El consultorio económico

Un Estado con alto gasto público para desarrollar educación y salud pública, subsidios o beneficios impositivos a las industrias, no es lo mismo que un Estado que pone barreras a la entrada de productos importados sin discriminación como hizo este país gran parte de su historia sin dar frutos positivos.

A eso es a lo que me refiero, Suecia nunca fue un país cerrado al mundo.

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Nosotros tampoco, de hecho nunca se cortó la importación de productos, a lo sumo algunas cosas tenían que pagar impuestos para que la industria local pudiese competir, lo de estar aislados del mundo es un verso que se comen los nenes que miran TN, de hecho Argentina antes de Macri tenía más inversiones y relaciones internacionales que en la actualidad.

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http://rm-forwarding.com/2013/06/16/ranking-de-paises-proteccionistas-de-la-cci/

Este ranking del año 2013 lo expresa muy bien. Ningún país nórdico, exponentes del estado benefactor, es cerrado comercialmente, sino todo lo contrario.

---------- Mensaje unificado a las 20:00 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 19:57 ----------

No tiene sentido responder a la burrada que decís, Argentina es un país proteccionistas, de hecho tiene barreras arancelarias más altas que el promedio mundial, y los resultados comerciales están a la vista. Cualquier data comercial argentina al ser analizada ratifica su alto proteccionismo.

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Yo nunca dije que no era proteccionista, de hecho te dije que la gestión anterior fue intervencionista y por lo tanto proteccionista, priorizando el mercado interno e impulsando el consumo, el que dice burradas sos vos, que decís que estábamos aislados del mundo.
Ya te dije que es al pedo comparar países nórdicos con nosotros, es como cuando nos comparaban con Venezuela… nada que ver. Si hoy Suecia está más abierta es por lo que puso Amadeo más arriba, casi todas las potencias en algún momento fueron interventoras y proteccionistas. Argentina nunca cerró totalmente su economía, las cosas de afuera seguían entrando pero pagando impuestos.

Nuestra economía es débil porque nunca pudieron cambiar el modelo productivo que prioriza el sector primario, y si lo hicimos fue por momentos breves.

En la categoría 4, algo interesante que podemos notar, es que se encuentran 5 de los países emergentes cuyas economías han tenido un gran crecimiento en los últimos años, China, Rusia, Argentina, India y Brasil.

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Muy claro como siempre, gracias

y esto? El vice del Central se metió en la polémica sobre el tipo de cambio - El Cronista

Es cierto que el dolar no esta mucho mas atrasado en términos reales que hace un año, porque si bien la situación comparado con varios países como EEUU o Europa empeoro, contra Brasil mejoro, entonces en “promedio” se mantuvo mas o menos igual o sufrió un atraso del 5% (dependiendo del indice que se tome de referencia). El tema es que el valor de hace un año, aun con devaluacion de por medio, ya era bastante atrasado en términos históricos. El grueso del repunte de la competitividad del agro se logro mas gracias a la baja de las retenciones que a otra cosa. Por eso, la política macrista en ese sentido es primarizante ya que beneficio mucho mas a ciertos sectores del agro (maiz, trigo), pero poco a otros sectores agrícolas o industriales exportadores.

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Pero entonces es cierto que el atraso cambiario no es tan grave. La media historica seria 19,5 pesos de hoy, bastante pero algunos socios comerciales (Brasil nada mas y nada menos) tambien se apreciaron.
El FMI saco un informe sobre las exportaciones Argentinas, basicamente diciendo que si la moneda se devaluara un 10% las exportaciones primarias (los principales soja trigo maiz) crecierian alrededor de un 1% NADA. Si beneficiaria mas a las exportaciones de las MOI (motores, maquinaria agricola. autos) pero tampoco mejoraria mucho, que para que mejoren alrededor del 2% o mas las expos tendria que crecer bastante Brasil.

Entonces a lo que quiero llegar es que el dolar deberia acercarse a la media historica para proteger a la industria debil y tambien si queres para potenciar las inversion extranjera (de hecho el imf tambien saco un informe de que para que haya un boom de inversion extranjera, segun datos historicos, se necesita un dolar alto y un par de reformas pro mercado), PERO habria que hacerlo sin que se acelere la inflacion porque volveria a pasar lo mismo que en 2016, y hasta ahora en bc (aunque ya dijiste varias veces que su politica no es de tu gusto :lol: )controlo bastante bien el pass through, y lo digo sin tener en cuenta el blanqueo.

