Vamos de vuelta.
Si vos tenés una empresa (VOS) que te da pérdida, ¿La vendes?
Mañana se muere tu bisabuelo y heredas una bodega, ¿Vendes la bodega o la arreglas para hacer guita?
Heredas un hotel al lado del Obelisco al que nadie quiere ir por mal mantenimiento, ¿Buscas un socio para arreglarlo o lo reventado por chirolas?
Si sos una persona CAPAZ, cambias las formas de gestión, revisas procesos de producción y comercialización, haces análisis de costos… la volvés rentable.
Si sos un burro, la vendes o la patinas.
Si no es tuya y vos tenés o querés que decidir en corto plazo porque, no sé, te quedó de un tipo que se fue al monte y no volvió, o sos un libertario en un gobierno, es probable que la revientes y la vendas, y te líquides la caja porque te chupa un huevo y platita fácil. Eso es corrupción y eso es lo que hacen los funcionarios que privatizan.
Una empresa del estado no es distinto de una empresa privada. No tiene nada de especial, no existe una “magia privada” que por un cambio de rotulación en el título de propiedad, a una empresa le cambien sus balances.
Así como Aerolíneas tiene una política específica que le hizo generar pérdidas mucho tiempo por una bajada de línea, todas las empresas públicas y privadas tienen sus berretines, un ejemplo es Disney que prefiere perder plata poniendo negros en todo lo que hace aunque sea más rentable que morder pauta.
Si vos querés hacer plata, pones a la empresa a hacer plata porque es la capacidad que tiene, no la vendes porque perdés el capital.
Las empresas del estado no son distintas de las privadas en su manejo y tampoco en su constitución porque se manejan como sujeto de derecho privado con personalidad propia, no son el estado poniendo reglas y sancionando leyes. Comercian con el resto de la sociedad y con los de afuera. Tanto YPF como Shell, como Statoil se manejan como instituciones burocráticas. Variarán las políticas internas de cada una, pero se manejan bajo los mismos esquemas y en eso la propiedad no influye.
Por eso también me parece llamativo que los liberales cuando suben al gobierno de un país cualquiera, hacen desastres con el demanio manejando el patrimonio público de maneras que jamás harían con el propio, porque nunca venderían sus empresas propias para financiarse con deuda como hacen cuando toman un gobierno.