Gallardo y 10 más
Por: Federico Del Rio Fdelrio@ole.com.ar
La continuidad de Marcelo Gallardo nunca estuvo en duda. Por más que algunos especularon con el desgaste, las ofertas y otras yerbas, en Núñez nunca se plantearon la posibilidad de que el ciclo se terminara si pasaba justamente lo que ocurrió el miércoles. Para terminar con cualquier especulación, D’Onofrio arrancó la mañana post eliminación asegurando que el proyecto del Muñeco continúa: hoy es Gallardo y diez más.
No es un número casual. El técnico sabe que el River campeón se terminó y, como dijo, debe arrancar de cero. Aunque en realidad tiene una base, la de los 10 jugadores de campo que fueron titulares ante Independiente del Valle. Le falta un arquero, tal vez la figurita más difícil de encontrar en este mercado de pases que se aproxima, ya que el vació que dejará Barovero será muy grande. Encontrar el 1 es fundamental. Batalla será alternativa. Rechazar ofertas por Mercado y Maidana, si aparecen, un pedido. Que se consoliden Balanta, Casco, Mayada y Nacho Fernández, un deseo. Ponzio y D’Alessandro no se discuten. Mora y Alonso, la dupla de ataque. Alario y Domingo también son parte de esa base. Mammana (si no lo venden), Vega, Pity Martínez, Driussi y Pisculichi son variantes. Y claro que todo se puede mejorar con los refuerzos, aunque no habrá una llegada masiva. El segundo semestre sólo tiene dos desafíos: la Recopa (apenas dos partidos ante Independiente Santa Fe) y la Copa Argentina (seis cruces si llega hasta la final), que será la gran meta porque es la única vía que le queda a River para entrar en la Libertadores 2017. Si consigue esa medalla y ese pase, ahí habrá otro mercado de pases para seguir reforzándose.
El actual plantel perderá a Barovero y Vangioni. El resto de los futbolistas aún tienen contrato, razón por la cual habrá que conseguirles club a los que ya no serán prioridad: Chiarini, Viudez y Bertolo integran ese grupo. Luego está el caso de Lucho González, cuyo vínculo dura hasta mediados del 2017, pero podría emigrar si le surge alguna oferta que le asegure mayor continuidad.
También es un deseo del cuerpo técnico y de los dirigentes que empiecen a aparecer juveniles entre los profesionales. Si no ocurrió hasta ahora no fue porque Gallardo no les dio lugar sino porque la cantera no le ofrecía opciones potables. Así, con lo que tiene más algunos refuerzos (siempre bajo la idea de priorizar la calidad a la cantidad, opiniones aparte) y pibes, el Muñeco desea que la pretemporada larga que le espera sea como la que dio inicio a su etapa como entrenador millonario, a mediados del 2014. Fueron casi dos meses de trabajo puro y después vinieron las copas.
Hoy empieza un nuevo ciclo. Y necesita construir otra vez los cimientos para volver a emborracharse…