Si sos católico más que cualquier otro “TU biblia” tiene el antiguo y nuevo testamento. Dejá de dar vergüenza.
El Antiguo Testamento es —según el canon cristiano— la primera parte de la Biblia. Contiene el Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos. En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica, y 51 libros en la de la Iglesia ortodoxa.
Libros del Antiguo Testamento (46 Libros)
PENTATEUCO (5)
- Génesis
- Exodo
- Levítico
- Números
- Deuteronomio
HISTÓRICOS (16)
- Josué
- Jueces
- Ruth
- I Samuel
- II Samuel
- I Reyes
- II Reyes
- I Paralipómenos o Crónicas
- II Paralipómenos o Crónicas
- Esdras
- Nehemías
- Tobías
- Judit
- Ester
- I Macabeos
- II Macabeos
POÉTICOS Y SAPIENCIALES (7)
- Job
- Salmos
- Proverbios
- Eclesiastés
- El Cantar de los Cantares
- Sabiduría
- Eclesiástico
PROFETAS MAYORES (6)
- Isaías
- Jeremías
- Lamentaciones de Jeremías
- Baruc
- Ezequiel
- Daniel
PROFETAS MENORES (12)
- Oseas
- Joel
- Amós
- Abdías
- Jonás
- Miqueas
- Nahúm
- Habacuc
- Sofonías
- Ageo
- Zacarías
- Malaquías
El Antiguo Testamento en el catolicismo
La Iglesia católica siempre ha considerado los libros del Antiguo Testamento como inspirados. En el Concilio Vaticano II se encuentra un resumen del aspecto histórico-salvífico y del sentido de las experiencias del pueblo judío como fundamento de su inclusión en las fuentes de la revelación cristiana:
Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un pueblo, a quien confió sus promesas. Hecho, pues, el pacto con Abraham (cf. Gn 15, 18) y con el pueblo de Israel por medio de Moisés (cf. Éx 24, 8), de tal forma se reveló con palabras y con obras a su pueblo elegido como el único Dios verdadero y vivo, que Israel experimentó cuáles fueran los caminos de Dios con los hombres y, hablando el mismo Dios por los profetas, los entendió más hondamente y con más claridad de día en día, y los difundió ampliamente entre las gentes (cf. Sal 21, 28-29; 95, 1-3; Is 2, 1-4; Jr 3, 17). La economía, pues, de la salvación pronunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un valor perenne.
Conc. Vaticano II, Const. Dei Verbum, 14