El hilo de las PASO

Por la diversificacion del electorado, con este spot quien le maneja la campaña apunto al “voto joven” :lol:

che supuestamente hay veda hasta en internet…pero en facebook , los perfiles de los mismos candidatos siguen subiendo cosas…

El final de campaña destapa a un régimen de “servicios”

Sergio Massa y Daniel Scioli, no hace mucho tiempo. Rejuntes y fracturas en la transición política que impone la sucesión del kirchnerismo; el Frente de Izquierda plantea una salida de los trabajadores a la crisis.

El tramo final de la campaña ha sacado a luz el verdadero rostro de los bloques políticos que pugnan por el primer lugar este domingo. A raíz del robo a la casa de Sergio Massa, la disputa electoral ha tomado la forma de una guerra al interior de los servicios de “seguridad”. En este caso, por la participación de un prefecto de la inteligencia estatal en delitos comunes. Del otro lado del mostrador, Massa quería darle un “perfil bajo” a su denuncia, para no revelar que, en su “municipio modelo”, la inseguridad ciudadana está causada por la misma cuestión que en todo el país: el entrelazamiento entre el aparato represivo del Estado (que Massa reforzó por todos los medios) y el delito organizado.

Pero esta guerra de servicios ya se había destapado un tiempo atrás, cuando el gobierno colocó al represor y también agente de inteligencia Milani al frente del Ejército, con el propósito de contrarrestar el pasaje de buena parte de los jefes de la SI (ex Side) al campo del “post-kirchnerismo” y, por lo tanto, de la conspiración política contra el gobierno. A cambio de esa cooptación, el gobierno de los derechos humanos le ofreció a Milani y a las Fuerzas Armadas recuperar un protagonismo político y, de paso, encubrir el pasado represivo del nuevo jefe del Ejército.

Que la pelea electoral en Buenos Aires haya cobrado la forma de esta reyerta entre espías y ladrones retrata, como ninguna otra cuestión, a los bloques políticos en pugna. Del lado oficial, ese aparato de conspiración fue el ejecutor del Proyecto X (espionaje a las organizaciones sociales y políticas), además de contar con el respaldo de la ley “antiterrorista” que el mismo gobierno impulsó. Por el lado de Sergio Massa, basta decir que eligió como jefe de campaña al mismísimo Juan José Alvarez, a quien su condición de instigador político de la masacre del Puente Pueyrredón y de ex agente de la Side bajo la dictadura no le impidió operar para el kirchnerismo -al menos, hasta 2010.

La oposición que encarnan Stolbizer y la UCR se ha servido del episodio con Massa para agitar la bandera de una “guerra de mafias”, sin reparar que esa descomposición tiene su réplica exacta en Santa Fe, entre la policía de Binner-Bonfatti y el narcotráfico que opera en la provincia.

Disgregación oficial

Pero más allá de la guerra de servicios, el choque entre Massa y el gobierno tiene un alcance más general. El brutal enfrentamiento revela que entró en crisis la tentativa de una sucesión ordenada o pactada entre la camarilla oficial y los personeros políticos y empresariales que se bajaron del barco del gobierno. El tránsito al post-kirchnerismo no será pacífico y estará surcado por choques y crisis políticas de gran alcance. Los economistas de Massa o del Unen postulan el desmantelamiento “ordenado” del régimen de emergencia montado por el kirchnerismo hace una década. Pero, en buena medida, lo mismo pretende el gabinete oficial, cuando acelera la devaluación de la moneda o los aumentos permanentes en los combustibles, en perjuicio de trabajadores y consumidores. Nada de esto pudo impedir la caída de las reservas y de las inversiones, ni qué decir del vaciamiento energético. La burguesía exige, entonces, un definido cambio de frente. Ello se expresa incluso en el corazón de la base empresarial del kirchnerismo: basta decir que el grupo oficialista Electroingeniería, ganador de la licitación para construir las represas hidroeléctricas de Santa Cruz, ha exigido cobrar una parte de la obra en dólares a ser depositados en el exterior, algo que se da de patadas con el ordenamiento económico vigente (cepo cambiario, restricción a la repatriación de divisas) y refuerza todas las exigencias por una devaluación en regla. Detrás de las frases o spots vacíos de contenido, los bloques capitalistas han disimulado, hasta donde les fue posible, hasta qué punto preparan una salida a la presente crisis que es abiertamente contraria a los intereses populares.