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//youtu.be/EPffOXzZRtk

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Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiii nos mantuvo las tasas Fede :smiley:
Ahora vamos con el dólar para abajo, el viernes se mete presión otra vez y seguimos pedaleando.

Si seguimos asi en el 2018 me presento al Tour de France :lol:

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Crecieron siempre. Esta claro que seria necio intentar extrapolar un modelo económico desatendiendo tantos otros factores socioculturales que diferencian a los suecos del resto.

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Excusas como siempre

Excusas? 1.26 durante veinte años. Excelente

Y mira, yo soy honesto en lo que planteo. Desde el punto de vista de la macro, es inadecuado decir que el dolar esta ultra atrasado y que macroeconomicamente esta cerca de explotar todo. No es el caso actual, los términos del intercambio son buenos, el mercado de deuda es favorable a los emergentes, y eso permite que se puede sostener un dolar barato por mucho tiempo.

En cambio, es cierto que el nivel del dolar actual no le sirve a la industria y progresivamente se va a consolidar una desindustrializacion de continuar con este sendero. Eso a MI particularmente me preocupa, pero al economista ortodoxo promedio le resulta irrelevante que sector prospera y cual no mientras la economía crezca. Yo tengo una vision mas estructuralista, y no me da lo mismo todo. Creo que a largo plazo es malo que solo prospere el agro, en términos mas que nada de los efectos que tendría en el empleo y distribución del ingreso.

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Lobby proteccionista: con más importaciones y el dólar en baja, los “pro cierre” ganan posiciones
16-02-2017 El control de la inflación sigue al tope de la agenda. El ministro Cabrera advirtió que estudian incrementar el nivel de competencia en el mercado interno. Gremios e industrias no tardaron en reaccionar, en un contexto en el que Trump amenaza con una “guerra comercial” a gran escala

[SPOILER]Para algunos, fue un error de diagnóstico. Para otros, un problema de timing.

Lo cierto es que el Gobierno, que se había trazado como meta lograr una mayor apertura de la economía como una forma de eliminar una de las tantas distorsiones heredadas del kirchnerismo, ahora se enfrenta a una férrea oposición por parte de empresarios, sindicatos y hasta políticos.

Cuando el macrismo ideó su plan de gestión, acabar con el “cerrojo” importador fue uno de sus primeros objetivos. Y tenía fundamentos de base económica y política.

Básicamente porque consideraba estas trabas como sinónimo de inflación, al tener un mercado casi cautivo, y de pérdida de competitividad, porque el 80% de los exportadores requieren de al menos un bien importado para completar sus procesos de producción.

Además, para el Gobierno, acabar con este “cepo comercial” era una manera de volver a reinsertar a la Argentina en el mundo. Los gestos de aprobación del entonces presidente de los EE.UU., Barack Obama, no hacían más que convencerlo de seguir este camino.

También, el macrismo sentía que tenía a su favor a la opinión pública. La “avalancha” de turistas que cada año viaja al exterior, aprovechando para comprar desde ropa hasta tecnología, y las interminables quejas por lo caro que está el país respecto del resto del mundo, convencieron a los funcionarios de que una mayor apertura de la economía era el camino correcto.

Sin embargo, en esa transición se está topando con un férreo lobby proteccionista.

La novedad es que, a diferencia del clásico y algo desgastado discurso industrialista -que suele reclamar un cierre importador sin ofrecer nada a cambio ni analizar las causas de sus imposibilidades de competir-, este lobby llega con argumentos renovados.

La fuerte caída en el nivel de actividad, los crecientes problemas de desempleo y una inflación que en 2016 no sólo no se controló sino que se disparó al 40%, forman parte de la base argumentativa de empresarios, gremialistas y políticos que reclaman un mayor cuidado hacia la industria nacional.

Sin embargo, el principal condimento que impulsa esta nueva ola proteccionista se basa en el cambio de ciclo a nivel mundial. Y esto está representado por la llegada de Donald Trump al poder en los EE.UU.

El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, fue de los primeros en criticar la postura del macrismo, en un contexto en el que la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos plantea un cambio de paradigma para el comercio internacional.
“Nos metieron en la cabeza que la globalización era abrirnos y abrirnos, y ahora el mundo nos corrió el arco y vive un proceso de cierre”, disparó Massa.

Sin anestesia, el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, se refirió al Gobierno macrista como “un salto olímpico a los `90”. “Son mata Pymes”, disparó.

