“identidad. (Del b. lat. identĭtas, -ātis).
(…)
2. f. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”.
Desde que descendió River, operó en los hinchas un cambio radical. Olvidándose de lo que en verdad es River, se quebró la identidad del club (la que supo ser bastante homogénea a la sazón, desde ya). Por un lado, están los que se hicieron cultores del aliento, y por otro lado, los que se hicieron fanáticos de la puteada. Nadie en el medio. Almeyda es Dios o es un discapacitado, un tipo que está al borde de la internación de no ser por River, hospital oligofrénico futbolístico. O Domínguez, al que algunos le agradecerían entregándole a su hermana y a su mamá y a su novia el hecho de volver a River, y otros se quedarían con su cuatriciclo robado en el caso de encontrarlo.
En la foto podemos ver a algún forero viajando en el tiempo para contarle a Angelito Labruna que descendimos, y así tener argumentos para termear piola (?)
El problema es creer que uno es más que el otro, y que River es lo que ellos dicen. Creo que unos y otros se equivocan.
Alguien de verdad considera que es mejor que alguien que canta los 90 minutos, porque exige a sus jugadores y putea a Ocampos?
Alguien puede decir con seguridad que el plateísta promedio en el año 1974 puteaba a sus jugadores en el primer tiempo?
Alguien, cualquiera, puede asegurar que River ganó algún torneo puteando? O que no se hubiera ido a la B si puteaba todo el estadio?
Alguien me va a decir que la grandeza de River habita en la capacidad de sus plateístas para exigir buen fútbol?
No perdamos la brújula.
Un abrazo