Es significativo, por eso, que derechistas y “nacionales y populares” coincidieran en cerrar sus campañas con claras señales de hostilidad a la clase obrera. En el caso de Macri, encubriendo la apresurada apertura de nuevas estaciones de subtes con una operación política contra los metrodelegados; por el lado de Randazzo y el gobierno, tratando de endosarle la catástrofe ferroviaria y sus consecuencias a los trabajadores del riel.

Este domingo, el kirchnerismo volverá a perder en un conjunto de distritos fundamentales. Entre ellos, podría encontrarse la provincia de Buenos Aires. Las victorias opositoras, sin embargo, estarán lejos de establecer un eje común y beneficiarán a un conjunto de fuerzas heterogéneas, desde Binner al macrismo. El kirchnerismo se servirá de ello para seguir candidateándose a pilotear la crisis e incluso la sucesión de 2015. Pero las armas con las que defiende ese derecho están a la vista: en el plano económico, sometiendo a millones de trabajadores a un impuesto confiscatorio al salario, mientras asegura en el presupuesto 2014 el pago del “cupón PBI” de la deuda a los usureros internacionales. En el terreno político, ello se traduce en el pacto con Scioli, el verdadero protagonista de la campaña electoral oficial. Cuando las elecciones -y las guerras de servicios- pasen, Scioli y Massa discutirán cómo se reparten la herencia “nacional y popular”.

La transición política que impone la sucesión del kirchnerismo es el telón de fondo de los “rejuntes” y fracturas que caracterizaron a esta primera fase de la campaña. En oposición a ellos, la acción del Frente de Izquierda se ha destacado por oponer una agenda y una salida de los trabajadores a la crisis. Pero esta presentación carecería de fundamento si no se encontrara avalada por una trayectoria política y una experiencia que la población ha recorrido con nosotros. “Todavía me acuerdo cuando usted anticipó que se quedarían con nuestros ahorros”. Expresiones de este tipo fueron escuchadas decenas de veces en el contacto entre Jorge Altamira y la población, durante la campaña en la Ciudad. En este distrito, el alcance y profundidad de este reconocimiento popular no tiene precedentes. Pero también se expresó en la campaña que Néstor Pitrola realizó en buena parte de los 80 distritos donde el Frente de Izquierda presentará lista en la provincia. En la durísima pelea contra la tentativa de polarización electoral entre los K y el post-kirchnerista Massa, el Frente de Izquierda se ha ubicado como la quinta fuerza, con decenas de destacados referentes locales. En Córdoba, también emergen síntomas positivos de votación, en medio de una crisis monumental del juecismo. En Salta, la campaña del PO alcanzó una extensión social y territorial inédita, lo que prepara las condiciones para octubre y para las elecciones provinciales. En Tucumán, la campaña culminó con la presencia del padre de Paulina Lebbos en nuestro acto de cierre, reivindicando la lucha sistemática del Partido Obrero contra la impunidad estatal. Lo mismo puede decirse de los otros catorce distritos donde daremos batalla, en varios de los cuales pelearemos para derrotar el proscriptivo piso electoral impuesto por la reforma política oficial. En todos lados, esta primera fase de la campaña ha dejado núcleos organizados en fábricas, sindicatos, barrios y escuelas, conquistados sobre la base de una lucha de carácter político definido. La votación del domingo será el peldaño para una nueva e intensa batalla en octubre: frente al régimen de “servicios”, devaluadores y pagadores seriales de la deuda, estamos luchando para que los trabajadores puedan intervenir en la crisis nacional que se avecina con un programa y una identidad política propios. Ese es el significado de fondo de la nueva batalla que comienza el lunes 12: “la izquierda, al Congreso”.