En diálogo con iProfesional, José Ignacio de Mendiguren, presidente de la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados agregó que “el mundo hoy está en posición vendedora, no compradora. Todos los países están tratando de no importar la crisis de otros. Por eso sobran productos en el mundo, los barcos con contenedores están flotando y buscando dónde colocar ese exceso”.

“Por eso el Gobierno, antes de amenazar con abrir más las importaciones, debería estar enfocado en el cuidado del empleo y en fomentar el mercado local, que explica el 80% del ritmo de actividad”, agregó.

Entre los sindicatos, el tema de las importaciones también viene prendiendo muy fuerte y es una de las causas que señalan a la hora de explicar las pérdidas de puestos de trabajo.

Tras la cumbre en la que la CGT decidió retirarse de la mesa de diálogo con el Ejecutivo, uno de los tres líderes de la Confederación, Juan Carlos Schmidt, arremetió contra los problemas de entendimiento entre los propios funcionarios del Gabinete frente a un tema tan sensible como el manejo del comercio exterior.

“Hemos dialogado con los funcionarios de la cartera de Trabajo, pero acá hay cosas que los exceden. Estamos frente a una apertura de importaciones que perjudica el trabajo de los argentinos y la producción nacional. Así, no podemos seguir”, sostuvo.

Para hacer frente a estos reclamos, el secretario de Comercio, Miguel Braun, volvió a apelar a los argumentos que en otras oportunidades ya habían esgrimido desde el macrismo: que se trata de un regreso a la “normalidad” y que esto ayudará a bajar precios.

"Estamos camino a ser un país normal donde se puede comprar, exportar, e importar. Venimos de un sistema muy extraño en el que todas las importaciones las tenía que aprobar un funcionario, vamos hacia una mayor normalidad”.

“Esto no implica una apertura indiscriminada. Va a haber más competencia, como con las computadoras, y esto es bueno para los consumidores y ayuda a que los empresarios tengan que competir”, agregó el funcionario.

El “condimento extra”: el dólar barato
Desde el arco empresario, las críticas provienen desde los sectores más afectados por el bajón en el nivel de actividad.

Y apuntan contra el Gobierno porque entienden que se generó un “microclima” propicio para el crecimiento de las importaciones, comenzando por el avance del “dólar barato”.

A medida que al Ministerio de Hacienda se le complicó el manejo de la inflación y que se consolidó el ingreso de divisas por el blanqueo, la competitividad cambiaria se fue deteriorando a pasos acelerados, más aun tras el último retroceso del billete verde, que perforó el piso de los $16.

“El proceso de desinflación actual, logrado sólo con ajuste monetario, únicamente es sostenible en el corto y mediano plazo y al costo de convalidar un proceso de sostenida apreciación del tipo de cambio real”, advierte Gabriel Caamaño Gómez.

El ex secretario de Industria, Dante Sica, es de los que no duda al afirmar que la Argentina convive actualmente “con una situación de atraso cambiario”.

Para graficar la situación, el experto señaló que para igualar el valor promedio del billete verde de los últimos 25 años, entonces debería cotizar a cerca de $22.

Durante el último gobierno kirchnerista, en los períodos que arreció el atraso cambiario, los industriales contaban con una "última compuerta”: el control deliberado de las importaciones, que era manejado por el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Ahora que ambas compuertas (dólar y cerrojo) no están “activadas”, los industriales aseguran que comenzaron a sentir de manera más concreta el avance de la competencia del exterior.

El sector industrial siempre quedó en una posición muy incómoda cada vez que en sus reclamos incluyó el pedido de una devaluación.

Y en momentos en que hay consultoras como Ecolatina que alertan que este año no se recuperará el poder adquisitivo perdido en 2016, los empresarios se cuidan en no incluir el reclamo de un dólar más caro en su lista de reclamos al Gobierno.

Por eso, para los empresarios es más viable exigir un mayor nivel de protección, con el argumento de la pérdida de puestos de trabajo como punta de lanza.

Sectores más golpeados
Sin dudas, la electrónica, que había crecido con fuerza bajo el amparo del kirchnerismo, es una de las ramas de actividad más afectadas, luego de que el Gobierno anunciara la eliminación del arancel del 35% a las importaciones de computadoras.

