Plan V
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El plan V no es ninguna sorpresa. El Virrey, una vez más…
Antonio Serpa [EMAIL="aserpa@ole.com.ar"]aserpa@ole.com.ar[/EMAIL]| 24-08-2010
Estado de alerta por las declaraciones del Bichi, que amenazó con irse si pierde ante Vélez. En Boca no quieren otro interinato y piensan en sucesores: Gallego tiene más chances que Bianchi y Russo.
Sorprendidos no están, no del todo. Defraudados, bastante. ¿Calientes? También. Curados de espanto, desde hace rato. Y por eso saben que no pueden permitirse un minuto de inacción. Sobre todo porque no fueron ellos los que pusieron plazo, semejante ultimatum: la decisión los excede. A partir de ayer, entonces, después de escuchar la conferencia de prensa apocalíptica de Claudio Borghi, los dirigentes de Boca se pusieron a pensar en un plan B. O un plan V, mejor dicho, ya que es Vélez el que sentencia. Si pierde, Boca quedará a 11 puntos del líder -precisamente Vélez- con cuatro fechas jugadas. Si uno en nueve era poco, uno en doce es inevitable adiós. ¿Prematuro? Seguro: ¿a quién se le ocurre darse por vencido a las cuatro fechas? Pero Borghi es así, como era La Volpe, brutalmente honesto. Y si algo tienen claro los dirigentes es que no es tiempo de interinatos, no hubo una buena experiencia en ese sentido y Boca, más que preocuparse por entrar en la Copa, debe detener esta caída libre que lo asemeja peligrosamente a River. Por eso, para la eventual sucesión pensaron en tres candidatos: Carlos Bianchi, Miguel Angel Russo y Américo Gallego. ¿Una locura? Es Boca, su mundo vertiginoso para el que no todos están preparados. Parece el caso de Borghi, aunque no es del todo su responsabilidad. Los dirigentes lo eligieron y si no están del todo sorprendidos es porque, cuanto menos, estaban advertidos de su inestabilidad y lo contrataron igual, a sabiendas de la templanza que exige el cargo, un traje de amianto para soportar el fuego de la crítica más feroz del fútbol argentino. “Le erramos al perfil, ésa es nuestra responsabilidad”, admite un dirigente de los que defendieron la contratación. ¿Cuál es el ánimo en la CD? “El presidente está golpeado. No podés perder con un equipo de la B que ni siquiera jugó en su cancha”, refleja crudamente otro directivo. Luego del fugaz mea culpa, las críticas van teledirigidas hacia un mismo objetivo: Borghi. Los dirigentes sienten que hicieron la depuración de plantel que exigía el caso y que compraron lo más selecto del mercado posible. Por eso, los dardos van contra el técnico. Fundamentalmente para criticar el sistema de juego, su tozudez para sostenerlo y su escaso aporte motivacional, algo reconocido por el propio DT. “Gareca decía anoche que si su sistema no funcionaba, él cambiaría. Y es tan campeón como Borghi. Acá el problema es que varios jugadores no sienten este dibujo y no saben a qué juegan. Fijate los carrileros: no tienen clara cuál es su función, hasta dónde llegan sus responsabilidades…”, analiza un hombre de peso en las decisiones.
Los reproches al técnico no terminan allí. También molestan algunas cuestiones de forma como “que fume en un vestuario compartido como es el de Huracán” o “que lleve a su hijo (Filippo) en el micro con el plantel y el chico se ponga a patear con los jugadores antes del partido”. Suena a desgaste demasiado rápido, a desconocimiento del personaje, a inocencia casi irresponsable. ¿No sabían cuál era el contenido del combo Bichi? Aun cuando en público se llamen a silencio o declaren otra cosa, la calentura principal es haber comprado jugadores para un sistema que el club no usa habitualmente y que a las tres fechas el capitán amenace con bajarse del barco y dejarlo a la deriva. En ese contexto, sabiendo que el margen de error es mínimo y que las urgencias deportivas llevan el adobe de un año político, las miradas apuntan a técnicos consagrados. Bianchi, como siempre, es el candidato número uno.
¿Aceptará? Difícil. Ya tiene pasajes para irse a fin de mes a Europa de vacaciones y las condiciones del club no cambiaron radicalmente desde que se fue: siguen estando varios de los dirigentes que no lo toleran y forzaron su salida. Russo, siempre bien dispuesto, está ocupado y fue esta misma CD la que evitó un conflicto con Racing hace poco, cuando terminó eligiendo a Borghi. Y Gallego… Gallego tiene una sola contra y es su pasado en River y cómo influiría eso en un arranque como éste. ¿Cuánto aguanta su espalda? Por lo demás, es un DT más acorde con el estilo del club. “El Tolo transmite mucho, es más bicho y más parecido a Bianchi en el juego”, enumeran virtudes que actúen como contrapeso del pasado. O sea: si hay duelo, durará poco. El show debe seguir…
[Plan V | Olé | Diario Deportivo](http://www.ole.com.ar/boca-juniors/plan-v_0_322767727.html)
Me daría por las bolas que vaya a Boca porque tengo la sensación de que le va a ir más que bien, peeero… antes que Bianchi, que agarre este gordo feo.