Acabo de ver en TCM, canal solo apto para adultos con trastorno bipolar, una película titulada Cálculo mortal.
Dos jovencitos asesinan a una mujer solo por el hecho de asesinar, para saber qué se siente matar a una persona y que nadie lo sepa. Esta parte del argumento me recordó al título de un cuento de Borges, “El asesino desinteresado”. Sandra Bullock hace de la agente que investiga el crimen, y junto a otro compañero pillará a los criminales. La actuación venía muy mal hasta que ya sobre el final empeoró aún más. Es desopilante la escena en que Richard, cuya actuación es llevada a cabo por Ryan Gosling (o como se llame; se parece a Harry Kane), mientras forcejea con Bullock cae de una torre, dirigiéndose hacia la muerte. El compañero criminal del joven Richard ayuda a Bullock para que esta no se caiga, pero lo hace pensando que, tras esta noble acción, quedará libre del pecado de haber estrangulado a una pobre mujer. Hmm, hmm. ¿Quién la habrá matado de los dos? A Bullock, tras forcejear con Richard, le quedó en el cuello la marca del anillo de aquel. ¡Eureka! La muerta no tenía ninguna marca de este tipo, por lo que el ejecutor fue finalmente el otro jovencito, que terminó preso de por vida o directamenre muerto… no sé al final qué sucedió con él porque no presté mucha atención, me despisté con el sonido de una campana y el susurro de una voz en mi cabeza. La escena final muestra a Sandra Bullock caminando por un pasillo, siendo llamada por otro nombre (tiene dos nombres, tampoco comprendí esto pues agarré la película casi a la mitad; en ningún momento de la película se le ve el culo a la actriz, era algo que me interesaba).
No la recomiendo.
Le dejamos 2 puntos.