Ante tanto negativismo (y con cuanta razón!!) se me dio por escribir un par de líneas donde tranquilamente podría ser caratulado como “el rincón del optimista”, y puede que así sea. Y aunque estemos amargados, somos unos cuantos los que vemos cosas positivas entre tanto pedido de renuncia, chiflidos e insultos por doquier. Críticas efusivas que a pesar de no coincidir, se respeta ya que sobran argumentos para hacerlo.
¿No están hinchados las pelotas con que a la primer racha negativa se tenga que ir el técnico de turno, más aún cuando en rendimiento se evoluciona?. Inevitablemente, nace comparar a Cappa con técnicos anteriores para darse cuenta de donde estamos parados. Con Gorosito, fiasco por todas partes. Con Astrada, algo parecido. Ambos perduraron un buen tiempo debido al efecto “primer mes de noviazgo”. Al principio es todo color de rosas, rendís más de lo que podés, conseguís resultados jugando bien o mal. Haciendo una analogía con las minas, ves a “ella” como la más linda de todas, no le ves defectos y te rompés el orto para que esté feliz, hasta que te das cuenta, producto de la rutina, que esa mina no te llena y dejás de hacer, (in)conscientemente lo que hacías tiempo atrás. Claro, salvo que la mina sea para vos, y te rompas el orto cada día para que “ella” y vos estén bien.
Siguiendo la comparación, está a la vista que el compromiso que hay con este trabajo que se está llevando a cabo, no es el mismo que con los anteriores DT’s. Hoy en la San Martín Alta era cansador el grito de “Pongan huevo, hijos de puta”. ¿Pongan huevos? ¿River era un equipo sin actitud que no ponía lo que había que poner? ¿Alguno se guardó la pata para no lesionarse en las divididas, que dicho sea de paso, River las ganó casi todas? Hay argumentos para criticar a jugadores y cuerpo técnico, menos la entrega. Y eso, dentro de la mala racha, da tranquilidad. Desesperante sería ver que a un River apático, sin fuerzas, como ocurrió tiempo atrás. No es muy meritorio ser más que Pipo y Astrada, claro, pero ante tanta malaria en largos años, el crecimiento parece ser notorio. Incluso, convengamos que muchas alternativas no hay. ¿Qué otras variantes hay para reemplazar al cuerpo técnico? Ramón Díaz está laburando y no va a dejar en medio del campeonato a San Lorenzo. ¿Bielsa? Tiene laburo para rato. ¿Qué hacemos, volvemos a caer en las manos de un Tolo Gallego que recientemente se abrió de gambas ante la mugre? ¿Retiramos a Almeyda para darle este fierro caliente? ¿PUMPIDO? ¿Hay algo mejor a disposición?
Desde lo futbolístico, y viendo el plantel que tiene River, ¿puede dar más? Repetir una y mil veces “hay que ganar” no nos va a subir puestos en la tabla. ¿Qué sustento tiene pedir ganar, si desde el rendimiento uno ve que se intenta y merece lograrlo?
Salvo ese campeonato esporádico de Simeone, a River no lo respetaba nadie, incluso en el Monumental. Podías visitar a Olimpo o Tigre, y no era sorpresa venirse con una goleada en contra. Podía venir Gimnasia al Monumental y dominarte en el juego, o fumarte a los hinchas de Argentinos Juniors gritándote “OLEEEEE”, siendo un River totalmente apático, sin ideas y con pocas fuerzas desde lo mental. Eso no se ve más. Hoy se va a la cancha pensando en que se puede ganar porque hay con qué. Y los rivales lo saben, ya que salvo Vélez, ninguno lo superó en tenencia de pelota y en situaciones de gol, menos que menos en actitud. Sí, con eso no se gana si pateás y la redonda no entra. Pero River jamás ganará si no patea al arco, le dominan la pelota y lo superan en actitud.
Desde el rendimiento colectivo, ¿se puede reprocharle muchas cosas al equipo? En las primeras 5 fechas se lograron 10 puntos sobre 15 en juego, teniendo ratos de buen fútbol contra Huracán e Independiente donde se potenció debido a la efectividad que tuvo. En las restantes 5 fechas, tan solo 6 puntos sobre 15, número que hubiésemos igualado a la primera parte si no se empataba con Quilmes y Gimnasia. Pero desde el rendimiento, está a la vista la evolución. Sin jugar bárbaro, River fue más que Ñuls en Rosario, cancha donde nunca nos fue un partido accesible, más en estos tiempos; vs. Quilmes, como era de esperar, se mereció ganar ante un equipo que firmaba el empate desde el minuto 0; vs. Banfield, que en estos últimos años nos paseó en Nuñez y en el Sur, no fue más que River, que sin sobrarle juego asociado, se trajo un punto que parecía imposible; y hoy, poco por analizar… Un primer tiempo MUY bueno donde solo faltó meterla adentro, haciendo de Gimnasia un equipo más chico de lo que ya es.
Esto no lo hace inmune a las críticas al cuerpo técnico. Falló de manera grotesca en los cambios, no solo en este partido. Banca a Ortega como titular, que está a la vista que no está en condiciones físicas y futbolísticas de ser el 10 de River. Tampoco a los jugadores, ya que Cappa no es responsable de la poca estabilidad de Funes Mori, la intrascendencia de Ferrari o la frialdad de Mauro Díaz. Pero de qué sirve caerle a los Carrizo, Maidana, Román, Arano, Acevedo, Lamela, Funes Mori, Pavone y muchos etc. al igual que Cappa y compañía, cuando tienen casi nula responsabilidad de nuestra triste realidad?
Un plantel que está dejando todo y juega mejor que los rivales, hoy, sufrió los primeros chiflidos. Se entiende, ya que el margen de error es mínimo. Desde lo numérico, River está en deuda en 4 puntos, tras dos empates impensados. ¿Cómo no estar molesto por eso? Pero putear, chiflar y pedir cabezas a gente que más no puede dar, no solo no suma, sino que resta. Se vienen 4 partidos importantísimos, los cuales serán bien diferentes. Godoy Cruz, que planteará ser protagonista en Mendoza, algo que en algún punto nos puede favorecer; Racing, que por sus jugadores y cuerpo técnico saldrá a jugar de igual a igual; All Boys, que es de imaginar que será un calco a los partidos con Quilmes y Gimnasia (habrá que creer que se aprendió de estos partidos); y nada menos que el clásico ante la mierda que con su línea de 3 no vendrá a colgarse del travesaño ni mucho menos. Partidos transcendentales por donde se los mire…
Más que nunca, a poner paños fríos y esperar que el equipo siga evolucionando, Cappa se decida en sacar a Ortega (así se rumorea), aprenda de los cambios estúpidos que hizo hoy, y que el equipo tenga una efectividad media como la mayoría de los equipos, donde se crean 5 situaciones y mínimamente metés una. Si a esta mala racha de resultados le agregamos más presión de parte nuestra, confundiremos y nos transformaremos en un obstáculo ante un plantel que necesita más que nunca la banca de su gente.