la exposición que tenía era demasiada para mí. Siempre fui de un perfil medio y al irme, encontré una gran tranquilidad. En México tuve a mi nena y la calidad de vida que conseguí me llevó a estar tranquilo otra vez conmigo mismo y con mi familia. Acá el fútbol es muy lindo, pero para el jugador se vive de una manera estresante, así que tener un poquito de pausa me vino bárbaro.
-Pero en México y Rusia saliste de escena.
-Del Veracruz, donde estuve un año, no me hubiera ido nunca. Lo tuve que hacer por problemas con la directiva. Y acepté ir a Rusia porque era una buena posibilidad económica y todavía no tenía ganas de volver al fútbol argentino. Quería seguir con esa paz, esa tranquilidad, y dársela también a mi hija. Aunque allá las que más lo sufrieron fueron ella y mi señora, porque estuvimos muy encerrados y muy solos.
-¿Y entonces?
- Braca (Bracamonte) nos dio una mano muy grande. Nos juntábamos mucho con su familia y también nos hicimos amigos de unos españoles. Mal que mal la llevábamos, pero a nosotros nos gusta estar cerca de los afectos. Encima el frío, el idioma y la gente, que es distante, nos hicieron pegar la vuelta.
-¿Te mantuviste siempre jugando de cinco?
-En México siempre jugué en el medio y cerradito, donde estoy más cómodo. En algún que otro partido me tiraron por la derecha pero no tuve problemas. Aunque en Rusia se me complicó porque me querían poner de doble cinco adelantado y no siento esa posición. Pero volví por mi nena. Acá disfruta del campo, de sus abuelos, se la nota feliz; en cambio allá la veía como apagada, mirando cosas en la Play, y quiero que crezca rodeada de amor.
-¿Con qué fútbol argentino te encontraste?
-Mas o menos el mismo de siempre: muy peleado, muy parejo. El nerviosismo sigue estando porque acá somos todos técnicos y opinamos y nos apasionamos. Es un fútbol nernervioso y apasionante. Pero a mí me duele cuando pasa a ser una descarga. Hay que ir a la cancha a disfrutar, no a sacarse la bronca.
-¿Por qué All Boys?
-Tenía otras propuestas, que no voy a hacer públicas por respeto, pero elegí este club porque está muy ordenado. Lo llamé a Facu Quiroga para que me contara cómo estaban las cosas por dentro y me decidí. Es una institución ordenada, prolija, con dirigentes sinceros y me gusta el estilo de juego. Y viéndolo en el día a día, mucho más. Ojo que no vine a All Boys porque es un club más chico y quiero relajarme sino todo lo contrario. El equipo se está armando bien y la exigencia siempre va a estar. Queremos entrar a la Copa y pelear arriba, eso es lo que me trasmite el grupo.
-¿Qué extrañás de River?
-A compañeros, a la gente del club, dejé amigos ahí. Lo que mueve River es muy grande también. La hinchada, lo que transmite, se extraña siempre.
-¿Te arrepentiste de la famosa frase del “silencio atroz”?
-Y sí, me voy a arrepentir toda la vida… Me arrepiento por todo lo que me costó vivir después, pero fue un momento de calentura. Nos tiraron maíz, pañales, nos decían que no éramos como los jugadores de Boca, que no teníamos sangre, que no teníamos alma, que no teníamos espíritu copero, que no queríamos la camiseta y me dolió, me pusieron un micrófono adelante y salté como un boludo, recaliente. Me trajo mucho dolor. Hubo mucho sudor detrás de esa frase y realmente la pasé mal. Con las amenazas y los escraches mi familia también la ligó. La veía sufrir a mi mujer, a mi viejo… Fue un momento difícil y en este juego, como se dice siempre, el que se calienta pierde.
-Ese fue el quiebre.
-Sí, porque estaba muy mal en lo personal. Quedé muy expuesto por aquellas declaraciones. Me la pasaba encerrado, sufriendo, y sentía que después de eso siempre iba a haber un tira y afloje. Y necesitaba una descarga, dedicarme a mi familia y volver a querer al fútbol como lo hago hoy.
-¡¿Dejaste de querer el fútbol?!
-Y, es como que empezás a tener miedo, a sentirlo como una presión, y esto es un deporte. Si bien es un trabajo y hay un montón de intereses, necesitás disfrutar de los entrenamientos y de los partidos.
-¿En la calle te siguen recordando lo del silencio atroz, aún hoy algún hincha te grita algo?
