“Yo no creo en fantasmas”, asegura Simón seriamente, “pero me encantaría que me probaran que estoy equivocado”. Los deseos de Simón, miembro de varias organizaciones paranormales y foros en línea sobre metafísica, han estado tratando de ser cumplidos desde 1852. No obstante, la ciencia aún no ha logrado detectar ni probar como real ningún tipo de experiencia paranormal o metafísica, aunque lo siguen intentando.
En esta ocasión, dos estudios independientes, uno por un neurólogo canadiense y otro por un doctor en psicología considerado una autoridad en el estudio de lo paranormal, han demostrado que los lugares encantados sí existen pero que, paradójicamente, los fantasmas que los habitan no son reales. Uno de los estudios fue llevado a cabo por el reconocido doctor Richard Wiseman, quien ha dedicado décadas al estudio de lo paranormal y lo inexplicable. Wiseman, además de tener un doctorado de la Universidad en Londres de Psicología, también es considerado uno de los magos más reputados de Gran Bretaña. “Cuando sabes manipular la magia te das cuenta que la clave reside en el poder de la sugestión. Tampoco podemos olvidar que no hay presa más fácil que una que necesita y quiere ser engañada. Hemos tratado de detectar y resolver complicadas preguntas de naturaleza compleja. ¿Por qué mucha gente siente presencias en los mismos lugares encantados por siglos? Hemos intentado resolver esta pregunta con el conocimiento de que el creyente por lo general no requiere de ninguna prueba para creer mientras que para el escéptico ninguna prueba le es suficiente”.
Wiseman ha realizado los más variados experimentos científicos para detectar la telepatía, las personas que dicen percibir el futuro y los lugares decididamente encantados. En marzo de 2001, el equipo de Wiseman entró al Castillo de Edimburgo invitados por el Gobierno Británico. El objetivo principal era detectar la presencia del fantasma de Catherine Howard, la quinta esposa de Henry VIII quien fue ejecutada por sus conocidas infidelidades. Los científicos se mudaron al lugar, cargados de alta tecnología.
“Llevamos detectores termales y medidores de movimientos sutiles en el aire. Dejamos que cientos de personas entraran al salón donde se dice vive permanentemente este fantasma y nos dijeran lo que percibían, encontramos que los lugares donde la presencia era percibida con más intensidad se caracterizaban por columnas frías de aire que entraban por un sinnúmero de puertas clausuradas que rodean el lugar. Nuestros aparatos detectaron vientos irregulares provenientes de huecos en las puertas. También descubrimos que los lugares donde se percibían más fenómenos paranormales tenían en común la oscuridad en los pasillos. La gente se pone ansiosa cuando no sabe lo que está ocurriendo afuera, si unimos eso al hecho de saber que se encuentran en un lugar embrujado, entonces tendremos como resultado una explicación paranormal”, explicó Wiseman para la BBC en línea.
Para la ocasión, el equipo de Wiseman midió los lugares embrujados en el Palacio de las Cortes de Hampton y en las Catacumbas del South Bridge en Edimburgo, Escocia. Utilizaron cientos de voluntarios que relataron antes de participar si conocían sobre los fantasmas que habitaban estos lugares.
“Los voluntarios se enfrentaron a sus miedos y visitaron cada habitación de estos lugares. Los resultados fueron impresionantes. De acuerdo con nuestras medidas, los sitios encantados existen pero los fantasmas que lo habitan no son reales”, declaró Wiseman.
A pesar de lo paradójico de la interpretación otro estudio canadiense dirigido por el neurólogo Michael Persinger, profesor de neurología en la Universidad de Laurentian en Ontario, Canadá, corrobora el razonamiento de Wiseman.
“Nuestro estudio estuvo basado en análisis anteriores del cerebro y en medidas minuciosas de los campos magnéticos en los lugares decididamente encantados. Descubrimos que los fantasmas no son más que ruido electromagnético”, explicó Persinger.
Las medidas fueron tomadas por Paul Stevens de la Unidad de Parasicología Koestler en la Universidad de Edimburgo. Stevens afirma que en los lugares encantados midió altas variedades electromagnéticas.
“En los lugares en que las personas decidían dormir o descansar y donde se sentían a salvo no encontramos ninguno de estos cambios ni ruidos. Estos lugares eran completamente neutros y silenciosos”, explicó Stevens.
