Ya se despertó…
“Aprendí un montón en lo táctico, movimientos que allá no me enseñaron”, contó.
Musacchio logró en Villarreal lo que no tuvo en River. “Soñaba con jugar muchos años allá, pero ahora ni quiero volver”, admite Mateo.
Mateo Musacchio, el marcador central más joven de la Liga española, atiende el teléfono de su casa en Castellón, una zona tranquila ubicada apenas a 30 minutos de Valencia, y se zambulle en sus recuerdos. Está junto a su hermano Eliseo, de 18 años, que aprovechó las vacaciones del colegio para visitarlo. “Acá me dieron las oportunidades que no tuve allá y las estoy aprovechando. Me afianzo en una de las mejores ligas del mundo y lo principal es que me siento respaldado, que era lo que buscaba hace tiempo
y quizás no lo encontré en River”, cuenta.
-¿Te costó adaptarte?
-Me costó al principio, pero acá me aguantaron. Llegué hace un año y medio, me mandaron al equipo filial y no me resultaba fácil porque es similar al Ascenso en Argentina. Pero me fui adaptando y acá estoy.
-¿Tenés una cuenta pendiente en la Argentina?
-Ni pienso en volver a River. Estoy muy bien acá y tengo cuatro años más de contrato. Me encantaría quedarme en Villarreal porque me tratan bárbaro.
-¿Qué te pasó en River que ni evaluás volver?
-No se me dio. Yo soñaba con jugar en River muchos años y ganar cosas, pero no tuve las oportunidades que necesitaba… Mirá que llegué a los 9 años y viví todas las Inferiores, pero se me complicó. Quizás la culpa la tuve yo… Pero hoy estoy bien y no quiero volver para nada.
-¿De qué te culpás?
-Tal vez no estuve en el momento justo o no pude adaptarme a las circunstancias. Salimos últimos con Simeone. Y creo que era muy joven y me pesó el momento. No se me dieron los minutos que pretendía. Acá sí los tengo y la verdad que no sueño con volver a River.
-¿Hablás con tus ex compañeros que siguen peleándola en Argentina?
-Por MSN sigo en contacto con varios, con Chichizola, con Marinelli, con Orban… Me dicen que están como siempre, que nada cambió. Ellos viven lo mismo que me tocó pasar a mí. Te hacen debutar, por ahí jugás un par de partidos y después, no entrás más. En el caso de Chichizola, es un fenómeno como arquero y como persona. Puede atajar tranquilamente. Le sobran condiciones.
-¿Recordás el día que decidiste irte?
-Por supuesto, esas cosas no se olvidan nunca…
-¿Cómo fue?
-Me llegó la posibilidad de venir al Villarreal con apenas 18 años. No era muy grande. Ya había empezado con esa ansiedad de jugar y por eso me hizo clic la cabeza. Lo hablé con mis viejos, con mis amigos y tomé la decisión. El técnico me dijo que era una buena posibilidad y que hiciera lo que yo sentía. Creo que una semana después, Gorosito se fue de River.
-¿Qué jugador sos hoy?
-Aprendí un montón en lo táctico. Hay muchos movimientos que aprendí acá y allá no me los enseñaron. Acá me dicen que soy alumno de la universidad de Marchena, je.
-En lo personal, ¿en qué creciste?
-En todo. Me vine solo muy chico y hoy juego contra Barcelona y Real Madrid. Estoy en lo máximo que puede aspirar un jugador a nivel de clubes.
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