Pese a los esfuerzos oficiales por intentar mostrar esta apertura como sinónimo de modernización, competitividad y menores precios, la crisis que se generó por los más de 180 despedidos en Banghó preocupa y mucho a los ministerios que conducen Triaca y Cabrera.

Básicamente porque la Unión Obrera Metalúrgica intercedió de lleno en el conflicto, hasta lograr que esos despidos se conviertan en suspensiones por 60 días, durante los cuales los empleados cobrarán el 70% de sus salarios. Y porque el gremio anticipó que endurecerá su postura.

“Vamos a mostrarle al Gobierno que nosotros no vamos a tolerar más la apertura de las importaciones como hicieron, porque por eso los trabajadores de Banghó se quedaron sin empleo”, disparó Antonio Caló.

La UOM también está en alerta por el cese de actividades de la última fábrica de llantas del país, Mefro Wheels, que esta semana cerró sus puertas de manera definitiva, dejando en la calle a 170 empleados.

"La importación es indiscriminada”, alertaron desde la sede Rosario del gremio. "Están aniquilando la actividad industrial”, subrayaron luego.

Donde también se registra mucha inquietud es en el sector del calzado. Según datos del Observatorio de importaciones, creado por el gobierno de Santa Fe, el año pasado ingresaron 27,3 millones de pares.

Fueron casi 5 millones más que en 2015, para un sector en el que las ventas internas se desplomaron cerca del 20% y que ya sufrió la pérdida de unos 1.400 puestos de trabajo.

“Les estamos explicando a los funcionarios que la suba de importaciones no ayudó a bajar precios, en absoluto. Fue todo ganancia para el sector comercial”, apuntó un directivo de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC).

En el caso de la línea blanca, el macrismo había mantenido reuniones con las empresas del sector. Según afirmó a iProfesional un directivo de la cámara sectorial, mantuvieron diversas reuniones con funcionarios de Producción en las que le alertaron sobre la entrada de equipos, principalmente desde China.

En el caso puntual de las heladeras, desde esa cartera incluso habían admitido que "hubo un impacto sobre la producción argentina” por el crecimiento de la competencia que llegó del exterior.

Pero afirmaron que esto se estaba corrigiendo y que al cierre de ese año las cifras de importaciones iban a ser “las que hemos tenido tradicionalmente”.

Sin embargo, las mismas mantuvieron su ritmo y culminaron 2016 con 130.000 unidades, un 330% por encima de 2015.

Off the record, fuentes cercanas a Producción aseguran que, al igual que sucedió con las computadoras –cuyos precios ya bajaron hasta 35% por la quita de aranceles- en el caso de las heladeras la competencia importada está ayudando a moderar los valores de venta al público.

Desde la cámara industrial muestran la otra cara: afirman que el último año el sector perdió 500 empleos y que están trabajando al 50% de su capacidad instalada, dado que están en condiciones de fabricar 1,5 millón de equipos pero en 2016 sólo produjeron 750.000.

En el caso del sector textil, Ariel Schale, director ejecutivo de Fundación ProTejer, advierte que las importaciones de prendas se dispararon más de un 30% el año pasado, pero así y todo, “el índice de precios al consumidor correspondiente a este rubro también creció fuertemente”.

“La ropa comprada en el exterior no ayuda a controlar la inflación. Sólo permite inflar los márgenes de rentabilidad de las empresas importadoras”, acota.

Según un informe de ProTejer, sólo el 45% del precio de una prenda corresponde a la etapa de la cadena de valor. El 55% restante se va entre impuestos, gastos bancarios e inmobiliarios, entre otros ítems.

A estos datos, desde la entidad suman otras cifras preocupantes: la industria está trabajando al 55% de su capacidad y en 2016, a lo largo de la cadena productiva, se destruyeron 20.000 puestos de trabajo.

En paralelo, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) adelantaron que están preparando una solicitada en la que le reclamarán al Gobierno por el decreto 1205, con el que el macrismo volvió a instaurar el régimen de importación de bienes de capital usados, un mecanismo que había sido eliminado a comienzos de 2013 por la administración kirchnerista.

Se trata de una medida que busca facilitar la entrada de maquinaria y equipos para así –según el macrismo- favorecer una mejora en los niveles de competitividad y productividad.

Sin embargo, el secretario Industrial de la CAME, Pedro Cascales, señaló a iProfesional que “hay rubros en los que existe producción nacional y estas empresas podrían verse seriamente afectados por la entrada de material usado”.

