Hace poco más de dos años, casi tres, cuando se debatía la demolición de nuestro estadio y su traslado a un terreno poco menos que dantesco, y nosotros hacíamos fuerza desde Salvemos el Monumental para convencer a la gente y dar por tierra con el enorme negociado que había detrás, el oficialismo no contaba con los suficientes votos de su mayoría automática para aprobar esto sin el apoyo de la oposición. Por consiguiente, era necesario seducir a opositores y representantes de socios de la forma que sea para lograr el objetivo, mientras las encuestas daban un demoledor 70 a 30 en contra de la idea donofrista larretista.
En una de las tantas discusiones, mientras se tiraban argumentos falsos para convencer a la gilada, tal el caso de Fabián H., el señor J.P.B. decidió tomar las riendas fuertemente y muy suelto de cuerpo, tal la impunidad que tienen estos tipos, dijo sin ponerse colorado, “si hacen falta votos les damos 25.000 dólares a cada uno y listo”. Textual. Claro, esto no salió publicado en ningún lado, porque hubiese sido un escándalo. Pero estaba claro que el oficialismo iba por todo porque el Monumental tenía fecha de vencimiento, sin que matemáticamente pudieran demostrar cómo llegaron a esa conclusión.
Pero resulta que en esa misma reunión, donde el joven mencionado se despachó con pelar la billetera para seducir a la oposición, prostituta como siempre, tanto en River como en la política nacional, estaba también el señor O.R., quien quedó estupefacto ante el atropello del niño bien y no tuvo problemas en hacer públicos sus dichos, cosa que a nosotros nos sirvió para terminar de voltearles el negociado. Es que si vas a actuar por izquierda, no tenés que decirlo, pero J.P.B. habló más de la cuenta.
El señor O.R., quien formaba parte del movimiento del candidato A.C., inútil como cenicero de moto, al contar lo ocurrido en aquella reunión, hizo lo que tenía que hacer, mientras que el embajador que comandaba su campaña para presidente del club dejaba de lado, sospechosamente, un proyecto de remodelación total del Monumental, sin aprovechar la oportunidad de jugar su carta más fuerte en ese momento, sacando a la luz a su vez lo dicho por el joven dirigente.
Si no creen en el oficialismo, tampoco lo hagan con la oposición. Cada uno busca su propio negocio.