Al 100% ninguno. Los economistas somos pequeñas islas, no vas a encontrar 2 tipos que piensen igual. Muchas veces se lo dice como chiste pero es totalmente cierto. Con quien mas comparto conceptos es con Roberto Frenkel y la gente del CEDES, pero tampoco al 100%, a los que llaman “heterodoxos de derecha”. También tengo algunos puntos en común con la ortodoxia mas keynesiana, representada por Guillermo Calvo, por dar un ejemplo. Pero me aparto de la mayoría de los economistas locales en que le doy mucha importancia a la literatura de desarrollo económico y comercio internacional, comparto muchos conceptos con Paul Krugman y Dani Rodrik. En definitiva, me defino como un keynesiano, que esta en la borrosa frontera de la heterodoxia y ortodoxia. Me gusta la austeridad fiscal y economia abierta, pero en un marco de un plan de desarrollo económico, y con una importantisima intervencion del estado guiando el proceso para lograr que dicha austeridad y apertura no sea un enorme problema. Ergo, no creo para nada en la mano invisible.
Nota aparte. El keynesianismo es como el peronismo en ciertos aspectos. Kicillof y Prat Gay son ambos keynesianos, a pesar de que piensan muy distinto. De hecho, el grueso de la ortodoxia a nivel mundial es keynesiana en algún punto. La mayoría de los economistas no estamos en un extremo. Los tipos que rechazan el keynesianismo en su totalidad como Milei, son tres gatos locos que viven en la época de las cavernas. Previa a Keynes, la ciencia económica era tremendamente incompleta y no le daba casi ninguna herramienta de análisis al estadista. La economía mundial antes de la crisis del 30 era el libre albedrio puro, y así se sucedieron las 2 guerras mundiales y la crisis del 30. Yo soy un convencido, tal como era Keynes, que a ese periodo oscuro contribuyo mucho la deficiente economía neoclasica de principios del siglo XX.
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¿Que es lo que separa la ortodoxia y la heterodoxia? Varias cosas, pero un elemento CLAVE es la teoría del origen de la inflación. La ortodoxia considera que la inflación es un proceso esencialmente monetario. La heterodoxia en cambio considera que es multicausal, y en esto se abre un gran abanico de posibilidades. Hay heterodoxos como Kicillof, que considera que lo monetario no juega ningún rol, y que la inflación es producto solamente de la puja distributiva, monopolios, etc. Y hay otros heterodoxos como Frenkel, que consideran que la inflación depende de lo monetario (en parte), pero también de otros factores como la inercia de precios y salarios, las variaciones de precios relativos y otras yerbas.
Mi postura respecto al origen de la inflación me convierte en heterodoxo, ya que pienso parecido a Frenkel. Cualquier tipo que considere que la inflación no es exclusivamente un fenómeno monetario, debe ser catalogado así. Pero en otros aspectos me distancio de Frenkel, y me siento mas cercano a la ortodoxia keynesiana. La ortodoxia Keynesiana identifico muchos mecanismos que operan en la economía, que no son “causa” de la inflación, pero que si alteran significativamente el comportamiento de la misma. Estos mecanismos incluyen los costos de menu, los contratos escalonados, la credibilidad imperfecta, etc. A partir de incorporar todos estos mecanismos a los modelos ortodoxos keynesianos, los resultados se parecen mucho a los obtenidos con modelos heterodoxos como los usados por Frenkel y compañia. Ergo, la distancia practica entre la ortodoxia keynesiana y la heterodoxia a la Frenkel no es muy grande. Si bien ambos tienen diferencias profundas en lo que respecta al origen de la inflación, las consecuencias practicas de sus modelos y marco de análisis son muy parecidas. Ergo, como yo no soy un talibán teórico ni mucho menos, absorbo muchos conceptos de ambas corrientes.
Si me siento muy lejos de tipos como Sturzeneger, porque el es parte de la ortodoxia no keynesiana. La diferencia de visión “práctica” que tengo con el y con quienes piensan parecido es abismal.