La primera oficial trans de la Bonaerense: “Ser travesti no es excusa para el delito”
Malena Salomé Iglesias participó de un operativo en la “zona roja” de La Plata. La Policía secuestró cocaína y marihuana
Malena Salomé Iglesias, de 23 años, es la primera y única policía trans de la policía Bonaerense. Hace un mes fue la protagonista de un procedimiento muy particular en la “zona roja” de La Plata, donde policías de la Novena desplegaron en la calle un biombo que ellos mismos hicieron con madera terciada, para requisar a resguardo de miradas indiscretas a las trans sospechadas de vender droga.
Malena, junto a otros oficiales, fue convocada especialmente para el operativo. Es que el 12 de septiembre la Sala IV de la Cámara de Apelación y Garantías había anulado un procedimiento previo por considerar al accionar policial “vejatorio en grado sumo”, y no querían que eso pasara de nuevo.
En el nuevo operativo, realizado el 30 de septiembre en 2 y diagonal 73 , Iglesias y otros colegas secuestraron 43 bagullos de cocaína por un total de 27,2 gramos. El procedimiento no fue objetado. Malena no eludió hablar de la relación entre las trans, la venta de drogas y los operativos en la “zona roja”, muy cuestionados desde organizaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT).
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Detuvieron a un policía que hacía delivery de drogas con el patrullero
Fue arrestado en Avellaneda por sus propios compañeros. Además, cayó su esposa y un cómplice. Buscan a otro agente que estaría involucrado
Jerónimo Menéndez (37) ingresó en marzo del año pasado a la Policía local de Avellaneda. De hecho, fue parte de la primera camada que salió a patrullar la ciudad. Los que lo conocen saben que sobresalió dentro de la Academia, pero en realidad su objetivo no era aprovechar ese talento para servir a la población, sino usar la su uniforme como fachada para llevar a cabo lo que verdaderamente quería: vender drogas.
Sin embargo su negocio terminó el jueves pasado, cuando fue detenido por sus propios compañeros mientras cargaba con nafta el patrullero que le había sido asignado y que usaba para hacer las entregas de los ‘pedidos’. Junto con él, también arrestaron a su esposa Marcela (44) y a un hombre identificado como “Neno” que trabajaba como repartidor en una pizzería en las inmediaciones de la cancha de Independiente.
Del móvil hicieron bajar al oficial y se secuestró del interior de la billetera de una bolsita con cocaína y dos bolsitas con vestigios. Asimismo en un bolso que estaba en el baúl del móvil se secuestraron dos cigarrillos de marihuana y 1600 pesos.
Posteriormente, se efectuaron cinco allanamientos en simultáneo, con la colaboración de los Gabinetes de Calle de comisarías de Avellaneda. En el primero, llevado a cabo en la calle Colonia, en Sarandí, se incautaron 23 bochas de cocaína de dos gramos cada una, una bolsa con 30 gramos de la misma sustancia, tres gramos de marihuana y 45.000 pesos. Fue tras estos operativo que arrestaron a la mujer.
Además, la policía busca a Brian Martín, otro agente que sería su cómplice y cuya casa también fue allanada,donde encontraron armas de grueso calibre con numeración limada, balas, chalecos antibalas y hasta estrellas ninja, precisó el diario Clarín. Los investigadores creen también que Menéndez, junto a al oficial prófugo, se dedicaban también a la comercialización de armas.
Pero sus presuntas actividades delictivas no se detuvieron. El agente, al parecer, montó una organización mafiosa dedicada a otras actividades. Está acusado de liberar zonas, extorsionar a motociclistas sin casco, “proteger” comercios sin habilitación y a vendedores menores de droga a cambio de dinero. También de pedir parte de la recaudación a “trapitos” y prestarles plata a sus compañeros bajo tasas usurarias y amenazas.
La investigación se inició en mayo pasado cuando el jefe de Unidad, comisario Gregorio Martínez, y el subjefe, oficial principal Rolando Villalba iniciaron una pesquisa en conjunto con el fiscal de la U.F.I. 2 de Estupefacientes de Avellaneda, Mario Prieto.
El puntapié inicial se dio después de que varios agentes de la Policía Local revelaran ante los funcionarios del área de Seguridad comunal parte del modus operandi que habría pergeñado Menéndez para dedicarse al delito dentro de la fuerza.
Intervinieron su teléfono y vigilaron sus movimientos. Fue así que observaron que cada dos o tres días le habría comprado entre 5 mil y 7 mil pesos de cocaína y marihuana a una mujer de origen peruano, a la que llamaba “La Tía”. El punto de encuentro era un reconocido supermercado de Sarandí. Muchas veces era “Neno” el que participaba de los encuentros.
“Nos preocupó que ganó la calle para el delito. Usaba todo el tiempo de trabajo para hacer sus negocios. E hizo mucha plata”, comentó a al diario Clarín el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y agregó: “Vamos a seguir la denuncia y haremos las que sean necesarias para no permitir situaciones peligrosas como éstas”.
En los allanamientos también sorprendieron a otro policía local, quien declaró como testigo ante Prieto. Ante la Justicia confesó que le compraba la cocaína a su compañero.