El directivo advirtió que las ramas amenazadas son las de informática, equipamiento para el sector petrolero y embarcaciones.

Para Schale, de ProTejer, en el Gobierno existe "un error de diagnóstico” porque muestra una vocación más aperturista en momentos en que “la puja por los mercados de consumo va a ser feroz”, lo que llevará a que fábricas de China y de otros países asiáticos “apelen al dúmping y a otras medidas de comercio desleal”.

“A una administración que opina que la inflación se controla importando más, le diría que el mundo cambió. Ya no estamos hablando de competitividad. Es una pelea global por los puestos de trabajo”, apunta Schale.

Por Juan Diego Wasilevsky - juandiego@iprofesional.com

Esta nota me parece muy elocuente del estado de situación general.

Pero hay algo que quiero puntualizar, un tema que esta flotando, medio escondido. Si los industriales realmente reclaman una baja en la “presión fiscal” como salida competitiva, entiendo que lo hacen como medida transitoria para recuperar el nivel de actividad. El problema es para qué quiere el gobierno bajar dicha presión. O en otras palabras, porque haría algo que no se va traducir en beneficios reales.

Esto lo digo porque existe en la sociedad, pero aparentemente también entre empresarios, la fantasía de que esa presión es el hecho crucial que tira la competitividad a la lona. En paralelo, se argumenta que el problema para el Estado a la hora de avanzar en ese sentido es netamente político; perdería ingresos que tiene que recuperar con mayor presión sobre la clase media, con reducción de las políticas sociales o un mix de ambas. Que el Estado avanzara en tal sentido se explica por la famosa Teoría del derrame: regresión distributiva que se transforma en crecimiento económico en la medida que los beneficiados (la cúspide económica) vuelven a invertir esas ganancias.

La teoría como tal no es falsa. Es un modelo que puede funcionar. Pero lo que me preocupa de este gobierno, y de la sociedad en general, es que se la defiende sin atender a la pregunta obvia: ¿son suficientes los sectores dinámicos como para traccionar las inversiones y la economía en su conjunto? Esto es parecido o igual a preguntar si el sector agropecuario, la minería, los hidrocarburos y alguna cosa puntual (¿sector nuclear?) presentan un atractivo de rentabilidad futura real. Y si eso es suficiente como para traccionar un crecimiento económico que derrame sobre el resto.

Mi opinión es que parte del problema para empezar a responder esa pregunta esta en que se anteponen cuestiones secundarias y se niegan las primarias. Se habla más de presión fiscal y menos de la irracionalidad en la actual política monetaria del BCRA. Se ignora olímpicamente que la ganancia de competitividad en un sector supuestamente hiper dinámico como el agropecuario vino más por el lado de la quita de retenciones que por la devaluación; esta se trasladó a costos internos, en insumos críticos para el sector como el gasoil.

Pero la parte fundamental del problema es que no va haber derrame por la encerrona en la que esta metida el BCRA. No puede articular una devaluación exitosa sin una política antiflacionaria sostenida en matar al crédito. Pero sin crédito no hay reactivación económica y sin reactivación no hay expectativas para la inversión. Es en este punto en donde deberían entrar a jugar los sectores supuestamente dinámicos de nuestra economía para traccionar la inversión y articular algo de derrame. Pero pongo en duda que eso sea suficiente.

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Acá voy a subir algo muy técnico referido al tema recurrente de los últimos tiempos, el tipo de cambio.

Este gráfico sale de un modelo econometrico basado en el siguiente trabajo académico. http://eduardolevyyeyati.com.ar/wp-content/uploads/5jxwwfmxfdth-en.pdf

El objetivo del modelo, desarrollado por la OECD, es determinar un tipo de cambio real multilateral (Real Effective Exchange Rate o REER) de “equilibrio” periodo a periodo, basado en un pequeño conjunto de variables fundamentales: grado de apertura externa (-), términos de intercambio (+), activos externos netos (+), productividad (+) y gasto publico como porcentaje del PBI (+).

En el gráfico que subí esta la salida de ese modelo para Argentina. La linea roja representa el REER calculado en forma trimestral por el BIS. La linea verde es el REER de “equilibrio” calculado por el modelo. La linea violeta es simplemente un filtro de la roja, y no es importante para el análisis.

Hay que tener en cuenta que en los papers académicos internacionales el tipo de cambio real se define como el valor de la moneda local contra una canasta de monedas domesticas, mientras que acá en Argentina lo solemos analizar al revés (valor de canasta de monedas externas contra la local). Entonces en ese grafico, cuanto mas alta se encuentren las lineas verde y roja, mas fuerte esta el peso (o sea mas barato el dolar y otras monedas).