El final de campaña destapa a un régimen de “servicios” : PARTIDO OBRERO

Todavia no tengo en claro a quien voy a votar (Bah, en realidad si, Filmus), la hacen muy facil los opositores, ojala que Insaurralde pueda ganarle a Massa en Provincia.

Ayer leia un articulo de la Nation, hablando del trunco arreglo entre Massa, Scioli y Macri.

Uno de los conceptos de Scioli para con Massa en la negociacion fue, “Este pibe es un irresponsable, administra un country y yo gobierno una provincia”

:lol:

Frente de Izquierda!! Partido Obrero en el Frente de Izquierda Plataforma 2013

Dejame pensarlo un poquito,… Te contesto el lunes.

La nota de Clarín sobre las pintadas destaca que el Partido Obrero hace las pintadas y afichadas sólo con militantes.

Otra vez las pintadas políticas coparon muros y paredes

Están ahí, a la vista de todos, pero no todos las ven. En tiempos electorales se multiplican las pintadas políticas en la Ciudad y el ojo se acostumbra, las naturaliza y las convierte en un elemento propio del escenario urbano. Sin controles ni sanciones, las fuerzas políticas se disputan cada centímetro de paredón disponible para dejar su marca, aunque sea por poco tiempo. Y no siempre se respetan los códigos de una tradición que la militancia sostiene desde los tiempos del Imperio Romano. Pierden las paredes de los edificios privados, las de las dependencias públicas y, en algunos casos, el patrimonio cultural de la Ciudad.

Los que acreditan varias décadas de actividad política en la Ciudad y alrededores señalan que, hasta la década del 90, pintadas y pegatinas corrían por cuenta de los militantes. Internet todavía no había invadido la vida cotidiana y era la única manera de lograr una llegada masiva (y, al mismo tiempo, segmentada). Constituye, además, una acción que tiene mucho de ritual. Se trata de ganar la calle: llegar primero, ocupar el mejor lugar y defenderlo. Hay peleas, hay circuitos, hay estrategias para lograr la mayor permanencia.

Con los años la tarea se empezó a “profesionalizar” y aparecieron pequeñas empresas (muchas veces formadas por los mismos militantes) que “tercerizan” la actividad y, en el afán por sumar pintadas, pueden romper los códigos tácitos de la actividad. Entre las excepciones aparecen el Partido Obrero (sus militantes siguen haciendo las pintadas y pegatinas) y la agrupación Los Irrompibles, que cubre la zona de Caballito y está relacionada con el radicalismo. “Hay un uso y costumbre que apunta a no dañar. Lo que se fijan los que se dedican a esto no es si se trata de una pared pública o privada, sino si ya está intervenida o no. La convención es que si ya está intervenida, se puede pintar ”, dice el legislador porteño Rafael Gentili (SUMAR I+D).

El artículo 80 del Código Contravencional de la Ciudad establece que “quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada, es sancionado con uno a 15 días de trabajos de utilidad pública o multa de $ 200 a $ 3000 ”. La legislación también habilita a la dirección de Inspección del Uso del Espacio Público a labrar actas de acuerdo al Código de Faltas de la Ciudad, en lo que refiere a “Prohibiciones en Publicidad”. El artículo 3.1.8 consigna que el responsable de una actividad, proyecto o programa publicitario que cause deterioro de los espacios públicos o de sus instalaciones o elementos será sancionado con una multa de $ 83 mil a $ 415 mil, además de la inhabilitación.

“El inciso 5 del artículo 184 del Código Penal también menciona el tema y si alguna autoridad pública quiere actuar cuenta con ese elemento”, destaca Gerardo Gómez Coronado, Defensor Adjunto del Pueblo de la Ciudad. “Desde hace bastante tiempo le venimos pidiendo al Poder Ejecutivo que reglamente las penalidades de la Ley 1.227, que protege el patrimonio cultural de la Ciudad (incluye los murales), para avanzar”, apunta.

