Olé.
Gallardo asoma como gran candidato para suplantar a Ramón Díaz. Hijo de la casa, joven y con una idea futbolística que gusta, es el hombre apuntado por D’Onofrio y Francescoli. Acá, un breve perfil del ex enganche como DT.
“No sé qué puede pasar el día de mañana. Pero me identifico demasiado con River. Algún día me gustaría, no te voy a mentir, sería espectacular, pero no quiero adelantarme a nada. Es muy posible que algún día, en un futuro, me encuentre ligado a River. Me siento parte”. ¿A quién pertenecen estas declaraciones? A Marcelo Gallardo, que es el principal candidato a reemplazar a Ramón Díaz en River. Desde hace tiempo, el ex enganche ha expresado sus ganas de retornar al equipo de Núñez, que le abrió las puertas al mundo del fútbol. Un hijo de la casa. ¿Ahora pega la vuelta? Pinta. Asoma. Tal vez, en poquito, en horas, se dé el sí.
Como jugador, Gallardo tuvo tres pasos en Núñez. El primero exitoso, en la década de los 90. Seis años (1993-1999) en los que ganó campeonatos locales, la Libertadores y la Supercopa. Figura en el primer ciclo de Ramón Díaz DT con la 10 en la espalda. ¿Los otros ciclos? En 2003-2007 y 2009-2010. Mucho menos exitosos, con apenas un título y con un Muñeco recordado por protagonizar un affaire con Mostaza Merlo en 2005, negándole apoyo por parte del plantel que él encabezaba y que derivó en la salida de Mostaza y la llegada de Passarella. A pesar de algunas lesiones en el medio, siguió mostrando su jerarquía y clase como enganche. Un puesto que no abunda por estos días. En el que quedan pocos exponentes. Su estadía en Francia (Mónaco y PSG), en Estados Unidos (DC United) y por último en Nacional de Uruguay completan su trayectoria como jugador.
“Lo vivo apasionado como siempre. Desde otro lugar. Desde afuera. Se ve fácil, pero es bravo. Hay matices diferentes. No deja de ser tan apasionante que cuando jugaba. Pensás por 30 tipos o más. A diagramar, a evaluar cosas”, decía el Muñeco en su primera y única incursión como DT. Fue en Nacional justamente. Colgó los botines a los 35 pirulos y, rápidamente, se hizo cargo del equipo durante la temporada 11/12, en la que consiguió un campeonato local. Después de ese logro, armó las valijas y se fue del Bolso. Gallardo, siempre en carpeta en los clubes locales cada vez que hay que reemplazar un entrenador, sedujo desde siempre a Rodolfo D’Onofrio y a Enzo Francescoli, quien lo conoce por haber sido su compañero en la época dorada de los 90 en River. Se lo nombraba a él y a Ricardo Gareca como preferencias de la actual dirigencia en caso de que Ramón se fuera. Y ahora, consumado este hecho y con el Tigre en Palmeiras, el Muñeco pica en punta. ¿Motivos? Hombre de la casa, juventud y un perfil que encuadra en el actual proyecto que tienen en la institución.
¿Cuál es el perfil futbolístico de Gallardo? Ofensivo, defensor de la tenencia de pelota y de la función de enganche. “Pude formar mi propio estilo a raíz de las experiencias y entrenadores que tuve. Respeto mi esencia futbolística, pero con un equilibrio. Siempre con la idea de jugar al fútbol, de tener posesión de pelota, de ser agresivos. Los sistemas lo van marcando los jugadores según lo que tenés. Puede ser un 4-3-1-2 ó 4-3-3. Por ahí va la idea”, explicaba el joven entrenador en una nota con Olé. Un entrenador que también trata de imponer valores como el respeto, la educación. Y en un mundo de constantes cambios con el jugador en el centro de la escena, no desatiende los avances de la tecnología al servicio del fútbol. Busca imponer y promulgar un aire nuevo, con ideas frescas.
¿Será entonces el momento para que Gallardo, de 38 años, regrese a River tras haberse ido por la puerta de atrás con Daniel Passarella como presidente? ¿Será entonces el momento para que empiece a trasladar sus conceptos en Argentina, con el club que lo vio nacer y crecer como jugador? ¿Será la era del Muñeco?