Además en este mediocre fútbol argentino, desde que no se lesione y el tenga ganas de jugar, hasta los 38 puede tirar tranquilo…imaginate que el bichi Fuertes y Schiavi siguen.
Lo de hoy fué de nuevo terrible, sobre todo el segundo tiempo, jugando todo de primera y bien, no queda otra que sacarse el sombrero y rendirse a sus pies.
En cada toque deja la sensación de ser un jugador de otra época, de aquellos años en los que en el Monumental jugaban los mejores. Parece salido del túnel del tiempo. No coincide con el contexto y los jugadores que lo rodean.