El bostero demente hablo en Radio Rivadavia

Fantino le está dando.

No puedo creer todas las boludeces que dijo, a este tipo lo supero el personaje. Hay que sacarlo urgentemente del club o no va a parar hasta hacernos desaparecer.

En lo de la Seguridad, para mi algo de razón tiene.

Con respecto a todo lo demas: debo volver a mi antigua firma negra que decia “VOS SOS HINCHA DE BOCA, LA PUTA MADRE QUE TE PARIO!”

Tomé cotaje para escucharlo.

Fue un “No estén cagados” multiplicado por otras mil frases de la misma estirpe, elevadas a la millonésima potencia.

Nunca en mi vida me sentí tan forreado por un ser humano. Passarella hoy generó violencia en cada uno de sus receptores. Si algo le faltaba para ponerse ya a la misma altura que su antecesor era una entrevista semejante.

Un mono con navaja, un cínico, un demente, un incapáz y un auténtico pelotudo. Esta semana será imborrable para la memoria de todos. Si se ponían de acuerdo de antemano para generarnos tanto mal no creo que les hubiese salido tan bien a estos malnacidos que nos vaciaron el club y nuestras almas…

Atacaron con una bomba molotov la casa de Mancusi

Aca esta la entrevista en video y la transcripcion de todo lo que dijo

Passarella rompió el silencio en ESPN « Videos de River

Recondo dice que nos descuentan 18 puntos …
Sera verdad ? Al horno …

Hola a todos; les dejo una nota que me pareció interesante y salió en Pagina12 (medio que puede no ser del agrado de muchos), pero que (a mi muy modesto entender tiene algunos periodistas potables (los que sean periodistas pueden aportar algo).
No quiero (y creo que no puedo) abrir un thread aparte, pero si los administradores así lo consideran tienen entera libertad). Un abrazo.


