Otra personalidad importante dice que al 11S lo hizo el gobierno yanqui. Ahora es un ex miembro del equipo de Bush.
Ex consejero de George W. Bush denuncia un complot de Estado
Al hacer público un análisis detallado de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Morgan Reynolds declaró el 12 de junio de 2005: «Si los tres rascacielos de acero del World Trade Center se desplomaron verdaderamente por una demolición controlada, entonces la hipótesis de una conspiración interna y de un atentado gubernamental contra el pueblo norteamericano sería irrefutable».
M. Reynolds es actualmente profesor emérito de Economía en la universidad A&M de Texas. Fue consejero económico de George W. Bush, encargado de atender el Ministerio de Trabajo durante el primer mandato presidencial. En el pasado fue director del Centro de Justicia Penal del National Center for Policy Analysis de Dallas. «Es imposible negar la existencia del debate científico alrededor de las causas reales del desplome de las torres gemelas y de la Torre 7. La tesis oficial se contradice. Únicamente una demolición profesional, controlada, puede explicar todos los elementos probados en la investigación sobre el desplome de los tres edificios». Por otra parte, Morgan Reynolds agregó que los expertos en explosivos y construcciones fueron sistemáticamente apartados e intimidados durante toda la investigación conducida por la comisión gubernamental Kean.
El ex jefe del Departamento del Trabajo dice que la versión oficial es “falsa”
Un ex miembro del equipo de Bush dice que el colapso de las torres gemelas fue probablemente una demolición controlada y un “trabajo
interior”
Greg Szymanski
FTW
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Un ex economista jefe del Departamento del Trabajo durante el primer período del presidente Bush considera ahora que la versión oficial sobre el colapso del World Trade Center (WTC) es ‘falsa’, y dice que es más probable que una demolición controlada haya destruido las torres gemelas y el adyacente edificio Nº 7.
“Si tres rascacielos de acero en el WTC fueron destruidos por demolición el 11-S, el caso para un ‘trabajo interior’ y un ataque gubernamental contra EE.UU. sería convincente,” dijo el doctor Morgan Reynolds, ex miembro del equipo de Bush que también sirvió como director del Centro de Justicia Penal en el Centro Nacional de Análisis Político en Dallas, Texas.
Reynolds, que ahora es profesor emérito en la Universidad A&M de Texas, cree también que es ‘casi imposible’ que 19 terroristas árabes hayan podido superar solos a los poderosos militares de EE.UU., y agregó que las conclusiones científicas sobre el colapso del WTC podrían ser la clave para descifrar toda la misteriosa conspiración detrás del 11-S.
“Es difícil exagerar la importancia de un debate científico sobre la (s) causa (s) del colapso de las torres gemelas y del edificio 7,” dijo Reynolds esta semana desde sus oficinas en Texas A/M. “Si el saber oficial sobre los colapsos es erróneo, como creo que es el caso, entonces la política basada en un semejante análisis erróneo de la ingeniería tampoco será correcto. La teoría del derrumbe del gobierno es altamente vulnerable de por sí. Sólo una demolición profesional parece explicar toda la gama de factores asociados con el derrumbe de los tres edificios.
“Más importante aún, habría consecuencias políticas y sociales trascendentales si observadores imparciales concluyeran que la implosión del WTC fue causada por profesionales. Mientras tanto, el trabajo de científicos, ingenieros e investigadores imparciales en todo lugar es hacer un análisis científico y de ingeniería correcto del 11-S.”
Sin embargo, dijo Reynolds, “hacer un análisis correcto en el actual Estado de seguridad” sigue siendo un desafío, porque estima que expertos en explosivos y estructuras han sido intimidados en sus análisis de los colapsos del 11-S.
Desde el comienzo, la administración Bush afirmó que el carburante incendiado de los aviones causó el derrumbe de las torres. Aunque numerosos investigadores independientes han estado en desacuerdo, les ha sido difícil refutar la teoría del gobierno ya que la mayor parte de la evidencia fue removida por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) antes de una investigación independiente.
Los críticos afirman que la administración Bush ha tratado de encubrir la evidencia y que la reciente Comisión 11-S no ha considerado la principal evidencia que contradice la versión oficial del 11-S.
Algunos hechos que demuestran las fallas en la teoría del carburante de jet del gobierno incluyen:
- Fotos que muestran a gente caminando por el agujero en la Torre Norte, en la que supuestamente ardían 10.000 galones de carburante de jet.
- Cuando fue impactada la Torre Sur, la mayor parte de las llamas de la Torre Norte ya habían desaparecido, después de haber ardido durante sólo 16 minutos, lo que las hacía relativamente fáciles de contener y controlar sin un derrumbe total.
- El fuego no se expandió con el tiempo, probablemente porque se acabó rápidamente el combustible y se estaba sofocando, lo que indica que sin artefactos explosivos adicionales hubiera sido fácil controlar los incendios.
- Los bomberos del Departamento de Incendios de Nueva York siguen bajo una estricta orden de silencio del gobierno para que no discutan las explosiones que escucharon, sintieron y vieron. El personal de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) se encuentra bajo una orden mordaza similar respecto al 11-S.
- Incluso el defectuoso Informe de la Comisión del 11-S reconoce que “ninguno de los jefes (de bomberos) presentes creía que fuera posible un colapso total de ninguna de las dos torres”.
