Gallardo: “Podemos lograr que River vuelva a jugar muy bien”
Se identifica con Guardiola y asegura que “su Barcelona era un equipo perfecto”. Le da placer ver jugar a Busquets y a Iniesta.
Una multitudinaria convención de mujeres obliga a levantar la voz al entrevistado y al entrevistador. Marcelo Gallardo está sentado en uno de los salones del hotel Gaylord Palms. La parte superior de su cuerpo está inclinada hacia adelante porque el bullicio femenino es una amenaza constante para la fluidez del ida y vuelta con Clarín. Sin embargo, el técnico de River no se distrae ante esas voces ruidosas y constantes, y se engancha en la charla futbolera antes de emprender el regreso a Buenos Aires, adonde el plantel tenía previsto llegar esta mañana.
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Marcelo, ¿qué es para vos jugar bien al fútbol?
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Interpretar una idea de buena manera. Hay varias recetas para jugar bien al fútbol y todas son válidas. Pasa que a veces confundimos el jugar bien con hacer 200 pases para atacar. Hay otros pensamientos que dicen que jugar bien es defenderte bien y que no te hagan goles y ser decisivo a la hora de atacar. Hay un montón de maneras de jugar bien y generalmente son diferentes interpretaciones. Yo considero que hay una buena que es interpretar una idea y aplicarla. Después puede ser de gusto general o no, pero yo interpreto como jugar bien que mi equipo tiene que ser ofensivo. Para ser ofensivo tenés que defenderte bien.
-¿Hay distintos modos de ser ofensivo?
-Podes ser ofensivo a través de un juego directo o podes ser ofensivo a través de una posesión más larga. En el fútbol argentino, tener posesión de la pelota mucho tiempo es muy difícil porque es uno de los campeonatos más difíciles en el mundo para eso. En Europa sí podés porque los equipos se refugian y hacen sombra y casi no son agresivos para quitártela. En cambio, en la Argentina ser ofensivo es tratar de jugar en el campo contrario, tener la posibilidad de hacer 3, 4, 5 toques continuos con tus compañeros, darle profundidad a los ataques, defenderte bien cuando estás atacando. ¿Corres los riesgos necesarios? Sí, pero esa es mi manera de interpretarlo.
- ¿Qué importancia le das al aspecto estético del juego?
-Me gusta ver buenos controles, buena calidad de pase. Es mucho más atractivo cuando tenés esa posibilidad. Cuando tenés jugadores que tienen controles orientados para darle sentido al juego, eso es parte de la estética del juego.
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¿Es cada vez más difícil ver jugadores con esas capacidades que marcás?
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Sí, porque cada vez tenemos más problemas que vienen de base. Se ven pocos fundamentos de los futbolistas argentinos en la actualidad.
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¿Por qué?
-Porque a la técnica la hemos dejado de lado y se está trabajando sobre otros factores que no digo que no sean importantes, pero para mi son secundarios. La base de un buen futbolista y de un buen formador tienen que ser las cualidades fundamentales, que son un buen control, un buen pase. Así es como debemos avanzar para jugar. Pero si no hay esos fundamentos, después terminamos jugando un fútbol de una condición física tremenda y de mucha picardía. El futbolista argentino es así por naturaleza: es pícaro, es vivo y hoy corremos todos. Hoy los futbolistas están preparados para correr entre 10 y 13 kilómetros por partido, pero aquellos que terminan haciendo la diferencia son los que saben interpretar el juego, dónde y cuándo deben recibir, hacia dónde se tienen que perfilar. Todas esas cosas son muy difíciles de ver en el fútbol argentino.
-Te pido nombres de jugadores a los que te dé placer verlos jugar.
-Busquets e Iniesta. Lo ves a Busquets y no le tenés que explicar nada porque entiende todo. Todo lo que hay que hacer adentro de la cancha, lo hace bien. E Iniesta es otro que para mi tiene un manual del fútbol en la cabeza.
- ¿Con qué técnicos te sentís identificados?