Para que la responsabilidad no se diluya

       Por Pablo Vignone


 Ignorando que la Asamblea del año XIII abolió los  títulos de nobleza hace casi doscientos años, los atribulados hinchas de  River que todavía siguen sin creer que el equipo más campeón de Primera  haya podido perder la categoría rumian su pena infinita, su rabia, su  bronca, buscando culpables, alimentada esa furia por la prensa  sensacionalista, electrónica y de la otra, que goza de la creación de  panoramas apocalípticos para generarse variados beneficios. Inclusive  políticos.
Así es que pueden presenciarse auténticas cazas de brujas  mediáticas, que contagian al inocente hincha común y que, en general,  libran de responsabilidad a los futbolistas –como si no fueran ellos los  que no pudieron meter la pelotita adentro del arco rival, que de eso se  trata el fútbol, evitar tocarla con la mano en el área o no  introducirla en el arco propio cuando va afuera– mientras les apuntan  con minucia desvergonzada a los entrenadores o, con más fiereza, a los  dirigentes. En esa caza se produce un fenomenal operativo distractivo,  en procura de diluir aberraciones cometidas en el pasado para cargar las  tintas sobre el presente. Como si el descenso fuera cosa de dos  partidos de Promoción.
En noviembre de 2009, este periodista publicó aquí: “Después de ocho  ejercicios con superávit, el último por apenas un millón de pesos, la  gestión de José María Aguilar concluye en River con un fabuloso déficit  superior a los 41 millones de pesos, más de 10 millones de dólares, para  el período que concluyó el 31 de agosto pasado. Un catastrófico signo  de despedida para un turbulento tiempo de gestión iniciado a fines de  2001. El balance largamente deficitario fue aprobado por la Comisión  Directiva el mismo día en que se inauguró el Museo River, al cual se le  atribuyeron gastos por más de 10 millones de pesos”. En ese entonces  coincidían con esta apreciación periodistas que hoy diatriban contra el  sucesor de Aguilar, Daniel Passarella, cayéndole encima con una saña que  ahorraron o de la que no disponían entonces.
¿Es Passarella responsable de lo sucedido? ¡Seguro! Hace un año y medio que ejerce de manera absoluta el poder en River.
¿Es el único responsable? Un absurdo.
¿Es el máximo responsable? Ni por asomo, aunque sea cuestionable su  complicidad para sostener la condición impune de Aguilar: la auditoría a  medio camino y sin publicidad da prueba suficiente de ello. Acaso  también por esa razón fue que Passarella prepeó a Julio Grondona en  Viamonte 1366. ¿Intuía ya que, mientras la AFA mantuviera la protección  oficial a Aguilar, el incendio solo iba a abrasarlo a él?
En esa nota del 13 de noviembre de 2009, se afirmaba: “Este balance,  que muestra un rojo de 41.014.658 pesos, sincera una situación que  venía emparchándose desde hacía varias temporadas, cuando se incluían en  las cuentas dinero a cobrar por futuras transferencias o se arreglaban  urgentes ventas de porcentajes de jugadores para que el haber superara  al debe. De todas maneras, el abismo entre el tenor de los últimos  superávit y el tamaño de este fenomenal déficit no deja de ser  llamativo”.
Casi una semana después de aquella noticia gravísima y de la que  pocos riverplatenses se hicieron eco pese a lo llamativo de la  situación, Aguilar reaccionó. Sus respuestas fueron publicadas en la  edición del 19 de noviembre: “Es justo y necesario explicar algunas  cosas”, señaló Aguilar durante la presentación de la universidad de  River. “El 50 por ciento de los ingresos del club se producen por venta  de los jugadores y River en este último año no vendió (...) Creemos que  lo más atinado, y lo dejamos en claro, es que de esto se tiene que  encargar la próxima comisión directiva (...) El equipo está 13º en el  campeonato, eso no es bueno, hace un año y cuatro meses que no sale  campeón, pero éste es un club que tiene todos los empleados al día, no  hay deuda impositiva, tenemos un museo, una universidad (...) No hay  nadie que haya ganado más en el ámbito local (...) ¿Descenso? Hay muchos  puntos de diferencia y tengo la garganta preparada para pelear por el  próximo campeonato, hay un futuro enorme con Mauro Díaz y con (Daniel)  Villalva, entre otros.”
Pese a las explicaciones endebles o delirantes, Aguilar salió  indemne de semejante descalabro. Todavía lo está. ¿Y qué pasó con ese  futuro al que apelaba? De los seis torneos que River jugó en el período  2008/2009 a 2010/2011, los que lo condenaron a la Promoción, los tres  primeros se disputaron bajo su conducción, los tres últimos con  Passarella. Aquel período vio a River, sucesivamente, último, 8º y 13º;  en el lapso reciente, River se clasificó 13º, 4º y 9º. ¿Promedios? Etapa  Aguilar, 13,66; era Passarella, 8,66.
En los seis torneos consiguió las siguientes cantidades de puntos:  14, 27, 21, 22, 31, 26. Si River hubiera repetido en este Clausura 2011  la marca del Apertura 2010, se habría salvado cómodo (y la diferencia  fueron sólo cinco puntos), pero mirado por temporada, la cuenta da: 41  puntos (era Aguilar), 33 puntos (era compartida), 57 puntos (era  Passarella). Desde los números, no da ni siquiera como para afirmar que  la responsabilidad es 50 y 50.
Mirado en función del técnico que dirigió en cada etapa, una  responsabilidad que a lo sumo los futbolistas pueden compartir con el  entrenador, el panorama es el siguiente: River con Diego Simeone: 23 por  ciento de los puntos en juego; River con Gabriel Rodríguez: 26 por  ciento; River con Néstor Gorosito: 41 por ciento; River con Angel Cappa:  50 por ciento; River con Juan José López: 49,3 por ciento. La  conclusión es obvia: los dos entrenadores con los que el equipo sumó más  puntos fueron los elegidos por el actual presidente.
Durante este último año y medio, pero especialmente en el tramo  final, Passarella pecó de autoritario y soberbio, y subestimó el  delicado panorama deportivo enancado en la superioridad histórica de  River y en la creencia de que tal superioridad haría torcer, en últimas  instancias mágicamente, el infernal rumbo de la Promoción. Sin embargo,  cuesta creer que la cadena de errores que signaron su gestión haya  tenido una matriz esencialmente dolosa.
Esa cadena de pasos en falso no se ha roto pese a la debacle. La  designación de Matías Almeyda puede haber resultado una fabulosa  operación política para ganar tiempo y restarle la iniciativa a la  oposición, que sueña con un golpe de estado, pero como decisión  deportiva es una incógnita que, de paso, atenta contra la única maniobra  de grandeza que hoy River se debe a sí mismo. Reconocer la situación en  la que se encuentra, asumir la realidad. Cuanto antes lo haga, más  pronto iniciará el camino que, con juego y resultados acordes, puede  devolverlo a Primera.

“En lo económico es mejor que la Primera”

Me dan ganas de matarlo a cuchillazos.

ManuOlivariESPN Manuel Olivari por AgustinDalesio

        Hay un dato genial de la nota de Passarella de ayer. Fue en una oficina en la calle Aguilar.

Ojala termine la historia como cuando el cesar se autoproclama…

Esto es muy similar al “convenia quedar eliminados para no pagar”

Jajajajaa

Claro “incapaz, soberbio y autoritario” (+ descendedor) es perdonable porque no sos chorro.
QUE HIJO DE PUTO.

NOta de Clarin:

“La AFA quiso que River se vaya al descenso”

“…ES EL SEGUNDO DOLOR MAS GRANDE DE MI VIDA…”

Y como sigas asi el tercero va a ser cuando te metan un palo por el culo y te lo saquen por la boca (perdon por la mala palabra).

Es lo que dije ayer durante la nota, ese habia sido grinberg no?

Exactamente, yo dije lo mismo…

perdonado…DEBES DECIR BOSTA…:lol:

La culpa del descenso de River no la tiene Pasarella.

Clarín también quiso. Y todavía sigue tirando cohetes.