-Siempre algo te dicen, pero ya pasó, estoy más tranquilo, más maduro y ya está. Fue un momento de calentura y no tendría que haber dicho esas cosas. Puede ser que haya pagado un precio alto, pero también entiendo a la gente.
-¿Volverías a River?
-Sí. Por un momento de calentura no puedo tirar todo lo lindo que viví en el club. Más allá de los últimos dos años, ahí me crié e incluso salí campeón con el Cholo en el último título en Primera. Hay gente que hoy me sigue queriendo y me sigue respetando.
-¿Te sorprendió el descenso?
-Si bien se notaban algunos problemas, uno lo veía imposible. Lo sufrí junto con mi viejo, que es hincha fanático de River. Estaba acá, de vacaciones, y mirando el partido con Belgrano no lo podía entender… -¿Te sentiste responsable? -Y, sí. Después que me fui, en junio del 2010, vinieron dos torneos más. Pero mi angustia fue también por ex compañeros: verlos llorar me puso muy mal.
-¿Veías los partidos de la B Nacional ?
-En general los grababa y los miraba después por la diferencia horaria con Rusia. Pero cuando podía, sí, aunque me tuviera que quedar despierto hasta las tres de la mañana y al otro día madrugar para ir a entrenarme.
-¿Festejaste el ascenso?
-¡¡Sí!! Me puse muy contento por todo lo que viví en River, por amigos, por mi viejo que lo festejó como loco y por el Pelado, que me imagino lo que debe haber sufrido.
-¿Qué opinión te merece el Almeyda técnico?
-Con Matías fuimos compañeros. Sé cómo puede manejarse adentro de un grupo y lo veo muy bien en su puesto. Se aguantó bárbaro todo lo que se dijo, se la ha bancado y logró el ascenso. Llámenle como le llamen, él salió campeón y consiguió el ascenso. Hay que estar preparado para meterse en River sabiendo todo lo que se te viene encima.
-De Ponzio también fuiste compañero. ¿Cómo lo ves siendo líder del grupo con Trezeguet?
-Leo es un tipo de personalidad, de mucha experiencia, jugó mucho tiempo afuera y anda bárbaro, se sacrifica por el equipo y tira siempre para adelante.
-¿Cirigliano te gusta?
-Es un crack. Me encanta, me parece un jugador excepcional. Como dijo el Lobo Ledesma en una nota, Ciri juega como un veterano, con una pausa y una tranquilidad bárbaras, aunque a veces tiene que dejar de pisarla tanto. Ojalá tenga un gran futuro de Selección.
-¿Qué te parece Passarella como presidente?
-Es muy difícil ser presidente de River en este momento, habiendo estado en la B. Hace un año que no hablo con él. Yo tengo un problema económico con River y le dije que no lo iba a inhibir porque él quería ordenarse. Cumplí con mi parte, lo aguanté un año y medio, pero después llegó un momento en el que tuve que ir por otra vía porque él no cumplió su parte.
-¿Estás haciendo juicio?
-Y, no me quedó otra alternativa. River me debe un año y medio de contrato y me sentí muy dolido con la actitud de Passarella. Me explicó la situación, la entendí, quedó en llamarme a los seis meses, no le reclamé y ni siquiera me llamó. Pasaron otros seis meses y al año y medio, lamentablemente, no estábamos en la misma sintonía. Yo estoy contento porque cumplí con mi parte. Con lo que me dio el club, no le podía hacer daño.
-¿Con todo lo que pasó, igual seguís soñando con retirarte en River?
-Obvio. Ojalá pueda terminar mi carrera donde la empecé. Pero veremos cómo se van dando las cosas…
-¿Cómo crees que te van a recibir los hinchas cuando lo enfrentes con All Boys?
-Y, no sé. Cincuenta y cincuenta, ja, ja, ja. Esperemos que la gente también recuerde las cosas buenas que hice. Todo se basó en una simple declaración. Porque todo el mundo, hasta el que me criticó, me dijo que soy un gran jugador pero que me equivoqué en lo que dije. Jamás me gritaron “sos un muerto” o “sos horrible”. Las críticas apuntaron sólo a las declaraciones.
-¿Al conocer el fixture miraste cuándo lo ibas a enfrentar?
-No, lo primero que miré fueron las tres primeras fechas del torneo: Godoy Cruz, Quilmes y Boca…
-Epa, Boca. Ahí te van a recibir bien, je.
-Ahí sí voy a meter un plus, Ese partido sí que va a tener algo especial porque fue mi rival de toda la vida. Cuando llegue el partido con River le voy a querer ganar, pero más le quiero ganar a Boca.
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