-Hay entrenadores que van marcando una época. De los últimos entrenadores, creo que Guardiola fue el que ha hecho una revolución importante. ¿Por qué? Porque ha llegado a Barcelona con poca experiencia, conformó un grupo de jugadores a los que les dio confianza, en un momento en el que Barcelona no era lo que es hoy, como a Busquets y a tantos otros a los que les ha dado la posibilidad de desarrollar una idea. Si bien el Barcelona venía con una idea de hace muchísimos años, creo que él le dio una vuelta de rosca más para que sea el equipo que es. El mejor equipo que vi jugar por lejos es el Barcelona de Guardiola. Hacía todo de modo natural, nada era forzado. Y él además le había incorporado su impronta para recuperar la pelota. Era un equipo perfecto.
-¿Vos te proponés un River al que dé gusto verlo jugar?
- Hay que adecuarse a la materia prima que tenés y a la cultura donde estás. Te imaginás que en la cultura de nuestro país, jugar tres o cuatro veces con el arquero para atrás en un minuto y medio no es bienvenido y no se asume eso. Primero hay que adecuarse a la cultura, y después la materia prima es fundamental. Si bien el Barcelona de ahora es más terrenal que el de Guardiola, no quiere decir que puedas copiar un modelo. Copiar un modelo no es nada sencillo. Sí robar algunas cosas porque en definitiva uno se nutre de eso. Pero copiar un modelo es imposible porque tiene que ver con todo lo otro. Hay una cultura y una estructura detrás que se contradice absolutamente con la nuestra.
-Los mediocampistas más ofensivos, D’Alessandro y Pity Martínez, están jugando cerrados. ¿A qué apuntás con esa búsqueda diferente a la del campeonato anterior?
-Nosotros nos tratamos de renovar permanentemente de acuerdo a las posibilidades que tenemos a mano y con tiempo tratamos de trabajar y de ir probando. Esta parte de la preparación es prueba y error. A mi no me genera nada el aspecto numérico. Lo que me atrae es la postura de un equipo, más allá de si juega con cuatro defensores, dos o tres volantes, uno o dos puntas. Eso es un juego de números al que no le doy importancia. Me importa más la postura. Dónde estás parado, dónde te posicionás, por los lados donde vas a atacar. Eso es lo que realmente me importa y lo que veo de los equipos a los que enfrento y en base a eso estoy trabajando y buscando el mejor sostén para cuando llegue la hora de competir.
-¿Qué River te gustaría ver? ¿Un equipo que en la cancha muestre qué cosas?
-Un equipo puede jugar bien, mal o regular. Lo que no tiene que dejar de tener es una identidad. O sea una idea, saber a qué se juega. Después te puede salir o no. Pero la idea tiene que estar en un equipo. Un equipo que juega a lo que sale y que no puede sostenerse es un equipo que no tiene identidad. Yo quiero que mis equipos tengan una identidad. Después volvemos a lo mismo, los resultados te avalan o no.
- ¿Estás entusiasmado en que River vuelva a mostrar un nivel elevado de juego, como pasó en los primeros siete u ocho partidos de tu ciclo?
-Totalmente. Esa es la propuesta que me mantiene vivo y me entusiasma. Ya lo hicimos y sé que podemos lograr que River vuelva a jugar muy bien. Es bueno tener el tiempo de trabajo, por eso estoy muy entusiasmado con eso. Tengo ganas de que el equipo me vuelva a dar una sensación de plenitud. Considero que tenemos las armas o por lo menos vamos a conformar un gran plantel para poder volver a transformarnos en un equipo muy competitivo, que es lo que nosotros éramos. Más allá de que en esos partidos se vio lo mejor, hubo algo que nos sostuvo que fue el espíritu y la mentalidad ganadora, porque si no, no terminás ganando, eh. Vos podés jugar bien y lucirte, pero si a la hora de los momentos decisivos no sos fuerte mentalmente, te quedás en el camino.
-¿Cómo se hace para lograr esa mentalidad?
-Considero que para forjar eso, tenés que entrenarlo. Tiene que ver con una manera de trabajar, de conectar el día tras día, una manera de vivir los entrenamientos como si fueran el último. Había jugadores que llegaban a nuestro equipo y lo primero que decían era: “No puedo creer cómo se entrenan acá”, “no puedo entender la intensidad”. Y esa es la manera de forjar una buena mentalidad. En los momentos más duros, eso es lo que te va a sostener porque en el juego creemos que técnicamente podemos ser superiores a muchos equipos del fútbol argentino. Pero también entendemos que hay equipos que se sostienen más desde lo físico y desde lo mental que desde la técnica. Y yo quiero que mis equipos tengan las dos cosas.
