Bueno quiero contar una historia un poco cliché sobre una casa embrujada y una posible posesión demoníaca en mí familia.
Voy a tratar de omitir detalles que desconozco, ya sea porque las personas van deformando la historia según su visión, porque yo era un niño de aproximadamente once años y además no fui protagonista, también porque fue en el año 2005. No quiero inventar nada. Pero que algo pasó, de eso estamos seguros.
En esa época, mí tío se compró una casa. Quedaba en la periferia de Mar del Plata, típica zona donde apenas están poblando y se ven 4 casas por manzana. No está de más decir que él es una persona de bajos recursos y se la vendieron barata. Mala señal.
Para ir a visitarlo, era verano y mí mamá nos llevaba a mí junto a mis hermanos cada uno en su propia bicicleta. Una de las pocas cosas raras que presencié fue escuchar martillazos como si estuvieran trabajando en la casa de al lado. Pero repito… No había casa al lado.
Mí mamá me contó en su momento que estaba tomando una cerveza con mí tío y vio un movimiento extraño. Se lo comentó para señalarselo a sus espaldas. A lo que él le dijo en tono de broma típica: “ya estás en pedo”. Cuando se dió vuelta, vieron una sombra que ocupaba toda la pared.
El suceso más fuerte involucra a mí primo. Un bebé. No sé si tenía 6 meses o 2 años, reitero que no quiero inventar. La cuestión es que era demasiado chico para sus nuevos comportamientos extraños. Intentaba hablar, jugaba con alguien que no estaba ahí, y se movía con demasiada agilidad para alguien tan chico. No es que corría por las paredes, pero tenía gestos de un niño mucho más grande. Como no tengo bebé no opino.
No duraron ni un verano en esa casa.
Para el día del cumpleaños de mí tío, fuimos todos a visitarlo en nuestras bicis. En esta parte de la historia si fui testigo directo. Empezamos a golpear la ventana para que nos abran pero no nos daban bola. Seguían mirando la tele y conversando. Mí mamá se estaba enojando porque estuvimos varios minutos tratando que nos abran, encima que en esa época no había teléfonos celulares. Hasta que se acerca una vecina desde la vereda del frente y nos dice que mí tío se había mudado… ¿Y los ruidos?
Está vecina también mencionó que todos se mudaban por los fenómenos paranormales. Que durante la dictadura, se enterraban cadáveres en esos terrenos.
Cuando pudimos localizar a mí tío, este le comentó que no aguantaron más y se fueron. Llevó a mí mamá a qué lo acompañara hasta la casa a buscar las cosas restantes: algunas prendas y una heladera desconectada. Nada de televisión. Las voces las oímos claramente, estaban conversando ahí dentro.
Cómo detalle final y no menor, apenas se mudaron llevaron al bebé a la iglesia dónde vomitó, su piel cambió de color por decirlo de alguna manera, gritó, tenía gestos enfadados y todo lo típico de una película de exorcismo.