Hay 2 cosas interesantes para destacar. La primera es que el peso esta bastante apreciado, pero aun por debajo de los 90, incluso de los años de peso mas “débil” como el 96. La segunda es que el modelo indica que de acuerdo a los valores fundamentales, el peso debería estar aun mucho mas apreciado (hay una brecha muy grande entre la linea verde y al roja). El valor indicado por la linea verde, la de “equilibrio”, corresponde a un dolar aproximado de 13.80 para los valores actuales. Esto quiere decir que el dolar esta bastante mas caro que el “equilibrio”, y probablemente se deba a la intervención directa e indirecta que hizo el BCRA a lo largo del año para que no baje tanto, sumado a cambios regulatorios.

Lo importante es que el concepto de “tipo de cambio de equilibrio” tal como define el modelo es aquel que dado una serie de variables fundamentales, permite que el balance de pagos “cierre”. Estar por debajo del equilibrio tendría que asociarse a fuerte acumulación de reservas, algo que efectivamente esta pasando.

Ahora si el “equilibrio” esta en 13.80, porque todo el mundo se queja que el dolar esta baratisimo? Porque es clave cuales de las 5 variables fundamentales explican ese equilibrio. Hay equilibrios “sanos”, cuando este es mayormente explicado por una elevada productividad o por renta de activos externos netos (inversiones argentinas en el exterior repatriando utilidades). Y hay equilibrios “tóxicos”, cuando este es explicado por las otras tres (economía cerrada, consumo publico elevado y términos del intercambio favorables en términos históricos).

Lamentablemente Argentina hoy se encuentra en el segundo grupo, tiene un tipo de cambio real de equilibrio apreciado del tipo “toxico”. El balance de pagos “cierra”, por lo que no hay una crisis cambiaria a la vuelta de la esquina. Pero el desempeño de la actividad económica languidece.

Como el tipo de cambio real esta altamente correlacionado con el salario real, lo ideal es tener un tipo de cambio real apreciado, siempre y cuando este sea del tipo “sano”. El equilibrio “toxico” es muy dañino porque la productividad interna no es suficiente y poco a poco los sectores transables empiezan a sucumbir. El retroceso de los sectores transables (aquellos que exportan y sustituyen importaciones), hace estragos en la inversion, en el nivel de empleo, y a la larga en el consumo.

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¿En español?

Dos realidades:

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Miguel Bein coincidió con Dujovne: “La recesión terminó y se crece al 4%”

01-03-2017 “Técnicamente las recesiones se dan por finalizadas cuando hay dos trimestres consecutivos de crecimiento”, dijo Bein, “y ya va uno”

El economista Miguel Bein coincidió con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien días atrás había afirmado que la recesión se terminó y ahora la economía está en un proceso de crecimiento.

Bein aseguró que los datos del último trimestre de 2016 indican que el PBI está creciendo a un ritmo anual del 4%.

El consultor -quien fuera asesor del candidato Daniel Scioli- destacó que en el primer trimestre de 2017 el país crecerá el 1%, por lo que se percibe una incipiente salida de la recesión

“Técnicamente las recesiones se dan por finalizadas cuando hay dos trimestres consecutivos de crecimiento”, explicó y remató: “La economía está repuntando”.

Para Bein, “todo indicaría que enero-febrero-marzo, van a estar arriba 1%, lo que da un ritmo de crecimiento de la economía de 4% anual”.

Al ser consultado sobre la divergencia entre los números del INDEC y las expectativas de los consumidores (que parecen venir retrasadas) Bein señaló: “El público va a percibir que la macro está mejorando cuando tenga plata nueva en el bolsillo. Ahora los jubilados están recibiendo 13% de aumento. Eso quizás es poco, pero en el bolsillo significa plata y eso es algo que va al consumo. Y los trabajadores en general, a medida que cobren los sueldos nuevos, tanto los docentes estatales o privados, es plata que va a empezar a mover el consumo”, agregó

http://www.iprofesional.com/notas/246351-Miguel-Bein-coincidi-con-Dujovne-La-recesin-termin-y-se-crece-al-4

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13% de aumento :sweat_smile:
Tambien conocido como “17 puntos por debajo de la inflacion, no llego a fin de me’”