- Nunca antes edificios con armazón de acero habían sido llevados a derrumbarse por incendios, con la excepción de los tres edificios del 11-S, ni ha vuelto a ocurrir algo semejante desde el 11-S en un edificio elevado.
- Los incendios, especialmente en la Torre Sur y en WTC-7, fueron relativamente pequeños.
- WTC-7 no fue dañado por un avión y tuvo sólo incendios menores en los pisos siete y doce de este edificio de 47 pisos, pero se derrumbó en menos de 10 segundos.
- WTC-5 y WTC-6 tuvieron violentos incendios, pero no se derrumbaron a pesar de que tenían vigas de acero mucho más finas.
- En un documental de PBS [Servicio de Difusión Pública], Larry Silverstein, el arrendatario del WTC, dijo el 11-S al comandante del departamento de incendios hablando de WTC-7 que “lo más inteligente sería botarlo”, queriendo decir que fuera demolido.
- Es difícil, si no imposible, que fuegos de hidrocarburo como los alimentados por carburante para jet (kerosén) eleven la temperatura del acero hasta aproximarla a su punto de fusión.
A pesar de los numerosos puntos débiles en la historia gubernamental, la administración Bush ha descartado o ignorado básicamente todas y cada una de las críticas. Expertos de la línea dominante, que hablan por la administración, ofrecen una teoría que argumenta esencialmente que un impacto de avión debilitó cada una de las estructuras y que un intenso incendio debilitó desde el punto de vista térmico los componentes estructurales, causando fallas de retorcimiento que permitieron que los pisos superiores cayeran como crepes sobre los pisos inferiores.
Un apoyo de la versión oficial proviene de Thomas Eager, profesor de ingeniería de materiales y sistemas de ingeniería en MIT [Instituto Tecnológico de Massachussets]. Argumenta que el derrumbe se debió al extremo calor de los incendios, causando la pérdida de la capacidad de carga máxima de la armazón estructural.
Eager señala que el acero en las torres se habría derrumbado sólo si hubiese sido calentado hasta que “perdiera un 80% de su resistencia”, o sea alrededor de 704 grados centígrados. Los críticos afirman que su teoría está viciada ya que los incendios no parecían suficientemente intensos y generalizados como para alcanzar temperaturas tan elevadas.
Otros expertos que apoyan la historia oficial afirman que el impacto de los aviones, no el calor, debilitó todo el sistema estructural de las torres, pero los críticos sostienen que las vigas en los pisos 94-98 no parecían estar severamente debilitadas, menos todavía todo el sistema estructural.
El asunto fue aún más complicado por la ausencia de evidencia concreta para corroborar enteramente una u otra teoría ya que FEMA sacó rápidamente la estructura de acero antes de que pudiera ser analizada. Incluso a pesar de que el código penal requiere que la evidencia de la escena de un crimen sea guardada para el análisis forense, FEMA la destruyó o la embarcó al extranjero antes de que pudiera tener lugar una investigación seria.
Y se proyectan aún más dudas sobre el motivo por el cual FEMA actuó tan rápido, ya que por coincidencia habían llegado funcionarios el día antes de los ataques del 11-S al Muelle 29 de Nueva York para realizar un ejercicio de juegos de guerra, llamado “Trípode II”.
Aparte de la rápida extracción de los escombros por FEMA, las autoridades consideraron que el acero era bastante valioso ya que funcionarios de la ciudad de Nueva York aseguraron que cada camión con escombros fuera rastreado por GPS e incluso despidieron a un camionero que se detuvo sin permiso para almorzar.
En un análisis detallado, que acaba de ser publicado, y que apoya la teoría de la demolición controlada, Reynolds presenta un caso convincente.
“Primero, ningún rascacielos con armazón de acero, ni siquiera si está envuelto en llamas durante horas y horas, jamás se había derrumbado anteriormente. De repente ocurren tres sorprendentes derrumbes en unas pocas manzanas urbanas durante un solo día, dos de ellos supuestamente alcanzados por aviones, el tercero no”, dijo Reynolds. “Estos extraordinarios derrumbes, después de incendios menores de poca duración, hacían que habría sido tanto más importante que se hubiera preservado la evidencia, en su mayor parte vigas de acero, para estudiar lo que había ocurrido.
“Respecto a la intensidad del fuego, consideremos el siguiente parámetro: Un informe de FEMA de 1991 sobre el incendio del Meridian Plaza de Filadelfia dijo que el fuego fue tan intenso que ‘las vigas y las vigas maestras se combaron y se retorcieron, pero a pesar de esta extraordinaria exposición, las columnas continuaron apoyando su carga sin sufrir un daño obvio’. Un fuego tan intenso con vigas de acero que se combaron y retorcieron como resultado, no tiene ningún parecido con lo que se observó en el WTC.”
Después de considerar ambos lados del debate sobre el 11-S y después de revisar exhaustivamente todo el material disponible, Reynolds concluye que la historia del gobierno sobre los cuatro accidentes aéreos del 11-S sigue siendo sospechosa.
“En realidad, el gobierno no ha presentado restos de importancia de ninguno de los cuatro presuntos aviones de ese aciago día. La conocida foto del lugar de la caída del Vuelo 93 en Pensilvania no muestra el fuselaje, ni un motor, ni nada que pueda ser reconocido como un avión, sólo un agujero humeante en el suelo”, dijo Reynolds. “Se informó que no se permitió que los fotógrafos se acercaran al agujero. Ni el FBI ni la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) han investigado o producido algún informe sobre los presuntos accidentes aéreos.”
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