Y se viene nomás… Aquella frase de Pedro Pompilio en la Comisión Directiva cuando aprobaban la venta de Banega, anticipando que había muchas chances de que llegara Julio César Cáceres (28 años), finalmente se cumplió más allá de la inflexibilidad inicial de Tigres. ¿Qué pasó en el medio? ¿Qué pasó en estos días de negociación? Ayer se lo sintetizó el argentino Sebastián Luri, vicepresidente de Tigres, a Olé: “Hasta el viernes estaba caído pero de repente tomamos una decisión interna, que no tenía que seguir. Más allá de la rispidez con los directivos, algunos compañeros también se cansaron de su actitud, más que era el capitán… El quería irse”. Y se viene nomás a Boca el guaraní que en el 2006 jugó en River. Falta la firma, claro está. Y en el fútbol, hasta que esté todo firmado… Pero Luri aclaró que “en teoría está todo arreglado”: Boca se queda con el pase a cambio de 2.500.000 de dólares. ¿Cuándo llega el paraguayo? Estaría mañana para la revisión, según le dijeron a Olé, y se sumaría enseguida a la pretemporada. Era el hombre de experiencia que esperaba Carlos Ischia, el que tenía en su cabeza desde el día en que asumió.
Tan conflictiva es esta salida que el representante de Cáceres, que estaba en Italia, ayer ni sabía del pase. Sucede que esta transferencia la llevó adelante el empresario Tomás Malbrán, “un amigo” según el propio jugador. El fue quien arregló el contrato con Boca y ayer confirmó la operación. En cambio, según contó ayer Luri, “el acuerdo fue de club a club. Beraldi hizo lo que tenía que hacer, sacar a toda la gente del medio”. Lo que hay que resaltar es que otra vez se generó un pase polémico con el defensor: le pasó cuando se fue de River, cuando fue a España, cuando se sumó a Tigres… y ahora también.Dicen que había una cláusula por la que se podía rescindir el contrato, pero Luri explicó que “ya cerró el libro de pases y no se fue por eso”. Esta vez fue clave la presión que metió el jugador, que tenía muchas ganas de jugar en Boca y justamente el domingo pasado se lo confesaba a Olé. Decía que resignaba dinero por la chance, que el Tolo Gallego lo tenía que entender y que soñaba con jugar con Riquelme y compañía. Hasta que si River se hubiera acercado, tal vez otro hubiese sido el destino. En la madrugada de ayer Cáceres estaba feliz. “Estoy muy contento, era lo que quería y por suerte se me dio”, le confesó a Olé. El lunes lo esperan para la revisión médica y el martes estaría en Tandil. “Si todo sale bien, firmará por tres años”, dijo Malbrán desde México. Desde ahí se viene el nuevo caudillo.
Si quieren putear a Caceres no estoy de acuerdo pero lo entiendo, pero que quede claro quienes son los pricipales responsables