La semana pasada, el nombre del ex intendente de José C. Paz y candidato a senador por la provincia de Buenos Aires Mario Alberto Ishii (FPV), tapó el mural que había pintado en 2010 el artista McPyo para homenajear a Charly García, en Carlos Pellegrini al 900. Hace poco más de un año, una leyenda que identificaba al legislador del PRO Cristian Ritondo cubrió el mural que habían hecho Martín Ron, Emy Mariani y Lean Frizzera debajo del puente de Libertador y Dorrego, en Palermo.

El hecho es que son pocos los privados que avanzan con las denuncias. Y las organizaciones políticas prefieren mirar para otro lado (por aquello de “hoy por ti, y mañana por mí”).

Desde la subsecretaría de Uso del Espacio Público aseguran que han labrado actas contra los partidos políticos. “Además, tapamos estas pintadas con pintura verde y colocamos logos de Ciudad Verde para que quede claro que ahí no se puede publicitar un candidato”, responde Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad (y candidato a senador por el PRO). Y promete intensificar los controles después de las elecciones Primarias.

¿Sirve hacer pintadas? “Cada vez menos”, reconoce Gómez Coronado. “Hay una cosa muy concreta: no podés decir que querés gobernar la Ciudad y ensuciarla. Es una contradicción insalvable”, se suma Gentili. Los dos coinciden en que, ante la saturación de carteles e información visual que hay en la vía pública, los mensajes pierden eficacia comunicacional. Y apuntan a la lógica política: las pintadas no son para ganar votos sino para mostrar presencia ante la opinión pública (es decir, el mundillo político y los medios de comunicación). No son definitorios, pero junto a los afiches y a las volanteadas siguen siendo un complemento importante de la campaña.

“Debemos trabajar para cambiar esta cultura de pintadas que daña al Espacio Público y que no creo que tenga efecto positivo en el electorado. Hoy hay muchos medios para hacer campaña, como las redes sociales o Internet, que llegan más a la gente sin afectar nuestra Ciudad”, sostiene Santilli.

Otra vez las pintadas políticas coparon muros y paredes

Pero está bien, los árbitros tienen que ser políticos, porque quien mas que los árbitros están acostumbrados a las puteadas?

---------- Mensaje unificado a las 05:49 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 05:42 ----------

ai vicky mi amor, te entro hasta que llegues a la presidencia

Me leí más de la mitad de este thread y ni voto aca en capital :lol:
Tengo que justificar, mierda

Jajaja un fiscal de mesa le hizo OSOO a Macri, 10 segundos antes de equivoco se mesa JAJAJAA

De casualidad no me dejaron sentado de vice de mesa…el tipo preguntó si alguien se podía quedar en lugar de obligar a uno a la fuerza

Vuelvo de votar, hay mas boletas de De Narvaez y el FIT, limpitas y acomodadas, que el FPV y Massa.

Enviado utilizando la aplicación móvil de tuRiver

Hay que ser pelotudo para hacerle oso a un candidato. macri me da urticaria, pero lo cortes no quita lo valiente. Yo lo saludo y le digo que su clase me da asco y que voy a dar la vida para verlo tras las rejas y su patrimonio estatizado, y listo.

es q el pibito ahora ES UN CAPO entendes? cuando vaya al local de la campora a asentir todo lo q le dicen, va a ser el capo de la semana

por suerte no voto, porque no sabria a quien, ojala algun dia saquen el voto obligatorio
me copaba massa, pero en bahia se rodeo de gente de mierda, es una variante aireada del oficialismo, asi que ni siquiera

No se pueden reir celebrando lo de ese pendejo maleducado, asi no te guste macri, eso es una falta de respecto que un fiscal de mesa no puede mostrar hacia ningún político, ese es el modelo k actual, los pibes estan lavados del bocho.

Yo eh decidido no votar, la posta es en Octubre, estas primarias me parecen al pedo.

Ese es el modelo militar

Me encanta como enseguida asumen, en twitter tambien, que el pibe era K.

Ahi esta el video para los subnormales irrespetuosos (? como nosotros

http://www.larazon.com.ar/economia/Macri-criticas-PASO-oso-fiscal_0_486300074.html

Me van a decir que no festejaron esta