Tampoco esta de más decir que a Romero lo puso a jugar de 4/8 para que cubriera la banda como la venía cubriendo Simón, no entró de 9 como el disparate de meter al Oso roto. Tampoco había 5 jugadores en el área chica esperando el pase de Romero en el medio.
Es más, en el gol Romero arrancó de 4, corrió 90 metros para llegar a donde estaba Juli y recibir el pase.
Sino podemos decir que en su primer superclásico Gallardo se “cagó” porque metio a Pezzella, y Pezzella ese día jugó de 9.
Yo me fijé y mi paladar no es negro, es rosita. Me gusta el buen juego pero si el equipo del muñeco decide ponerse el overol me vuelvo loco igual porque soy un fanboy. Y con orgullo.
Mucho en eso tienen que ver los sidas históricos de la San Martín baja, extremistas ortodoxos al mango, fundamentalistas del paladar negro o muerte, se llevaron a más de un ídolo por esa “exigencia” nefasta en la forma de jugar, “ay, si no se gana como nos gusta a nosotros, mejor que River no gane, porque de otra manera no sirve”…
Por eso cuando después inflan el pecho y dicen que los hinchas de cancha y que van todos los domingos son más o mejores hinchas que todos, que la tienen más clara, se me ríen las pelotas kjjj algunos si pero por saber de fútbol y entender de esto y cómo se vive, pero muchos otros, cantidad de papelones y vergüenzas nos hicieron comer a todos por no saber cerrar el orto y los días de partido guardar abajo de la alfombra la mugre, sin sacar los trapitos al sol y que los vea todo el mundo, descansándonos después