Los resultados confirman los que ha obtenido Wiseman hasta el momento. Sí existen lugares embrujados porque las personas reaccionan a alucinaciones visuales por cambios en la luz, en el viento, en la temperatura y en el ruido electromagnético que exista en el lugar.
“Además”, agregó Persinger, “hemos experimentado con este ruido electromagnético en el laboratorio y descubrimos que si emitimos las mismas formas de estos campos en el cerebro de voluntarios, estimulando específicamente los lóbulos temporales, éstos percibirán presencias, sentirán que los tocan, que vuelan y hasta que se encuentran cercanos a Dios, todo esto mientras manipulamos sus neuronas con electromagnetismo. Pudimos hasta originar miedo sin mostrar imágenes horrendas o contar historias en la oscuridad”, declaró Persinger.
El cerebro y los fantasmas
Las alucinaciones son errores visuales cometidos por el cerebro. Cuando una persona tiene una alucinación la percibe como verdadera y actúa acorde el funcionamiento de su cerebro. Este órgano está bastante condicionado por nuestro alrededor, si miramos hacia las nubes descubriremos un sinnúmero de imágenes, todas conocidas e inventadas por el ser humano. El cerebro tiende a formar caras en cualquier lugar, hasta en la superficie de Marte.
“Uno de los fenómenos menos estudiados ha sido la parálisis de sueño. Cuando esto ocurre, las personas sienten que algo los presiona en el pecho, que no pueden respirar, algunos sienten la presencia de alguien en el cuarto y hasta ven las caras conocidas de familiares muertos que se sientan al borde de la cama. En estas ocasiones, muchas personas también piensan que han sido abducidos por alienígenas. Estos eventos ocurren en esa parte del sueño cuando no se está ni despierto ni dormido. Se han realizado muchos estudios científicos del sueño pero sobre estas etapas no se ha estudiado mucho. Un estudio japonés del año pasado sí demostró que las personas percibían todos estos efectos paranormales durante esta etapa del sueño”, explicó Persinger.
Por otro lado, las experiencias de levitación y de que las personas se salen de sus cuerpos y sienten la presencia de divinidades, ha sido relacionado intrínsecamente con las estimulación de los lóbulos temporales en el cerebro. Varios neurólogos, como Oliver Sacks, V. S. Ramachandran y Persinger, entre otros, han elaborado complejos experimentos cerebrales que han corroborado estas teorías.
Los espectros de Gran Bretaña
Gran Bretaña tiene un porcentaje alto de personas que creen en fantasmas. El 42% de la población no sólo cree en las apariciones y otros eventos paranormales sino que aseguran haber visto o percibido un fantasma alguna vez en su vida. De acuerdo con estadísticas recientes, en Estados Unidos el número es aún mayor. “La creencia en fantasmas y eventos paranormales ha estado con nosotros por mucho tiempo. Aún existen personas que creen en la necromancia, es decir, que los muertos pueden contarles el futuro si duermen en tumbas y otros lugares encantados. Estas creencias se originaron en Egipto y aún nos acompañan. Es curioso como las personas explican estas ocurrencias con eventos extraordinarios, muy pocos recurren a la más simple solución utilizando la conocida navaja de Occam para enseriar sus teorías”, comentó Persinger. “De todas formas, pensamos que la ciencia debe investigar lo desconocido y como tal, continuaremos utilizando la tecnología para buscar fantasmas, si hemos podido atrapar neutrinos y medir la actividad neuronal, es posible entonces detectar un fantasma si de verdad éstos existen”.
En la red
La Fundación Educacional James Randi en Estados Unidos ha establecido un fondo que comenzó con cien mil dólares y que ahora ha llegado al millón, para donarlo a cualquier persona o institución que demuestre, en un marco experimental y científico conducido por universidades e investigadores independientes, que posee poderes paranormales, visiones del futuro, telepatía o comunicación con el más allá. Por décadas, Randi a visitado varios países y ha organizado cientos y cientos de experimentos para determinar si existen o no estos poderes y dar el dinero a la persona u organización que los posean. Hasta el momento, la Fundación sólo ha descubierto fraudes y chantajes. Desde niños hasta ancianos y todo tipo de videntes han pasado por estas simples demostraciones sin éxito alguno. Si usted quiere participar en alguno de estos experimentos visite la fundación en www.randi.org.